Capítulo 2
Baekhyun estaba en un cuarto de baño ajeno mirando la camiseta y los pantalones cómodos que aún estaban en su mano. Llevaba así más de diez minutos sin moverse, intentando recordar cómo había llegado a esa situación.
Después de que descubriera que el acompañante de Sehun era ni más ni menos que su profesor particular, las cosas habían sucedido bastante rápido, al menos para el cerebro alterado por el alcohol de Baekhyun.
Sehun le explicó amablemente que Chanyeol y él eran amigos, que se habían conocido en el instituto y que estudiaron juntos la misma carrera. El alto no abrió la boca, simplemente lo fulminó con la mirada, haciendo que Baekhyun tan sólo prestara atención a medias a lo que le estaba diciendo Sehun.
Chanyeol se inclinó hacia Sehun, quien tan sólo asintió antes de que Baekhyun fuera arrastrado por una mano fuerte y firme en su antebrazo fuera de la discoteca hasta el exterior. Su confusión aumentaba por momentos, pero no creía que Chanyeol le hubiera dicho a Sehun que prefería follarse él al rubio esa noche.
El moreno lo había sacado a rastras, pero una vez fuera no lo soltó como pensó Baekhyun que haría. Lo siguió arrastrando hasta la que su cerebro reconoció como la moto de su profesor de Literatura, casi tirándole el casco de respuesto a la cara y haciendo que el más bajo casi se cayera por pillarlo en el aire.
- Podrías dármelo en la mano, imbécil -murmuró, colocándoselo, pero Chanyeol se acercó a él, nada contento.
- ¿En serio, Baekhyun? ¿Es lo único que tienes que decir?
No le dio tiempo a responder. Se colocó él mismo su casco y subió a su moto, una Honda VFR 1200 negra que sus padres le habían regalado al terminar la carrera según pudo saber Baekhyun en una de las nada sutiles preguntas acerca de la vida de su profesor durante sus clases, y le indicó con la cabeza que se montara tras él.
- Agárrate, no vaya a ser que te caigas en una curva.
Baekhyun se subió y agarró con manos temblorosas la chupa del mayor. Bufando, Chanyeol cogió sus manos y lo hizo rodearle la cintura con fuerza.
- Estás borracho, Baekhyun, lo que menos me hace falta es que te abras la cabeza mientras te llevo en la moto.
Arrancó, haciendo que el estruendo resonara en toda la calle antes de salir a las calles de Seúl. Si el rubio estuvo tentado en algún momento de aflojar el agarre, al primera curva que hizo que casi se cayera lo hizo cambiar de opinión, aferrándose al mayor como si al vida le fuera en ello y pegándose a la ancha espalda de Chanyeol.
No hacía frío, pero el aire sí lo estaba y le hacía lloriquear los los ojos, así que optó por cerrarlos para evitar lágrimas que el alto pudiera malinterpretar como rabia o alguna pataleta infantil.
En realidad se estaba maldiciendo, joder. Había intentado mejorar la imagen que Chanyeol tenía de él y había acabado echando sus esfuerzos por la borda en una rabieta y un ataque de celos. Quizá lo que más le jodió fue que, aunque el alto jamás respondió a sus insinuaciones, tampoco nunca le dijo que parara aunque estas fueran muy obvias, haciendo que Baekhyun pensara que realmente tenía posibilidades.
La moto se detuvo de repente y la grave voz de Chanyeol le anunció que habían llegado. Bien, pensó Baekhyun, porque pensaba tirarse en la cama y dormir hasta que el cuerpo aguantara, no tenía ni ganas ni intención de presentarse al examen del día siguiente.
Sin embargo, la realidad lo abofeteó en la cara cuando abrió los ojos y se encontró que aquel bloque de pisos, definitivamente, no era su casa.
- ¿Qué clase de broma es esta? -miró enfadado al mayor, quitándose el casco.
- ¿Broma? Oh, no, Baekhyun, esto no es ninguna broma -Chanyeol se acercó, el casco en la mano, y le arrancó el suyo de las manos-. Si te dejo en tu casa, mañana no irás al examen y bastante has hecho ya saliendo de fiesta.
- ¿QUÉ? -Chanyeol lo ignoró.
- Esta es mi casa y vas a dormir aquí, yo mismo me encargaré de que vayas mañana al examen.
- No sabes a qué hora tengo la clase -replicó Baekhyun, aún sin creérselo del todo.
- Sé en qué curso estás, puedo mirarlo por internet -el menor gruñó-. Deja de quejarte y muévete, quiero acostarme.
Con reticencia, el rubio lo siguió dentro del edificio hasta el ascensor. El viaje hasta el tercero fue corto pero silencioso. Entraron al oscuro apartamento aún sin cruzar una palabra, Baekhyun simplemente siguiendo al más alto. Éste le dejó una camiseta ancha y unos pantalones cómodos para que se cambiara y le indicó dónde estaba el baño.
Y allí seguía Baekhyun, quince minutos después, aún mirando la ropa hasta que unos golpes en la puerta lo despertaron de su ensoñación.
- ¿Has terminado ya, Baekhyun? -la ronca voz de Chanyeol se oía claramente a través de la madera de la puerta.
- N-no, aún no.
- Joder, ¿ni siquiera puedes cambiarte de ropa? ¿Es que necesitas ayuda? -por un momento, la imagen de su profesor desnudándolo cruzó su mente, haciéndolo ahogar un gemido-. ¿Estás bien?
- Sí, no... pasa nada -tragó con dificultad, intentando que aquella imagen mental no derivara en otras mucho más vívidas-. Ya salgo.
Se cambió tan rápido como pudo, lavándose la cara intentando quitar el maquillaje y consiguiéndolo tan sólo a medias por la mancha negra que dejó en la toalla de manos. Se encogió de hombros, suponía que la mancha se iría al lavarla e igualmente, su profesor se lo merecía por no tener desmaquillante en el cuarto de baño.
Volvió al cuarto de Chanyeol, conteniendo la respiración cuando lo vio de espaldas y sin camiseta alguna, dejando a la vista sus brazos musculosos mientras sujetaba la que suponía que era su camiseta de dormir. Baekhyun tuvo ganas de golpearse contra el marco de la puerta, pero prefirió pedirle una manta y huir al sofá.
- Ya estoy -anunció-. Dame una manta y me iré a dormir al sofá.
- No vas a dormir en el sofá, ahí duerme Sehun -le respondió tranquilamente, aún de espaldas, colocándose por fin la camiseta y girándose para mirarlo. Baekhyun frunció el ceño.
- ¿Entonces dónde pretendes que duerma? -el alto señaló la cama.
- Conmigo, no voy a sacrificar el sueño de Sehun o sus planes si se trae a alguien porque mi alumno sea tan imbécil como para salir la noche antes de un examen.
En ese punto, Baekhyun sonrió. Puede que no todo estuviera perdido para él, después de todo.
Se acercó a Chanyeol lentamente, casi sensual, colocando de nuevo su sonrisa de bastardo en la cara y lamiéndose los labios, pegando su cuerpo al del mayor y pasando sus finos dedos por los marcados brazos de su profesor.
- Si lo que querías era meterme en tu cama, hay mejores maneras de pedírmelo, Chanyeol.
Por un momento, le pareció ver un brillo de deseo en los ojos del mayor, pero esa impresión pronto se perdió cuando Chanyeol bufó, rodó los ojos y soltó una carcajada sarcástica, apartando los dedos de su brazo..
- Créeme, tenía mejores opciones que tú esta noche si quería acostarme con alguien. Ahora mete tu culo en la cama y duérmete porque en cuatro horas estaremos de nuevo en pie.
Baekhyun bufó, su orgullo herido por segunda vez esa noche y se metió en la cama, pegándose mucho al borde contrario para no rozarse con Chanyeol cuando este se metió en la cama y apagó la luz, aunque la cama era lo suficientemente amplia para los dos.
- Baekhyun, te vas a caer.
- Ni me toques, gilipollas.
- Dice el que quería que lo follara hace dos minutos.
- Ahora pienso que eres gilipollas y que no quiero ni que me mires -le replicó.
Oyó una risa. El cabrón se estaba riendo, y Baekhyun iba a romperle la nariz cuando un brazo rodeó su cintura y lo arrastró dentro de la cama y lejos del borde.
- No seas tonto, Baekhyun -y sin duda alguna, esos habían sido los labios de Chanyeol sobre su mejilla-. Anda, duérmete. Buenas noches.
A Baekhyun le costó un rato devolverle las buenas noches, y para cuando lo hizo, la respiración del mayor ya se había igualado, signo de que estaba dormido. Lo miró intensamente durante unos minutos, pero al final se dejó llevar y posó sus labios sobre la mejilla contraria, acurrucándose en seguida en la cama con las mejillas ardiendo y los ojos firmemente cerrados para dejarse dormir.
Y no tuvo la oportunidad de ver la suave sonrisa que se formó en los labios de Chanyeol al dejar su beso allí.
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Baekhyun fue despertado por Chanyeol a las siete en punto, zarandeándolo para que espabilara y saliera de la cama. El rubio maldijo por lo temprano de la hora, pero tuvo que agradecer que Chanyeol se fuera a preparar el desayuno porque lo que menos necesitaba era que viera la erección matutina con la que se había levantado.
Se dirigió a la cocina, con cuidado de no despertar a Sehun y a quien fuera que dormía con él allí de camino a buscar su desayuno. Chanyeol había tenido razón al decir que no podría haber dormido en el sofá.
El olor de las tostadas y la tortilla lo recibió al entrar, haciendo que se le hiciera la boca agua. La noche anterior no había cenado por salir antes de casa, y su estómago gruñía por la falta de comida y el apetecible olor.
- ¿Café o té? -le preguntó el alto, de espaldas a él.
- Té -respondió, mordiéndose la lengua ante la pregunta de que si tenían mejor cacao en polvo. Prefería aceptar sin rechistar.
- Muy bien -Chanyeol se giró con una taza en la mano que puso delante de él, metiendo la bolsita y volcando en ella el agua caliente para que comenzara a infusionar-. Hay tostadas, tortilla, cereales y galletas. Come lo que quieras, pero deprisa. Tienes un examen al que te tengo que llevar.
Baekhyun gimoteó, pero desayunó rápidamente y comiendo todo cuando Chanyeol había puesto a su alcance. Se puso la misma ropa que había usado para salir la noche anterior, importándole poco o nada lo que pudieran decir de él.
Chanyeol lo llevó de nuevo en su moto a la universidad, y Baekhyun comenzaba a plantearse si el alto conducía tan rápido de forma habitual o si simplemente le gustaba que lo abrazara con fuerza, porque no era ni medio normal que hubiera visto su muerte cercana en al menos tres curvas y dos rotondas.
Cuando llegaron, el rubio se sorprendió de que el otro aparcara la moto y se quitara el casco. Supuso que simplemente quería guardar en el maletero el de repuesto que él llevaba, pero no podía estar más equivocado. Chanyeol guardó ambos cascos y le puso el seguro a la moto antes de girarse hacia él.
- ¿Vamos? -le dijo, sonriendo.
- ¿Qué haces? ¿Por qué no te vas? -Chanyeol bufó, rodando los ojos.
- Si me voy, lo más probable es que te vayas a tu casa a seguir durmiendo y que no entres al examen. Ahora, anda.
Murmurando entre dientes que no era tan cabrón como para irse a su casa, Baekhyun siguió al mayor dentro de la facultad. No pudo evitar, sin embargo, el sentimiento de orgullo y la leve sonrisa de bastardo al ver cómo muchos de sus compañeros y compañeras lo miraban con envidia al ver quién lo acompañaba. Aunque fuera molesto con su afán de intentar que Baekhyun amara la Literatura y se la tomara en serio, el menor sabía que su profesor particular era sexy.
Chanyeol lo acompañó hasta la puerta de la clase, anunciándole que se quedaría allí hasta que saliera. Baekhyun hizo un mohín de disgusto, pero tuvo que admitir que interiormente se alegraba de que fuera a esperarlo. Al entrar a la clase, Jongdae tardó menos de cinco segundos en acercarse a él.
- ¿Quién es ese, Baekhyun? Cuando ayer dijiste que querías salir a olvidar el examen, no creí que te vería hoy aquí.
- Es mi profesor particular -dijo simplemente. No tenía ganas de responder a las preguntas de su amigo.
- Buah, no me extraña entonces que te aplicaras al estudiar, el tío es tu tipo y apuesto a que quieres meterte en sus pantalones -lo miró divertido, moviendo sus cejas insinuante-. A no ser que lo hicieras ya ayer noche.
- Jongdae, cállate, no necesito más mierda distrayéndome de un examen que no me sé y menos sin haber dormido lo suficiente.
Jongdae se calló, pero sólo porque el profesor entró en la clase, acompañado para su sorpresa por Chanyeol, a quien parecía conocer y con quien charlaba animadamente. El alto se sentó en una silla junto a la mesa del profesor, disparando sus ojos para encontrarse con los de Baekhyun y sonreír con una sonrisa que el más bajo calificó de bastardo en su mente.
Se sentó en un asiento alejado tras pedirle un boli a Jongdae (¿Qué clase de gilipollas viene a hacer un examen sin bolígrafo?), pero desde el que podía ver al alto, mientras el profesor les explicaba las instrucciones del examen, que no estaban permitidas las chuletas ni los dispositivos electrónicos, que los móviles debían estar apagados y todo ese rollo. Tras eso, comenzó a repartir las hojas del examen boca abajo, esperando a que todos los alumnos tuvieran una copia para dejarles que le dieran la vuelta.
En cuanto Baekhyun miró el papel se olvidó de Chanyeol, de su erección y de todo en general. Si las preguntas del examen hubieran estado escritas con jeroglíficos, le habría dado igual. ¿Qué extractos eran esos? El primero podía ver que era sobre Beowulf, pero no tenía ni idea de qué parte de la obra se trataba, como le pedía la pregunta que especificara.
Es resto de preguntas no eran mucho mejores, en su mayoría pidiéndole que analizara o explicara el aspecto de una obra en concreto. El cerebro de Baekhyun era una masa informe de la que no era capaz de sacar nada. Miró hacia Chanyeol, estaba de nuevo hablando tranquilamente con el profesor a susurros para no molestar. Pensó en sus clases con Chanyeol y se dijo que iba a intentar aprobar aquella mierda.
Cuarenta y cinco minutos más tarde sabía que no podía exprimir su cerebro más, así que se acercó a entregar el examen, procurando no mirar a Chanyeol. El profesor recogió sus respuestas, dejando que se quedara el papel con las preguntas y colocándolo en la pila para los exámenes entregados. Al menos no había sido el primero en terminar, a juzgar por los dos exámenes que ya descansaban sobre la mesa.
Pasó al lado de Jongdae para recoger sus cosas, pero ni siquiera pudo hacerle un gesto para indicarle que se iba o para devolverle el bolígrafo, el otro estaba demasiado concentrado intentando escribir algo en el papel que no notó el movimiento a su lado. Ya se lo devolvería la semana siguiente.
Encogiéndose de hombros mentalmente, salió de la clase sin mirar a Chanyeol y cerrando la puerta tras de sí, aunque sabía que el mayor iba a seguirlo cuando oyó la puerta abrirse y cerrarse, y pasos rápidos por el pasillo en su dirección.
- Terminaste pronto -le dijo aquella voz ronca que conocía tan bien.
No respondió, se limitó a seguir caminando, cosa que pareció irritar al mayor, quien tiró de su brazo para detenerlo y hacer que lo mirara.
- ¿Tan mal te ha ido?
- No quiero hablar del examen -miró hacia el lado, ajustándose la ropa y metiéndose el papel en el bolsillo. Extrañamente, Chanyeol lo dejó en paz.
- ¿Te acerco a tu casa?
Baekhyun abrió y cerró la boca, pero asintió. No tenía ni ganas ni dinero para el autobús, de todas formas. El día anterior se había gastado todo su dinero en copas ya que la discoteca no estaba lejos de su casa y pensó que podría volver andando, pero volver desde la facultad era otra cosa.
Volvió a encontrarse en la moto del alto, rodeando su cintura con sus brazos, aunque esta vez Chanyeol no condujo de una manera tan violenta y llegaron a su casa sin más problemas.
Se bajó de la moto, dándole el casco extra a Chanyeol para que lo guardara antes de que el moreno volviera a subirse a la moto y a arrancarla.
- Nos vemos el martes, Baekhyun. No pierdas el papel, repasaremos tu examen.
Baekhyun asintió, girándose para entrar en su casa y hundirse en las profundidades de las sábanas de su cama, pero un tirón en su manga se lo impidió. Volvió a mirar al mayor, extrañado, notando cómo tiraba de él hacia sí hasta que sus labios se rozaron en un beso suave y muy breve.
- Que tengas un buen fin de semana -le dijo con voz ronca, sonriendo, antes de colocarse la visera y desaparecer en su moto.
Baekhyun se quedó pensando qué demonios había pasado, llevándose la mano a los labios que aún le ardían por aquel breve contacto y el corazón latiéndole deprisa.
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