17
Durante el resto de la semana no le había mandado mails a Jung pero de todas formas parecía todo mejorar para el castaño, fue el próximo miércoles cuando entonces pasó algo totalmente inesperado.
Un folleto color brillante apareció frente a sus ojos mientras Taehyung guardaba sus lapiceras. Levantó su mirada a la persona que se la extendía y su corazón reaccionó de forma que jamás había reaccionado antes, latiendo a mil por hora y provocando una especie de fuegos artificiales en su pecho. Había tratado de no babear por él durante toda la clase y creyó que lo lograría hasta ese momento.
—Creí que le interesaría —dijo su profesor parado ahí mismo frente a él extendiéndole un folleto. Taehyung casi tartamudeó y obligándose a no temblar tomó el folleto.
"Exposición de arte contemporáneo. Sábado 15"
—Gracias —murmuró sin saber que cara poner, aún con esa extraña pero placentera sensación en el pecho—, profesor.
Jung le dedicó una sonrisa de hoyuelos y caminó a su escritorio para tomar su maletín y salir del salón ya que había terminado la clase de hoy. Taehyung reaccionó segundos después y, tomando sus cosas, corrió detrás del pelinegro.
—¡Profesor!
Jung se dio vuelta mirándolo y alzando las cejas levemente como permitiéndole que hable.
—Yo... me preguntaba si usted irá —dijo Taehyung y su profesor sonrió levemente tomando la correa de su maletín con firmeza como si fuera un ancla que lo mantenía firme. Un gesto que no lo había visto hacer antes.
—Probablemente.
Taehyung no pudo evitar sonreír ampliamente y mirar al suelo, invadido de extrema felicidad.
—Espero encontrarlo —murmuró aún mirando el piso. Preguntándose porque sus mejillas ardían tanto y esa sensación linda de su pecho no se iba. Bueno, en realidad lo sabía pero parecía algo más fuerte.
—Habrá mucha gente —dijo su profesor luego de varios segundos.
Levantó la mirada y esta vez fue su profesor quien estaba mirando al suelo. Una pizca de valentía lo invadió:
—Podría reconocerlo en cualquier multitud.
Apenas escuchó la pequeña risa de su profesor.
—Debe tener buena vista.
—No —negó Taehyung acercándose lentamente pasó a paso, sin ninguna pizca de vergüenza—. Es porque usted siempre llama mi atención... Esté donde esté.
Jung levantó la mirada y parpadeó un par de veces con una expresión que Taehyung no podría reconocer pero que era adorable. Parecía... tímido.
—Yo... —comenzó pero se detuvo rápidamente, como si recordara algo—. Yo tengo que ir a otra clase. Nos vemos —soltó rápido y se dio la vuelta. Por alguna razón, Taehyung sintió que no fue exactamente eso lo que había recordado.
—Que tengas una linda tarde, Hoseok... —murmuró Taehyung en voz baja, aunque sabía que su profesor estaba lo suficientemente lejos como para que lo escuche. Miró como se iba caminando hasta desaparecer, estaba mal por él. A paso seguro Taehyung caminó a la bedelía de la universidad.
Una trabajadora se acercó y él habló: —Hola, quería saber qué clases da hoy el profesor Jung Hoseok.
La mujer no cuestionó, no era extraño que alumnos preguntaran por cierto profesor cuando a veces solían haber cambios de horarios imprevistos. Ella revisó un gran cuaderno.
—El profesor Jung los miércoles solo tiene una clase en turno mañana.
—¿Eso quiere decir que ya se fue?
—Es probable, su clase acaba de terminar —afirmó haciendo sonreír ampliamente a Taehyung—. Si lo necesitas, mañana-
—No, no, está bien. Solo quería saber eso. Muchas gracias.
Taehyung corrió al estacionamiento, ni siquiera sabía si el profesor tenía un auto o algo pero él lo hizo. Tal vez estaba un poco, demasiado, mal por el mayor. ¿Era su mayor, cierto?
Taehyung se detuvo en seco, su profesor estaba volviendo a paso apurado con la mirada baja en su maletín mientras revolvía sus cosas.
Levantó la mirada a unos pasos suyo y sus ojos se abrieron con sorpresa al verlo: —¿Kim?
—¿Hoseok? —preguntó igual de sorprendido porque el pensaba encontrárselo en estacionamiento, tal vez incluso sobre su auto o incluso no pensaba verlo pero ahora estaba ahí, en el pasillo, volviendo a entrar a la universidad buscando algo en su maletín.
El profesor estrechó ojos mirándolo con desaprobación.
—Profesor Jung —le corrigió al castaño—. ¿Qué hace por aquí?
—¿Por aquí...?
Hoseok frunció levemente el ceño pero luego su mirada se ablandó y negó con la cabeza como recién recordando que estaban en un espacio público.
—Lo siento —se disculpó—. Siga su camino, por favor —agregó dándole paso y comenzó a avanzar.
—¿Puedo ayudarle? Creo que tiene problemas —preguntó logrando que su profesor se detenga.
—No se preocupe. Vaya a casa.
—Me deja más preocupado no saber qué pasa. —Taehyung se encogió de hombros, la mirada fija de su profesor estaba matando su cordura.
—Solo... perdí unas llaves.
—Lo ayudaré —dijo Taehyung y sin esperar respuesta -porque sabía que se negaría- caminó rápido con él.
—Vaya a casa, Kim. Las llaves deben estar en mi oficina.
—¿Y qué tal si no es así? —Hoseok se acomodó la correa del maletín en su hombro.
—Estarán —confirmó como si estuviera muy seguro—. Gracias, de todas formas —dijo para luego irse. Taehyung se quedó parado unos segundos pero finalmente lo siguió y su profesor no tardó en notarlo—. ¿Q-qué...?
—Lo acompañaré en caso que no estén. —Jung se detuvo y lo miró.
—No creo que sea buena idea, no se admiten estudiantes cerca de los pasillos de las oficinas de profesores.
Taehyung metió sus manos en sus bolsillos impidiéndose así acariciar sus mejillas las cuales soñaba con tocar.
—¿No es ahí donde me llevó la última vez que me citó? —preguntó Taehyung refiriéndose a cuando Jung le había confesado que sabía que él era de los mails y había tratado de convencerle que no abandone la universidad.
Supo que tenía razón cuando su profesor cambió levemente la expresión de su cara. —De cualquier forma, no es correcto.
Taehyung suprimió sus ganas de morder sus labios, lo había dicho por decir en realidad, porque no estaba seguro pero recordaba cómo de raro le había parecido que en esos pasillos no hubiese nadie.
—Oh... ¿Usted pensaba llevarme a su oficina?
—¡Por supuesto que no! —respondió demasiado rápido y alzando ligeramente la voz, luego pareció avergonzarse por lo que dijo y tragó. Parecía estar pensando en algo más—. Vaya a casa, puedo encontrar mis propias llaves.
—Creí que tenía otra clase, profesor —soltó Taehyung cuando su profesor comenzaba a seguir su camino una vez más consiguió que se quedara quieto. Taehyung sonrió ampliamente—. ¿Mintió? ¿Por qué lo haría?
—Kim, ¿no tiene que estudiar? —Ni siquiera se giró para mirarlo Taehyung mordió sus labios.
—Las mentiras son malas, profesor... Y, evadir las preguntas que se le hace es de mala educación.
—Me equivoqué de día, ¿está bien?
—Supongo que sí —Taehyung se sentía muy divertido—. No sabía que el profesor Jung Hoseok también se equivocaba.
No te creo.
—Bien, si no tiene más preguntas puede irse a casa.
—Está repitiendo eso desde que me vio, ¿que le hace pensar que tengo una casa?
Hoseok se giró y lo miró asustado y podría decirse hasta preocupado, Taehyung rió divertido haciendo cambiarle rostro de su profesor a fruncir el ceño.
—Es broma —dijo entre risas y Jung frunció más el ceño para darse la vuelta e irse rápido. No se había tomado bien la broma al parecer.
Taehyung lo siguió.
—Oh, vamos fue solo una broma.
—Detesto las tomadas de pelo —respondió sin dejar de caminar. Taehyung suprimió una risa, le divertía como se expresaba.
—Perdón, profesor... ¿me desaprobará? —preguntó con fingida preocupación porque sabía que Jung no lo haría.
—Kim, está haciendo que pierda la paciencia.
—¿Eso es un si? —Hoseok se detuvo en seco tan firme que si Taehyung hubiese estado atrás suyo lo hubiera chocado.
—¿Qué intenta hacer? ¿Me está poniendo a prueba?
—Oh, no... solo me preocupo por usted —respondió Taehyung tranquilamente y algo cambió en la cara de su profesor.
—No debería —respondió mirando a otra parte—. Bueno, yo-
—Pero entiendo que lo estoy molestando —dijo Taehyung recordándose a sí mismo que habían cámaras de seguridad y definitivamente seguirlo a su oficina aparecería ahí, y si alguien lo veía no creería que fue solo a ayudar—. Nos vemos, profesor.
Prácticamente se había ido corriendo sin esperar respuesta. La verdad es que, tampoco quería que su profesor realmente se enoje por lo atrevido que se estaba portando. Debía ir lento. Si es que había una forma de llegar a él...
Y tal vez, a Jung no le hubiese molestado que el castaño lo siguiera a su oficina. Porque a él no le molestaba para nada la presencia de Taehyung.
Pd: Cuando le dice que cómo sabe si tiene una casa es mi parte favorita🤣.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro