Le gustaba mucho este tipo. Amaba todo de él al punto que llamarle trabajo a esto se sentía un gran mentira. Un delito.

Era completamente delicado y perfecto.

Suave y sexy.

El pelinegro había solicitado sus servicios por primera vez desde fines de octubre del año pasado, hace cuatro meses. Los primeros dos meses había venido dos veces en total y recién estos últimos dos meses venía una vez a la semana sin falta.

Desde la primera vez que lo conoció le encantó. El pelinegro no solo tenía la piel lisa y clara, también olía muy bien, tenía un ligero olor a vainilla que hacía más dulce todo su cuerpo. Era más pequeño en contextura corporal y más delgado que él. Sus manos también eran pequeñas a comparación de las suyas.

Amaba ver como se sujetaba con fuerza a las sábanas...

Lo único de su cara que había visto era un poco de sus ojos pequeños y su frente porque siempre estaba de espaldas. Nunca había visto su nariz o sus labios, siempre estaba tapado con distintos cubre bocas como la mayoría de sus clientes. Preferían el anonimato. Taehyung también usaba barbijo con ese tipo de clientes, no los quería besar y, sólo pensar en encontrarse con alguno de ellos en la calle sería incómodo. Algo que notó es que siempre estaba borracho cuando venía o por lo menos con algunas copas encima, se daba cuenta por su olor a alcohol a pesar de tenerlo boca abajo.

Taehyung no era homosexual o bisexual, pero no era un trabajo difícil, si se trataba de él. El pelinegro era tan delicado que podía cerrar los ojos imaginándose que era una mujer. Bueno, eso hasta que empezaba a salir palabras de su boca, porque aunque no escuchaba bien su voz por el barbijo, notaba que aquel pelinegro tenía una voz bien masculina. Solo trabajaba para hacer compañía a mujeres pero Choi, su jefe, le había ofrecido ese trabajo extra con este pelinegro. Era claro que no era el único que había tocado al pelinegro, cosa que lo hacía sentir ligeramente celoso.

Dejó al pelinegro levantarse primero para ir al baño y cuando lo hizo se le quedó mirando la espalda baja. Sonrió, era perfecto. Tan curvilíneo. Y volvió a sonreír al verlo tambalearse, aunque no estaba seguro si había sido por su buen trabajo o por el alcohol. Daba igual. No podía evitar admitir que ese tipo le gustaba tanto como algunas de sus clientas. Lo cual era raro y se negaba a admitirlo.

Se levantó tirando a la basura lo que había usado con él. Y entonces lo escuchó vomitar al chico. Definitivamente muy. borracho.

Asco.

Taehyung comenzó a vestirse. No podía irse aún ya que los clientes le pagaban una parte al jefe de lugar y la otra parte a la persona con la que estuvo, pero era algo así como una propina. Y éste, en particular, dejaba muy buenas propinas. Estaba esperando su parte para así poder largarse de ese hotel tan deplorable.

Escuchó al pelinegro abrir la puerta del baño mientras cerraba la cremallera de su pantalón de espaldas. Se giró ya vestido y lo miró de reojo, se veía demasiado formal y caro, lo hacía preguntarse de donde había venido exactamente. Metió su mano en uno de sus bolsillos y sacó su billetera.

Genial. Ya era hora.

Sacó billetes y lo dejó sobre la mesa para luego meter su billetera al bolsillo otra vez e irse directamente sin decir más nada.

Taehyung lo agradeció y se acercó a los billetes para tomarlos, ya sabía la cantidad sin contarlos. Se preguntaba si era porque hacía bien su trabajo o porque el tipo era una especie de empresario millonario.

Se encogió de hombros, no importaba de todas formas. Guardó su dinero y se fue, directo a su departamento luego de esperar unos minutos para no cruzarse con el tipo.

—Hace dos días que tienes la misma cara de idiota, ¿me dirás que te ocurre? —preguntó su ex compañero colegio. Era miércoles y hacía dos días habían empezado la universidad, por primera vez. Jungkook era su menor por dos años pero eran amigos porque habían ido juntos al mismo colegio, habían estado en el mismo aula a pesar de la diferencia de edad, algo que sucedió luego de repetir dos años por sus inevitables problemas familiares y económicos.

—Nada —musitó Taehyung observado su teléfono con la pantalla apagada.

—¿Ya te arrepentiste de empezar la universidad? —preguntó Jimin. Quien era su amigo desde aún más niños, fueron siempre al mismo aula hasta que Taehyung empezó a repetir, claro está. Ese rubio estaba por recibirse ese año y era el constante recordatorio de que si Taehyung nunca hubiese repetido en el colegio y hubiese empezado la universidad apenas terminarlo como Jimin también estaría por graduarse.

Pero las cosas no eran así de fáciles. A parte de que había repetido en el colegio dos veces por trabajar en tiempo completo desde los quince años -ya que su madre era una alcohólica y su padre tenía otra familia que le importaba más- no siguió una carrera universitaria al terminar. Cuando terminó el colegio a los veinte años empezó a trabajar para Choi acompañando mujeres a distintos eventos y luego teniendo relaciones con ellas si se lo pedían y si él tenía ganas. A veces no las tenía, por supuesto.

Choi había sido su padrastro por unos dos años hasta terminar con la mujer, todos se cansaban de ella por ser una adicta al alcohol desde siempre. El hombre de unos cincuenta años le metido en la cabeza a Taehyung de que podía ganar dinero fácil y placenteramente sin tener que perder años en una universidad. Taehyung aceptó ese nuevo trabajo y dejó todo lo demás, después de todo era un buen mundo; dinero, sexo, alcohol y otras sustancias. O al menos eso decía cuando le preguntaban, la verdad era que ganaba como no ganaría en otra parte, y cuando no tienes ayuda de nadie para pagar el alquiler del departamento donde vives con tu madre, las deudas que la mujer se encargaba de hacer por su adicción como el entrar y salir continuamente a un centro rehabilitación, las despensas y todo lo demás, es más conveniente elegir lo que te da más dinero.

Pero finalmente decidió empezar la universidad por miedo a su futuro, no quería quedar como su mamá, no quería pasar su vida como un adicto y tampoco como un trabajador de acompañante -a decir verdad, esto último ya no le estaba haciendo sentir para nada bien- quería una carrera y había encontrado en el arte un nuevo mundo. Nunca fue bueno dibujando pero tampoco era tan malo, quería intentarlo. Así que con veintitrés años recién empezaría la universidad.

—No estoy arrepentido... es sólo que, creí que sería más sencillo —respondió Taehyung, ya llevaba dos días en la universidad y comenzaba a preguntarse si debería seguir o rendirse.

—Bienvenido a la universidad, querido Taehyung —respondió Jungkook quien le faltaba dos años para graduarse de profesor de artes visuales, la misma carrera que seguía Taehyung.

—Al principio es difícil —confiesa Jimin—. Y después también, pero te vas acostumbrando. No puedes ser para siempre un prostituto.

Taehyung lo fulminó con la mirada: —¿No prefieres gritarlo mejor? Y ya te dije que no soy un prostituto. No voy a abandonar la carrera, solo dije que creía que era más sencillo.

Le había contado a Jimin y Jungkook de su trabajo solo porque eran demasiado unidos. Y bueno, también porque Namhyung -un amigo- no se había podido quedar con la boca cerrada al enterarse hace un año. Cuando Taehyung estaba borracho podías sacarle información de lo que quisieras.

Taehyung se quedó escuchando las palabras de aliento de sus amigos, sentados en el comedor de su universidad de artes y letras hasta que decidieron los tres irse cada uno a su aula correspondiente. Sería la tercera nueva materia que les iba a tocar este ciclo lectivo, como recién era la primera semana de clases estaban descubriendo los cursos que les tocaban y a sus profesores.

Subió a su piso y eligió sentarse en la segunda mesa porque si se sentaba muy atrás se iba a quedar dormido y la próxima materia "Análisis teórico de obras artísticas" no prometía mucho como para ser divertida. Había algo en la palabra "teórico" que siempre le había disgustado.

El aula se llenó de gente los cuales murmuraban muy bajo y no muy suficiente para mantener despierto a Taehyung pero el ruido de la puerta cerrarse lo despertó y vio un chico de cabello negro ser el responsable. Entrecerró los ojos intentando acostumbrarse a la luz del aula ya que había tenido los ojos cerrados por mucho tiempo y ahora todo parecía muy luminoso.

Aquel chico vestía pantalones negros de vestir y una camisa blanca, también tenía una corbata negra perfectamente colocada... Taehyung frunció el ceño, ¿ese era el profesor?

Confirmó que sí cuando éste dejó su maletín negro en el escritorio -que todo profesor tiene asignado frente al pizarrón- y comenzó a sacar alguna especie de carpeta.

Taehyung no podía creer lo que veía. Aquel tipo era jodidamente joven para ser el profesor, ¿qué carajos?

Con la carpeta azul en mano el "profesor" saludó a todos y su voz llegó a los oídos de Taehyung provocándole una extraña sensación, como si lo hubiese escuchado antes. Dejó la carpeta en el escritorio. Y caminó hacia el pizarrón con un fibrón que recién veía que tenía en una mano.

—Me llamo Jung Hoseok —dijo mientras escribía su nombre en el pizarrón y Taehyung no pudo evitar volver a sentirse extraño pero esta vez no por su voz sino por su mano escribiendo. Tan pequeña y delgada—. Seré el profesor titular de esta asignatura anual. Este es el nombre del blog donde subiré todo el material que usaremos en clases, también les dejaré mi mail para que puedan mandarme sus preguntas o dudas sobre las clases —agregó ahora escribiendo su mail al finalizar. Se dio la vuelta aún luciendo serio. Taehyung sólo seguía con su vista a la pequeña mano de ese pelinegro quien dejó de escribir y tapó el fibrón para posicionarse frente a todos los alumnos—. Bien, empecemos. ¿De qué creen que se trata esta materia?

Los mails!!!! Me había olvidado que era lo que más amaba escribir skfjdkf✨🌷 -Dualitymask.