Me senté a un lado de Paul, Jeffrey y Hilarie. El tiempo pasó tan rápido, casi nadie se dio cuenta que la graduación de Valerie había llegado. Los tres me dieron una breve sonrisa mientras se acomodaban antes de que la ceremonia empezará.

—Hey, ¿cómo va todo? —Jeffrey me dio una mirada rápida.

—Bien —suspiré—. ¿Sabes si vendrá su mamá?

—Paul dijo que no vendría —negó formando una mueca—, esa mujer en serio no deja de arruinarle la vida a Val, aun cuando es un día especial para ella.

Cuando me disponía a responder, Hilarie nos miró con reprobación haciendo que ambos cerremos la boca.

—Si los oigo hablar, le juro que los sacaré a patadas de la graduación. Nada más saldrá mal este día.

Los tres asentimos y nos dispusimos a escuchar lo que el director decía, cabe destacar que ninguno realmente prestaba atención. Cuando ya los tres estábamos a punto de quedarnos dormidos, el nombre de Val se oyó a través del gran salón.

—Valerie Elizabeth Rudd —el director del establecimiento la llamó.

Val subió las escaleras con una sonrisa mientras nosotros cuatro nos levantábamos de nuestro asiento aplaudiendo con evidente felicidad. Nos buscó con la mirada cuando recibió el diploma, cuando nos encontró nos saludó con una mano y una preciosa sonrisa.

(* * *)

—Tal vez está hablando con sus amigas —Hilarie miro alrededor del lugar.

—O tal vez la secuestraron para después pedir un rescate millonario —Jeffrey acotó.

—O puede estar en la baño —Paul señaló.

—O puede estar viniendo hacía acá —señalé el lugar donde ella venía.

Apenas nos vio apuró su paso, Jeffrey –el cual parecía el más emocionado de todos- corrió a su encuentro y la envolvió entre sus brazos mientras repartía millones de besos en su rostro.

— ¡Felicidades preciosa! —Hilarie se aguantó las lágrimas mientras la abrazaba con fuerza.

—Estás tan grande —Paul se acercó apenas Hilarie la soltó—, no puedo creer que mi pequeña bebé se haya graduado ¡y con honores!

—Gracias papá.

—Hey graduada —me acerqué y ella formó una sonrisa que me contagió—, felicidades amor.

—Gracias por venir.

—Sabes que no me perdería algo tan importante como esto —murmuré contra sus labios.

Como sorpresa –y regalo- de tanto Jeffrey como Hilarie, hicieron una celebración en la casa de ambos. Tanto el elenco de la serie como algunos compañeros de trabajo –y amigos- de Paul asistieron.

(* * *)

Semanas después.

El sonido de mi teléfono y unos fuertes toques en la puerta me sacaron de la breve siesta que estaba teniendo. Ignoré el teléfono y abrí la puerta encontrándome con una Val algo furiosa.

—Desde hace cuento lo sabias Andrew.

—Hola amor, ¿Cómo estás? Yo bastante bien, gracias ¿y tú? —hablé con sarcasmo.

—No estoy para bromas Andrew. Desde hace cuando lo sabias.

— ¿Saber qué Val? —me volteé para observarla y ella extendió una carta.

— ¿Qué es esto?

—Léelo.

Miré la arrugada carta que tenía el emblema de la universidad de Nueva York. Mi corazón se aceleró apenas entendió a donde se dirigía todo esto.

''Estimada Srta. Rudd:

Lamentamos informar que su solicitud ha sido rechazada, esto se debe a que su inscripción fue enviada fuera del plazo correspondiente. Nos hubiera encantado poder tenerla este año con nosotros, pero dadas las circunstancias no se ha podido. Cabe destacar que podría postular sin ningún problema el próximo año si lo desea, ya que con sus sorprendentes calificaciones podría ser aceptada sin ningún problema.

Lamentamos no poder tenerla con nosotros este año,

Sin más que poder decirle,

Se despide:

Alan J. Moyes

Director. ''

—Y-Yo... Val —murmuré. Ella se encontraba con la cabeza baja y su respiración era de manera irregular.

—Solo dime desde hace cuánto lo sabes.

—Hace unas semanas, ayude en un par de cosas a Jeffrey.

— ¿Y ese par de cosas era cancelar mis inscripciones para las otras universidades que postulé?

—N-No pensamos que te rechazarían Val, tienes excelente calificaciones, y...

— ¡Pero lo enviaron fuera de tiempo Andrew! Y-Y ahora ya no podré ir a ninguna universidad porque se supone que rechacé las otras ofertas —murmuró con rencor.

—Valerie... podemos solucionarlo.

— ¿Solucionarlo? —rió sin gracia alguna—. Andrew esto ya no se puede solucionar.

—Podríamos ir Jeffrey o yo —señalé—, y podríamos no sé... donar dinero a la universidad para que te acepten.

— ¿Debes de estar bromeando? —murmuró—, eso sería como si comprara mi puesto en la universidad Andrew. No me esforcé todos estos años para que ustedes vengan después de ''hacer una buena acción'' a comprar mi puesto en una universidad.

—Val...

— ¡No Andrew! —exclamó con enojo—. Por primera vez en la vida estaba haciendo algo por mí misma, tenía becas, un cupo asegurado...

—Pero no estudiarías algo que querías.

— ¿Alguna vez me preguntaste cuales eran todas mis opciones? ¿O a que postulé? —la miré y por primera vez me sentí egoísta. Desde que estábamos juntos nunca le pregunté qué era lo que realmente quería hacer o a qué había postulado realmente. Cuando estábamos solos siempre hablaba de mí o cosas que a mí me interesaban o molestaban.

—Lo siento —murmuré mientras me acercaba.

—Un lo siento no me compra mi lugar en la universidad Andrew.

— ¡Estaba tratando de hacer algo por ti! —el enojo y frustración se estaba apoderando de mi cuerpo.

— ¿Algo por mí? —preguntó—, ¿y alguna vez preguntaste que era lo que realmente quería o que opinaba respecto al tema?

—No Valerie, no lo pregunté —suspiré tratando de controlar el enojo—, pero realmente estaba tratando de ayudarte. Podrías por lo menos reconocerlo.

— ¿Reconocerlo? —rió—. ¿Eso es lo que quieres? —rodó los ojos—. Siempre tratas que las situaciones se centren en ti Andrew, quieres reconocimiento por esto y quieres reconocimiento por aquello, pero adivina, no siempre podrás tenerlo. Acéptalo de una vez Andrew.

—A veces eres una idiota Valerie.

— ¿Idiota? Si, tal vez. Pero, ¿sabes algo? —se acercó—, siempre antes de hacer algo importante y que te incumba, preguntaré tu opinión Andrew.

—Quiero que te vayas —murmuré con un nudo en la garganta. Ella se alejó mirándome con resentimiento.

—Eso haré, tranquilo —respondió y se acercó a la puerta. Cuando la abrió la culpa volvió a mi cuerpo.

—Val...

—Será mejor que esto acabe Andrew... tal vez por un tiempo —me dio una mirada rápida—, o hasta que mi mente se aclare.