Eso ha sido muy extraño, ayer a sido un día muy raro, no entiendo nada de lo que pasó.

Pero por lo poco que ayer pude entender es que al parecer el Profesor Sennen conoce a mi papá.

Pero..., ¿Como?, ¿Como es posible que el profesor Sennen conozca a mi papá y yo ni lo sabía?

No entiendo absolutamente nada, ¿Qué fue lo que pasó?

*+*+*+*

Escuche el timbre de la puerta, y como estaba en mi cuarto me acerque a mi ventana y mire afuera. Él día estaba nublado, al igual que mi mente por lo que esta sucediendo.

Baje mi mirada a la puerta de entrada.

¿Qué hacía el Profesor Sennen en mi casa?, y mucho más importante, ¿Como demonios sabía que esta era mi casa?

Cerré la ventana.

Mi papá no estaba, él estaba en el trabajo. Él me dijo que no fuera hoy a la preparatoria, cosa que no entiendo por qué, se veía molesto y algo alterado. Nunca había visto a mi papá así, y tampoco sabía como reaccionar a esa forma nueva de actuar que tenia mi papá, así que solo opte por hacerle caso.

El timbre volvió a sonar, y así fue un rato, no quería abrirle, pero cada vez era más insistente con ese maldito timbre. Así uno no puede estar tranquilo.

Con la pereza que tenía me levante de la cama, y aún estoy en pijama. Las cuales incluían unos pantalones holgados y una polera blanca.

Me acerque a la puerta. No sabía si abrirle o no. Tengo que tener en cuenta que él es un vampiro.

¿Y si vino a chupar mi sangre o algo por el estilo?

Ah no cabrón si así van a ser las cosas yo no me quedo así.

*+*+*+*

Estaba enfrente de la puerta de la casa de Muto, enserio que soy un idiota, como no me di cuenta del apellido que tenían, es decir, hay muchas personas con los mismos apellidos pero no son parientes, pero el que este niño sea el hijo de Atem no se me ocurrió.

Esperaba algo impaciente tocando el timbre, quería hablar con Atem urgentemente, él es el único motivo del porque tome hoy un día libre en el trabajo.

Cuando pensé que no me abriría me sentí levemente rendido, quizás no quiere verme, estaba por irme para dejarlo tranquilo e intentar hablar con él otro día. Cuando estaba por darme la vuelta para irme escuche como la puerta se habría, y vi que me tiraron un cuchillo apuntando a mi rostro.

No me sorprendí ni nada por el estilo. El cuchillo ni me llegó a lastimar, pues rápidamente moví mi mano y justo cuando estaba por clavarse en mi rostro la agarre del mango con la mano izquierda.

- Buena puntería Muto. Un poco más y me dabas justo donde querías. - Hablo serio viendo al individuo que lo miraba serio con otros dos cuchillos en las manos, uno en cada mano.

- ¿Qué hace usted aquí?, ¿No debería estar dando clases?

- Vine a hablar con tu padre.

- ¿Esa es como una excusa?

- ¿Eh?, ¿De qué hablas?

- No crea que no me doy cuenta de que viene por mi sangre.

- Si hubiera venido por tu sangre ya la hubiera tomado hace mucho, ¿No crees?

- . . .

- Mira Muto no tengo tiempo para estas estupideces, solo vine a hablar con tu padre para hablar de un tema importante.

- Él no esta, ¿Para qué quiere verlo?

- Creo que este tema no te incumbe Muto.

- Si me incumbe, esta hablando de mi padre.

- Como sea, si no esta vendré más tarde. - Vi que dejo caer el cuchillo al suelo y se comenzó a ir caminando.

- Uh...

Me quede callado y sorprendido a la vez, ¿Por qué no me molesta como normalmente lo hace?

¿Por qué ya no actúa conmigo como un pervertido?

¿De que quería hablar con mi papá?

Esas preguntas me rodeaban toda la cabeza, y al no tener respuestas de ellas solo pude mostrarme molesto ante la situación.

Tanto fue mi enojo que fui corriendo hacía él con un cuchillo en mano. Yo mismo lo desapareceré de mi vida de una vez por todas. Mi papá nunca actuó molesto conmigo o con nadie. Y si él fue el causante yo mismo me desharé de él.

- ¡¡USTED ES UN MALDITO!! - Estaba por clavar le el cuchillo en la espalda, pero vi que corrió rápidamente. Maldita velocidad de vampiro, creo que se nota que no leí bien el libro de vampiros que me dio Mayu.

En cuestión de segundos me percate de que estaba detrás de mi agarrando me los brazos fuertemente me dolía pero era soportable. Con toda la fuerza que tenía intentaba soltarme pero mi forcejeo fue inútil, ya ni podía sostener bien el cuchillo... y lo solté.

- Que lento que eres Muto. Hasta yo puedo hacerlo más rápido, y no necesitaría usar la velocidad de hace unos segundos.

- Tch, su-suélteme.

- ¿Enserio serías capaz de matarme en plena calle con arma blanca?

- Le haría un favor al mundo, la gente no necesita a un chupa sangre para que luego los mate.

- ¿Así me ves?, ¿Como un monstruo?

- N-no solo eso, ¡Todo estaba perfecto hasta que usted llegó!

- ¿Entonces me odias?

- ¡Si, por su culpa mi papá actúa así, aparte de que me estoy queriendo deshacer de usted desde hace mucho!

- El que me odies no me importa para nada, ¿Escuchaste?

- ¿Eh?

- No me importa la opinión de los demás, y eso te incluye a ti.

- Nhh ah. - Me estoy quejando de dolor, su agarre es muy fuerte.

- ¿Enserio crees que solo por qué actúe simpático contigo aveces piensas que no soy capaz de matarte?

- ¿Ah?

- ¿Crees que solo por ser mi alumno no soy capaz de hacerte daño?

- . . .

- Ya deja de soñar.

- Tch nh pa-pare de agarrar me así me duele.

- Nada en esta vida sale como uno quiere. - Me duele... siento que me romperá el brazo. - Y tú no eres la excepción. Por más que quieras que me valla nunca lo voy a hacer, y si es necesario te arruinaré la vida Muto. - Moví mis brazos en una dirección incorrecta de la circulación de mis huesos... duele. - Has hecho que varios profesores renunciarán a su trabajo solo por un capricho.

- . . .

- ¿No te has puesto a pensar en esas personas que entran con toda buena voluntad a trabajar?

- NHH AH, Y-ya suélteme me duele. - Dolía mucho no lo niego, tanto que comencé a soltar unas leves lagrimas.

- Esas personas que solo quieren ganarse la vida con un trabajo honrado... pero no tuvieron que renunciar por ya no soportar tus estupideces.

- Ahh.

- Por tus niñerías.., ¿Y sabes algo?

- Nhh hah ahh...

- Ya me tienes cansado con tan inseguridad que tienes.

- N-no se de que me habla.

- Grite algo fuerte hizo su agarre más fuerte, era como si sus propios dedos intentarán enterrarse en mi piel dejando me marcas de estos.

- No te hagas el orgulloso... - Se acerco a mi oído y me susurro. - porque no tienes nada de eso. Solo eres un niño miedoso que finge algo que no es... y que intenta llamar la atención de la forma más patética posible. - . . . - Por favor Muto. Mejor has explotar la preparatoria si no te gusta ir a estudiar.

- Nhh... tch hah... mhm...

- Lo que no entiendo aún es..., ¿Por que haces esto?, ¿Por qué molestas tes a los profesores para que renunciarán?, ¿Por qué eres así?

Por un momento dejo de sujetar me tan fuerte, sentí alivio... un poco más y de verdad me rompería el brazo.

- . . .

- Por más que trate de comprenderte nunca logró entenderte.

- . . .

- Aveces eres bueno y amable, hasta podría decirse que simpático...

- . . .

- Pero luego te molestas por pequeñeces y te descontrolas cuando alguien te daña o te hace pasar roche.

- Pequeñeces, ja, ¡¿LE PARECE UNA PEQUEÑEZ QUE UN PROFESOR ACOSÉ SEXUALMENTE A UN ADOLESCENTE?!

- ¡Nh!

Me apretó un poco fuerte.

- Cálmate... si sigues así apretaré más fuerte tus brazos... tus respuestas las quiero serias y relajadas, ¿Entendiste?

- . . .

- ¿Entendiste?

Apretó un poco más fuerte.

- ¡NH!, Tch, s-si... ya entendi ah...

Me soltó un poco...

- Bien. No te obligaré a responder me nada si no quieres, pero responde me si a una pregunta.

- . . .

- ¿Por qué actuaste así hace un rato?, ¿Qué ganarías con matarme?

- Deshacerme de un peso menos.

Él solo se quedo callado esperando a que hablará más.

- ¿Eso es todo?

- . . .

Me miro algo molesto... al parecer quiere una respuesta concreta.

- No solo es por eso.

- ¿Así?, te escucho.

- ...

- ...

- ...

Suspire y incline mi torso hacía adelante un poco mirando el suelo como si fuera muy interesante.

- También es porque... creo que me acostumbre a que usted estuviera tras de mí...

- ¿Eh?

- Creo que me sentí algo importante con saber que usted iba tras de mi...

- . . .

- Y creo que... con lo que pasó ayer... el no saber nada del asunto entre usted y mi papá... el que usted me haya dicho que vino a buscar a mi papá para hablar con él... y la rabia que tenía...

¿Enserio... estoy admitiendo esto?

- Quizás me haya puesto...

- . . .

- . . .

- ¿Acaso tú...?

- . . .

Sentí sus manos soltar me hasta dejarme libre, yo me quede dando le la espalda... no tenía ni palabras para retractar mis palabras a lo que acabo de confesar...

- ¿Estabas celoso?

- . . .

. . .

- Quizás...

- . . .

- . . .

- Muto yo...

- Pero usted tiene razón. Tal vez sea solo un chico que no quiere aceptar la realidad en la que vive.

- . . .

- Que todo lo malo me tiene que pasar a mí... que no tengo sentimientos para que usted me hable como se le antoje...

- . . .

- Si eso es lo que me esta tratando de decir pues felicidades, me hizo recapacitar en que solo soy un montón de basura lista para irse al contenedor de basura y ser incinerado hasta desaparecer.

- Muto no me entendiste, no me refería a...

- ¡YA! - Grite... y se que no es normal en mi pero...

Sin darme cuenta... volví a sentir ese líquido salada transcurrir en mis mejillas... mierda no... estoy llorando otra vez...

Al parecer este se sorprendió un poco al ver que lloraba.

Pues si... soltaba lagrimas... pero mi rostro no demostraba quejas...

Solo deje que las lagrimas de dolor salieran de mi interior para que mi corazón se calmará un poco... cosa que creo ahora imposible... estaba dolido... se que mi realidad no es bonita... pero no era para que me la digiera de una forma tan insensible...

- Ya no empeore más esta situación.

- . . .

- ¡SI LO QUE QUERÍA ERA HACERME LLORAR PUES FELICIDADES PROFESOR DE PACOTILLA LO LOGRÓ! - Decía a gritos... que creo que llamó la atención de algunas personas en la calle...

Sentía mi dignidad por los suelos...

Y lo único que hice fue salir corriendo tan rápido como pude a mi casa...

- ¡Muto espera!

Yo no le hice caso... solo seguí corriendo y al llegar a mi casa metí los cuchillos y los deje en la cocina tirando los al lavadero donde justo estaban algunos platos. Como estos estaban mal colocados uno sobre el otro hice que unos cayeran al lavadero y otros al suelo haciendo los estrellar... yo vi todo ese desastre... pero lo ignoré y me fui a mi cuarto llorando con desespero... donde me encerré y me oculte bajo las sabanas de mi cama...

Me siento igual que cuando era niño... siempre triste... solo... y temeroso de mis días de primaria...

Llore más de lo normal... que prácticamente estaba mojando mi almohada... pero en estos momento no me importaba nada...

Solo quería calmarme un momento... no hay nadie que me comprenda... no hay nadie que me apoye de verdad...

. . .

Odio mi vida...