La mañana había iniciado con el desayuno en la cama, desde los primeros débiles rayos de sol había comenzado a lloviznar, al parecer sería un día lluvioso, las ventanas en la casa estaban cerradas y las cortinas impedían que algo de luz entrara a la habitación, en la mesa de noche estaba la bandeja con los platos vacíos del desayuno. JungKook había preparado algo de comer para ambos sorprendiendo a Liv con el desayuno en la cama, anoche había sido una larga noche para ambos donde no dejaron de demostrarse cuanto se necesitaban y cuanto se querían.

Luego del desayuno entre risitas y tontas sonrisas las caricias con los besos iniciaron de nuevo repitiendo aquel calor y sensación de anoche. Ambos cuerpos estaban enredados entre las sábanas, JungKook se encontraba sobre el cuerpo delgado de Olivia llenando su cuello de besos húmedos embistiendo una y otra vez. La rubia acariciaba su espalda entre algunos gemidos y jadeos disfrutando el placer que él brindaba. Una vez sus bocas volvieron a juntarse los chasquidos se escucharon en la habitación, abrazó el cuello de JungKook con sus brazos al tiempo que abrazaba su cintura con sus piernas.

En cambio JungKook acarició una de sus piernas empujando sus caderas con más fuerza escuchando los gemidos de su pareja, la presión fue liberada de ambos cuerpos dejando un ligero agotamiento físico, los besos siguieron un poco más sin tener intenciones de detenerse. JungKook salió de su interior recostándose a su lado y ella recostándose en su pecho disfrutando aquel momento.

Rodeó sus hombros con su brazo besando su frente. Liv con ojos cerrados sonrió un poco.

—Quiero quedarme así.

— ¿Qué le dirás a tus padres?—sus respiraciones eran un poco agitadas todavía, poco a poco fueron calmándose.

—No quiero pensar en eso—acarició su pecho.

— ¿Les dirás que estuviste con tu hermana?

—Julia no quiere que lo sepan.

—Pero terminarán haciéndolo de alguna manera, ¿No?

— ¿Cómo está tu visión?—cambió el tema. Se apoyó en su codo mirándolo— ¿Sigues sin ver el color rojo?

—Sí.

—Ahora que recuerdo, debes practicar a caminar sin ver—se levantó de la cama colocándose su ropa interior. En vez de vestirse con su ropa, sólo se puso su suéter azul rodeando la cama—Vamos, levántate.

—Estoy agotado, gracias.

—Jeon JungKook.

—Olivia Miller—imitó su tono. La chica usó el encanto de sus ojos y él cedió, se colocó su ropa interior permitiendo que ella vendara sus ojos después con su propia camisa.

Hizo que JungKook se colocara de pie tomando sus manos.

—Bien, escúchame, vas a caminar derecho...—lo colocó en la posición que debía—hasta la puerta. Contarás tus pasos y una vez estés en la puerta te indicaré. Así irás memorizando cuantos pasos son hacia cada habitación o lugar.

— ¿Sabes que esto es inútil?, me mudaré a casa de mis padres, necesitaré otro conteo.

—Este te ayudará por si tu visión empeora más antes de que te vayas—él suspiró provocando una sonrisita en ella—Al mal tiempo, buena cara, profesor Jeon.

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La señora Miller chasqueó la lengua cuando la llamada cayó en la contestadora. Respiró profundo dejando el teléfono en la mesa, el señor Miller entraba a la cocina algo somnoliento, se sentía cansado con la presión del trabajo. Al ser extranjeros le exigían el doble que a los demás.

—Buenos días, amor—depositó un beso en los labios de su esposa— ¿Olivia se fue a la escuela?

—Sobre eso—vaciló un poco—No quería contarte la verdad pues no lo veía grave, pero la situación está preocupándome.

— ¿De qué estás hablando?

—Olivia está saliendo con alguien.

—Sí, sus amigas, ¿No?

—No, hablo de salir enserio con alguien—los ojos azules del señor Miller se abrieron como platos—Olivia no ha llegado desde que se fue anoche, estoy preocupada y asustada, no responde su teléfono.

— ¿Por qué no me llamaste antes?

—Lo siento.

—Avisaremos a la policía, sigue intentando llamarla, me cambiaré e iremos a la comisaría.

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El teléfono de Olivia recién terminaba de cargarse, había usado el cargador de JungKook, al encenderlo tuvo muchos mensajes y llamadas perdidas tanto de su hermana como de sus padres. Pasó sus dedos por su cabello sabiendo que debía muchas explicaciones, una llamada entrante recibió, el número era desconocido pero aseguraba que era Julia. Tomó una bocanada de aire antes de responder.

— ¿Hola?

— ¡Finalmente contestas!, me estaba preocupando.

— ¿Qué sucede?

—Sigues molesta conmigo.

—Voy a colgar.

—Espera. Quiero que hablemos las dos, ¿Podemos?, supongo que estás en la escuela, ¿Podemos vernos luego de clases?

—No estoy en la escuela.

—Oh, ¿Te quedaste en casa?

—Algo así—no iba a decirle la verdad—Te escribiré donde vernos.

—Está bien.

Olivia colgó escribiéndole un mensaje con la dirección. Se levantó de la cama saliendo del cuarto, caminó a la cocina escuchando a JungKook hablar por teléfono. Se detuvo en el umbral de ésta mientras él caminaba dándole la espalda.

—Mamá, no puedo irme ahora—hizo una pausa—No lo sé—Liv colocó sus manos detrás de su espalda—Dame unos meses, no, no es necesario que vengan—giró sobre sus talones encontrando la imagen de Liv con sólo su suéter largo puesto. Ésta sonrió un poco esperando que terminara de hablar—Está bien—colgó.

— ¿Tu madre piensa venir?—se acercó a él.

—Espero que no.

—Debo vestirme, Julia quiere que nos veamos.

— ¿No deberías llamar a tus padres?

—Lo haré en el camino—abrazó su torso y él la rodeó con sus brazos— ¿Te veo mañana en la escuela?

—Allí estaré—asintió.

Como sello de aquello compartieron un dulce beso.