𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 34: 𝑈𝑛𝑎 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑎 𝑣𝑒𝑧
Canción del capítulo: Sabrina Carpenter - Skin.
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Julia había obtenido su regaño siendo declarada de nuevo como la hija problemática y una mala influencia para Olivia, no le sorprendía a estas alturas, pero si le parecía un tanto injusto que sus padres se enfocaran sólo en el hecho de que JungKook era profesor y Olivia era su alumna, ellos no conocían la relación como tal, no sabían el apoyo que era el chico para su hermana o viceversa. Sólo estaban juzgando por lo típico, al mismo tiempo entendía un poco sus reacciones pues ella misma hubiera reaccionado hasta peor.
La razón de su visita a Seúl había sido principalmente Kim NamJoon, quería conocerlo, atreverse a dar un paso importante como era el conocerse físicamente, ya sabían cómo eran mediante video llamadas, pero socializar en persona era otra cosa. La segunda razón fue su hermana, quería a Olivia, aunque no fueran las hermanas más unidas del mundo, graciosamente se volvieron más unidas con toda esa situación.
Su teléfono descansaba a su lado en el sofá, decidió tomarlo enviándole un mensaje a Liv.
Julia:
¿Siguen lanzando maldiciones por allí?
No pasó mucho en el que tuvo respuesta.
Olivia:
Papá se fue al trabajo y mamá está abajo.
Julia:
¿JungKook te ha escrito?
Olivia:
No. Me siento muy avergonzada para escribirle.
Presionó la opción de llamar colocando el aparato en su oreja, Olivia en su habitación respondió estando sobre su cama.
— ¿Sí?
—No preguntaré como estás, obviamente estás mal—Liv cubrió su boca comenzando a sollozar. Aun así, su hermana lo supo—No llores, Olivia.
—No puedo—su voz fue temblorosa.
—Sabíamos el tipo de reacción que tendrían, ¿No? —intentó apartar las lágrimas, aunque más salían sustituyendo las anteriores—Sé que duele y angustia, pero necesitas calmarte, Liv.
—Ya no sé qué pensar ni decir, quería aprovechar estos meses que quedaban, pero ahora él se irá—de nuevo sollozó—Se irá a Busan, renunciará a la escuela—cubrió sus ojos con su mano. A Julia le angustió escucharla tan destrozada—Dijo que estaba enamorado de mí, dijimos la palabra que costaba decir—sorbió su nariz—No puedo hacer nada, Julia, lo amo, no creo que esté mal.
—Oye, respira, ¿Me escuchas?
—No quiero.
—Olivia, escúchame, respira, debes calmarte—la joven intentó hacerlo sintiendo el nudo en su garganta tensarse— ¿Quieres que hable con JungKook?
—Dile que estoy muy avergonzada para hablarle.
—Hablaré con él y hablaré con NamJoon. ¿De acuerdo?, pero debes calmarte, controla tus emociones—dejó de escuchar los sollozos— ¿Está bien?
—Ya no puedo salir de casa sola.
—No te preocupes, buscaré una solución. Volveré a llamarte en la noche.
—Julia.
— ¿Sí?
—Gracias por ser mi hermana mayor.
—No digas eso, tonta.
—Lo que dicen mamá y papá no es cierto, eres un buen ejemplo a seguir.
Julia sonrió ladinamente sintiendo un agradable calor en su pecho al escucharla.
▪︎▪︎▪︎
—Lamento el espectáculo que hizo mi padre.
—No te disculpes—JungKook estaba guardando su ropa en bolsos y maletas. Su semblante era serio, estaba molesto, se notaba—Lamentable es que haya terminado tan rápido de nuevo.
—Olivia está muy avergonzada—lo miró caminar del armario a la cama.
— ¿Estaba llorando?
—Sí—él suspiró deteniéndose un momento— ¿Has hablado con NamJoon?
—Le envié mi renuncia por correo.
— ¿Vas a irte a Busan?
—Le di mi palabra a tu padre.
—Sí, pero no debes cumplirla.
JungKook tomó asiento en la cama mirándola.
—No me importa perder el trabajo porque iba a perderlo de todas maneras, lo que no quiero es pasar mi tiempo en la cárcel y ciego—acomodó sus gafas—Sí, teníamos planes, pero siempre ocurre algo que lo impide. Tal vez, después de todo no merecemos estar juntos.
—Lo siento mucho, JungKook.
—Yo también—suspiró—Pero al mismo tiempo fue un placer conocerte.
—Digo lo mismo.
Justo en ese momento el teléfono del chico comenzó a sonar, JungKook al ver el nombre en la pantalla respondió.
— ¿Cómo que renuncias? —era NamJoon. Kook puso el altavoz permitiendo que Julia escuchara— ¿Leí bien el mensaje?, ¿El padre de Olivia se enteró?
—Leíste bien—intervino Julia—Alguien les envió unas fotos a mis padres, al parecer alguien estuvo siguiendo a JungKook y Olivia.
— ¿Dónde está tu hermana?
—En casa. De nuevo tendrá a mis padres como guardaespaldas.
—Dios mío—se escuchó su suspiro—Sabía que esto pasaría.
—Volveré a Busan, hyung. Le escribí a mis padres, estoy guardando mis cosas, luego vendré para vender la casa.
—¿Tan rápido?
—Mi padre dijo que debería irse y alejarse de Liv o lo denunciaría a la policía.
— ¿Fue a verte, JungKook?
—Con Liv—restregó sus ojos por debajo de las gafas—Es mejor hacer todo bajo perfil, mañana irán a hablar contigo, quiero que les digas que no sabías nada sobre esta relación.
— ¿Qué? —la confusión del otro lado de la línea fue clara.
—Si se enteran que sabías te meterás en problemas también, diles que no estabas enterado y les muestras mi carta de renuncia.
— ¿Crees que saquen a Olivia de la escuela?
—No lo creo—respondió Julia—Ellos la dejarán allí.
—Supongo que tu hermana está...
—Destrozada, sí, le dije que vendría a hablar con JungKook y que luego hablaría contigo.
— ¿Estás en casa de JungKook?
—Sí.
—Terminaré unas cosas y te escribiré para vernos. Luego hablamos JungKook.
—Está bien.
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La noche había caído finalizando un día más. Olivia había estado muy callada en la cena, no había almorzado y tampoco tenía apetito con todo lo que estaba pasando. Su padre no había llegado todavía del trabajo, sólo su madre pasó todo el día en casa asegurándose de que no saliera. Cuando estuvo en su habitación con su pijama puesta se preguntó a sí misma, ¿Quién había enviado esas fotos?, ¿Quién las había tomado?, eran fotos en diferentes lugares, alguien la estuvo vigilando incluso anoche cuando fueron al karaoke.
Liv suspiró recordando lo de anoche, había visto a JungKook llorar por primera vez y fue doloroso no poder ayudarlo.
Olivia lo abrazó dejando que sollozara en su hombro, se sintió como una mala persona al no poder ayudarlo como quería, a veces un apoyo no lo era todo.
—Lo siento—susurró ella—Si pudiera curarte lo haría.
Los sollozos se calmaron unos minutos después, Liv limpió sus mejillas quitando sus gafas por unos segundos. Seguía sentada sobre sus piernas y ambos estaban desnudos en la parte superior, Liv tenía su brasier blanco puesto aún.
—No lo lamentes, haz hecho más que el resto.
Olivia depositó un corto beso a sus labios abrazándolo de nuevo.
Su teléfono recibió un mensaje, el nombre en la pantalla aceleró su corazón.
JungKook:
¿Estás despierta?
Otro más llegó.
JungKook:
No te sientas culpable, sabíamos el riesgo que corríamos.
Liv tragó con dificultad sintiendo las molestosas lágrimas. Se hundió más en su cama apagando la lámpara de la mesa de noche siendo iluminada sólo por su teléfono.
Olivia:
Lo siento mucho.
JungKook:No lo hagas, no hay nada que lamentar.
Olivia:
¿Puedo llamarte?
No recibió respuesta pues su respuesta fue llamarla a ella. Acercó el teléfono a su oreja respirando profundo, se cubrió con las sábanas hasta el cuello sin saber que decir primero.
—Julia vino a verme en la mañana—inició él. Su voz era baja y calmada, aunque calmado no estaba internamente—Luego NamJoon me llamó—hizo una pausa—Le envié mi renuncia por correo—Olivia cubrió su boca al no ser capaz de controlar sus sollozos. Se sentía culpable incluso así no tuviera culpa de nada—Ya la firmó. Hablé con mis padres también, estoy guardando las cosas para irme.
La chica respiró profundo apartando las lágrimas.
— ¿Irás a Busan?
JungKook notó lo temblorosa de su voz. Sabía que estaba llorando.
—Sí.
-Dejaremos nuestra salida para otro momento.
Sonrió apenas sin saber cómo decirle lo siguiente. JungKook se sentó en el suelo de su cuarto en medio de varias cajas.
—Quiero que vivas tu vida, Olivia. Tienes dieciocho años, eres una chica hermosa y maravillosa, conocerás muchas personas, entre esos, chicos que querrán conocerte a fondo como yo lo hice—hizo una pausa. Él también se sentía como un hipócrita diciendo eso—Esto sólo fue una experiencia, ¿De acuerdo?
—No me pidas que me olvide de esto.
—No te lo pido, debes hacerlo.
— ¿Nos daremos por vencido?
—Nadie está rindiéndose, estamos haciendo lo que íbamos a hacer luego de tu graduación y eso es despedirse—indicó—Regresa a Miami, estudia para ser enfermera, ama tu carrera, comienza tu trabajo y conviértete en la increíble mujer que sé que serás.
— ¿Y si no lo soy?, ¿Y si después de esto todo se vuelve peor?, ¿Y si no vuelvo a enamorarme?, no quiero enamorarme, quiero estar contigo.
—Eso lo dices porque estás molesta ahora mismo, pero la vida es así y las personas siguen adelante—ella negó con la cabeza negándose a aceptarlo—Eres joven.
—Tú también eres joven, esto es injusto.
—Olivia. No quiero ser duro contigo, cuando la llamada acabe borraré tu número—todo estaba siendo doloroso—Quiero que hagas lo mismo con el mío.
— ¿Y qué si no lo hago?
—Será peor para ti. Vive una buena vida.
—No cuelgues por favor—suplicó—Incluso si no decimos nada no cuelgues, saber que la llamada sigue activa...me calma un poco.
—Recuerda esto, nadie es indispensable en la vida de alguien, todos podemos seguir adelante sin necesidad de tener compañía. No alarguemos esto.
—Te amo—se arriesgó a decir—No puedo decirte adiós, pero...puedo decirte esto, te amo.
JungKook se quitó las gafas respirando profundo, su corazón dolió ante esas palabras.
—Te amo, Olivia Miller.
Fue lo último que escuchó antes de que él colgara.
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