Cuando todos nos acomodamos en la mesa que anteriormente se encontraban nuestros amigos, pedimos lo que queríamos y nos pusimos a conversar mientras esperábamos que trajeran nuestros pedidos. Alanna que se encontraba a mi lado, golpeó levemente mi costilla para que me volteara.

-Hey, ¿Que sucede entre tu y Andy?— levantó una ceja y sonrió. En cambio mis mejillas se tiñeron de rojo.

-Nos besamos, hoy en su casa— la mire.

-Algo alcance a oír de la conversación de Norman y él, no son muy discretos que digamos— se encogió de hombros y reí.

-¿Que crees de todo?— murmuré.

-Creo que si ambos están felices, nada más tiene que importar, además ya eres legal— se encogió de hombros.

-Nunca había agradecido tanto tener 18— reí.

-¿Cómo van las cosas con tus papás?

-Ningún avance, estoy viviendo con Jeffrey y Hilarie.

-Tenemos que aceptarlo, ambos han sido mejores padres o apoyo que tus propios padres.

-Lo acepto— le di una leve sonrisa y ella me dio un abrazo breve.

-Sabes que tienes el apoyo de todos— señalo a todo el grupo.

-Y no podría estar más agradecida.

Ambas sonreímos y seguimos conversando con los demás, Norman que se encontraba a mi otro lado se levantó junto a Jeffrey a buscar más bebidas y Andrew en ese momento aprovecho de sentarse ocupando el lugar de Reedus.

-¿El lunes tienes clases?— asentí.

-Salgo a las dos.

-¿Salgamos?— reí levemente.

-¿Dónde quieres ir?

-Abrieron un museo hace tres días, y donde se que amas ir a los museos, pensé que debería llevarte— él sonrió.

-Me encantaría.

-Entonces es un trato— estiro su mano y yo la tomé.

-Trato— sonreí.