Taehyung no insinuó hacer algo que tuviera que ver con parejas. 

Simplemente almorzaron tranquilos como si nada hubiera pasado entre ellos, excepto que cada vez que se miraban sonreían y bajaban su mirada a su plato. Ambos tímidos y avergonzados. Tal vez demasiado para la edad que tenían. Parecían adolescentes en su primera cita.

—Prueba esto —dijo el castaño poniendo una muy pequeña porción de lo que se pidió en el plato del pelinegro. Hizo caso y no pudo evitar hacer una mueca de satisfacción, no sabía que era pero era delicioso. Los gustos del castaño eran similares a los suyos.

—Sabe bien —asintió Hoseok y de inmediato el castaño le ofreció más y solo aceptó dándole un poco de su comida también.

Tal vez nadie le creería pero desde que había entrado al departamento del castaño no se habían besado. Fue gracioso para Hoseok el darse cuenta que era de verdad que Taehyung lo iba a invitar una próxima vez a su hogar solo para armar el rompecabezas tridimensional porque eso fue lo siguiente que hicieron. Taehyung era muy tranquilo, no había índices de que estaba planeando algo más en algún momento, tampoco se acercaba de más o lo tocaba al propósito, eso lo hacía sentir muy relajado de alguna forma. Era cómodo.

No pudo evitar quedarse mirando su perfil mientras unía piezas con suma concentración, ¿era posible que un chico de su edad se viera tan tierno e inocente? Taehyung se veía así muchas veces.

El castaño giró su mirada a Hoseok y le sonrió volviendo a unir las piezas. Se ruborizó a pesar de que el castaño ya sabía de sus sentimientos.

—¿Ya comenzaste a estudiar para tus exámenes?

Taehyung comenzó a toser como si se hubiera atorado.

—¿Por qué tienes que recordarme eso en un momento como este?

—Nunca te he visto estudiar —respondió Hoseok serio y Taehyung rió bajo.

—¿No esperarás que estudie frente a ti o si? —dijo divertido mientras tomaba otras piezas para unir.

—Ya se acercan los exámenes, Kim.

Taehyung volvió a reír: —¿Podrías olvidarte por un momento que eres profesor?

—No, porque soy, exactamente, tu profesor.

Taehyung sonrió.

—Sí... solo mío —murmuró.

—Taehyung, hablo en serio.

El mencionado lo miró con grandes ojos llenos de ilusión.

—Me llamaste por mi nombre —dijo con una sonrisa muy adorable. Hoseok suspiró frustrado y tomó una pieza.

—Quiero que te vaya bien en los exámenes. —Una mano cayó sobre la suya y la apretó, el primer toque después de tres horas en su departamento.

—No tienes que preocuparte, me irá bien —murmuró el castaño cuando lo miró—. Pero, gracias.

Hoseok sonrió débilmente mirando sus manos.

—No agradezcas. Mi examen no será fácil. —Usó una voz intentando asustarlo para que se preocupe más por estudiar.

Pero solo logró que Taehyung sonriera ampliamente y suelte sus manos para tomar unas nuevas piezas.

—Mientras no sean cien puntos no me preocuparé... Por cierto, ¿a que hora mandará el trabajo? —Hoseok se pateó mentalmente, había olvidado que debía mandar el trabajo de cien puntos por mail que había mencionado en la clase. Aunque claro, había sido algo que se le había ocurrido en el momento por estar molesto con lo que había hecho Taehyung en su clase.

—Pronto —murmuró mirando al suelo cuando se dio cuenta que no quería ir a su casa aún. Taehyung pareció notar algo en su voz porque elevó la mirada a él.

—Perdón de nuevo por haber sido un idiota hoy. —Hoseok sólo lo miró—. Intentaré ser más maduro de ahora en adelante... A veces soy muy infantil.

Casi sonrió, aún recordaba como Taehyung había querido engañarlo con que era alguien diferente al de los mails que le enviaba al principio. —Me di cuenta de eso hace mucho.

Y aún así comenzaste a gustarme.

Taehyung relamió sus labios mirando los del pelinegro pero rápidamente cambió su mirada a la estructura casi terminada frente suyo.

—Oh, ya nos falta poco —dijo con una gran sonrisa volviéndose a concentrar. Hoseok le sonrió aunque él no le estuviera mirando.

Unos minutos después habían terminado con la estructura y con eso ya habían terminado con todos los rompecabezas tridimensional de Taehyung. El castaño hizo una mueca luego de acomodarla junto a las demás en un estante de su habitación.

—Uhm, supongo que ya no tengo más excusas para invitarte —habló mirando la pequeña torre Eiffel. Hoseok negó con una sonrisa divertida pero en cuanto Taehyung lo miró y también le sonrió, su sonrisa desapareció, al notar lo hermoso que se veía con los primeros botones de su camisa abiertos.

Tragó saliva y miró de nuevo a la pequeña torre Eiffel, porque había sido su favorita en armar.

—Mi sueño es viajar a Paris —dijo de pronto Taehyung, con una voz muy suave. Hoseok lo miró y la pequeña sonrisa en su rostro lo conmovió.

—Es una ciudad muy hermosa —comentó recibiendo toda la atención de el castaño.

—¿Has ido? —preguntó con mucha curiosidad.

—No, pero he visto muchas fotos y... también me gustaría ir —respondió mirando la pequeña torre delante de ellos.

—¿Hoseok? —De pronto dijo Taehyung, luego varios segundos en silencio. El pelinegro lo miró, había algo en como el castaño decía su nombre. Tal vez no era nada en realidad, si no el hecho que lo haga, el hecho que lo tutee—. Realmente me gustas. —Hoseok no pudo evitar sonreír—. Me gustas más de lo que te imaginas. Eres... me siento muy bien cuando estoy contigo. Me siento cómodo cuando hablamos.

Ese era un sentimiento que también sentía el pelinegro.

—También yo —asintió aunque sintiendo sus tontas mejillas quemar. Taehyung le sonrió y tomó su mano con suavidad.

—¿Quieres mirar alguna película? —Hoseok parpadeó. Si quería, en realidad quería hacer cualquier cosa menos irse.

—Creo que estaría bien. —El castaño asintió y lo llevó de la mano de nuevo al living.

Hoseok se preguntaba si Taehyung entendía de lo que iba el drama que había puesto. Pero a juzgar por sus ojos cristalizarse en escenas que parecían cruciales supuso que si.

Adorable, pensó, mirándolo con una leve sonrisa.

Ambos estaban sentados en el mismo sillón a una distancia no tan lejana. Eso era un poco malo porque podía ver cada detalle de su rostro a la perfección. Oh... quería tanto besarlo en la mejilla.

Él podría besarlo en la mejilla. Pero no debía, bueno, al menos no aún. Se sentía un poco tímido cuando pensaba en que ya hasta se habían besado en los labios a decir verdad, porque si lo pensaba mucho parecía irreal que hubiese pasado.

Taehyung ladeó su rostro a él luego de varios minutos que lo observaba. Al parecer lo había notado, no era como si hubiese sido el más cuidadoso para no ser descubierto observándolo en silencio, de todas formas. Tal vez quería eso, que el castaño lo mire al fin.

—¿Te estás aburriendo? Si quieres lo cambio —dijo tranquilo. Hoseok negó y miró de nuevo a la pantalla, una vez más sus mejillas quemaban. Joder, ¿por qué reaccionaba como un adolescente cuando ya era un adulto?

Ya era un adulto, ambos lo somos...

—Taehyung —mencionó Hoseok mirándolo otra vez y el castaño le dio toda su atención apenas escucharlo. El pelinegro levantó parte de su cuerpo del sillón para acercarse a él rápidamente, y le robó un beso de forma fugaz. Luego volvió a su lugar con una amplia sonrisa por dentro y mordiendo su labio inferior por fuera.

Los labios de Taehyung habían estado muy tibios y suaves, eso sintió, a parte de la revolución en su interior.

Largos segundos en silencio pasaron hasta que Taehyung lo llamó también por su nombre y apenas girar a él lo que sintió fueron esos labios tibios y suaves de nuevo en los suyos. En otro beso fugaz. Aunque esta vez el castaño no se alejó tan rápido como él y por lo contrario besó una de las esquinas de sus labios también. Hoseok lo agarró de las mejillas y se acercó a besarlo en esos labios de nuevo, esta vez era un beso más largo y profundo donde ambos iban al mismo ritmo. No pudo evitar estremecerse cuando una mano del castaño acarició a lo largo de su brazo. Se besaron durante mucho más tiempo, acortando la distancia muy lentamente. Alejándose para respirar y luego acercándose con pequeños besos hasta finalmente besarse de forma más duradera.

Pero se alejaron cuando una música de la televisión se hizo presente. La película había terminado.

—Ya es tarde —dijo Hoseok mirando la hora.

—Quédate a dormir aquí, conmigo. —No tardó en ser invitado por el castaño y la oferta lo tentó demasiado.

—Taehyung...

—Sí, lo sé, suena extraño pero no tengo las intenciones que crees —confesó sin dejar de mirarlo a los ojos como si intentara demostrarle que hablaba de verdad—. Aunque no voy a negarte que me gustaría abrazarte mientras duermo.

Hoseok se comenzó a sentir nervioso al imaginarse esa escena: —Aún así... mañana debo dar clases, no puedo ir con la misma ropa y, y no puedo dormir sin cepillarme los dientes. También me gustaría darme una ducha y, y tomar café antes de salir.

El castaño rió bajo.

—Es interesante escucharte hablar de tu rutina, aunque suenan más a excusas con tu titubeo... —Hoseok lo miró.

—Eso solo diría alguien sin una rutina. —Taehyung hizo una mueca pensativa.

—Bueno, nunca lo pensé pero si tuviese una seria igual a la tuya. Me gusta cepillarme los dientes antes de dormir y apenas despertarme. También prefiero bañarme en las noches antes de dormir... el agua me relaja.

Hoseok rió bajo: —Bien... Hablar de esto con quien que se supone que es mi alumno, es extraño.

—¿Más que besar a ese alumno en el sillón de su departamento? —Taehyung sonrió satisfecho y debía deberse a la cara de horror de Hoseok.

—Kim...

—Tengo ropa que te puede quedar para que mañana des clases normal, puedo conseguir todo lo que necesites . Y, por supuesto, incluye café en la mañana —enumeró tranquilamente, Hoseok sonrió negando divertido, mirando de sus labios a sus ojos—. ¿Entonces? ¿Te quedas a dormir?

Sí, gritó por dentro.

—Bien... supongo que no habrá problemas si me quedo.

Taehyung sonrió ampliamente.

A los muchos minutos siguientes, no solo tenía sus dientes limpios si no que tenía una ropa de dormir del castaño puesta. Y mientras aquel se bañaba, Hoseok se preguntaba si entrar a la cama o esperarlo.

Lo único que hizo fue quedarse oliendo su ropa, olía delicioso.

Joder, iba a dormir con Taehyung. Nunca había dormido con alguien, menos con alguien que le gustara. Estaba nervioso, ansioso y preocupado, ¿que pasaría si... si de pronto se dejaban llevar?

No es que la idea le disgustara pero tenía miedo. Aún era demasiado pronto.

Taehyung salió y le sonrió al verlo. Su cabello castaño se veía ligeramente más oscuro ahora que estaba húmedo y era tan hermoso que si el castaño comenzaría a tocarlo de más no se alejaría. Bajó su mirada y lo siguió a la cama.

Tal vez debió ser incómodo pero por alguna razón Taehyung lo hizo sentir bien y ahora ambos estaban acostados. Bueno, estaban acostados hace unos segundos. Hoseok realmente solo quería estar acostado y dormir pero en algún momento se acercó y pegó sus labios a los del castaño. Así que ambos comenzaron a besarse con tanta suavidad y lentitud como si se probaran su sabor.

Los besos del pelinegro se alejaron de la boca del castaño y bajaron por su mandíbula que tanto había deseado besar, luego a su cuello pero al escuchar un sonido -parecido a un gemido- del castaño, se detuvo, y hundió su cara en su cuello.

Aún no, aún no es el momento, se dijo. Dios, no podía apurarse.

Taehyung finalmente lo acercó a su cuerpo en un abrazo reconfortante. Hoseok se tensó varios segundos porque seguís sensible por sus besos pero solo suspiró feliz sintiéndose completamente protegido y, en algún momento, se quedó dormido.

Dormido en los brazos de Taehyung.