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¿Qué?, ¿Como?, ¿Como es que pudo entrar?, calcule su llegada y era en 10 minutos o menos, el tiempo suficiente..., ¿Como no activo la trampa de las bombas apestosas?

Pero peor aun..., ¿Qué haré yo ahora?

- Valla, valla Muto, la verdad no me lo esperaba. - Serio y se cruza de brazos el profesor Sennen. - ¿Qué haces en mi casa?

- Ah bueno yo... etto...

Mierda, ¿Ahora que hago?

*+*

- Apúrate Joey, baja de una vez. - Decía Rebeca susurrando y de forma nerviosa.

- No puedo, me voy a caer. - Hablo Joey sujetando se fuerte del tronco del árbol como Koala.

- Jajaja... - Se reía Trìstan por la situación mientras se tapaba la boca, y también porque él ya estaba afuera de la casa escondido entre los arbustos.

- No te rías tarado. - Reclamó Joey.

- Joey apura te, nos van a cachar. - Hablo Mayu.

- Eso intento, eso intento. - Dijo Joey intentando bajarse del árbol, pero Rebeca se harto, se estiro para agarrar una rama algo gruesa pero a la vez ligera, y con ella le dio un golpe en la cabeza a Joey, haciendo que este grite y se soltará del tronco para caer en los arbustos encima de Trìstan.

*+*

- ¿Qué fue eso? - Pregunto el profesor Sennen.

UGH, Mierda, mierda, mierda, ¿Qué hago ahora?

- N-no debió ser nada. - Respondí nervioso.

- Claro, de seguro nada. - Hablo desconfiado. - Ahora responde me, ¿Por qué estas en mi casa?

- Ah, bueno yo... ca-casualmente pasaba por aquí y... eh... escuche ruidos raros, y decidí entrar a ver ya que la puerta estaba abierta y... no encontré nada, investigue aquí  arriba y bueno... no encontré nada. - Comenzaba a bajar de las escaleras. - Iba a bajar hasta que me tope con usted, jaja. - Ríe nervioso.

- ...

Yami se quedo callado mirando a Yugi de forma seria.

- ¿Entonces dices que escuchaste ruidos y viniste a investigar? - Pregunto Yami.

- S-si, ¿Pa-para qué le mentiría?

- Mh...

*+*

- Ja. - Dijo mientras se soltaba del tronco del árbol, haciendo que cayera en cuclillas entre los arbustos. - Listo, hay que irnos. - Dijo Mayu.

- Pero nos falta tirarle papel higiénico a la casa. - Menciono Joey.

- ¿Crees que este es un buen momento para eso? - Pregunto Mayu en regaños susurrados.

- Si, no nos vamos a ír hasta completar esta gran broma.

- ¿Y si el profesor Sennen los atrapa?

- No nos va a pasar. - Dijo Trìstan.

- Pues por si las dudas, yo me voy. - Dijo Rebecca y se comenzó a ir corriendo del lugar.

- A la carga. - Joey saco el papel higiénico que le quedaba de su mochila y le dio unos dos rollos de estos a Trìstan, y ambos comenzaron a tirar papel higiénico por la casa.

- Que inmaduros que son. - Dijo Mayu entre dientes.

*+*

- A mi no me engañas Muto, de seguro tu fuiste el que hizo todo esto. - Señalo Yami al menor.

- Crea lo que quiera, no me importa si desconfía de mí. - Declaró Yugi, para luego mirar por la ventana detrás del profesor Sennen, estaban Joey y Trìstan lanzando papel higiénico por la casa, eso lo puso nervioso, solo el profesor tenía que dar un giro de 180 grados para ver lo que sucedía afuera, lo cual, sería la perdición para él... y para sus amigos.

- ¿Qué te pasa? - Pregunto el mayor al ver el cambio repentino de su alumno.

- Ah, n-nada, so-solo... etto... - Decía distraído mirando lo que pasaba afuera, donde Mayu les dio un golpe en la cabeza a ambos chicos que seguían tirando papel por la casa, eso le causo una leve risilla a Yugi, y eso aumento la curiosidad del profesor.

- ¿De qué te ríes? - Se iba a voltear para ver que le causaba tanta gracia al menor pero este le agarro de la muñeca haciendo que este devuelva la mirada al menor.

¿Qué debería hacer Yugi en casos así?

La broma fue planeada por él, y no quería involucrar a sus amigos, aun sabiendo que cierto chupa sangre puede hacer algo malo en cualquier segundo que estos tengan la guardia baja.

¿Qué haría?

- Oiga no deje de mirarme. - Ordenó Yugi serio mirando fijamente a su maestro.

- ¿Qué? - Se confundió el mayor.

- Etto...

*+*

- Ya paren tontos ya tiraron suficiente papel. - Mayu intento parar los movimientos de los dos chicos, pero estos seguían.

- Solo un poco más, aun no nos terminamos el papel. - Dijo Joey.

- Son unos idiotas, ya es suficiente.

*+*

- Yo...

Yugi estaba más que nervioso, ¿Qué es lo que haría?

- ¿Qué te sucede, Muto?, te veo muy raro.

- Yo... yo.......

- ¿Tú qué?

- ...., ash, fui yo... - Susurro casi audible.

- ¿Qué? - Pregunto el mayor, pues no escucho bien.

- fui... yo... - Volvió a susurrar bajo y entre dientes.

- ¿Qué tú qué?, habla más alto. - Ordenó.

- Oiga decida se, primero dice que no le gusta que grite y ahora quiere que hable más alto.

- Solo dime lo alto, pero no tanto.

- ...... fui yo. - Al fin lo dijo.

Yugi sabía lo que ahora pasaría, y en si prefiere ser él el que sea afectado que sus amigos, después de todo él mismo fue el de la idea de la broma, y no sacrificaría a sus amigos por algo así.

- ... debí suponer que estabas mintiendo. - Hablo molesto pero controlado mostrando su mirada autoritaria. - Ahora si voy a tener que hablar con tu papá.

Eso hizo que Yugi se sorprendiera.

*+*

- Ya basta Joey. - Dijo Mayu ya cansada de esta situación y con una rama le da un leve golpe a Joey en su cabeza, haciendo que este grite y se escuche hueco el golpe a la cabeza del contrario, fue tan fuerte que se escucho hasta por dentro de la casa.

*+*

El mayor escucho el grito y se alarmo un poco, Yugi noto eso y se puso nervioso. Por un instante, todo para él se volvió en cámara lenta, para que su cerebro le de una solución rápida a este problema, su maestro estaba por voltear para ver detrás de él y encontrarse con la escena de afuera, Yugi sudaba frío, pero la única idea que se le ocurrió fue la peor de todas, y al parecer era la única que se le ocurría.

Con un sonrojo en sus mejillas que le llegaban hasta las orejas... y con una gran decepción hacía él mismo, movió rápidamente sus manos y tiró del cuello de la camisa blanca del profesor Sennen, para jalar la, haciendo que la mirada del mayor se aparte de donde quería ver, para luego sorprenderse mientras era jalado por el menor, quién cerro los ojos con fuerza y pena... y...



















Terminar... uniendo sus labios....

















Contra la mejilla del mayor...

El mayor estaba más que impactado por sentir el tacto labial del menor en su mejilla, mientras este se tenía que parar de puntillas para alcanzar la mejilla del contrario.

*+*

- Ya hicieron suficientes bromas. - Dijo Mayu ayudando a Joey a levantarse. - Vamos a esperar a Yugi en los arbustos. Vamos. - Ordenó y Trìstan y Joey le hicieron caso alejando se de la casa del profesor Sennen.

Los tres se alejaron de la casa y se escondieron en los arbustos en donde estaban desde un inicio.

*+*

Yugi empujo con algo de fuerza a su maestro mostrando se sonrojado y a la vez molesto.

Todo se quedo en silencio, y lo único que casi se escuchaba era el latir de los corazones de ambos presentes. El tricolor Ojí-amatista sentía su interior retumbar a cada segundo por el grado de pena. El Ojí-carmín sentía que su corazón iba a estallar por la sorpresa, nunca se espero tal acto de su alumno, y lo único que su cuerpo le permitió hacer fue colocar una de sus manos a la mejilla que fue acalorada por los labios del más pequeño.

- Hubiera preferido que eso fuera en la boca. - Hablo el mayor mirando algo coqueto a su alumno. Eso sorprendió y sonrojo más al menor.

- ¡¿QUÉ?!, ¿N-no hablará enserio... o sí? - Decía en sorpresas retrocediendo un poco con su espalda casi chocando la pared que estaba detrás de él. El mayor aprovecho eso y con una mano lo tomo del rostro al menor levantando le la mirada y robando le un dulce beso de los labios, haciendo que el Ojí-amatista abriera sus ojos como platos, mientras su cuerpo era acorralado por el cuerpo del mayor.

Yugi intento empujar la musculatura del cuerpo de su maestro, pero no le sirvió, y solo se dejo besar, donde el más bajo poco a poco sintió que ya no tenía aire. El mayor termino el beso sin dejar de soltarle el rostro con la mano derecha. El pequeño tricolor estaba más que sonrojado y jadeante por el beso que acababan de robarle, y al levantar bien la mirada vio que Yami estaba mirando algo arriba suyo, y lo más inconveniente era que... arriba de su cabeza... estaba el dibujo que hizo de un pene peludo.

- Jmh, supongo que eso también lo hiciste tú. - Miro de reojo al menor sin dejar de acorralarlo en aquel muro. El pequeño solo levanto la cabeza y vio su... "Obra de arte"

- ... - Volvió a bajar la cabeza apartando la de la mirada carmín. - Si. - Respondió.

- ... jajaja - Río levemente y a la vez sonriendo. - Ese no se compara con el mío. - Dijo burlón.

- ¿¡QUÉ!?, ¡DEBE DE ESTAR LOCO, NO HAY MÁS GRANDE QUE ESO!, es un retrato idéntico de mi pene.

- ¿Así?, ¿Qué extraño? - Miro pícaro a su alumno, mientras acercaba su rostro al de él haciendo que sus narices se rocen. - ¿Entonces por què cupo en mi boca? - Hablo en susurrando. Yugi se sorprendió y se sonrojo de rostro completo, empujo al mayor y se aparto de él con dirección a la puerta de la salida.

- E-este... bueno yo, yo ya me tengo que ir.

- ¿Enserio?, ¿Adónde? - Pregunto juguetón el mayor.

-Eeeh, pues... que-quede con unos amigos y, sería muy descortés de mi parte llegar tarde - Se comenzó a dirigir a la puerta. - ... así que... - Estaba por tomar la manija de la puerta, pero fue interrumpido porque Yami lo tomo de la muñeca y lo jalo hacía él haciendo que este se de la vuelta.

- Tú no te vas a ningún lado, Muto. - Ordenó sorprendiendo al menor. - Tú hiciste este desorden en mi casa, y ahora vas a pintar de nuevo la pared que pintaste.

- ¿Qué?, por supuesto que no, ¡Ya deje me! - Intento soltarse, pero no pudo. - A-alto pare, me lastima. - Se quejo con algo de dolor.

- Arreglarás tu desastre y te irás, empezando por la cocina, porque no creas que no me dí cuenta de tu trampa de bombas apestosas. - Yugi se sorprendió y al final fue soltado por Yami. - Ahora ve a limpiar. - Señalo la cocina, y Yugi con cara de disgusto y amargura, se dirigió a la cocina.

- Jaja, hiciste un buen intento, Muto. - Coloco una mano en la manija de la puerta sonriendo con algo de burla, para luego abrir la puerta, y desde la cocina se escucho las explosiones de las bombas apestosas y a Yugi gritando por la sorpresa, hasta que pararon.

- ¡¡AAAHHHH...!!, ¡¡ES USTED UN MALDITO PEDERASTA DE MIERDA!! - Grito a todo pulmón Yugi con molestia mientras tocia.

- Pero no lo suficiente. - Se acomodo los lentes.

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