Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

C a p i t u l o 1

Lo primero que ví al despertarme, fueron las nubes grises cubriendo el cielo. Rayos y algunos truenos lo acompañaban, era claro que lloveria en cualquier momento. Eran las seis de la mañana, sabía que tenía que levantarme de mi cama y darme alguna ducha, para luego vestirme y ir a mi trabajo.
Pero simplemente mi cuerpo no respondía y levantarme de esta cama sería afrontar la realidad que me esperaba ahí afuera.

Me deje llevar por el ambiente que había a mi alrededor y la helada brisa que entraba en mi ventana.

-¡Adrian!-la voz de mi hermana hizo que girar mis ojos y llevará una de mis almohadas a mi cabeza.

Escuché sus pasos aproximarse y luego como la pobre puerta de mi habitación era azotada con fuerza.

-¿Cuánto tiempo más estarás en la cama?-pude escuchar por toda la habitación y supuse que estaba sacando ropa de mi armario-Si no te levantas ahora llegarás tarde al trabajo. ¿Que no se supone que hoy tenías una reunión!

No le contesté.

Me límite a escuchar todos sus reclamos y tapar mi cara con la almohada. No necesitaba sus gritos, no hoy, podría soportarlo cualquier otro día. Pero hoy no estaba de humor para ellos.

-¡Adrian!-grito exasperada, arranco la almohada de mi cabeza y me tope con su seño fruncido-Levanta el culo de esa cama y báñate.

-Mad, déjame en paz-masculle fastidiado por sus gritos.

-¿Que te deje en paz? ¡Hoy tienes mucha cosas por hacer! Se un poco agradecido y dame las gracias, sino fuera por mi llegarías tarde a todo.

-Como tu digas-dije sin importancia.

Resignado y ignorando a mi hermana, me levante de la cama y tome una ducha. Salí del baño y me tope con un traje azul y una camisa unos tonos más claros, con una corbata negra. La deseche de inmediato, odiaba usar corbata. Sentía que me faltaba el aire cada vez que me ponía una.

Me vesti y dejé los tres primeros botones de mi camisa sin abrochar, trate de arreglar mi cabello, pero como siempre paso en toda mi vida fue imposible. Deje que mis mechones castaños volarán libres. Salí de mi habitación y observe cómo mi hermana, iba de un lado a otro en mi cocina, me senté en uno de los taburetes y me dedique ver todos sus movimientos, eso hasta que me llegó un mensaje de la persona que no quería ver justamente hoy.

Lo abrí sin mucho ánimo.

Vincent 👻

Amigo, recuerda que pasará por ti a l hora de almuerzo. Espero que hoy si tengas tiempo.

Necesito la opinión de un profesional.

Te quiero.

Adrian

Claro hoy tengo todo el día para ti.

Yo también te quiero...

Borre ese último mensaje y volví a meter de nuevo mi teléfono, en el bolsillo de mi pantalón, me recosté sobre la encimera, ya no había marcha atrás, lo había estado evitando los últimos dos meses, era ahora que enfrentara mi realidad.

-Aqui está tu desayuno.

Mi hermana dejo un plato con huevos y tocino, con algunas tostadas con mantequilla, todo se veía delicioso, pero el nudo que había en mi estómago no lo veia de la misma manera.

-Gracias-agradeci el gesto de todos modos.

Comencé a comer y me obligue a tragar todo lo que había en el plato, pero después de medio plato la comida ya no paso de mi garganta, dejando el plato de lado y tomando solo el café que me había preparado.

-¿Se puede saber que te pasa?

-¿A qué te refieres?-me hice el inocente-No tengo nada.

-Por si no lo recuerdas soy tu hermana mayor, te conozco desde que somos pequeños y desde que te levantaste estás raro.

-Son cosas tuyas Mad, solo estoy preocupado por la reunión de hoy, esperamos cerrar el contrato con la empresa de Nueva Orleans. Sería una gran una oportunidad.

Ella enarco una ceja y solo con eso sabía que no me había creído, pero como siempre lo hacía ella, no me preguntó más sobre el tema y respeto mi silencio. Cuando termine de tomar mi café y tome las llaves de mi auto.

-¿Ya terminaste? Tengo una reunión en unos minuto.-le pregunté a mi hermana.

-Dice el señor que hace poco estaba durmiendo-dijo con ironía-Pero si ya terminé, podemos irnos.

Los dos salimos de mi departamento y bajamos, en la entrada nuestro el portero del edificio, y nos despedimos de el, salimos de mi edificio, el valet me entrego mi auto, subimos y comenzamos nuestro camino. Y como todas las mañanas, nuestro primer destino era el trabajo de mi hermana, no tardamos mucho en llegar, pero ella no bajo del auto y ese me dió una clara señal de lo que pasaría.

-¿Seguro que estás bien?

No dejaría el tema pasar.

-Ya te dije que si pesada, solo estoy preocupado.

-Claro y yo amo a los gatos...

-Los odias.

-Era sarcasmo hermanito-ella puso los ojos blancos -¿En serio no me dirás lo que te pasa?

No le contesté y fijé mi vista en la carretera frente a mi, ella soltó un suspiro y abrió la puerta del auto para poder bajar de el.

-Okey dejaremos el tema, recuerda que tienes que llamar a mamá-hice una mueca al instante -Y no hagas esa cara, no la ves desde hace dos semanas, al menos llámala.

-Lo tendré en cuenta.

-¡Adrian!

-Okey lo haré en estos días.

-Con eso me hace feliz, adiós hermano.

-Adios-me límite a contestar.

Con ella fuera del auto, y arranque a toda velocidad hacia trabajo, me salte algunas señales de tráfico, y unos semáforos en amarillo, pero poco me importaba que la policía me llegará a detener, de hecho agradecería mucho que se apiadarán de mi y me arrestaran. Al menos tendría una excusa para no verlo.
Diez minutos después-yo rompiendo mi propio récord-llegue a mi trabajo, aquel imponente edificio y grandes ventanales, con letras grandes y doradas en la cima, escrito "W,C". El valet al verme llegar se posicionó a mi lado, y recibió las llaves de mi auto, para luego llevárselo. Entre en la compañía y nuestra recepcionista me saludo con una sonrisa coqueta, que pase por alto.

-¡Buenos días señor¡

-Buenos días.

Trate de darle una sonrisa, pero mi boca no se movió ni un poco y en lugar de eso, solo hice un movimiento con mi cabeza,para no verme tan descortés. Subí al ascensor y presione el último piso, dónde se encontraba mi oficina, cuando las puertas se abrieron, pude ver a los demás empleados un tanto alterados y nerviosos ¿Cómo no estarlo? Hoy se sabría si logramos cerrar un  importante contrato con unos proveedores para la empresa, pero mi mente no estaba centrado en ellos, si no en el y me sentía algo culpable por no compartir el mismo nerviosismo que los demás.

Avance por los pasillos y ninguno se molestó mucho en mi presencia, estaban más ocupados en los papeles para la reunión, el único que me noto fue Karl mi probre secretario y amigo. Se levantó enseguida de su escritorio, y llegó hasta a mi a un velocidad que me impresiono, a pesar que llevaba consigo un enorme torre de papeles frente a el que tapaba por completo si vista.

-Buenos días Señor Austen.

-Buenos días Karl, ¿Cómo está la situación por aquí?

El solto un suspiro.

-Como puede ver señor, todo es un desastre, todos están demasiados nerviosos.

-¿Tu también lo estás?

-Vamos señor ¿Yo nervioso? Claro que no.

Abrí la puerta de oficina, Karl entro primero y yo lo seguí, cerré la puerta detrás de mi y fui directo hacia mi escritorio. Tome los papeles del contrato en mis manos y fijé mi vista en Karl, que no debajo de repiquear uno de sus pies en el suelo.

- ¿Encerio no estás nervioso?

Mi pregunta pareció sacarlo de su aparente tranquilidad, lanzo unos papeles en mi escritorio de manera dramática y me fulminó con la mirada.

-¡Por dios Adrian!—me grito—¡Por supuesto que estoy nervioso! Si no cerramos este contrato ¿Sabes las consecuencias que tendrá la empresa?

—Lo se—conteste tranquilo—Pero se que todo saldrá bien, ten un poco de fe en Jason y en mi.

—Les tengo fé, pero eso no evita que me ponga nervioso...¡Y esa tranquilidad de mierda que me muestras solo me pone peor!—le dió una patada a mi escritorio—Como sea, revisa el contrato y estos papeles necesito que los firmes para antes del las tres de la tarde.

Suspire.

Era mucho trabajo.

Pero eso era lo que necesitaba para poder tener a mi mente ocupada.

—Gracias Karl.

—De nada, recuerda que la reunión es dentro de 15 minutos.

Asentí.

Me dió una sonrisa antes de salir de mi oficina, un poco más relajado.

En cambio de mi parte, no quería mover los papeles que había dejado Karl para mí, porque sabía que seguramente solo lograria estresarme. Pero en estos momentos prefería que todo el estrés del mundo a seguir sufriendo por aquel dolor en mi pecho que no desaparecería por más que lo intentará.

Resignado leí cada uno de los documentos le daba mi autorización a algunos y los otros tenían que ser revisados junto a Jason—mi jefe y amigo—Para poder darle el visto bueno.

Más rápido de lo que habría querido, recibí la llamada de mi secretario para asistir a la reunión.

Tal como lo había previsto la reunión fue todo un éxito y habíamos conseguido unos de los mejores contratos con Nueva Orleands, todos los demás festejaron nuestro logro, pero yo no pude compartir esa felicidad. Me límite a encerrarme en mi oficina el resto del día, llenandome de más trabajo, tratando de llevar a mi mente a otro mundo.

Pero fue casi imposible.

Estaba tan concentrado en mi trabajo que el repentino sonido de llamada de mi teléfono logro asustarme, lo tome en mis manos y con solo leer el nombre de quien era mi corazón comenzó a dolerme.
Me tomó unos minutos y cuando estuve completamente listo, acepte la llamada.

—¡Hola! ¿Cómo está el mejor amigo del mundo hoy?

—¡Hola Vincent! No creo que mejor de lo que tú estás hoy—conteste de modo animado, aunque la verdad es que no me sentía así para nada.

Espero no interrumpir su ocupada agenda señor Austen...

—No lo haces—le aseguré.

Pero le llamo para recordarle que tiene que acompañar a su mejor amigo a medirse el traje de su boda por última vez.

—¿De verdad?—me hago el tonto—Según recuerdos eso era hasta la próxima semana.

Dije en tono de broma, pero deseaba con todo el corazón que ese momento se pospusiera por más tiempo.

—¡Adrian! No me hagas ésto, eres mi padrino de bodas, pero últimamente mi padrino se ha olvidado de sus compromisos.

—He tenido mucho trabajo Vinc—menti.

Karl siempre me hacia el espacio necesario para poder hacer mi rol como padrino y lo hice al principio...pero conforme la fecha de la boda se acercaba, el tener que fingir sonrisas y felicidad por Vincent y su novia se hacia más difícil para mí estar ahí. Al final siempre aceptaba trabajo extra y cancelaba a última hora.

Lo sé, pero por favor dime qué si me acompañaras a la revisión de mi traje, eso será tu último trabajo de padrino.

Podría decirle que no, podría decirle que tenían alguna reunión pendiente y podría escapar de ellos de nuevo. Pero no podía hacerlo, no ahora y Vicent no se merecía el desprecio de su tan querido amigo de nuevo.

—Dame 10 minutos y estaré contigo.

Te doy 5 minutos y si no bajas a tiempo subiré por tí.

Colgó sin dejarme responder.

Esa un muy mal hábito de su parte que me sacaba de quicio, pero ya después de tantos años de amistad estaba más que acostumbrado a ello.

Acomode las cosas en mi oficina, le informe a Karl que saldría y que volvería dentro de dos horas. Tomé el ascensor y mientras bajaba la presión en mi pecho aumentaba, llegué al primer piso y sali del edificio, el cielo aún seguía nublado, los truenos resonaban aún en el cielo.
Pero nada de eso llamo mi atención, mis ojos al instante se concentraron en el hombre que estaba a unos cuantos paos de mi esperándome junto a su auto, su cabello rubio estaba alborotado, traia ropa de informal y cuando nuestras miradas se conectaron pide jurar que el brillo de sis hermosos ojis grises aumento.

O talvez solo eran ideas de pobre hombre enamorado.

Me acerque a el y de inmediato me abrazo, le correspondi el abrazo y luego nos separamos.

—Pense que me dejarías plantado de nuevo—me sonrió—Espero que Karl no te llame mientras estás conmigo.

Negué.

—Soy todo tuyo durante dos horas completas.

—¡Perfecto! Sube al auto, la cita es dentro de media hora y Paula me matará si no consigo el traje a tiempo.

No respondí.

Solo hice lo que me dijo.

El resto del camino se la paso hablándome detalles sobre su boda, pero no le preste atención, quería cubrirme los oídos y decirle que me estaba haciendo daño, pero no podía hacerlo, al fin y al cabo eramos amigos y jure estar con él en todo momento.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro