32
Luego de almorzar Hoseok le comenzó a poner pomada al brazo lastimado de Taehyung, con una mueca molesta por el hecho de que haya sido tan torpe.
—Te quiero. —Hoseok solo miró serio y volvió a seguir pasándole la pomada, lo sintió sonreír de reojo—. Te ves tan adorable cuando haces eso con los labios.
Le lanzó otra mirada y volvió a lo suyo.
—¿Qué eso? —preguntó sin entender a que se refería.
—Cuando los curvas hacia abajo. Adorable.
—La próxima ten más cuidado. —Ignoró su elogio ya que nunca fue bueno recibiendo alguno—. No me gusta que estés lastimado —agregó al verlo asentir silenciosamente.
—Gracias de nuevo. —Se sintió mejor al verlo sonreír pero se sintió mejor aún cuando recibió un corto beso en los labios. Hoseok asintió devolviéndole otro pero en la mejilla y haciéndolo sonreír más. Taehyung suspiró—. ¿Quién podría decir que los besos en las mejillas hacen sentir emociones?
Hoseok chasqueó la lengua.
—Eso solo pasa cuando la persona que los da significa algo para la otra.
Taehyung sonrió de lado sin dejar de mirarlo a los ojos: —Debes significar demasiado para mí porque acabo de sentir algo parecido a un infarto.
Hoseok rió bajo.
—No es bueno exagerar, Kim.
—No es bueno atentar contra la vida de sus alumnos, profesor.
—Eres imposible —dijo negando divertido con la cabeza. Taehyung tocó su mejilla para su sorpresa y la acarició con sus nudillos.
—¿Quieres ir al cine?
Oh... una cita.
—Sabes que no es buena idea. —Taehyung suspiró tristemente pero siguió acariciándolo mientras compartían miradas.
—¿Quieres que salgamos a caminar? ¿O a hacer algo fuera?
—¿Tienes ganas de salir?
—Yo no, estoy bien cuando estamos juntos —respondió y comenzó a mover sus caricias al lóbulo de su oído—. En realidad, lo pregunto porque tengo miedo de que te estés aburriendo acá encerrado conmigo —susurró con voz suave aunque lo oía a lo lejos por la sensación del masaje en su oído.
—A mí... me gusta estar acá —susurró con ojos cerrados dejándose llevar por aquella muestra de afecto. Largos segundos pasaron para escuchar la risita del castaño y lo miró confundido.
—No sabes cuantas veces deseé tenerte así de cerca. —Hoseok parpadeó mirándolo.
—Siento lo mismo —susurró, ganándose una gran expresión de sorpresa de su alumno.
—Oh, ¿en serio?
Rápidamente se arrepintió de haber dicho aquello, supuso que luego de las caricias se volvía más hablador de lo normal.
—Yo... aún me sorprendo de todo esto. —Hoseok acomodó mejor sus piernas sobre el sillón—. No quiero pensarlo mucho, me asusta darme cuenta que estoy cometiendo un error.
—Hoseok —murmuró Taehyung acomodándose mejor sobre el sillón más cerca suyo. Elevó su mirada ante su llamado y se encontró con su rostro serio—. También tengo miedo. —Eso no le ayudó al pelinegro a sentirse mejor—. Pero no por lo mismo que tú. Tengo miedo de no ser suficiente para ti.
—¿Suficiente? —preguntó muy confundido, las manos del castaño se pusieron sobre las suyas en su regazo. El apretón lo relajó casi tanto como la suavidad de su voz.
—Esto... literalmente somos de mundos muy diferentes. Tengo miedo de que te des cuenta que estás perdiendo el tiempo conmigo.
—Aún es pronto para pensar en cosas como esas, recién estamos conociéndonos mejor. Bien podría ser algo temporal todo esto. —Terminó de decirlo con una incomodidad en su interior. El pensar que pudiera ser temporal debía hacerlo sentir despreocupado de alguna forma, pero no lo era.
—No creo que lo que siento por ti sea algo temporal.
Una cálida sensación lo envolvió, ¿hablaba en serio? ¿De verdad lo quería tanto?
—No puedes estar seguro de eso.
—Siento que estoy muy seguro de eso. Me gustas desde hace meses. Lo que siento por ti nunca lo he sentido por otra persona... Soy capaz de hacer cosas por ti que no haría por nadie más.
—No... no hablemos de eso aún —murmuró sintiendo que aún era muy pronto para promesas y palabras como esas.
—Está bien —asintió el castaño con una leve sonrisa sin dejar de acariciar sus manos—. ¿Puedo abrazarte? —preguntó de pronto, Hoseok asintió con rapidez. Ambos se acercaron y, aunque estuvieran en el sillón, se abrazaron. El pelinegro cerró sus ojos sintiéndose cómodo, deseando que sea lo que sea que estaban sintiendo durara más. Cerró los ojos y fue la última sensación que tuvo antes de caer dormido.
Sintió luz a través de sus párpados. Hoseok abrió lentamente los ojos encontrándose con sábanas blancas y un armario frente suyo. Un armario que tenía un espejo y por el cual podía ver detrás suyo. Parpadeó perezosamente pero su mirada se ubicó de inmediato en el reflejo de aquel gran espejo.
Estaba acostado de lado y Taehyung estaba detrás suyo mirándolo, mirando su cuerpo. Casi como si estuviera evaluándolo. Frunció levemente el ceño y se giró para quedar de frente con él.
—Taehyung —dijo acomodándose mejor. El castaño parpadeó y sólo se acostó a su lado.
—Te quedaste dormido, así que te traje a la cama...
—Ah —contestó tranquilo pero cuando se dio cuenta mejor de lo que había dicho se tensó—. ¿M-me trajiste hasta acá? —preguntó más que asustado, porque eso significaba que lo había alzado en brazos.
—Sí, hace unos minutos. —Taehyung sonrió y tocó su rostro con una leve sonrisa. Hoseok sentía que lo miraba de forma extraña pero su caricia delicada evaporó el pensamiento. O al menos al principio, porque sus caricias fueron bajando por rostro hasta su mandíbula y cuello. Y, se quedó mirándolo.
Se sintió muy mortificado al darse cuenta de que lo que Taehyung miraba -y apenas tocaba- era uno de los chupones.
—Me gustas —dijo cuando notó lo callado y serio que estaba el castaño. Sabía que podría estar pensando y Hoseok quería dejarle en claro que solo le gustaba él. Taehyung no hizo más que acercarse a él y besar su mejilla antes de rodearlo con sus brazos.
—También me gustas, Hoseok.
Se quedaron así, abrazados. Hasta que al pelinegro le dio ganas de salir con él y divertirse un poco en algún cine cercano. Seguir conociéndose cada más.
Cuando llegó el próximo miércoles, ambos sabían que sería difícil compartir el mismo aula sin desear sonreírse o hasta entrelazar sus dedos.
Durante toda la semana habían pasado tiempo juntos, hablando, riendo, en silencio y hasta trabajando en sus respectivas tareas. Hoseok había dormido más veces con él que con las que había dormido con cualquier persona antes y, aunque no habían pasado más que de besos o caricias, todo era simplemente cómodo y no había tensión. Taehyung era atento, educado y amoroso. Pero había algo más que le gustaba de él, era alegre. Alegre a pesar de estar solo y no tener la ayuda de nadie.
Hoseok no podía negar que si Taehyung comenzó a llamar su atención fue por su innegable atractivo pero la razón por la que comenzó a tenerle cariño y afecto fue porque se veía frágil, solitario. Alguna vez fue un niño abandonado en busca de una familia o un hogar donde sentirse bien.
—¿Profesor? —Hoseok miró de inmediato hacia la voz cerca suyo, por suerte había clavado su mirada en los trabajos sobre su escritorio así que no había nada que temer.
—¿Qué necesita, Joo? —Ella sólo comenzó a pedirle ayuda con el trabajo de cien puntos, a la vez que rogó por más tiempo para entregarlo. Hoseok rió bajo con eso último pero terminó aceptando y dándoles dos semanas más a todos.
Hoseok caminó a su oficina luego de las clases. Pero claro, antes de salir le dio una mirada a Taehyung y éste último sonrió con su vista fija en él.
Minutos después Hoseok escuchó la puerta de su oficina sonar y la abrió. Ya sabía quien era, Taehyung había ido a su oficina en todos los recesos aún cuando tenía clases con otros profesores. Y siempre terminaban igual, abrazados y dándose pequeños o largos besos.
—Profesor —pronunció Taehyung sin dejar de darle picos, Hoseok apenas susurró un "¿qué?" ahogado—. Hoy se veía muy sexy dando clases.
El pelinegro sonrió en medio de los besos y bajó sus manos a los hombros del castaño, mirándolo fijamente. —Deberías prestar atención a la clase y no a cómo me veo.
—Sobre eso... —Se acercó plantando un beso en su mejilla—. Puedo hacer ambas cosas a la vez.
Hoseok sonrió y hundió su cara en su cuello mientras lo abrazaba. Se sentía tan cómodo de esa forma.
—Quisiera estar así por siempre —murmuró el castaño acariciándole la espalda.
—Sabes que tienes que ir a clases y, yo tengo que dar clases. —Taehyung exhaló apretándolo más a su cuerpo mientras sus manos recorrían su espalda.
—Lo sé —murmuró alejándose apenas—. Ya tendríamos que volver —agregó, pero antes de que pudiera alejarse lo agarró de la mano.
—Tae...
Mencionó y bajó la mirada, sabiendo como sonaría lo que pensaba preguntar. Pero necesitaba saberlo porque estaba realmente incómodo con la situación.
—¿Hoseok? ¿Qué pasa? —preguntó tomándole de la otra mano también y mirándolo un poco preocupado.
—¿Te... te gusta Yoojung? ¿Te parece linda? —preguntó tímido sin mirarlo. No sería extraño que el castaño sintiera algo por ella, era realmente hermosa y aún seguía demasiado pegada a él. Aún lo miraba como si quisiera tenerlo para ella sola. Hoseok no podía ignorar esa mirada, no lo miraba como amigo lo miraba como cuando ves a alguien que te gusta. Hasta lo tocaba cuando no había necesidad de hacerlo. Por Dios, Hoseok no pudo sacarles los ojos de encima en la clase por esa sola razón.
Taehyung apretó sus manos con afecto y cuando levantó su mirada a él, el castaño acarició su mejilla otra vez.
—¿Crees que podría gustarme alguien más a parte de ti? —preguntó mirándolo fijo. Hoseok pensaba responder que si porque no le parecería raro que fuese así. Después de todo no se sentía suficiente para alguien con el atractivo de Taehyung, por más veces que él le dijera que era hermoso—. Eres la única persona que tiene mi atención y mis pensamientos.
—Pero te parece linda —murmuró porque no había respondido a eso. Taehyung rió bajito.
—Ella es linda, sí, pero me gustas tú. Solo te quiero a ti.
—No me gusta como te mira... ella te mira como si fueran algo. —Taehyung ladeó la cabeza confundido—. ¿Ustedes tuvieron algo? Sé sincero.
—Por supuesto que no —respondió de inmediato el castaño y lo tomó de los costados de su rostro con ambas manos—. Hoseok, te quiero solo a ti. Te deseo solo a ti... en todas las formas que te imagines —susurró con voz grave eso último, estremeciéndolo hasta la punta de sus dedos. Hoseok mordió sus labios—. Sí, lo que sea que estés pensando... solo me contengo por ti. No porque no lo deseé. Porque lo hago, fantaseo con eso... contigo-
Hoseok se acercó de inmediato a sus labios besándolo de forma desesperada y necesitada, sintiéndose caliente por todas partes. Chocó su pecho con el suyo y Taehyung bajó sus manos para apretarlo más a su cuerpo, jadeando en su boca, besándolo de la forma más excitante que pudo. Sus lenguas se tocaron al poco tiempo, la humedad del beso y los chasquidos eran obscenos. Pero se terminaron alejando sintiéndose frustrados ambos por no aguantar más la respiración. Y aunque no se besaban estaban respirando pesadamente en la boca contraria, totalmente calientes.
—D-dios —jadeó Taehyung entre risas y comenzó a pasar su pulgar por los labios de su profesor—. Ellos realmente se darán cuenta que te estuviste besando con alguien... Joder.
Cuando Hoseok vio que los labios de Taehyung estaban rojos e hinchados supuso que era lo mismo que veía el castaño en él. Y se sintió tímido comenzando a acariciar sus mejillas que eran rosas y calientes. Aclaró su voz mientras intentaba arreglar el cabello del castaño que al parecer había estado jalando durante el beso por lo desordenado que estaba... por Dios.
—Hay que llegar por separado. —Taehyung asintió mientras se alejaba y le acomodaba la ropa al pelinegro. Ambos rieron—. Esto es un desastre...
—Metiste tu lengua en mi boca, tuviste que saber que me descontrolaría, profesor. —Hoseok lo golpeó en le pecho avergonzado pero riendo como el castaño.
—Fuiste tú quien lo hizo... asqueroso.
Taehyung se rió en alto: —No parecías asqueado cuando lo hice.
Hoseok volvió a golpearlo y ambos volvieron a reír.
—Vete antes de que te eche. —Hoseok fingió molestia y Taehyung rió bajo para luego acercarse y comenzar a llenar de besos sus mejillas—. ¡Taehyung!
El castaño rió alto y le dio un último beso en la punta de la nariz.
—Para poder aguantar sin besarte frente a todos, mientras estés dando clases. —Se explicó yendo hacia la puerta, Hoseok negó mirándolo divertido y esperó que saliera para reír bajo sintiéndose aún con una mezcla de sentimientos agradables por dentro.
Aquí andamos🫡. El capítulo anterior tiene mas de mil visualizaciones y la meta debería ser mas grande pero volveré a dejarlo en 195 estrellitas porque soy buena jiji🤭. Gracias, abríguense, tomen agüita, cuídense much, se les quiere 🌷
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro