Todos se quedaron mirando a ese hombre, y luego se posaron a mirarme a mí, creo que recién se dieron cuenta de que me parezco bastante a este sujeto.

Yo los mire mal a todos y se dieron la vuelta, como se nota que dejo siempre en claro quién manda aquí.

— Chicos, él es su nuevo profesor, espero que sean buenos alumnos, y que no pase lo mismo como con los otros profesor. — Lo ultimó menciono mirándome seriamente, y se exactamente a lo que se refiere, porque es cierto, yo les hago renunciar a los profesores de Literatura, ODIO... esa maldita materia... — Si me disculpan, me retiro. 

La directora se fue, y nos dejo a la caza de nuestro nuevo profesor, y por más que me moleste tendré que prestar atención un poco a la clase, fase uno de como joder a un profesor, hacerle creer que todo se ve normal y que no hay ningún problema.

Entre comillas: "No hay ningún problema"

— Bueno chicos, es un placer conocerlo. — Dijo y agarro una tiza para comenzar a escribir en el pizarrón. — Mi nombre es Yami Sennen. — Termino de escribir su nombre y dejo la tiza. — A partir de hoy seré su nuevo profesor de Literatura. — Les seré bien claro, yo no quiero bromas ni juegos en esta clase, y si siguen esas normas, les prometo que haré que las clases no sean tan aburridas, y si desean podemos hacer algunas actividades, pero eso si, voy a ser muy estricto en las clases y les advierto que no seré tan gentil con las tareas y exámenes, así que espero que den su mayor esfuerzo. — Eso solo durará poco señor. — Bueno empecemos con la clase — ¡Espera!, ¿¡QUÉ!? — Hoy hablaremos de... — Lo interrumpí.

— ¡Disculpe, profesor! — Levante la mano.

— ¿Qué sucede?, Ahm joven... — Lo interrumpí.

— Yugi, Muto Yugi, le quería hacer una pregunta. — Dije levantándome.

— ¿Cuál? — Preguntó.

— ¿No piensa preguntar nuestros nombres? — Mencione, normalmente los profesores quieren saber nuestros nombres, y esa era una buena manera de matar el tiempo para que la clase pase rápido, además solo quedan unos 30 minutos para que cambiemos de profesor.

Carcajeo.

— No creo que sea necesario.

— ¿Y por qué no? — Pregunté.

— Porque tal como dijo la directora, un día ustedes me querrán correr de este salón, y no voy a matar tiempo memorizándome sus nombres y apellidos, yo aquí solo vine a enseñar, y si me voy a ir un día de aquí, no creo que sea necesario que los conozca o que me conozcan a mí. — Lo ultimó lo menciono serio, maldito bastardo. — Ahora siéntate y presta atención Muto — Yo solo le hice caso, y siguió con su clase, y creo que lo único que se podía escuchar de este salón son a las chicas responder las preguntas que este disque maestro hacia, algunos chicos se animaban a responder a sus preguntas, este profesor no se como le esta haciendo, pero esta haciendo sus clases un poco más animadas, que esta animando a mis compañeros a que respondan, que presten atención e incluso que rían aveces y las chicas suspiren de forma amorosa por él, y creo que, hasta me esta haciendo prestar, ¿Atención?, ¿Atención, yo?, ¿A la clase que más odio?, Pf, no... eso, eso es imposible, aunque, joder, definitivamente me desaré de este profesor, aunque tenga que inculparlo por algo que no haya hecho, definitivamente este profesor ya se gano un lugar en mi lista negra, pero lo que en si resulta más incomodo es que este profesor no me deja de observar, y esos ojos rojos ya me están comenzando a poner nervioso, esos ojos no parecen usuales, y ya me esta comenzando a dar mala espina todo esto.

Pasaron unos minutos, que a mi se me hicieron horas, faltaban ya 10 minutos para que acabará la clase, y sin darme cuenta en poco tiempo ya hemos avanzado casi dos temas de esta clase, hasta que llegamos a otro tema, que sin duda, me saco de mis casillas,  el tema era: "La pasión"

— Hablemos un poco entre las diferencias entre, "El amor y la pasión", ¿Alguien me puede dar una diferencia entre ambas palabras? — Ni bien toco ese tema a mi se me ocurrió una idea, tal vez eso lo incomode un poco, no es la mejor de todas pero hay que averiguar su reacción, ¿Ustedes que opinan?, alce mi mano para responder. — Señor Muto, a ver, ¿Para usted cual es la diferencia entre "El amor y la pasión"?

— Muy simple profesor, amor es que si tu pareja quiere tener sexo contigo, le dices que espere y que luego lo hagan en la casa de uno de ellos y destrocen la cama en el acto — Eso sin duda lo desconcertó un poco, los chicos de mi clase me siguieron el juego, mientras las chicas solo se sonrojaban y me miraban con algo de nerviosismo, si, quede como un pervertido, pero el profesor solo se limito a verme serio, se quedo callado un rato, suspiro pesado, y hablo. — ¿Y la pasión? — Preguntó.

— Y la pasión, es cuando te lo piden, se dejan llevar y, lo hacen donde se les antoje. — Eso hizo que se sonrojará levemente, y provoque a la vez las risas de mis compañeros. -— El baño escolar sería un buen lugar para hacerlo con desenfreno y desesperación, ¿No lo cree? — Le pregunte de forma juguetona y coqueta.

Él solo se limito a hablar y se me empezó a acercar, yo solo mire desde mi asiento como se acercaba, parecía serio y molesto, y no me apartaba la mirada de encima, hasta que llegó al frente de mi pupitre.

— Esa no era el tipo de respuesta que esperaba. — Mencionó serio entrelazando sus brazos, yo lo miraba sonriendo con triunfo y con mis brazos imitando la acción de los suyos mientras apoyaba mis dos pies cruzados encima de mi pupitre, todo estaba saliendo como quería, pero me sorprendí cuando se movió rápido y agarro el respaldar de mi silla inclinándome hacía atrás, yo en eso sentí que estaba por caerme de espaldas, y en menos de unos segundos me percate de que su rostro estaba casi cerca del mío, con nuestros labios apunto de tocarse, y yo no puedo moverme, sino caeré de espaldas, pude sentir miles de emociones en ese momento, mi corazón latía mucho por el miedo, mientras sentía como mi cara se enrojecía, sus ojos me miraban atentamente, pude verlos mejor con esta cercanía, esos ojos rojos me hipnotizaron con solo una mirada, sus lentes no me dejaban tener una mejor visión, pero eso no me importaba mucho ahora, lo que me importa ahora es no caer de espaldas, trague en seco, y en eso él hablo. — Pero veo que lo tienes bastante claro. — Menciono sonriendo de forma coqueta y mostrando sus dientes, en eso me percate de algo que me asusto, su-sus dientes eran col-colmi-..., ¡¡AAHHH!!

Maldito profesor de mierda, soltó el respaldar de mi asiento, y caí de espaldas, auch...

— Y siéntate bien, porque no quiero tener más problemas contigo Muto. — Menciono burlón, mientras me miraba encarnando una ceja y con sus brazos cruzados, Maldito Bastardo, el que me soltará hizo que todos se comenzarán a reír de mí, bueno menos Trístan y Joey, pero, eso qué, todos ahora se están burlando de mí por su culpa, esta me las paga definitivamente, lo miraba molesto, pero mi expresión cambio al ver sus dientes, los colmillos que no estaban..., ¿Abre alucinado?