5
Me encontraba en clase de matemáticas, no es mi materia favorita que digamos, pero creo que es la mejor por el momento, con tal de no tener que ver a ese profesor, ¿Cómo se le ocurre hacer eso?, e-ese profesor es un pervertido, pero lo que más me sorprende es que me tocará, es decir, soy un chico y el un hombre, aunque si se pusiera a tocar a una mujer no me afectaría, pero, ¿Por qué tuve que ser yo para empezar?, ¿Acaso me habrá estado molestando por lo que dije en su clase?, si solo era una broma.
¡Joder!
Y encima también me beso, fue la primera vez que bese a alguien, se sintió extraño, no fue como esperaba, tampoco como pensé que pasaría, pero, no entiendo, ¿Por qué no me arrepiento?
***
Finalmente el recreo, los números también ya me están cabreando.
— Oye Yugi, ¿Te sientes bien? — Pregunto Joey.
— Ah si, estoy bien, es solo que los números me tienen medio mareado.
— Bueno si tu lo dices, por cierto, ¿Donde fuiste antes de que empezarán las clases?
— A la biblioteca.
— ¿Para qué? — Preguntó Trístan.
—No es nada que los incumba chicos, por favor, lo hago porque no quiero meterlos en esto.
— Yugi somos amigos, puedes confiar en nosotros. — Dijo Joey.
— Es que no se si me creerán.
— ¿Pues qué es tan importante para que no nos lo cuentes?
— Bien, entonces díganme, ¿Qué pasarían si les dijera que el profesor Sennen es un vampiro?
Ellos ni bien escucharon mis palabras se quedaron callados, y se comenzaron a reír.
— Yugi, se que quieres sacar al profesor Sennen de la preparatoria, pero decir que es un vampiro, eso es nuevo. — Mencionó Joey.
— Sabía que no me creerían, ni siquiera se para que les cuento. — Dije casi molesto para comenzar a irme, si no voy a recibir ayuda de ellos, entonces solo me queda una persona a la cual pedir ayuda.
Que suerte que aquella chica de la biblioteca me dio su número por si necesitaba algo, y la verdad es que ahora necesito su ayuda con urgencia.
Iba a marcarle al celular, pero no fue necesario, porque la encontré hablando con el profesor Sennen, la chingadera, lo que me falta, que estuviera conversando con él, pero fue por poco tiempo, y ni bien se fue el profesor para otro lado me fui corriendo hacía ella.
— ¡En verdad que estas loca! — Le mencione volteándola para que me vea.
— ¿De qué hablas Yugi?
— No debes acercarte a ese profesor.
— ¡Ja! —Dijo fuerte y vacilante. — ¿Por qué?, si el profesor Sennen es muy agradable, aparte de que enseña bien Literatura.
— No te dejes engañar, porque para fin de cuentas terminará revelando la verdadera persona que es en realidad.
— Ni se de que hablas, ¿Qué es lo que me quieres decir?
— Vamos a la biblioteca, hablarte de esto aquí no me fía para nada.
— Esta bien. — Mencionó Mayu.
Fuimos corriendo rápido a la biblioteca y nos pusimos a conversar.
— Wow, no pensé que te interesarían tanto los vampiros Yugi. — Mencionó Mayu. — Pero quiero que me expliques para qué me necesitas.
— Mira, se que te parecerá una locura pero, el profesor Sennen es un vampiro.
— ¿Un vampiro?
— Si, y con lo que me ayudaste a investigar puedo estar al cien por ciento seguro, y en verdad necesito tu ayuda. — Dije alterado sacudiendo su delgado cuerpo.
— Ay bueno cálmate, ¿Y si es un vampiro que tiene que ver contigo?
— Esta mañana intento chuparme la sangre.
— ¿Estas seguro? — Mencionó sorprendida y confundida, como si estuviera tratando de decirme: "Este chico esta loco"
— Si. — Asentí. — Mira, tengo la prueba. — Dije mostrando mi raspón cerca del cuello.
— Vaya, que raspón tan grande.
— Me lo hizo con uno de sus colmillos, estoy seguro, y como nadie me cree, no me queda de otra que pedir tu ayuda. — Volví a ocultar el raspón.
— Wow, gracias por rebajarme como segunda opción. — Dijo en sarcasmo cruzando sus brazos.
— No estaba hablando de esa manera, lo digo porque ahora eres la única con la que puedo contar, y la única que me puede ayudar.
— Bien, te ayudaré.
— Gracias, en verdad gracias Mayu, pero, ¿Qué debemos hacer?
— Bueno, sus debilidades para empezar son las estacas de madera, el ajo y el agua bendita es algo que los quema.
— Perfecto. — Sonrío más tranquilo. — Entonces usemos esas cosas. — Dije para irme pero Mayu me agarro del hombro y me volteo antes de que me fuera. — Ahh
— Alto fiera, primero vamos a ver si es un vampiro de verdad, porque no haré nada absurdo hasta tener pruebas.
— Esta bien. — Dije fastidiado.
— Bueno vamos a buscar al profesor Sennen, si tenemos suerte debe de estar ahora en su despacho.
— No estaré cerca de ese profesor, soy su presa.
— Vale, vale, tranquilo, entonces probemos otra cosa. — Dijo pensando.
— ¿Cómo cuál?
— ¿Aún tienes el pañuelo o lo que sea con lo que te hayas curado la herida?
— Bueno antes de ir a clases me cambie de camiseta que guardaba en mi casillero porque manche la que usaba antes, ¿Por qué?
— Porque la necesitaremos, ¡Ven, vamos por ella! — Dijo mientras jalaba mi muñeca haciendo que casi me caiga.
—¡Oye! ten cuidado. —Dije mientras me dejaba jalar pero luego me solté para mostrarle donde quedaba mi casillero, hasta que llegamos, lo abrí y lo saque. — Aquí esta. — Cerré mi casillero.
— Dámelo. — Le entregue mi camisa y vi como ella se lo guardo entre sus cosas.
—¿Qué haces?
— La sangre puede que este seca, pero los vampiros son capaces de percibir la sangre no importa su estado, ahora vamos con el profesor Sennen y... — Ella iba a decir más pero en eso sentí que me agarraron el hombro, yo voltee y me encontré con la profesora Tea Gardner.
— Hola chicos, ¿Qué hacen aquí a esta hora?, se supone que las clases ya terminaron. — Mencionó algo coqueta.
— Ah, n-nada en especial profesora. — Mencionó Mayu.
— ¿Entonces qué hacen aquí?
_Ah, e-es que n-necesitamos preguntarle algo al profesor Sennen. — Dije.
¡Joder!, este día la profesora se ve muy hermosa, aunque sea mayor no puedo evitar verla como una mujer.
— Jovencito, mis ojos están aquí. — Hablo la profesora de forma coqueta mientras chasqueaba sus dedos.
— Bueno profesora nos vemos luego, no queremos que el profesor Sennen se valla antes de hablarle así que... — Dijo Mayu mientras me intentaba jalar pero fue interrumpida.
— Oh, joven, ¿Qué le paso en el cuello?
— AH, n-nada. — Dije nervioso y mostrando un leve sonrojo.
— ¿Estás seguro? — Dijo intentando acercarse, pero Mayu se puso enfrente de mí y le impidió más el paso a la profesora para llegar a mí.
— Si profesora, esta bien nos vemos. — Finalizó y me volvió a jalar, alejándonos de la profesora Gardner, hasta que ya no la vimos más, luego yo me solté de su agarre y le reclame.
— ¿Qué te pasa?, ¿Por qué le hablaste así a la profesora?
— Tenía que hacerlo.
— ¿Y por qué razón?
— ¿Acaso no notaste como te coqueteaba?
— Obviamente.
— ¡¿Y por que coño no hiciste algo para alejarte de ella?! — Me preguntó a regaños.
— Porque la profesora Gardner esta buenísima, esta tan bien arreglada que ni parece de 20 años.
— En serio que los hombres no tienen remedio, y te voy diciendo que detrás de esos tacones, esa mini falda negra y pechos operados se oculta una ramera.
— ¿Acaso estás celosa? - Preguntó coqueto arrinconando a Mayu a la pared, pero ella logra escapar antes de que la acorralara.
— ¡Ja! — Dijo vacilante. — sueña Muto, y no me hagas reír, ahora vamos a averiguar tus "dudas" sobre el profesor Sennen.
— Solo te bromeaba no te pongas así. — Dijo sonriendo mientras iba tras ella.
Nos tardamos un poco en llegar a la sala de profesores, pero finalmente llegamos, y nos quedamos enfrente de la puerta, observando.
— Aquí es. — Dijo Mayu mientras se asomaba por la ventana que tenia la puerta, donde vi junto a ella que el profesor estaba agarrando unos papeles y que luego se iba a otra parte de la sala, hasta donde ya no lo pudimos ver por aquella ventana de la puerta.— Ahí esta. — Susurro.
— ¿Así?, fíjate que ni lo note. — Dije de forma sarcástico.
— Ash, bien Yugi, tu espera aquí, y no entres, si el profesor en serio va detrás de ti, lo mejor será que te quedes aquí.
— ¿Y qué harás?
— Si el profesor huele tu sangre, no podrá controlar sus instintos, y se podrán ver sus colmillos, y por eso no entres.
— ¿Y si te muerde?
— No va a pasar eso tranquilo, tu solo espera aquí y no entres.
— E-Esta bien. — Mencioné algo inseguro.
— Bien, deséame suerte. — Dijo mientras se relajaba y comenzaba a entrar a la sala de profesores, espero que el profesor no se atreva a hacerle daño a Mayu.
Vi como entro y por la ventana de la puerta pude ver lo que pasaba adentro, pero tuve que ver de forma disimulada para que no me vieran, cuando me asome a ver, pude ver que Mayu se acercaba al pupitre de alguien, pero no podía ver todo completo, ni si quiera pude ver al profesor Sennen.
— Ah, profesor Sennen, ¿Tiene un momento? — Pregunto Mayu.
— ¿Eh?, ¿Señorita Mayu? — Preguntó confuso. — ¿Qué hace aquí? — Se volteo para verla.
— Bueno, que-quería preguntarle un tema que no entendí. — Dijo nerviosa.
— ¿Qué me quieres preguntar?
— Ah, es sobre... — Vi como se ponía a pensar que decir, esto tiene que ser una broma, no me digas que recién esta planeando lo que faltaba del plan. — sobre la diferencia entre el amor y la pasión.
¡UGH!, ¿En serio ese tema de diferencias existe o solo este hombre esta vacilando a los alumnos?
— ¿No sabes diferenciarlos?
— Ah, n-no es que no sepa pero, quería preguntarle si la manera en que yo diferencio este tema es correcto, e-es que no me quiero equivocar en la tarea que dejo.
— Dependiendo, ¿De qué forma entiendes tú la diferencia entre amor y pasión? — Dijo quitándose los lentes y dejándolos en su escritorio mientras se apoyaba en su escritorio.
— Yo comparó este tema con... — Mayu no sabía que decir, hasta que le vino una idea a la cabeza. — Lo comparo con los olores.
¿Olores?
Si ustedes me pudieran ver, ya me estuvieran viendo dándome a mi mismo un "Slap face"
— ¿Olores? — Pregunto el profesor.
— Si, po-por ejemplo, el olor del amor para mí es como algo de fragancia y relajación, donde... donde te puedes sentir cómodo y feliz, y así es como se siente una persona cuando ama, o está feliz y relajada.
—La verdad es que... No tiene mucho significado, ¿Y con qué comparas la pasión?
— Pues, co-con el olor de los postres y dulces, huelen bien y... — Se pone a pensar. — so-son exquisitos, olores atrayentes, y... a-así se siente una persona apasionada, s-se siente, bien, se siente de una forma lujuriosa la persona que siente la pasión, y tiene antojo, y así aveces se siente la pasión.
— Pues... no puedes comparar algo tan inocente como lo es un dulce a algo tan fuerte como la lujuria y... —Le interrumpe.
— A-aún no termino, ¿Huele eso? — Dijo mientras comenzaba a respirar por la nariz, inhalando, y el profesor hizo eso.
— Yo no huelo nada.
— Y-yo huelo a-algo sabroso, ¿U-usted no? — Dijo, y el profesor hizo lo mismo, hasta que a su nariz le llegó un aroma extraño.
¿Qué esta haciendo?, ¿Qué es lo que planea?
— ¿Y-ya alcanzo a olerlo?
— Pues, si, huele a algo dulce, y sabroso. — Dijo reincorporándose, mientras se acercaba a Mayu, ¿Qué esta pasando ahí adentro?
— Ah, s-si, co-con solo pensar en ese olor s-se hace... agua a la boca ¿Verdad? — Mencionó algo nerviosa y retrocediendo un poco, pero el profesor insistía en estar cerca.
— Pues es verdad. — Vi que se relamió los labios, y su visión se volvía cada vez más opaca, esto no me agrada. — Huele delicioso, ya hasta me antoje. — Mencionaba mientras entre abría un poco sus labios, donde Mayu se sorprendió al ver como lentamente se asomaban unos colmillos afilados por su boca.
— Ah, ¿Y... qu-qué le pareció mi explicación? — Dijo nerviosa al percatarse de los colmillos que le estaban saliendo al profesor de su boca, ella estaba temblando por dentro por el temor al verle a la cara al profesor.
— Pues también es una buena explicación — Dijo poniéndose enfrente de Mayu, muy cerca, mientras ella temblaba un poco en su sitio, no quería verle al profesor a la cara. — Ya me antoje también de probar el delicioso néctar rojo que no pude probar esta mañana. — Mierda, creo que esta hablando de mi sangre.
— ¿Qué? — Pregunto con sorpresa y alzando la mirada, encontrándose con una sonrisa algo macabra... si es que así se puede decir, y con unos colmillos blancos muy brillantes enfrente suyo, lo cual intimidaba más, ya que Mayu era un poco mas pequeña en estatura que el profesor.
— Tranquila, ¿Acaso tu no has probado una bebida burbujeante con sabor a fresa? — Preguntó levantando una ceja.
— A-Ah... si... l-las que venden en la tienda que esta cerca del colegio. — Mencionó nerviosa.
— Exacto. — Respondió.
Esto ya no me esta gustando nada, puedo ver a Mayu temblar levemente con la mirada algo baja, ya me estoy comenzando a preocupar.
— ¿Te sientes bien? — Pregunto el profesor mientras la agarraba a Mayu de los dos hombros y acercaba su rostro a un lado de su cuello, y ella no puede darse cuenta debido a que esta con la mirada baja y en shock, el profesor abría más la boca mostrando lo filosos y delgados que eran esos colmillos, ya no lo puedo soportar, no puedo permitir que la muerdan por mi culpa, reaccione y empuje la puerta entrando.
— ¡DÉJELA EN PAZ! — Le grite, a lo cual él se alejo y soltó a Mayu, haciendo que esta también se libere de su shock, y se dirigiera corriendo hacía mi hasta terminar al lado mío. - ¿Estas bien? — Le pregunte.
— Si, estoy bien. — Ella respondió algo nerviosa.
— ¿Qué haces aquí Muto? — Pregunto el profesor, pero cuando lo vi, me percate de que ya no tenía los colmillos, y sus ojos volvieron a ser normales.
— Eso no importa, ya me iba de todos modos. — Mencioné. — Vámonos. — Le dije a Mayu jalando la del brazo y yendo nos de la sala de profesores.
Fuimos afuera de la preparatoria a estar en la pileta y sentarnos en su borde, donde me puse a conversar con Mayu.
— ¿Mayu estás bien?
— S-si, pe-pero aun siento mi piel de gallina. — Dijo sobándose los brazos y abrazándose a si misma. — Tenías razón Yugi, yo pensaba que jugabas, solo los ojos de un vampiro se parecen a los del mismísimo diablo, pero, este es peor.
— Ya cálmate. — Dije sentándome a su lado y la abrase para tratar de calmarla.
— Tengo miedo Yugi. — Dijo casi susurrando sin si quiera moverse y sin corresponderme el abrazo.
Yo me quede callado, el profesor estaba apunto de chuparle la sangre a Mayu, sino fuera porque me interpuse, hubiera ocurrido lo peor.
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