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Capítulo 15

El cielo está parcialmente nublado, sin recordarlo; el país entró en época de lluvia. Acomodaste la bufanda que se encuentra alrededor de tu cuello, el aire se siente algo frío y aunque parece que va a llover, el día es bonito. Estás concentrada viendo por la ventana, Shinobu no está contigo y lamentablemente le tocó en un grupo diferente al tuyo, por ende estás sola sin hablar con nadie. Nunca esperaste que esto pasara, tampoco pasó por tu mente que ustedes dos se separaran, les tocó por dos años juntas así que creyeron volvería a suceder.

Iniciar el tercer y último año de clases es algo extraño, te sientes como cuando llegaste, tu mejor amiga no está contigo y tus sentimientos por un profesor son un problema.

—¿_______-chan? —te preguntó una de tus compañeras, volteaste a verla.

—¿Si?

—Escuché un rumor de que Rengoku sensei te solía dar clases —cerraste los ojos.

Una sonrisita de molestia apareció en tu rostro, y también recordaste la sensación del beso que se dieron. La seguiste escuchando, intentando fingir no sentirte molesta por ese tipo de preguntas; las chicas que gustan de Kyojuro, a veces suelen preguntarte eso, incluso cuestionan si tus malas calificaciones eran a propósito; también comenzaron a presumir lo mucho que se esforzaban para recibir sus elogios. El hecho de estar en tercer año, las hizo tener un aire de esperanza imposible, que nunca sucederá (por lo menos con ellas) y gracias a ello; te molestan a ti. Apenas pasó una semana, y ya tenías a muchas compañeras sobre ti tratando de ser tus amigas, mientras preguntaban por Rengoku; esa es la razón por la cual extrañas mucho a Shinobu.

—Tú recibiste clases de su parte... Yo soy lo demasiado tímida para pedirlo —estaba jugando con sus dedos mientras desviaba la mirada.

En ese momento abriste los ojos, tu confusión no pudo ser mayor. Historia ya no es tan importante, y de las 4 horas que tenías a la semana ahora solo te dan una. Para colmo tu tutor es Kyojuro, así que tutoría tampoco es la materia más difícil del mundo.

—Disculpa —ella te miró. —Pero yo no se lo pedí en esa ocasión, si va a ser un bien para ti, debes de pedirlo tú.

«Yo no se lo pedí en esa ocasión...» de alguna manera sonó pretencioso. El desde un principio dijo que te ayudaría, tú solo aceptaste porque realmente estabas mal, al final comprendiste la materia y te enamoraste, la fórmula salió mal, pero fue efectiva.

—¡Así que no te preocupes! Es alguien amable, no temas mucho en pedirle algo así, seguro acepta —añadiste al ver la expresión que había puesto la chica.

—¿N-no sería posible que me ayudaras? —insistió.

—¡Es súper imposible!

Tus brazos formaron una "x", mientras mantenías la sonrisa en tu rostro.

—¡Esfuerzate! Si pones empeño tu sola, Rengoku te reconocerá —ella sonrió.

Por lo menos esta chica fue sutil, hace un par de días unas te pidieron que le preguntaras sobre su número, el cual obviamente tienes pero omitiste ese dato. Tus anteriores compañeras eran tranquilas, preferiste escucharlas hablando de Sanemi y Tomioka, te sorprende las pocas que hablaban de Kyojuro, pero ahora que lo recuerdas era más tranquilo. Ella regresó a su asiento sin agradecer, suspiraste, no era la primera vez y comenzaste a acostumbrarte desde el tercer día. Sacaste los muñecos que Oba te regaló aquella vez, mientras te recostabas sobre tus brazos los observaste.

Durante los últimos dos días habías intentado acercarte a Kyojuro para hablarle, sin embargo algo te lo impedía, eran tus compañeras o le surgía algo a él, tampoco querías mandarle un mensaje porque deseas hablar de frente, así que estás comenzando a dudar y en realidad debes confesarte.

Miraste el reloj en tu muñeca (regalo muy adelantado por parte de Shinobu), y te diste cuenta que en cosa de nada empezaba la clase, pero no recordabas de que clase se trataba. Ni siquiera tuviste que revisar tu horario, cuando volteaste hacia la puerta, tus ojos se posaron sobre la figura de Kyojuro. Él saludó, uno de tus compañeros indicó que se levantaran todos, hicieron una reverencia y también dijeron "buenos días". Ahora que sabes que tu amor no platónico pero sí difícil de corresponder está aquí, toca adivinar si es historia o tutoría lo que toca.

Volviste a ver los llaveros que tienes en las manos y suspiraste, volviendo a guardarlos en la bolsa de tu uniforme.

Rengoku se dio cuenta de esto cuando te vio, sin embargo siguió como normalmente con la clase.

—Abran su libro en la página 56 por favor, hoy vamos a ver sobre el periodo Taisho.

Sacaste tu libro y esperaste a que la clase terminara.

No podía ser más tu sorpresa cuando esta hora se te fue muy rápido. Kyojuro tomó todas sus cosas, en este momento es tiempo para almorzar. Sacaste tu celular y con rapidez buscaste el contacto de Shinobu para enviarle un mensaje y decirle que la verías un poco tarde, no respondió pero sí lo vio. Kyojuro se despidió y cuando ibas saliendo, guardaste tu celular en la bolsa de tu falda, te levantaste luego de sacar tu almuerzo y fuiste detrás de él.

«¿Debería decirle usted o tutearlete preguntaste demasiado tarde cuando los dos habían salido.

Empezaste a caminar a su lado.

—¿Puedo hablar con usted, Rengoku? —preguntaste.

Ese fue como un balde de agua frío encima del rubio, habían conseguido tener tanta confianza para no usar formalidades y se le hizo extraño que hablaras así, supuso que fue porque se encuentran en la escuela.

—¡Claro, te escucho! —respondió volteando a verte.

—Es una duda muy... Extraña quizás —él te miró con curiosidad.

Metiste una de tus manos en el abrigo que llevabas, en su bolsa y apretaste los muñecos, intentando conseguir valentía. No podías arrepentirte luego de que lograste entablar una conversación con él.

—¡Intentaré ayudarte con lo que sea, dime! —respondió.

Tu corazón no podía encontrarse latiendo más rápido.

—Profesor... —tragaste saliva. —¿Qué se siente enamorarse?

—Eso... —Kyojuro se detuvo a pensar en tu pregunta, lo tomó muy por sorpresa.

"¡Gracias por haber dado el consejo de ser directa indirectamente, Shinobu!" las palabras aparecieron en tu mente cuando él se quedó callado. Viste como aparecía una sonrisa en su rostro y abrió la boca para hablar.

—Es cuando no puedes-

Se vio interrumpido por la voz de tu amiga, quien se encontraba detrás de ustedes. Volteaste a verla, ella sonrió mientras te saludaba con la mano, cuando vio a Rengoku se dio cuenta de que había interrumpido en el peor momento, y ahora sin quererlo.

—Oh... Lo lamento —se disculpó. —Como habías dicho que ibas a tardar, decidí venir yo, no creí interrumpir.

Te comentó, Kyojuro soltó una risita.

—Ve con tu amiga, ________. Búscame después para que pueda responderte.

Entonces continuó con su camino, un gran suspiro salió de tu boca, Shinobu ahora sí no lo hizo a propósito; esta vez sí llegó en un muy mal momento. A pesar de ello no te sientes enojada, de alguna manera estás agradecida porque no sabías cuanto te iba a gustar la respuesta de Rengoku. Así que de alguna manera estás feliz de que la azabache interrumpiera.

La tomaste y la rodeaste con tus brazos, ella no dijo nada y correspondió.

Se quedaron así un momento.

—Vamos a comer. Parece que va a llover así que deberíamos hacerlo adentro.

—¡Vamos a la azotea! —sugeriste. —comamos en las escaleras.

—Siento mucho haber interrumpido, _______-chan —se disculpó cuando comenzaron a caminar.

Negaste.

—No estaba preparada para decírselo directamente, ni siquiera se lo dije. Sólo le pregunté que se siente enamorarse, aún sigo teniendo miedo de lo que pudo haber respondido.

Shinobu tomó tu mano y te dio un apretón cariñoso, volteaste a verla y reíste.

—¿Qué fue eso?

—Esto es mejor a que te de un golpe —respondió. —No seas tonta, de seguro también le gustas.

Lo del golpe hizo que se borrara tu sonrisa, lo siguiente te hizo suspirar. Comenzaron a subir las escaleras y cuando llegaron a la puerta para salir a la azotea, se detuvieron ahí, la abrieron para poder ver el cielo, y se sentaron en el último escalón, sacando su comida.
Shinobu sacó algo en especial.

—Feliz cumpleaños —te dijo mientras ponía una vela en una rebanada de pastel y la encendía.

—¿Cómo metiste ese encendedor? —preguntaste con confusión.

Ella te guiñó el ojo y sonrió.

—¿Preguntas por esto y no porque celebro tu cumpleaños antes de tiempo? En verdad eres rara, ______-chan

—Tú también —reíste. —Muchas gracias...

Tomaste la rebanada de pastel, ibas a soplar pero Shinobu te detuvo.

—¿Dónde quedó el deseo? Vamos pídelo, no hace falta que me digas, sé que será.

Reíste, te detuviste un momento para pensarlo y luego soplaste. «Deseo tener la valentía de poder decírselo...» Fue simple pero de seguro eficaz para ti. Tu amiga quitó la vela del pastel y la dejó en el suelo. Te dio un tenedor y comenzaste a comerte el pastel, ella hizo lo mismo con otra rebanada que tenía guardada.

—Sé que también estás teniendo problemas con tu mamá, así que no quiero que te deprimas tanto —comentó la de puntas moradas.

—Eso... Mañana podré tomar todo el dinero que he ahorrado este tiempo y mudarme —dijiste alegre.

—De seguro también me haz extrañado mucho —reíste.

—¡Claro que sí! Aún así estoy feliz de que podamos comer juntas —respondiste.

—Espero que cuando Rengoku y tú estén juntos, el no acapare todo tu tiempo —Shinobu bromeó. —Yo te conocí... Ara ara, el destino hizo que ustedes dos se conocieran primero. ~

Casi te atragantas con el pastel, empezaste a reír, negaste.

—No digas tonterías —reíste, cuando terminaste tu pastel abriste tu obento. —Hoy traje para las dos.

—¡Mañana por supuesto volveré a traerte pastel! Porque en realidad compré uno grande para ti, pero me iba a ser difícil traerlo —río.

—Podría ir a tu casa —sugeriste.

—Tal vez, pero mientras disfrutemos aquí.

Asentiste con una sonrisa.

Se la pasaron platicando, cuando estaban apunto de irse, recibiste una llamada. Le pediste que se adelantara, que fuera a su clase o la iban a regañar, entonces respondiste una vez se fue, se trata de tu madre.

“¡Tú, niña! ¿Cómo que planeas irte de casa?”

No respondiste nada.

“Eres una malagradecida, trabajando a mis espaldas, guardando dinero sin darme algo... De verdad eres una hipócrita.”

Te quitaste el celular y en cuanto lo hiciste comenzó a llover. Le colgaste sin siquiera responderle. Así como la lluvia, tus lágrimas comenzaron a caer de tus ojos. Ni siquiera había pasado por tu mente, tu madre era quien te quitaba el dinero y aprovechó para reclamarte un día antes de que seas mayor de edad. Te limpiaste las lágrimas con la manga de tu abrigo, guardaste tu celular y dejaste tu abrigo en las escaleras, te dirigiste a una de las bancas que se encuentran en la azotea, y te sentaste. No querías mojarte a propósito, pero sí querías que te cayera agus fría para pensar sobre la situación. Estás llorando, de un momento a otro tu alegría y felicidad se convirtió en tristeza y molestia, nada podía ser peor a lo que estás viviendo en este momento.

Miraste tu reloj, te toca inglés pero no tienes ganas de pensar en nada en este momento. Tragaste saliva, te diste un par de palmaditas en las mejillas y te levantaste. Querías gritar, pero no podías.

—Ella no pudo haberme quitado todo mi dinero, ¿verdad? —te preguntaste mientras volvías a las escaleras.

Sacaste tu celular y empezaste a ver tus contactos, querías hablar con alguien, pero no deseas preocupar a Shinobu, tampoco molestar a Kyojuro que se encuentra dando clase, y menos tenías amigos cercanos para contar tus problemas. Tú día no podía ir de mal en peor.

Necesitas un momento a solas, para mal en la escuela. Decidiste saltarte la clase de inglés para ponerte a pensar en tu vida.

«¡Nada puede salir peor que esto! Lo haré, se lo diré, no me importa qué o cómo, lo haré.»

ESTO  ES LO QUE SUCEDIÓ ANTES DEL ONE SHOT

YA QUE TENEMOS CONTEXTO SIGAMOS! La parte siguiente ahora sí será el one shot, pero no voy a copiar y pegar, va a tener algunas modificaciones (mínimas espero) para que se disfrute más. ÙwÚ

Espero les haya gustado, nos vemos pronto ✨

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