Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 52

—Cariño, necesito que pongas atención y dejes de verme tanto —Rengoku se cruzó de brazos.

Una sonrisita apareció en tus labios, cerraste los ojos riendo con nervios.

—¡Me encanta cómo te ves explicando! —exclamaste. —Te ves encantador porque explicas con emoción.

—¿Por eso me miras tanto? —también rió.

—Sí, aparte eres muy atractivo. ~

Canturreaste, tomándolo de las mejillas dejaste un beso en la punta de su nariz, te acercaste más a tu prometido recargando tu cabeza en su hombro.

—Aparte quiero usar esto de excusa porque historia ya no será tan importante en la carrera, y no tendré tantos motivos para que me ayudes a estudiar.

El rubio rodeó tu cintura con su mano izquierda, levantaste la mirada hacia él y volteó a verte, sujetó tu mentón con cuidado para después unir tus labios con los suyos. Rodeaste su cuello con los brazos, sus labios presionaron contra los tuyos moviéndose de una manera suave y lenta. Una de las manos del mayor levantó la parte inferior de tu blusa y las yemas de sus dedos tocaron tu vientre, su tacto tan cálido te hizo estremecer; volvieron a separarse para tomar aire y volver a besarse, antes de que él pudiera quitarte la (para él) molesta prenda, la alarma de tu celular sonó; provocando que tomaran distancia entre síq.

—Lo siento, será para después —te levantaste tomando tu celular. —¡Es hora de ir a trabajar!

—Eso es cruel de tu parte, amor.

—¡Haz tú solo el trabajo! —recomendaste. —Vendré a ayudarte en la tarde, también voy a pasar a comprar algunas cosas, es probable que regrese un poco tarde.

Antes de levantarse como tú, recogió los libros y libretas en el suelo, se paró a tu lado y los dejó en el sillón.

—¡Mi propuesta sigue en pie! No tengo ningún problema en mantener a mi linda y querida esposa —exclamó atrapándote entre sus brazos.

—Aún no nos casamos, Kyo —dijiste acariciando su cabello. —Te lo agradezco, pero seguiré trabajando para no tener que depender por completo de ti.

—No tengo problema en que dependas de mí —también deslizó su mano por tu cabello.

—Lo sé, pero también quiero regalarte cosas y ¡no te regalaré algo de tu dinero! —te alejaste para verlo a la cara. —¡Te amo un montón, pero no me volveré una sanguijuela para ti!

Llevaste tus manos hacia su rostro, él sonrió reconfortado por tus palabras y acciones, sabe que eligió a la mujer correcta. Tomó una de tus manos y dejó un beso en el dorso de la misma, te soltó para que pudieras irte, el hecho de que ya no seas su alumna, que vivan juntos y que ahora en estas vacaciones han pasado muchísimo más tiempo que antes al convivir, provocó que un sentimiento egoísta naciera dentro de él; a pesar de que es algo pasajero, de verdad quiere quedarse todo el día a tu lado si eso es posible. Tus labios tocaron los suyos de manera fugaz, tomaste tu suéter del sillón y te lo pusiste.

—Por cierto, no falta mucho para tu cumpleaños, poco más de un mes... ¡Te daré una gran sorpresa!

—No hace falta, cariño, mi mejor regalo es que estés a mi lado. —se sentó en el sofá.

Esbozó una sonrisa de alegría cuando vio que tu rostro se puso rojo debido a sus palabras.

—¡Ya iré a trabajar! Regreso al rato, te amo, Kyojuro —te despediste tomando tus llaves y caminando hacia la entrada.

—¡Ve con cuidado, también te amo, bebé! —exclamó mirando como salías.

El tiempo pasó demasiado rápido, luego de disfrutar de algunas semanas de vacaciones tuviste que hacer tu examen y Kyojuro regresó a trabajar. Los últimos días te la pasaste estudiando junto con las hermanas Kocho, Kanae amablemente se ofreció a orientarlas. A Shinobu le tocó hacer su examen en una fecha diferente que a ti, pero te sentiste segura al realizarlo, las palabras de tu prometido y el apoyo de todos los que te aman fue como un gran amuleto de la buena suerte; así que tu última preocupación se redujo a quedar en la misma universidad que tu amiga.

Un gran logro que consiguieron las dos, fue casi como un milagro puesto que, sacaste apenas los puntos justos para quedarte en tu primera opción. Lloraste de alegría aquella vez.

Las clases fueron algo diferentes a lo que estabas acostumbrada, de nuevo el destino te sonrió con el horario, lo suficiente versátil y cómodo para poder continuar trabajando junto a Hana y poder coincidir en muchas ocasiones con la del broche de mariposa; una verdadera alegría.

Y así fue como llegó Mayo junto a la temporada de lluvia.

—¡Rengoku sensei! —un alumno levantó la mano. —Su cabello hoy luce diferente.

Una risita salió de su boca, nadie en todo este tiempo le había dicho algo al respecto, sólo hasta ahora.

—Mi prometida insistió en peinarme el día de hoy —respondió.

—¿Prometida? —cuestionó una chica.

—¡Propongo hacer algo! —alguien más recomendó. —Ahora mismo no estamos haciendo nada más que descansar, ¿por qué no nos cuenta algo?

—¡Sí! Cuéntenos sobre su hermosa historia de amor. ~

Los alumnos de nuevo ingreso de este año son más tranquilos que los del anterior, quizás también es por los "rumores" que se extendieron el día de tu graduación, los chicos de primero no entendían a qué se referían los de segundo y tercero. Para ellos, Kyojuro es un buen profesor, pero nunca dudaron de la veracidad de los hechos, aún más porque otros chicos en algunas ocasiones escucharon a Tengen hacerle burla con lo de su boda y también el rubio mencionó en distintas ocasiones estar comprometido, así que los comentarios inapropiados son cada vez menos. Aunque él debe admitir que, si bien le causa alegría contar cosas sobre ti, tiene algo de vergüenza porque todos en el lugar parecen estar bastante interesados con lo que sucedió.

—¡No hay casi mucho que decir! —mintió. —La conocí hace 3 años, en un día como estos, ella era realmente tímida.

—¿En 3 años decidieron casarse? —cuestionó alguien con curiosidad. —¿Cómo sabe usted que es amor verdadero? Bueno... Mejor dicho, ¿cómo lo supo?

—¿Cómo? Bueno, en realidad dudé mucho en un principio, pero no podía contener ese sentimiento de felicidad cuando estaba junto a ella, me era muy difícil ocultarlo. Un día le dije una mentirita para que saliéramos juntos, aclaro, es malo mentir chicos.

La mayoría rió.

—¿Desde ese entonces salieron? —preguntó una chica.

—Para nada, le robé un beso y dejamos de hablar por un tiempo, pero un día de lluvia, ¡ella llegó y frente a todos dijo que sería capaz de salir conmigo!

—¡Qué valiente! —exclamaron algunas chicas.

—El amor verdadero no se basa en la cantidad de "te amo" o regalos que le das a tu pareja; es algo que va más allá de las acciones y lo tanto que das por la felicidad de esa persona, ¡es el amor recíproco que se recibe!

—¿Así supo que era la correcta? —asintió. —¿No sintió lo mismo con sus anteriores parejas?

—Oh... ¡Claro! También las quería y deseaba protegerlas, pero en esta ocasión fue diferente, tampoco he tenido demasiadas relaciones, ¿saben?

Rió.

Está más que claro todo el amor que te tiene.

Vas de regreso a casa, está atardeciendo y la lluvia es ligera, pero el viento hace que aunque tengas sombrilla termine cayendo sobre ti, de un momento a otro comenzó a llover más fuerte, apresuraste tu paso para llegar más rápido a casa, no te queda tan lejos y creíste que caminar sería la mejor opción sin tomarle importancia al clima. Guardaste tu celular sin responder el último mensaje de tu novio, escuchaste unos ladridos débiles a lo lejos, tus pisadas se desviaron de la ruta que normalmente tomas.

Corriste por una calle siguiendo el ruido, hasta que llegaste al lugar de donde proviene; hay una caja en el suelo con un perro adentro, está algo mojada pues se encuentra debajo de un árbol, el pobre animal está asustado. Mordiste tu labio, llevar un animal de un momento a otro va a ser un tanto extraño, pero Kyojuro no te dirá nada cuando le cuentes cómo lo encontraste, de hecho no te diría nada, pero quizás sí te regañaría en otro caso. Te quitaste el suéter cerrando tu sombrilla y la dejaste a un lado en el suelo, acercándote al cachorro que se encuentra temblando lo envolviste en la prenda, y tomándolo entre tus brazos, lo cargaste. Difícilmente volviste a tomar el paraguas y corriste a tu hogar.

Al llegar ni siquiera tocaste la puerta, sólo llamaste a tu pareja.

—¿Kyo? Abreme, por favor, tengo las manos ocupadas y es una emer...

Ni siquiera acabaste de hablar cuando la puerta ya estaba abierta.

—¿Qué pasó, ________? —te preguntó con preocupación haciéndose a un lado para que entres.

—Me encontré a este cachorro en la calle, no pude evitar traerlo, ¡lo lamento! —lo sujetaste con fuerza, ibas a hacer una reverencia, pero el rubio puso una de sus manos en tu hombro.

—Deja de disculparte y ve a cambiarte, no quiero que te enfermes —lo tomó de tus brazos.

—Muchas gracias, Kyojuro —caminaste hacia el cuarto.

El rubio miró al animal en sus brazos, un suspiro salió de su boca, es una fortuna que permitan tener mascotas en los departamentos o este sería un gran problema. Se sentó en la alfombra, iba a dejarlo en el mismo lugar, pero el perrito comenzó a llorar y aún no lo había soltado; quería ir a buscar algo para poder secarlo. Llegaste poco después, Rengoku te lo entregó para ir por unas toallas y cobijas, también buscar algo de comida. Lo acariciaste, su pelaje está mojado, los ojos casi se te llenan de lágrimas al ver como tiembla del frío.

Tu prometido volvió en un abrir y cerrar de ojos, tendió unas cobijas encima de la alfombra y dejaste ahí al cachorro.

—Lamento no haberte avisado, Kyo —te volviste a disculpar.

Sentiste su mano acariciando tu espalda de arriba a abajo, giraste tu cabeza y tus ojos se encontraron con los de él; te regaló una cálida sonrisa y después te abrazó.

—¡Hiciste lo correcto, cariño! Ya es tarde, mañana lo llevaré al veterinario después de clases, ¡por mientras hay que cuidarlo bien!

Te contagió su sonrisa, sus palabras fueron tan cálidas que te hizo sentir bien, miraste de nuevo al perrito, al acariciarlo movió la cola de felicidad. El de puntas rojas se levantó, volvió unos minutos después con un plato de agua y comida para el animal, este no dudó ni un segundo en comer.

—¿Podemos quedarnoslo? —preguntas mirando con súplica a tu pareja.

Él rió.

—No hace falta que pongas esa expresión, ¡está bien, que se quede con nosotros!

—¡Gracias! —lo tomaste de las manos. —¡Eres el mejor! Te amo. ~

Te inclinaste y le diste un beso en la mejilla.

—¿Sólo uno en la mejilla? Anda, dame uno en los labios, amor —se quejó haciendo un puchero.

Una risita salió de tu boca, le hiciste caso y besaste sus labios.

A la mañana siguiente estuviste pensando todo el día en cómo vas a festejar el cumpleaños de Kyojuro, la idea que habías pensado desde hace un tiempo había sido hacerle una pequeña vista entre personas cercanas a él, su familia, amigos y ya; así que tendrás que hablar con su padre para invitarlo, y Tengen ayudará con lo demás. Sacaste tu celular para escribirle un mensaje, él ya te había escrito antes; "✩Hola, soy Tengen, el mejor amigo de tu prometido y confidente de los dos✩ si necesitas algo no dudes en escribir, estoy disponible 24/7, jojojo", se lo comentaste a Rengoku, explicó que Uzui consiguió tu número cuando robó su celular y lo revisó.

Al principio te preocupaste de que dejara que su amigo revisara sus cosas sin preocuparse de lo que tiene, pero te tranquilizaste cuando dijo que lo hizo mientras él estaba viendo.

Desde ese momento lo dejaste en visto hasta hoy; viernes.

Respondió de inmediato, terminó llamándote y le contaste todo, a él le gustó mucho la idea y decidió ayudar.

Fue terrible, fue terrible pedirle ayuda sin pensar en las consecuencias.

Llegó el sábado, despertaste a besos a Kyojuro y lo felicitaste dándole un gran abrazo. No mencionaste nada de la fiesta, lograste hacer que Uzui lo convenciera de salir un rato en la tarde, así que en cuanto se fue pusiste manos a la obra. El día se ve nublado, pero no parece que vaya a llover en un buen rato, fuiste a comprar algunas cosas, entre ellas botanas y volviste a casa. De regreso viste el cabello tan característico de los Rengoku; respiraste profundo, no vas a volver a cometer el mismo error, alcanzaste al padre de tu prometido y caminaste a su lado.

—Buenas tardes, señor Rengoku —saludaste con una sonrisa.

Había volteado a verte, frunció el ceño al verte de esa manera.

—¿Ya aprendiste a diferenciarnos? —cuestionó.

—¡Así es! Kyojuro es un poquito más bajo que usted —respondiste. —¿Viene a verlo?

—Sí.

—¡Ahora mismo no está, pero quédese! Le mandé un mensaje a Senjuro en la mañana, él vendrá más tarde, estoy organizando una pequeña fiesta para su hijo; estará muy feliz si se queda.

—¿Cómo puedes ser tan educada después de como te traté? —interrogó con un tono serio.

Una risita salió de su boca.

—Lo estaba protegiendo, parece que no, pero se preocupa por Kyojuro, lo entiendo. ¡Aparte tenía razón en algunas cosas! No podemos llevarnos mal si me convierto en la esposa de Kyo.

—Tonterías...

Al principio no entendiste el porqué de esa palabra, en cuanto viste una pequeña sonrisa en su rostro, imitaste su expresión.

—Kyojuro es alguien inteligente, también supo elegir buena pareja —volteó a verte. —¡Asegúrate de cuidarlo bien!

El tono tan serio que usó de repente te hizo dar un saltito del susto, reíste mientras asentías dándole la mano, ¿y cómo no? También un abrazo.

El tiempo pasó, Shinjuro te ayudó a arreglar el departamento, los demás llegaron en cosa de nada para también ayudar, le mandaste un mensaje a Tengen para traer de vuelta a tu pareja y así fue. Cuando llegaron los ojos de Kyojuro se iluminaron al ver todo lo que habías preparado para él, agradeció a cada una de las personas en el departamento, incluida tú. Incluso Waka, su nuevo perro se emocionó al verlos a todos así. No obstante, el día no ayudó, unas horas después la mayoría tuvieron que irse porque parecía que iba a llover; solo Uzui y Shinobu se quedaron con ustedes.

Aquí fue donde comenzó lo malo.

Al parecer Tengen había comprado alcohol que de alguna manera logró esconder, comenzó a llover así que ni él ni tu amiga podían irse; propuso una idea tonta, beber los 4 juntos. "Es sábado" dijo, "no nos pasará nada aquí" agregó. Su chantaje fue tan pobre que ustedes 3 no saben cómo tomaron su palabra. Entre beber y platicar, decidieron jugar algo para pasar el rato; verdad o reto es muy infantil, así que decidieron hacer sólo preguntas de cualquier tipo, ibas a negarte, los demás te ganaron y se pusieron de acuerdo en que era lo más correcto. Shinobu se ve completamente tranquila mientras sus labios tocan la cerveza, Rengoku también parece estar sereno y Uzui sólo está siendo Uzui, pero las mejillas de los dos hombres están levemente sonrojadas.

Muy poco, fue suerte que te dieras cuenta, tú aún ni siquiera terminas la mitad de tu cerveza.

—¿Cómo fue que Yuu y tú comenzaron a salir? —cuestionaste a tu amiga.

Ella soltó una risita, recargó su codo en la mesita para después apoyar su cabeza en su mano.

—Se veía realmente devastado luego de que lo rechazaste, al principio sólo quería ser un consuelo, pero las cosas se me salieron de control. ~

—Eso sonó cruel... —se te escapó una risita nerviosa.

—¡Para nada! De verdad lo quiero —agregó.

—Entonces quieren chismear sobre relaciones —el peliblanco se cruzó de brazos.

—Así es, ¿por qué te entrometes tanto entre esos dos? —la de puntas moradas los miró.

—No me entrometo, sólo los ayudo como buen amigo que soy —se excusó.

Respiraste profundo, sentiste como Rengoku puso su mano encima de tu muslo izquierdo, lo miraste sonriendo y pusiste tu mano encima de la de él acariciándola con suavidad, el rubio suspiró.

—¡Kyojuro! —su amigo lo volteó a ver. —¿Con quién fue tu primera vez y por qué no con __________?... ¡Auch! Espera.

Tus ojos fueron a dar a tu amiga golpeando al mayor, mordiste tu lengua para no decir nada más, Uzui es buena persona, pero a veces es un maldito imbécil que no sabe controlar sus palabras. Por otro lado también tienes curiosidad, Kyojuro es alguien mayor, así que debió de haber tenido otro tipo de aventuras antes; no te molestará para nada no haber sido la primera porque es algo de esperar, sin embargo, escucharlo decir otro nombre dolerá y es seguro. Tragaste saliva, tu prometido se quedó callado por unos segundos, su mano se posó sobre la tuya y te apretó con cariño.

—Sí fue con _________ —respondió con una sonrisa calmada.

Tus ojos se abrieron de par en par, Shinobu apretó tu otra mano de la emoción y Tengen no pudo evitar hacer más cuestiones.

—¿Cómo es posible? Eso es... ¡Realmente extravagante!, ¿por qué no me lo contaste?, Oh... Es probable que estés bromeando para... Entiendo, entiendo.

—¡No es ninguna mentira! —agregó. —Las demás mujeres nunca me gustaron lo suficiente como para llegar a algo más allá con ellas. A lo mucho llegamos... No sé, ¿una que otra caricia?

Todo tu rostro se puso rojo, no sabes cómo deberías sentirte en este momento; feliz, alegre, avergonzada, celosa, afortunada... Sientes un montón de cosas combinadas entre sí, pero de lo que estás segura es que, estás apenada en su totalidad. Temblaste intentando contener tu risita nerviosa, Rengoku sintió eso, te rodeó los hombros con el brazo derecho y te acercó a él para dejar un beso en tu cabello.

—¡Eres realmente especial, _________! —exclamó el amigo de tu novio.

Recibió otro golpe por parte de la joven de puntas moradas.

—Cariño... —el mayor se inclinó para murmurar en tu oído. —Cuando hacemos el amor, ¿te gusta lento o rápido?

Le diste un trago a tu cerveza, todo tu rostro está rojo, esa pregunta te puso nerviosa; realmente no la esperabas.

—¡Oigan, ustedes dos! Se supone que debemos escuchar todos —se quejó el de ojos fucsia.

—Rápido... —respondiste. —¡Deberíamos ir a dormir ya!

—Es muy temprano, ________-chan —tu amiga te tomó de la mano.

—Shinobu y tú podrían dormir en nuestra habitación, Uzui si quieres puedes dormir en la otra habitación, ahí suele quedarse Senjuro cuando viene acá —sugirió.

—¿Tú dormirás en el sofá? —lo miraste.

Asintió con una sonrisita.

—¿De verdad ya iremos a dormir? —volvió a cuestionar el peliblanco.

—No, aún podemos hacer algunas cosas —mencionaste.

La siguiente hora se la pasaron hablando puras tonterías por culpa del alcohol. Te acostaste junto a Shinobu, ella se durmió rápido, aprovechaste para salir de la cama con cuidado de no despertarla. Abriste la puerta y luego la cerraste lo más lento que pudiste, tu objetivo era revisar si tu prometido ya había dormido, no fue así, te acercaste al sofá y te sentaste a su lado. Él te volteó a ver, esbozó una sonrisa.

—¿No puedes dormir? —preguntó.

—Es medianoche, ¿no? Es algo temprano. ¿Tú qué haces despierto?

—Este día fue tan lindo gracias a ti y a los demás que sigo emocionado —confesó.

Te moviste hacia la orilla del sofá provocando que Kyojuro te vea extrañado, palmeaste con suavidad tus piernas; entendió de inmediato y se recostó en ellas. Cerró los ojos cuando sintió tu mano en si cabeza, pasaste tus dedos por su cabello se deslizaron con facilidad, los mechones que suelen estar desacomodados hacia arriba ahora caen sobre su frente. Pusiste tu otra mano en su abdomen, están en silencio, pero ni siquiera es necesario hablar para demostrar lo cómodos que se sienten con la presencia del otro. Rengoku puso una de sus manos sobre la tuya y la apretó de manera delicada.

—Me encontré con tu padre en la tarde —comentaste. —Hablamos durante un rato, intentó ocultarlo, pero sé que me aceptó.

Una risita salió de tu boca.

—¿Ah sí? —el rubio abrió los ojos.

—Así es, él solo se estaba preocupando por ti —agregaste.

—Me alegra —respondió con un tono suave. —________, quiero preguntarte algo...

Le pusiste atención.

—¿Cuándo quieres casarte? ¡Hablamos sobre todo menos de esto!, ¿quieres una fiesta grande o algo más familiar?

—Tranquilo, Kyo, aunque debo admitir que nunca creí llegar a hacer esto; así que no lo sé. Hagamos algo un poquito grande...

Waka, su perro se les acercó a ladrarles para que alguno de los dos lo acaricie. Rengoku fue quien lo hizo.

—Te amo mucho, _________ —se levantó para acomodarse a tu lado. —Mucho.

Dejó un beso en tu frente, tus mejillas se ruborizaron. Tomándote del mentón te hizo verlo para luego unir sus labios, hizo una leve presión, mordió tu labio inferior. Al separarse le diste un empujoncito, provocando que riera.

—Tengen y Shinobu podrían vernos así, no hagas nada —te recostaste sobre tu hombro.

—Nada nuevo para nosotros —respondió rodeando su cintura con su brazo. —Te amo.

—Sobre lo que dijiste cuando estábamos jugando...

Kyojuro esbozó una sonrisa inocente, sabe a lo que te refieres, te apretó con suavidad acercándote más a él.

—¿No puedes creer que es verdad?, ¡Por supuesto que lo es!, eres la única mujer en mi vida y la primera y última a la que le daré todo lo mío.

Solo querías escuchar que dijera cosas bonitas, en realidad sí le creías y ahora mucho más.

—Sin importar qué, siempre te voy a amar solo a ti —agregó.

—Kyojuro, te amo —lo miraste. —Te amo mucho, mucho, mucho.

Una risita salió de su boca.

—Yo te amo más, ___________.

Un capítulo más y toca el epilogo jijiji ><

Cuántos hijos quieren? Jujuju

Me va a doler un montón terminar la historia, de verdad XD

Casi no tengo nada que decir, espero que este capítulo les haya gustado, intenté dar un súper resumen porque casi no habían cosas muy importantes que explicar, por lo menos en este; el siguiente será importante y pues... Luego toca el epílogo XD

¿Se esperaban lo de Kyojuro? 😳

Gracias a aniexte por seguir ayudándome jijiji❤❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro