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*+:。.。Epílogo。.。:+*

El sonido incesante de las notificaciones de su móvil fue lo que sacó de su burbuja de comodidad a Taehyung, quien mantenía apresado a Jungkook con sus brazos y piernas, mientras este tomaba una pequeña siesta luego de una cena muy ligera.

El castaño se olvidó de hacer despensa, por lo que no tenía mucha variedad de comida, así que no les quedó de otra más que comer unos sándwiches de jamón con lechuga, tomate y queso mozzarella con un zumo con las pocas manzanas que le quedaban

Después de que sus estómagos quedaran contentos, el azabache le expresó a su novio que deseaba dormir por unos minutos para recuperar energías antes de cumplir la promesa que este le hizo en la mañana.

Jeon se decidió por la idea de ver algunas películas de Marvel hasta la madrugada, aprovechando que tendrían tiempo libre al día siguiente. El joven de piel canela quedó encantado con el plan, accediendo de forma inmediata a esa petición al igual que a la de dormir por un rato.

Por esa razón, Kim no tardó en acurrucarse junto a su chico, mientras veía un programa de variedades en la televisión de su habitación con el volumen muy bajito para no molestar a su bello durmiente. Sin embargo, pasados unos quince minutos, su teléfono comenzó a ser una molestia. Como mejor pudo giró su cuerpo, tomando el dispositivo con una sola mano para silenciarlo y atender a los mensajes que seguían llegándole desde que habló con Bogum.

Hoy a las 9:00 PM

Mi bestie de la suerte:

¡TAEHYUNGIE, RESPONDE!

¿ESE DE LA FOTO NO ES EL PROFESOR JEON?

Me tienes colapsando desde hace rato que ya perdí la cuenta de todos los mensajes que te envié.

Parezco loca.

Kim Taehyung, apiádate de mí.

Cuenta el chisme, por favor.

Hace tres años que sucedió tu tórrido romance con ese hombre, ¿cómo es posible que esté contigo?

¡EN TU CASA Y EN TU CAMA, LUCIENDO COMO ESPOSITOS!

¿Acaso esto es obra del destino?

¡Madre mía, Tae estás en línea!

Ya dime, estoy que me muero de la curiosidad.

Yo:

Por Dios, Whee. Tranquila, ya te lo voy a contar todo con lujo de detalles.

A fin de cuentas, eres mi mejor amiga y también necesito desahogarme, porque todo esto pasó tan rápido que todavía siento que estoy en un sueño.

Mi bestie de la suerte:

Pues soy toda ojitos para ti.

Yo:

Espera, mejor te mando un audio, pero tendrás que usar audífonos porque debo hablar muy bajito.

Dicho y hecho, Taehyung se explayó con lujo de detalles con su mejor amiga, contándole desde el inicio hasta el final de su reencuentro, con una muy leve mención a lo sucedido entre ellos dos, porque ese parte tan inolvidable se le guardaba para él y nadie más.

Mi bestie de la suerte:

¡Oh, por Dios!

Me has dejado loca.

Y con respecto a lo de Jimin, no tengo palabras.

No soy nadie para juzgar, pero si se le pasó la mano, aunque me tranquiliza que se haya dado cuenta de su error.

Yo:

Sí, pero todavía debo hablar con él cara a cara. Ya está hecho, lo importante es que estoy por fin con mi conejito.

Mi bestie de la suerte:

Y tú tampoco perdiste el tiempo jajaja.

Yo:

Ay, pido perdón por querer concluir lo que quedó pendiente hace años atrás y que debo decir fue magnífico 😏

Mi bestie de la suerte:

Me alegro, Tae 💜

Aprovecha mucho de estos momentos con tu príncipe azul.

Yo:

De eso no hay duda, pero lo disfruté mucho más por lo especial que me hizo sentir y yo también di mi mejor esfuerzo... 🙈

Mi bestie de la suerte:

¡Alto, vaquero! Mucha información, no quiero imágenes mentales de mi mejor amigo en esa situación. Me basta saber con qué te gustó 😂

Yo:

Tampoco pensaba darte más, solo te molestaba por curiosa 😋

Mi bestie de la suerte:

Aprendí la lección, no te preocupes.

Así que ahora ve y goza de tu pareja lo más que puedas antes de que vuelva a Busan, bebé 😘

Yo:

Gracias, bonita.

Ten linda noche. Una vez más lamento haberme guardado este secreto.

Mi bestie de la suerte:

Igualmente, Tae.

Y no te preocupes, yo comprendo que te sintieras tan perdido y que no quisieras hacerte ilusiones, pero ya ves, todo salió mejor de lo que esperaste.

Yo:

Por eso mismo estoy tan feliz.

Mi bestie de la suerte:

Eso es lo importante, lindo.

Mientras tanto, Jimin también se encontraba siendo interrogado por Yongsun, su otra buena amiga y confidente, pues al ver el revuelo que causó la foto subida por Taehyung, tenía demasiadas dudas que necesitaba resolver.

Hoy a las 9:15 PM

Sunnie:

Hola, Minnie.

¿Estás por ahí?

Yo:

Hola, bonita.

Aquí estoy.

Sunnie:

Cielito, ¿por qué no me contaste lo de Tae y su profesor? Ya vi todo lo que escribió en nuestro grupo con tu consentimiento.

Yo:

Ya te enteraste tú también, te lo quise contar muchas veces, pero temía que me regañarías al saber que yo tuve una gran participación en su separación. Cuando lo único que tú sabías era lo mal que me sentía con ellos juntos, supongo que nunca me viste siendo capaz de tal cosa.

Sunnie:
Es cierto, pero créeme que lo hubiera hecho, Minnie.

Te juro que escucharía tu versión de los hechos sin importar qué.

Sin embargo, preferiste cargar con todo esto tú solo.

Yo nunca te juzgaría, porque sé que en esa época seguíamos siendo unos inmaduros.

Aunque tampoco era para que se diera este caso, en el que uno de nosotros salió muy herido.

Sé que ahora has crecido como persona, no eres el Jimin que solíamos conocer, y eso me alegra porque tu cambio fue para bien.

Desde que conociste a Yoongi hyung nos mostraste tu versión de ti mismo y espero siga así por mucho más.

Así que ahora que Tae sabe la verdad y prometió darte una oportunidad para que su amistad no se vaya a la basura, prométeme que no la vas a joder de nuevo, ¿sí?

Yo:

Sí, ya te comentaré mi versión con más detalles después.

Gracias por no enojarte conmigo como deberías, Sunnie.

Y te prometo que de todo corazón no lo haré, me disculparé como el caso lo amerita y así la paz regresará a mí por completo.

No puedo pedir más, porque ya lo obtuve, pues tener la oportunidad de que Tae me siga queriendo mantener en su vida, ya es suficiente para mí.

Sunnie:

Bien dicho, bonito.

Lo harás genial.

Yo:

Gracias, ya aprendí la lección.

Sunnie:

Me imagino, pero una vez más compruebo que Taehyungie es un amor de persona que no puede guardarle rencor a nadie.

Yo:

Y que lo digas, es la mejor persona que puede existir.

Sunnie:

Exacto, es un angelito que al fin tendrá su tan anhelada felicidad con la persona que logró adueñarse de su corazón.

Yo:

Como siempre debió ser 😊

Sunnie:

Eso mismo 💖

Luego de esa charla, Jimin se sintió muy aliviado al no ser juzgado con dureza a pesar de ser merecedor de ello y mucho más. No obstante, Yongsun sería incapaz de atacarlo, porque comprendía que cuando se está ciego por el amor no correspondido, muchas veces se hace locuras que pueden ser irremediables, pero para suerte de su amigo, este pudo corregirlo aun cuando parecía demasiado tarde.

Estaba orgullosa y contenta de que Taehyung también pudiera cerrar ese ciclo e iniciar uno nuevo junto a la persona que parecía ser la pieza faltante de su rompecabezas. Todo llegó a su tiempo y eso era lo que importaba, por lo que esperaba que lo aprovecharan muchísimo de ahora en adelante.

📚

Dos semanas habían pasado desde que Jimin le contó la verdad a Taehyung sobre su ruptura con Jungkook. En esos precisos momentos, el esposo de Yoongi estaba tan nervioso porque sabía que debía enfrentar a su amigo y pedirle disculpas cara a cara.

Se lamentaba por haber tardado tanto en hacerlo, pero lastimosamente a causa de su trabajo no pudo viajar antes a Seúl desde Daegu. Por eso, luego de hacerse un espacio en su agenda, conversó con su esposo y este le apoyó en su decisión de visitar a Kim.

Taehyung estaba al tanto de que Jimin iba a ir a su casa, pues el susodicho le envió un mensaje y él le dio el visto bueno para que hiciera acto de presencia en su hogar. Eventualmente, el castaño se dejó contagiar por el nerviosismo, porque ambos no conversaban desde esa vez, volviendo probable que el ambiente entre los dos se pusiera muy incómodo.

Jimin y Yoongi llegaron a Seúl unas horas atrás, quedándose en la casa de los Park en lo que se resolvía la situación con Taehyung. El más bajito tomó un taxi con dirección al apartamento del contrario poco después del almuerzo con sus padres y esposo.

Cuando se encontraba frente a la puerta, tomó una bocanada de aire y tocó el timbre con determinación, sintiendo su corazón latir desbocado por la ansiedad que carcomía su cuerpo de pies a cabeza. A los segundos, Taehyung se mostró con un rostro estoico, invitándole a pasar con un leve movimiento de cabeza.

Jimin asintió, pasando saliva con dificultad, mientras la puerta se cerraba detrás de él.

—Hola, Taehyung—saludó en voz bajita, esperando conseguir una respuesta por parte del contrario.

—Jimin—soltó con simpleza, acomodándose en el sofá de su bonita y acogedora sala. Park imitó su accionar, porque si era honesto, desconocía la manera adecuada para explicarse. Se rascó la nuca con angustia, pensando cuáles serían las mejores palabras para la conversación que lo tenía con el corazón en la garganta.

Taehyung suspiró muy audiblemente, decidido a tomar la iniciativa al notar que Jimin no sabía ni que decirle, suponiendo que se sentía intimidado por su reacción al verlo después de tanto tiempo, pues era muy diferente a la que acostumbraba. Todo un siempre se mostró muy risueño y alegre con su amigo, pero ahora lo único que le mostraba era una actitud fría e indiferente.

—Puedes comenzar a hablar, disculpa si estoy siendo grosero, pero sabes que no lo puedo evitar. Verte es recordar lo que hiciste, y creo que tenías mucho conocimiento de que odio las hipocresías y por esa razón no puedo recibirte con los brazos abiertos.

—No te preocupes—respondió con rapidez, restándole importancia—. Sé que me lo merezco, porque fui una mierda de persona contigo y si estoy aquí es para disculparme, pues no me pareció correcto que fuera solo por mensaje. Pero antes de eso, de seguro quieras que responda cualquiera de tus dudas, así que, hazlo con confianza.

Kim estuvo de acuerdo con esa propuesta, necesita atar cabos con urgencia.

—Ese día de la fiesta me viste con Jungkook, ¿verdad?

Jimin pasó saliva con dificultad. Era obvio que le contaría a su amigo cada detalle para que este uniera los puntos, provocando que llegara a conclusiones que no estarían tan equivocadas, porque siempre fue conocido por ser una persona perspicaz.

—Así fue, poco después de verte desaparecer, fui tras de ti y los vi saliendo del baño—musitó, jugando con sus manos—. Cualquiera podría intuir lo que estaban haciendo. Ambos con los labios hinchados y con la ropa un poco desarreglada. Así que mi imaginación no tardó en volar lejos y que mi enojo apareciera lo empeoró todo.

Taehyung se dedicó a escuchar el relato sin la mínima intención de interrumpirle, por lo que Jimin captó lo que hacía y continuó hablando, recordando el pasado como si hubiera sido ayer.

Chicos, voy a ir donde la profesora Moon, porque TaeTae ya se está tardando demasiado.

Su grupo de compañeros asintió sin preguntarle nada más, dedicándose por completo a la tarea de seguir bailando y bebiendo con ganas. Soyeon solo le mostró un pulgar en alto y Jimin rio con ganas, pues su compañera ya estaba muy animada por el alcohol ingerido.

A paso rápido, el rubio buscó a la profesora, pero lastimosamente no la encontraba gracias a la cantidad de personas ubicadas en la parte baja del establecimiento. Estuvo así por varios minutos hasta que por fin la divisó a lo lejos, aunque lo cierto era que ninguna de las personas que le acompañaban era su amigo. Además, le fue imposible notar que cierto profesor no estaba presente entre el tumulto de gente.

No podía ser simple casualidad.

Decidió no interrumpirla y buscar por cuenta propia a su querido amigo, no importaba si demoraba horas hasta conseguirlo. Mientras le preguntaba a cada persona que se le cruzaba por el camino, uno de sus compañeros de un semestre menor al suyo, le brindó la información certera de haber visto a Taehyung yendo con dirección a la terraza.

Park salió disparado tras agradecerle con efusividad, pero cuando arribó al lugar mencionado, vio cómo su amigo se adentraba al baño con su docente. Su sangre hirvió al sentir el deseo de querer interrumpirlos, sin embargo, se contuvo para no armar una escena que arruinara la celebración. El universitario esperó por un buen rato, siendo testigo de las apariencias de ambos involucrados, el cual no le gustó para nada.

Apretó su puño e hizo una promesa rápida, huyendo del sitio a toda prisa, porque lo que menos quería es seguir viendo esa estúpida escena. Su amigo se dejó manipular por ese idiota y no se lo veía nada arrepentido, pues prácticamente le mintió, sin importarle que él se quedaría solo disfrutando de la fiesta de fin de semestre.

—¡Auch, eso dolió! —el quejido de una fémina lo trajo a la realidad. Jimin se había chocado con Miyeon, una de sus compañeras de clase.

—Lo siento, Miyeon—se disculpó con una reverencia corta, tratando de evitar la mirada de la chica.

—No te preocupes, Jiminnie. ¿Te sucedió algo malo? —preguntó al ver el semblante cabizbajo del rubio.

—Solo me siento mal, ya me voy a ir a mi casa—contestó con simpleza—. Creo que abusé del alcohol, hace tiempo que no bebía tanto como hoy.

—Comprendo, pero, ¿no estabas acompañado de Taehyungie? —inquirió, segura de haberlos visto bailando animadamente con sus otros compañeros.

—Sí, pero tuvo que ir con la profesora Moon y luego me dediqué a disfrutar de la fiesta por mi cuenta—soltó una risita que a Miyeon le pareció un tanto rara, pero prefirió no darle mayor importancia.

—Comprendo—musitó, pudiendo notar los ojos vidriosos del chico. Lo que daba credibilidad a su pensamiento acerca de que parecía estar viviendo una tortura que por eso quería irse con tanto apuro—. Si lo veo, le avisaré que te fuiste porque estás con malestares.

—Gracias, Miyeon, me voy porque estoy con el estómago revuelto y no creo que demore mucho en devolver todo lo que he comido.

—Me imagino. Ten cuidado, Jiminnie.

—Claro, adiós—afirmó, desapareciendo del campo visual de la chica, tratando de contener las lágrimas que amenazaban por salir gracias a la rabia que les causaba la ingenuidad de su amigo, recordando que fue víctima de ese profesor como le sucedió a su madre.

Esa noche, Jimin se durmió llorando, pero en su mente lo único que existía era el deseo de encontrar un plan que arreglara el desastre que llevaría a su amigo y primer amor a la ruina.

Porque él era la única persona que podría protegerlo y eso jamás iba a cambiar.

—Y eso fue lo que sucedió—balbuceó, porque estaba muy avergonzado de su tonta actitud. Inconscientemente, bajó su cabeza, mientras esperaba una respuesta por parte del castaño.

Taehyung se levantó del sofá y Jimin supuso que ahora que escuchó su relato, lo iba a sacar de su hogar sin más, porque eso es lo que él haría en su propia piel. Sin embargo, no contó con que el joven de tez canela se sentara a su lado y le tomara de las manos, dándole un leve apretón.

Jimin se encontró con un rostro sereno e inevitablemente sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Taehyungie...

—Ya, Minnie, tranquilo, no llores—calmó con voz suave a su amigo, quien parecía querer romper a llorar con fuerza—. Luego de que se me pasara el enojo que sentí al verte, mientras te escuchaba, pude ponerme en tus zapatos. No cabe duda de que fuiste un egoísta insensible, pero supongo que en tu mente lo justificaste con el hecho de que el amor nos hace cometer tonterías, ¿no?

—S-Sí, pero no hay justificación para lo que hice—afirmó con dificultad para que su voz no saliera distorsionada por el nudo en la garganta que sentía ante ese diminutivo en su nombre que le había afectado tanto, pues no se sentía digno de volverlo a escuchar.

—Puede, pero tampoco puedo hacerme de la vista gorda, el Jimin del pasado se quedó ahí, y tú ahora eres una nueva versión de ti mismo que logró procesar que sus actos fueron incorrectos y por eso me pediste perdón, aunque fuera demasiado.

Park asintió repetidas veces antes de poder decir algo, tampoco planeaba interrumpir a Taehyung.

—Pero ya sé la explicación detrás de eso, es verdad que yo no mostré mi lado débil y todo lo que me afectó alejarme de Kook. En ese tiempo fue cuando comprendí que perdí al amor de mi vida por no ir tras él y ser un cobarde que prefirió dejarle hacer su vida, creyendo que mi sentir no fue tan fuerte como pensé al inicio. Esto fue algo tan patético de mi parte y más porque lo justifiqué repitiéndome cada que podía que Jungkookie lograría sus sueños en el ámbito profesional y que al menos se llevó buenos recuerdos de aquí, aunque lo peor fue guardármelo para mí.

—E-En serio lo lamento—tartamudeo—. No me imagino lo que sufriste por mi culpa.

Jimin no quería ni recordar que desde el momento en que le dio el sí a Yoongi, siempre que podía iba donde Taehyung y le comentaba las maravillas que el mayor le hacía sentir, poniendo de ejemplo sus citas hasta las tiernas acciones con su persona.

Fue un maldito insensible, pero el castaño nunca le reprochó algo, solo lo felicitaba, pues lo escuchaba con atención y le aseguraba que se alegraba por él. Siempre con esa sinceridad tan característica suya.

—Jiminnie, acepto tus disculpas, pero creo que sabes muy bien que no solo tienes que pedírmelas a mí.

—Por supuesto, ¿dónde está él? —preguntó, limpiando con el dorso de sus manos las lágrimas que mojaban sus mejillas.

Jimin no se podía creer que su amigo se comportara así, porque si lo pensaba con mucho detenimiento, Taehyung fue tan bueno, pues nunca le guardaba rencor a nadie, por más que le hicieran cosas malas, él era el mejor ejemplo de esto.

De verdad agradecía que su personalidad fuera tan benevolente, pues no quería perderlo por nada del mundo. Eran tantos años de amistad que no podían irse a la basura por las tonterías que hizo en el pasado, porque ahora se dedicaría a recuperar su confianza de poco a poco.

Y el primer paso era enfrentar a su antiguo profesor.

—Kookie viene en una hora—dijo, observando el reloj de la pared—. Todavía le faltan unos minutos para salir del trabajo, ya te puedes imaginar que aún sigue acostumbrándose a su nuevo horario—rio al recordar que su pareja le comentó que la universidad en Seúl se manejaba unos periodos de tiempo que eran una completa odisea para él, pero que estaba muy dispuestos a seguirlo si al final del día tenía una recompensa de muchos mimitos por su parte—. Luego va a su apartamento y después viene a visitarme por un rato o se queda a dormir.

—Ya veo, ¿puedo esperarlo? —interrogó en voz bajita.

—Claro, si gustas hacerlo no hay problema—se incorporó de su lugar, luego de regalarle una pequeña sonrisa a Jimin—. Por mientras yo me iré a preparar la cena, siéntete como en casa, Jiminnie.

Park asintió con agradecimiento, e hizo lo que su amigo le pidió. Ya más calmado le escribió a su pareja y Yoongi le animó una vez más para que se sintiera confiado cuando enfrentara a Jeon, diciéndole lo orgulloso que estaba de él, porque pocos eran los que reconocían sus errores y pedían disculpas.

Los minutos se pasaron volando y el timbre en el pequeño apartamento por fin resonó en el cómodo espacio, haciendo caer en cuenta a Jimin que llegó la hora de la verdad. De reojo vio salir corriendo de la cocina al castaño, importándole nada estar con el delantal puesto, pues lo único que deseaba era abrirle la puerta al azabache que lo esperaba con brazos abiertos.

El rubio sonrió con franqueza, pues aquella expresión tan viva no la veía desde hace tiempo en su querido amigo que en ese preciso momento yacía tan entregado en un beso con el azabache. Ambos desbordaban amor y cualquiera era capaz de percibirlo.

—Hola, mi osito tigre, ¿cómo estás?

—Kookie, te extrañé mucho. Yo estoy de maravilla, estaba terminando de preparar una rica comida—lo saludó, pero sin dejarle entrar a su hogar.

—Gracias, Tae. Me estoy muriendo de hambre.

—Me lo imaginé, conejito—respondió con una pequeña sonrisa en el rostro—. Pero antes de comer, hay alguien que quiere hablar contigo.

—Alguno de mis hyungs, supongo—propuso, pero el castaño negó enseguida, por lo que el mayor le observó con curiosidad hasta que lo dejó pasar al interior de la vivienda.

Jungkook se quedó mudo al observar al chico que había sido la piedra en el zapato en su relación con el menor.

—Park, buenas tardes—pronunció con dificultad, porque si bien no odiaba al chico, aun le guardaba resentimiento por alejarlo de Taehyung. No obstante, su pareja intervino bastante para que esos sentimientos no lo cegaran al abogar por él, luego de que le comentara que le pidió perdón de manera auténtica.

—Buenas tardes, profesor Jeon.

Jimin no sabía ni cómo llamarle, así que optó por lo seguro, la formalidad siempre sería la mejor opción.

—Ya no soy tu profesor, puedes llamarme Jungkook—indicó con un tono seco, sin prestarle mucha atención.

—Claro, Jungkook.

—Bueno, mejor sentémonos para que puedan hablar mejor.

Ambos estuvieron de acuerdo con el pedido de Taehyung. Jimin fue el primero en romper el silencio al sentir esa mirada tan pesada sobre su persona una vez más.

—Me quería disculpar por todo lo que hice—confesó con seriedad—. Ya sé que fui la peor basura del mundo al interponerme en algo tan bonito como lo que ustedes estaban desarrollando por el otro, pero en serio quiero ganarme el perdón de ambos.

—Bien, pero lo menos que espero es que nunca olvides cómo nos sentimos al respecto.

Taehyung observó a Jungkook con detenimiento, él ya le comentó con anterioridad que aceptaría las disculpas de Jimin, pero que todavía se le haría difícil verlo y no recordar las penurias por las que los hizo pasar. Y lo entendía a la perfección, pero por esa misma razón se le acercó con el objetivo de rodear su cintura con sus brazos, buscando calmarlo con esa acción. Porque sin querer descubrió que ese gesto funcionaba muy bien en él.

—No lo haré—prometió—. Me sigo sintiendo mal por eso, pero sé a la perfección que no puedo regresar el tiempo atrás. Así que trataré de remediarlo.

—Acepto tus disculpas, pero si haces alguna tontería que lastime a Taehyung no te la dejaré pasar en esta ocasión— anunció con firmeza y con cierta advertencia en el tono de su voz, esperando no arrepentirse, porque no quería volver a ver lágrimas en el rostro de su amado.

Nunca más deseaba ser testigo de su llanto, a menos que fuera por felicidad, porque se prometió protegerlo con todas sus fuerzas. A él podían hacerle horrores, pero a su chico debían tocarle ni un pelo, mucho menos jugar con sus preciosos sentimientos.

—¿Estás de acuerdo, Park?

—Dios, claro que sí—musitó con efusividad ante el cuestionamiento de Jeon—. También pienso que deberíamos empezar de nuevo si no tienes problema con ello.

—No, está bien. De esta forma cerraremos mejor este amargo ciclo—le ofreció la mano en un gesto de paz y Jimin no tardó en aceptarla—. ¿Podemos ser amigos?

—Amigos—afirmó el rubio bajo la mirada atenta de Kim, quien ahora estaba con una paz increíble en su corazón al ser testigo del perdón entre su pareja y Jimin, que a pesar de la distancia que los separa por obvias razones, continuaría esforzándose en recuperar la confianza de su amigo.

A partir de ese día, el castaño creía que todo iría de maravilla, y que viviría muchas cosas más, pero esta vez con una gran diferencia, pues las disfrutaría con la mejor compañía que la vida le pudo haber dado.

En un abrir y cerrar de ojos dos semanas más se habían pasado volando, en las que la pareja continuaba creando recuerdos maravillosos entre ellos, hasta que Jungkook decidió darle una sorpresa a Taehyung.

Un detalle muy especial y que simbolizaría la prueba de su compromiso con él.

Ambos estaban recostados en la amplia cama del departamento del castaño, acurrucados en uno contra el otro, pues su novio se la pasaba ahí la gran parte de tiempo, por lo que no descartan pronto una mudanza en la que comenzarían a vivir permanentemente bajo el mismo techo.

Taehyung dejaba suaves caricias en los cabellos azabaches de Jungkook, mientras el susodicho se encontraba revisando su móvil. La suave música de la radio inundaba el ambiente, pero un sentir raro molestaba en el pecho del anterior estudiante de Jeon.

Porque en ese preciso instante podrían lucir como unos tortolitos que no estaban sufriendo ningún problema en su relación, sin embargo, los últimos días le parecieron un tanto extraños al castaño.

El docente se comportaba muy raro, como si le estuviera ocultando algo y a pesar de que se le preguntara, esta no le decía absolutamente nada. Por eso, Kim se sentía igual que una olla de presión a punto de explotar.

Le estaba desesperando no saber que era ese algo que interfería en su paz mental.

Y planeaba averiguarlo a como diera lugar, porque desconocía más cuanto tiempo podría aguantar.

—Jungkookie.

—¿Sí, Tae? —respondió, levantando su rostro para encararlo—. ¿Qué sucede?

—Me estás ocultando algo—determinó con seriedad, tomándolo por el mentón con mucha firmeza—. Puedes contarme, sea lo que sea, lo voy a entender.

—No es nada importante, cariño.

—A mí no me lo parece, estás muy raro.

—¿No confías en mi palabra?

—Confío, pero prefiero hacértelo saber antes que elaborar escenarios locos en mi cabeza.

—Entiendo, pero sé paciente—demandó con una sonrisa, al observar la hora que se marcaba en el reloj de la habitación—. No es bueno comer ansias, cuando eso está tan cerca.

—¿Qué? ¿A qué te refieres, bebé?

Antes de que Jungkook dijera algo más, el timbre de la vivienda resonó en los oídos de la pareja. Al parecer alguien los visitaba de sorpresa, porque ninguno de los dos esperaba aquello, o bueno, eso era lo que Taehyung creía.

—¿Puedes ir a ver? Todavía me duele el trasero por lo que hicimos ayer, fuiste muy rudo conmigo—puso ojos de cachorro abandonado, con el objetivo de enternecer a su chico y que este accediera a su pedido.

—Cómo si tú no lo hubieras sido conmigo—rebatió con una sonrisa que se coló en sus labios como respuesta a la dulce actuación, mientras se incorporada del mullido colchón—. Te aprovechas de mi gran capacidad de recuperación.

—Gracias, mi amor. Valdrá la pena.

Cuando Taehyung salió del cuarto, continuaba sin entender la última oración dicha por Jungkook, pero decidió no darle importancia por ese momento, ya que le intrigaba ver quién era la persona detrás del otro lado de su puerta.

—Buenas tardes, ¿usted es el joven Kim? —saludó un hombre de mediana edad, quien portaba en sus manos lo que parecía ser un regalo.

La caja era grande y estaba decorada por un listón en la parte superior.

—Sí, soy yo. ¿Qué es esto?

—Nos pidieron que le entregáramos esto, así que disfrútelo y trátelo con cuidado. Su contenido es delicado.

El castaño enarcó una ceja, confundido. El hombre le pasó el presente con mucha delicadeza, como si no quisiera mover el contenido de esta por nada del mundo. Le hizo firmar un papel que garantizaba la entrega exitosa y, por último, le dejó un sobre encima de la caja.

Taehyung lo despidió con las manos ocupadas, cerrando la puerta con ayuda de su pie. Acto seguido, dejó la caja en el suelo y se dispuso a abrir el sobre antes de descubrir lo que llevaba dentro.

Mi amor por ti no tiene límites, por lo que me nació hacerte este regalo al recordar una de nuestras conversaciones en el pasado, cuando disfrutábamos de pasear en el lugar de siempre en compañía del otro.

Por eso, acepta y ama a nuestro hijo peludito, por favor.

El joven se quedó sin palabras por segundos que le parecieron eternos, hasta que reaccionó y destapó la caja con rapidez, encontrándose un precioso cachorro pomerania.

Sus orbes avellana se llenaron de lágrimas y una sonrisa tonta se pintó en su rostro.

No podía creer que Jungkook siguiera recordando su fantasía de adoptar a un perrito cuando tuviera su propio espacio, pues su mamá era alérgica a los animales, lo que imposible a que cumpliera este sueño.

—¡Sorpresa! ¿Te gustó?

—Me encantó, te amo mucho—declaró, abrazando al cachorro que apenas despertaba de su siesta al escuchar tanto ruido.

—Te amo más, me urgía hacerte este regalo como no tienes idea—se agachó para quedar a la altura de su novio, dejando mimos en las orejitas del perrito—. Cuidaremos mucho de este pequeñín.

—Lo haremos, nuestro querido Yeontan crecerá con los mejores padres del mundo—aseveró, contentando a su amado con el nombre elegido para el perrito—. Pero quiero saber algo, ¿esto era lo que te tenía tan raro?

—Sí, soy malo ocultando cosas, pero me propuse no arruinar esta sorpresa. Además, no podía arriesgarme a joderla cuando Junnie fue mi cómplice.

—Comprendo, lo más seguro es que mi lindo sobrino se frustraría si las cosas no resultaban como imaginaron.

—Tú lo dijiste, yo lo pensé.

Los enamorados rieron con complicidad para después compartir un corto beso antes de publicar algunas fotografías de su bebé en Twitter, porque el mundo merecía ser testigo de la ternura que les causaba esa bola de pelos.

Los comentarios no demoraron en llegarles, incluidos los de Yeonjun, quien se expresaba con orgullo al confirmar que la sorpresa planeada con su nuevo tío favorito, es decir, Jungkook, salió de maravilla.

Desde que Taehyung los presentó, se cayeron genial y parecían conocerse de toda la vida, por lo que sus interacciones significaban un motivo de alegría para el castaño. Los adoraba demasiado y que se llevaran como familia era un sueño hecho realidad, pues los tres eran capaces de compartir momentos juntos sin problema como cuando jugaban videojuegos o hacían maratones de películas de superhéroes.

Jeon se ganó la confianza del universitario en cuestión de días, lo que provocó que este ni siquiera dudara de la idea de una nueva ruptura con su tío. Porque no era ciego, los dos eran la perfecta representación de un amor resiliente, por lo que esperaba que siguieran así por mucho, mucho tiempo.

A Yeonjun o le cabía duda de que ayudarlos a reencontrarse fue la anécdota que más lo marcó a su corta edad, por esa misma razón, decidió inmortalizar ese hecho de la forma en que mejor se le daba: publicándolo en su red social favorita.

Pues a raíz de publicar ese hilo contando la mayor desgracia de su tío, cumplió su deseo de volverse algo muy parecido a un influencer al seguir compartiendo anécdotas interesantes de todo tipo.

Porque esta particular historia inició con ese chisme en redes sociales, y terminaría de la misma manera.

Abro hilo con la nueva información acerca del antiguo amor de mi tío el intenso.

Spoiler: Se reencontraron gracias a mí y ahora son la pareja más dulce que he visto, siendo la prueba viviente de que un amor así, es capaz de soportar cualquier adversidad que se les presentara en el camino.

Taehyung y Jungkook solo se regalaron una mirada de complicidad al ver la nueva publicación del chico, que hace muy poco inició una relación oficial con su crush, Soobin. Yeonjun podría afirmar que ellos eran la pareja más linda, pero si eran muy sinceros, los mayores creían que era al revés.

Sin embargo, lo que más le interesaba a los tortolitos era continuar amándose con la misma intensidad de la primera vez, porque eran su complemento perfecto y no dudaban de que sus corazones pudieran estar mejor cuidados que en manos del otro.

Sus circunstancias no fueron las adecuadas en el pasado, pero confiaban en la promesa de que sus futuros serían hermosos, porque ambos brillaban más si estaban juntos.

Fin 📚

Ahora sí, muchas gracias por haberle dado tanto amor a esta historia, que es tan importante para mí, porque literalmente es una anécdota de una persona muy cercana a mí, quien me dio el permiso total de plasmarlo mediante un fic. Hay algunas cosas que no sucedieron, pero si debo ser sincera, el noventa por cierto de la historia es una copia de la realidad. Por ese motivo les pedía que no fueran tan duros con los personajes, pues son humanos y se equivocan, sin embargo, lo importante es que sepan remediar sus errores.

Nos leemos en los extras, mis corazones. 

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