36
Mis ojos se abrieron de a poco al sentir como mi columna vertebral me pasaba la corriente necesaria por el cuerpo para despertar, y todo gracias a unos labios carnosos que me demostraban devoción y cariño en el cuello.
Sus intentos de calmar mi dolor en el cuello a causa de su mordida a hecho de mucha ayuda. Ya sería la segunda vez que me toca a pesar de ayer.
- O-Oiga deténgase. - Hable en jadeos.
Este carcajeo por lo bajo aun con su rostro oculto en mi cuello.
- ¿Te molesta que lo haga?
- N-no es eso. - Intente hablar normal pero sentir como sigue besando mi cuello me hace ponerme nervioso
- ¿Entonces?
- Nada de entonces solo deténgase.
- ¿Por qué?
Encima pregunta el bien mezquino.
- No quiero que se vuelva a excitar, además estoy cansado, y me dejo un horrible dolor en la cadera.
Se río leve. -¿Qué esperabas? - Me sonrío. - Es algo normal, y más si fue tu primera vez.
- Ya me lo suponía o me lo pensaba pero esto es diferente.
- ¿Diferente?
- Yo tenía otros planes cuando se trataba de perder la virginidad.
- ¿Cuáles?
- Primero, pensaba que iba a ser el que la metiera no el que la recibiera. - Enumere con un dedo. - Segundo, pensaba que iba a ser con una chica.
- Ahora entiendes el dicho de que nada sale como uno quiere.
- La verdad sí.
Me volvió a sonreír, yo solo aparte la mirada.
°¿Enserio me acosté con él?°
La única respuesta que tengo antes esa pregunta son los recuerdos que invaden mi mente, cada uno muestra una imagen sexual más fuerte.
°¿Como le explico ahora a mi padre de que me acosté con el hombre con el que justamente quiere que me aleje?°
- Oiga, este, profe... - Me corregí. - Yami.
Juro que vi un brillo diferente en sus ojos cuando lo llame por su nombre, ¿Sentirá lo mismo que sentí yo cuando menciono mi nombre?
- ¿Sí? - Se removió en la cama hasta que su cuerpo y su rostro apunto a mi dirección.
- ¿Usted... piensa irse?
Mi pregunta le borro la sonrisa.
Este es el momento más incomodo de mi vida. Ver sus ojos mirándome con firmeza y sin expresión en sus labios me hace pensar que aun planea irse.
- Planea irse ¿verdad?
- No. - Respondió rápido.
- ¿Eh?
- Ya cometí ese error una vez. - Sentí la yema de sus dedos acariciar el dorso de mi mano, vi por un segundo como toco mi mano y volví a ver sus ojos. - No planeo hacerlo otra vez.
- Yami...
No tenía palabras y solo se me ocurrió decir su nombre, pero con la boca pequeña esperando a que no me escuche, como tengo una manía de abrir la boca y cagarla como siempre no se me ocurrió otra cosa que soltar palabras parecidas al ruido del viento fluyendo por los alrededores.
- Te amo Yugi.
Mis mejillas se tiñeron y no dude en juntar con fuerza los labios para tratar de calmar los nervios, ni si quiera morderme la lengua me funciona.
¿Qué respondo?
- Ahm...
Mi mirada miro a otra parte, pero sentí su sonrisa.
Escuche sus sonrisas ligeras.
- ¿Qué haremos? - Pregunte.
Sus ojos se vieron confusos.
- ¿Qué le diré a mi padre? - Me puse más nervioso. - El no quiere que este cerca de ti. - Quise relajarme, pero esta situación es demasiado seria. - Y por lo que me contaste y por como reacciono mi papá cuando te vio esa vez que me citaron puedo deducir muy sencillamente de que te odia.
- Lo sé y lo tengo claro.
- ¿Entonces que hacemos?
- Por ahora mantengamos esto es secreto.
- ¿Ah?
- Conozco a Atem y se que si se entera conocerás una faceta de él que quizás nunca hayas visto.
- ¿Qué quieres decir?
- ¿Enserio crees que un padre dejaría que su hijo estuviera con su ex-novio?
- ...
Es un buen punto.
- Solo será por ahora ¿si, Yugi?
No se que hacer, nunca había estado en una relación y mucho menos en una que este arriesgando la relación con mi padre, no quiero que el pierda la confianza que me tiene.
- Esta bien.
Me arriesgaré.
A pesar de que este de acuerdo con esto aun tengo mis pensamientos negativos, esto podría salir mal o bien si no tengo cuidado con todo lo que haga o diga.
+ + + + + + + + + +
Ya ha pasado una semana desde ese día, y tengo que esperar un año para saber los resultados del concurso, mi papá vendrá en dos días el domingo en la tarde.
Llevó una relación rara con Yami, y siendo sincero, no me ha dicho para estar en relación, ¿Y si soy un juego para él?
Si es así ese hombre va a conocerme y a enterarse de lo doloroso que es ya no poder tener descendiente.
En Español:
Le patearé el orgullo: Por no decir nada obsceno y que no se vuelvan como yo, casi.
Pero en gran parte espero que no sea lo que estoy deduciendo, porque aunque mi mente diga que lo odio mi corazón dice que lo amo, y yo de verdad que amo a Yami, ya no puedo negar esto que siento, ya lo hice por mucho tiempo y ya no puedo negar esto por más tiempo, además ya esta hecho, ya le confesé lo que siento y... costó mi virginidad también, pero es lo de menos ahora, perder la virginidad ya no me resulta tan importante a como lo pensaba antes de dejarme enredar con ese amante al sabor metálico.
Además no se a aprovechado en tomar mi sangre, sino ya hubiera notado mordidas en mi cuello, pero no lo ha hecho a pesar de que tiene la oportunidad de hacerlo, pero no, lo único que hace es repartir sus labios por mi mejilla o cerca de mis labios, y todo mientras escucho unas poemas de amor de Edgar Allan Poe, o algunas que el mismo dijo que había escrito para mí. Y si les soy sincero... cada uno me puso peor que un tomate.
Así que esto se siente estar enamorado...
Es muy bonito y finalmente comprendo lo que es, es único y mágico, y es agradable compartir el tiempo con esa persona que te ha robado el corazón. - Sobretodo a ese pervertido, que le costó robarse el mío. - Espero que ese presentimiento solo sea mi miedo a perder la atención de esos ojos rojos...
Te amo Yami.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro