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30

Ambos despertaron casi al mismo tiempo por el despertador. La voz del castaño era el doble de grave de lo normal cuando estaba semi dormido. Hoseok sonrió levemente como siempre y se levantó mientras el castaño le decía que la ropa limpia que podría usar el día de hoy estaba en el pequeño sillón de su habitación.

De inmediato la visualizó y entró al baño a darse una ducha. Solo dentro de ella volvió a la realidad de donde estaba, con quien estaba y como era su relación con él. Aún estaba ese miedo. No era inteligente de su parte estar de esa forma con un alumno suyo luego de la experiencias que tuvo hacía un tiempo atrás. Tan solo pensar en eso lo estremecía pero de mala forma.

Debía comenzar a confiar un poco más en Taehyung. O mejor dicho, mucho más. Su nivel de inseguridad era un desastre.

Ambos terminaron tomando un café preparado por el castaño luego de varios minutos esperando a que éste último terminara su corta rutina mañanera.

—Es muy temprano para que coma tanto —dijo Hoseok y Taehyung solo sonrió untando mermelada a su tercera tostada.

—¿No tienes apetito?

—No como en las mañanas, Kim. —El castaño rió rió bajo.

—Kim —repitió divertido—. Siempre había odiado mi apellido hasta escucharte mencionarlo —murmuró antes de comer un bocado. Hoseok solo lo miró entendiendo que debía deberse a su relación con su padre.

—Debemos apurarnos o llegaremos tarde. —Fue lo único que dijo terminando su café. Taehyung lo miró un poco confundido—. Lo llevaré en mi auto.

El castaño casi rió: —¿Soy yo o desde que despertamos me estás tratando de usted?

No sabía porqué pero sentía ruborizarse. Taehyung siempre lograba siempre ponerlo nervioso.

—No quiero acostumbrarme a tutearlo. Debería hacer lo mismo o podría equivocarse en clases. —Hoseok se puso de pie con su maletín mirando como ahora el castaño comía una cucharada pura de esa mermelada de frutilla.

—Como usted diga, profe —respondió Taehyung de una forma que dejaba en claro que se estaba aguantando la risa, Hoseok apretó los labios en una línea.

Luego de limpiar todo se acercaron a la puerta para salir pero Hoseok se detuvo al sentir al castaño agarrándolo de la muñeca. Y giró a mirarlo.

—Me olvidaba de algo —dijo y, antes de que el pelinegro pregunte qué, se acercó dándole un pequeño beso en los labios—. Buenos días, Hoseok —susurró con suavidad, apenas alejándose.

Dudó por unos segundos pero sus manos subieron casi de inmediato a su cuello y lo acercó de nuevo, dándole un beso más largo y húmedo: —Buenos días, Kim.

Taehyung rió bajo rozando sus labios y narices por la cercanía, comenzando una serie de besos cortos en sus labios hasta que un ruido los detuvo alejándolos, y no era precisamente el ruido de los chasquidos de sus labios.

Ambos bajaron la mirada y escuchó como Taehyung rió bajo mientras Hoseok levantaba su maletín al cual se le había salido la correa.

—Kim uno, maletín cero —dijo el castaño.

Hoseok lo miró y sonrió negando divertido volviendo su vista a la correa de su maletín mientras volvía a colocarla en su lugar.

—¿Celoso de un maletín, Kim? —preguntó con humor mientras seguía arreglando la correa pero se detuvo en cuanto Taehyung se agachó y lo besó en los labios.

—Muy —murmuró con voz gruesa y tal vez por eso o por su hermosa expresión las manos de Hoseok se volvieron débiles haciendo caer el maletín de nuevo. Taehyung sonrió ampliamente—. Kim dos, maletín cero.

—¿Es broma? ¿Dormiste con el profesor?

Taehyung le dio una mirada asesina a Jimin quien se encontraba frente suyo. Ambos sentados en el comedor universitario.

—Baja la voz —musitó a pesar que Jimin lo había susurrado.

—¿Funcionó tu plan? No puedo creerlo, eso quiere decir que él te estaba correspondiendo desde antes.

—Sí —Taehyung suspiró y relamió sus labios—. Pero cuando pienso mejor lo que hice, me arrepiento... lo hice sentir mal. Funcionó solo por suerte. 

Jimin se encogió de brazos. —Para ser sinceros, sí. Había muchas posibilidades de que Jung te mande a la mierda. Yo lo hubiera hecho, en realidad. Joder, hermano, le debes gustar demasiado.

—Le pedí perdón, y le aclaré que estaba arrepentido. Supongo que no le sorprendió mucho porque ya he actuado como un idiota antes, cuando me hice pasar por Jihoon. —A decir verdad, era muy seguro que fuera por esa razón. Al parecer Hoseok ya tenía presente lo infantil que podría llegar a ser. Qué vergüenza.

—Definitivamente entonces él está muy enganchado contigo o es un verdadero idiota porque yo ya te hubiera sacado de mi clase. O hasta de la universidad.

Taehyung hizo una mueca, pensándolo bien. Tal vez tenía razón pero...

—Él no es un idiota y... el único que está muy enganchado con el otro, soy yo. —El castaño suspiró—. Supongo que es demasiado bueno. Cuando analizo mejor todo esto tengo miedo de eso.

Jimin tragó su bebida y frunció el ceño: —¿De qué?

—De que él sea demasiado bueno para alguien como yo. —Miró su té frente suyo—. En realidad, creo que él es demasiado bueno para cualquiera.

—Vaya, Tae —resopló Jimin con diversión y rió bajo—. Estás demasiado enamorado de él.

—¿Enamorado? —preguntó un poco confundido por la hermosa sensación en su interior.

—Así es, estás muy enamorado de él. —Jimin tocó su hombro con afecto—. Haz las cosas bien, Tae. El amor es maravilloso, créeme —dijo muy tranquilamente. Lejos del sentimiento hermoso en su interior Taehyung se sintió curioso y divertido.

—¿Hay algo que debería saber?

Jimin lo miró mejor y solo se encogió de hombros.

—Aún es pronto para hablarte de eso...

—Hola, chicos. —De pronto se sentó Jungkook frente a ellos y se estiró como si recién se despertara—. ¿De qué hablaban? —Taehyung sintió a Jimin ponerse incómodo y soltar su hombro.

—De que a Taehyung le está yendo muy bien en las clases.

Jungkook no se molestó en ocultar su sorpresa.

—¿Ah, sí? ¿Encontraste un equilibrio entre venderte y estudiar? —preguntó divertido mientras miraba entre la bebida de Jimin y la de Taehyung hasta terminar eligiendo el de Jimin.

—Él ya no trabaja en eso, Jungkook, estás atrasado en las noticias —respondió Jimin por Taehyung, quien se había quedado mudo por la tan cruda pregunta. Jungkook se encogió de hombros como si no le importara mucho—. Nuestro amigo es tan inteligente que puede tener dos trabajos y estudiar al mismo tiempo.

—Vaya, ¿tienes que trabajar en dos trabajos para recompensarlo? ¿Tan bien pagan las viejas? Yo que tú no lo hubiera dejado, después de todo tienes placer y te pagan, ¿que más puedes pedir?

Taehyung sonrió de lado: —Te ves muy interesado, tal vez deberías probarlo.

—Vamos, Tae, sabes a mi no me gustan las mayorcitas como a ti —contestó sabiendo que eso generaría tensión en la mesa. Miró su celular—. Ya es tarde, en dos minutos empiezan las clases. Nos vemos luego, chicos. —Se despidió tan tranquilo como estuvo desde que llegó.

Taehyung solo lo miró irse, apretando muy fuerte los dientes.

Jimin tenía razón, era mejor no contarle nada a Jungkook sobre lo de él y su profesor.


Habían muchas probabilidades de que Hoseok lo echara de su oficina ahora que comenzaban a ser algo, pero no podía evitar arriesgarse a intentarlo. Así que lo esperó en un pasillo por donde tenía que pasar si o si, ansioso a cada segundo que pasaba.

Cuando lo vio, su corazón se agitó como siempre ocurría, le sonrió apenas el pelinegro notó su presencia y redujo la velocidad de su caminata, mirando cuidadosamente a todas partes.

—Kim-

—Solo quería verte —lo interrumpió antes de que siguiera. Vio el rubor subir por el cuello contrario hasta las puntas de sus orejas, deseo tanto acariciarlos que tuvo que guardar sus manos en sus bolsillos.

—Bien... vuelve a clase.

—Toda la universidad está en receso, profesor —le recordó Taehyung sabiendo bien claro que la hora de los recesos eran igual para todo el establecimiento.

—Sabes a lo que me refiero —susurró muy bajo acercándose más a él. Taehyung apenas pudo escucharlo y no pudo evitar reír bajo.

—No le escuché bien, ¿qué fue lo que dijo, profesor?

El pelinegro frunció levemente el ceño, viéndose muy adorable: —No me tome el pelo, Kim.

El mencionado mordió sus labios para no sonreír tan ampliamente como quería. Hoseok solo miró a otra parte de inmediato y finalmente comenzó a avanzar para alejarse.

—Estoy seguro que ninguno de tus alumnos está prestando atención a tus clases hoy —susurró Taehyung a sus espaldas y giró para mirar el ceño fruncido del otro.

—¿Disculpa?

Una sonrisa amplia se formó en los labios del castaño.

—Te ves demasiado hermoso en mi camisa negra —contestó y su profesor abrió ligeramente más los ojos—. Soy afortunado en tenerte.

Hoseok casi jadeó sorprendido pero por fin sonrió con eso último: —Usted no me tiene.

A pesar que se escuchan los murmullos de estudiantes a lo lejos y que el ambiente no estaba cerrado, se sintió gran pesadez en el aire. Un tensión tangible e indescifrable.

—Me corrijo, entonces. —Taehyung se acercó a él con cuidado—. Soy afortunado en poder sentir sus labios, profesor —susurró muy bajo y con voz grave, provocándolo. Los ojos de Hoseok brillaron y sonrió negando con la cabeza cambiando su mirada a un lado.

—Afortunado en poder haberlos sentidos, querrá decir. —También susurró pero su voz golpeó a Taehyung de forma placentera—. Nunca acordamos que volviera a pasar...

El castaño miró los labios suaves y rosas contrario y relamió los suyos.

—No puede decirme que no quiere que vuelva a pasar...

Los dientes perfectos de Hoseok se hicieron presentes cuando de pronto sonrió. El corazón del castaño se agitó. Tenía a la sonrisa más hermosa del mundo frente a él.

—Puedo hacerlo... Puedo decirle que no quiero nada con usted de ahora en adelante, ¿Qué harás con eso, Taehyung? —El cambio de formal a informal junto a su voz aún baja volvió loco al castaño quien relamió sus labios una vez más.

—Por Dios, realmente quiero besarte —soltó sin pensar siquiera que sonaría como todo un adolescente hormonal.

Hoseok le dedicó una mirada llena de intensidad y luego miró a su alrededor de nuevo.

—Iré a mi oficina ahora, sígueme rápido.

Taehyung asintió embobado y caminó detrás de él como si fuera un títere.

Apenas ser abierta la puerta el pelinegro lo jaló dentro y lo empujó contra la puerta -ya cerrada- juntando sus labios con los suyos. Taehyung gimió de placer y lo agarró de su delgada cintura presionándolo contra su cuerpo. Calor más calor se mezclaron mientras sus bocas se movían con pura necesidad sobre la otra. Abriéndose y cerrándose sin cuidado, dejando chasquidos inundar el silencio de la oficina. Taehyung comenzó a moverse por el pequeño lugar, sin sacar su boca de la del pelinegro y sin previo aviso pareció que chocaron a algo, cuando tocó se dio cuenta que era el escritorio, de inmediato su entrepierna pareció despertar ante la imagen de Hoseok sentado ahí y rodeándolo con las piernas. Así que decidió hacerlo sentar encima de ella.

Pero no fue necesario hacerlo porque el pelinegro se alejó del beso para sentarse ahí y luego jalar al tembloroso Taehyung una vez más a sus labios, mientras lo rodeaba con sus piernas. El castaño comenzó a bajar sus besos por la piel sensible del cuello contrario robándole suspiros y leves gemidos. Sus pensamientos se nublaron en la necesidad de sentirlo más.

Cuídense mucho y buen comienzo de semana, recuerden que Dua les quiere 🌷

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