Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

*+:。.。Capítulo 4。.。:+*

Jungkook no vio escapatoria cuando uno de sus hyungs le escribió por KakaoTalk luego de evidenciar sus ganas de tirar la toalla con respecto a su nuevo trabajo. Apenas había sido su primer día, pero que ese chico tan encantador llegará a seducirle descaradamente se sintió como un golpe bajo.

Él era muy tímido, no sabía cómo responder a esos coqueteos. Mucho menos previó que algún alumno fuera capaz de dedicárselos. Porque eso eran, ¿no? Él no estaba imaginando cosas, ¿verdad? Dios, su cabeza era un desastre de pensamientos.

Kim Taehyung era precioso, nadie con dos dedos de frente podría quitarle ese mérito. Su rostro parecía tallado por los mismos ángeles, su voz era una caricia a sus sentidos auditivos, y ni qué decir del resto de cualidades físicas que poseía. Sin embargo, lo suyo no podía ser por obvias razones. Ni siquiera lo conocía bien como para permitirse fantasear al respecto. Y no creía que esa idea preestablecida pudiera cambiar con tanta facilidad.

Hoy a las 9:30 pm

Mi hyung fav:

Jungkookie, ¿qué te sucede?

¿A qué se deben esos tweets?

Yo:

Hola hyung, un gusto saludarte.

Mi hyung fav:

Ay, perdón. Hola Jungkookie, ¿mucho mejor?

Yo:

Sí. Gracias.

Mi hyung fav:

Ahora sí, ¿qué te paso?

Yo:

Bueno, como ya sabes hoy iniciaban clases.

Me presenté con mis alumnos. Todos ellos eran muy agradables. Pero...

Mi hyung fav:

¿Pero? Suelta la sopa.

Yo:

Hay un chico 👉👈

Mi hyung fav:

¿Acaso es el típico niñito que se cree el ombligo del mundo que ha decidido que tiene el derecho de molestarte porque es hijo de alguien poderoso, por lo que si no le cumples los caprichos podría hacer que te quiten el trabajo?

Yo:

¿Qué? No, ni siquiera se le acerca.

Mi hyung fav:

¿Entonces?

Yo:

Hyung, creo que deberías dejar de ver tantas series en Netflix.

Mi hyung fav:

Muy graciosito, ¿eh?

Ríete todo lo que quieras. No negaré que es uno de mis pasatiempos favoritos, pero tampoco descartes que es una situación que podría darse.

En fin, no estamos hablando de mí, mocoso irrespetuoso.

Suelta lo que quieras decir y no me cambies el tema.

Yo:

Tal vez ese chico me ha llamado la atención...

Mi hyung fav:

¡¿CÓMO DICES QUE DIJISTE?!

Yo:

No escribas en mayúsculas, no es para que te pongas así 😨

Mi hyung fav:

Jungkook, sabes que si fuera otra situación yo te apoyaría, pero eres profesor ahora.

Y no ha pasado mucho desde lo de Yugyeom.

¿No crees que te quieres distraer con alguien que esté a tu alcance?

Que mejor que un alumno, pero te advierto que eso no es ético de tu parte.

Yo:

Tranquilo, lo de Yugy quedó por la paz. No terminamos tan mal...

Seguimos siendo amigos.

Mi hyung fav:

Jeon, a veces eres tan ingenuo que me desesperas.

No sabes lo mucho que me alegró cuando finalizaste tu relación con él.

Siempre fuiste su caprichito. Te buscaba cuando quería, y tú de estúpido estabas esperándolo con brazos abiertos.

Yo:

Ya hyung, no es necesario que me lo recuerdes.

Aprendí la lección, no merezco recibir las migajas del cariño de alguien.

Mi hyung fav:

Que milagro, al fin entendiste.

Respeto que hayas quedado como su amigo. Pero si se quiere volver a pasar de listo al querer buscarte porque sus conquistas lo han dejado plantado, espero que lo mandes a volar muy lejos.

Yo:

Sí Jin hyung, no te preocupes.

Gracias por la preocupación.

Mi hyung fav:

Volviendo al tema, espero hagas lo correcto.

Yo:

Sí, pero si te soy sincero siento que ese chico me la pondrá difícil 😔

Mi hyung fav:

¿Tan guapo es?

Yo:

No te haces una idea. Yo sé que nadie es perfecto, pero si tuviera que buscar que poner una imagen a lado de esa palabra sería una foto suya. Podría hacerme lo que quisiera y yo le pido perdón.

Mi hyung fav:

Por Dios Jungkook, relaja las hormonas 😳

Yo:

Ah claro, yo soy el que tengo que relajar las hormonas cuando tú sueles ponerte en plan:

"Mi Namjoonie es un dios griego, tan irreal. Sus brazos, sus piernas, su cara, no existe nada en él que no me encante".

Entre otras cosas que no quiero mencionar, porque no deseo recordar lo subidas de tono que son. A mí me toca soportarte, pero tú a mí no. Eso es injusto Jin hyung.

El joven de piel nívea notó como su mensaje se marcaba en visto, sin obtener la mínima respuesta, por lo que aprovechó a picar a su mayor.

Yo:

Calladito te quedaste, ¿eh?

Mi hyung fav:

Jungkook, no me expongas así. Igual tengo derecho para hablar de esa forma, se trata de mi encantador prometido. A veces necesito desahogarme con alguien, ¿sabes?

Yo:

Guárdalo para ti hyung. No comas en frente de los pobres.

Y si quieres desahogarte, hazlo con Hobi Hyung.

Mi hyung fav:

😂😂😂😂😂😂

Perdón, pero quien dice que no hago lo mismo con Hobi.

Yo:

Pobre de él...

Mi hyung fav:

Cambiando de tema, algún día tendrás a alguien.

Eres un amor de persona Jungkookie y sé que la vida te lo recompensará.

Yo:

Han pasado 84 años...

Mi hyung fav:

Deja de ser exagerado Koo.

Yo:

Ya hyung, solo te estoy molestando.

Mi hyung fav:

Ya me quedó claro, por eso te vas a quedar soltero.

Yo:

Pero...

Mi hyung fav:

Nada de peros.

Yo:

Hace un rato me dijiste lo contrario.

Mi hyung fav:

Perdón, así como me molestas, yo también puedo hacerlo.

Pero en serio Koo, ya no le des más vueltas al asunto y concéntrate con lo que importa, es decir, en tu trabajo.

No me quiero imaginar todos los rumores que debe haber sobre ti ahora mismo.

Yo:

Lo sé, no es usual tener un profesor tan joven en este tipo de carrera.

La mayoría tiene bastante experiencia. Pero te prometo que les demostraré lo contrario.

Soy inteligente y lo suficientemente capaz para ejercer tu puesto.

Mi hyung fav:

Así me gusta, esa es la actitud.

Me toca dejarte porque mi Nam vino a verme, Jungkookie 😍

Yo:

Lo compadezco.

Mi hyung fav:

Él no piensa igual. ¡Adiós!

Yo:

Bye, hyung.

Cuídate, me saludas a Namjoon hyung.

Mi hyung fav:

Lo haré, tú también cuídate.

Y así la conversación quedó cerrada, dejando a un joven educador un poco más tranquilo que al inicio. En su mente estaba muy claro que no caería ante la tentación. Dejaría fluir la situación mientras hacía lo que más amaba, enseñar.

Mientras tanto, Taehyung cada vez estaba más seguro de lo que quería. Ya había puesto los ojos en ese castaño y nadie lo haría desistir de usar sus encantos contra él. Aunque su corazón estuviera considerando algo más profundo que un simple entreteniendo. Pero no, eso era inaceptable. Iba en contra de sus principios sobre las relaciones. Sus romances no debían ser serios, solo así estaría en paz. Porque el que entrega su corazón, sale perdiendo.

Disfrutar era su objetivo principal que no cambiaría por nada, ni por nadie.

📚

Otro día comenzaba y con eso Taehyung se encontraba con más ganas de continuar con su loco plan de conquista.

—Tae, ¿por qué estás tan emocionado con llegar a la clase?

Jimin, quien estaba caminando a su costado, le interrogó con la curiosidad plasmada en su dulce rostro.

—Mi querido Minnie, si esto no sale mal pronto lo sabrás.

Kim le mostró una de sus radiantes sonrisas cuadradas. Esas que el joven más bajito de estatura amaba en secreto. El cual de forma rápida bajó su mirada, asintiendo despacio al mismo tiempo en el que percibía como sus mejillas se tenían de un fuerte color rojo.

Pero una vez más, con esas palabras, su amigo se sentía tan lejano para él. No quería creer lo que Yongsun le expresó con tanta convicción por medio de mensajes. No obstante, cuando fue testigo de la manera en la que Taehyung se acercó al nuevo profesor, saludándolo tan atentamente, Jimin se temió lo peor.

Estaba usando esa coquetería que tanto le caracterizaba mientras notaba como Jeon a pesar de sorprenderse por su actitud, le mostraba una leve sonrisa como respuesta.

Sí, no debía ser un genio para entender lo que sucedía.

Su amigo había puesto los ojos en su nuevo maestro. Lo que desconocía era si el mayor le correspondía.

No podía sacar juicios de valor, pero muy gustoso si se lo veía según su concepción. Esa expresión fascinada era una buena prueba para su deducción. Sin embargo, no lo juzgaba por ello, su mejor amigo gozaba de una apariencia celestial, por lo que pensar lo contrario sería muy tonto.

Lo que no le cuadraba era que Kim era conocido por ser galante y encantador con casi todo el mundo. ¿Por qué con el profesor podría ser diferente? Debería tranquilizarse, ya lo vio en esa faceta tantas veces. No existía una razón válida para que algo cambiara, ¿verdad?

No obstante, por más que quisiera convencerse a sí mismo, el raro presentimiento que molestaba en su pecho lo hizo actuar. Los celos se apoderaron de juicio, por lo que ni siquiera fue consciente de cuando se acomodó a un lado del joven del pelinegro.

—Buenos días profesor.

Park escupió el saludo de tan mala gana que el tono hosco de su voz incomodó a Jungkook.

—Buenos días...

Mal momento para no recordar el nombre de ese estudiante que parecía tener dagas en los ojos. Aunque nadie podía culparle, se suponía que se iría aprendiendo el nombre de sus alumnos conforme los días pasaran.

—Soy Jimin. Park Jimin—estuvo a nada de deletreárselo sílaba por sílaba, pero se contuvo por Taehyung—. Por favor recuérdelo, profesor Jeon.

Pero a pesar de que aquel chico comenzó a sonreírle, a Jungkook no le agradaba del todo. Tal vez fue porque rompió su burbuja con Kim o por la ironía con la que lo saludó.

—De acuerdo chicos, vayan a sentarse porque la clase está por iniciar.

La opción que le pareció más adecuada y madura fue cortar con el tema. Tenía cosas más importantes en las que concentrar su atención.

Ambos chicos hicieron caso a la orden que les fue impuesta sin decir una palabra más, dirigiéndose a sus respectivos puestos.

—Tae, ¿qué tratas de hacer? ¿Por qué te comportas así?

Susurró para que su amigo fuera el único que lo escuchara.

—De esto te quería hablar.

Jimin le observó con duda, esperando que existiera otra explicación sobre lo que presenció, mientras agradecía que no se fijara, ni tampoco le preguntara la razón detrás del comportamiento rudo con el que actuó minutos atrás.

Era un milagro lo despistado que Taehyung podía ser.

Lástima que la situación no sería como esperaba.

—Voy a coquetearle al profe Jeon.

—¡¿QUÉ?!

La exclamación escapó de sus labios tan natural que no reparó en lo alto que se escuchó. La sonrisa ladina en esos labios de corazón fue suficiente para mandar su autocontrol a la basura.

—Joven Park haga silencio y atienda a la clase por favor.

La gélida y autoritaria voz de Jungkook lo devolvieron a la realidad. Sintiéndose pequeño ante la mirada desafiante que le dedicó después de su escenita.

Jimin asintió para no quedar peor frente a sus compañeros, mientras miraba de reojo como Taehyung se cubría el rostro. Un gesto que hacía cuando trataba de no reírse por más inevitable que fueran sus ganas.

Más tarde cuando las clases finalizaran hablaría con su amigo.

—En serio no puedo creer lo que me estás contando. ¿Es porque es joven y guapo?

A este punto el más bajito no sabía si su enojo estaba siendo bien disimulado.

—No Jiminnie, no es solo eso. Hay algo de él que me atrae como para molestarlo un rato. Se me hace una persona muy dulce.

Taehyung respondió sin vacilar. Sin embargo, Jimin seguía muy poco convencido por lo que decidió indagar mediante más preguntas.

—¿Estabas aburrido cuando lo decidiste?

—La verdad es que sí, pero no me arrepiento porque con lo poco que he visto, amé las reacciones que tiene cuando le coqueteo.

—Estás jugando con fuego, ¿lo sabías?

Cuestionó, estirándose en su asiento.

Park se estaba desesperando por la actitud del menor.

—Obvio, pero correré el riesgo. No me da miedo quemarme si es por alguien como el profe Jeon—confesó, viendo como desaparecía por la puerta para ir a otra de sus clases—. Quien tenga miedo a morir que no nazca.

—Está bien, haz lo que quieras. Luego no vengas llorando si esto sale mal.

Advirtió con el ceño fruncido y la nariz arrugada.

—No lo haré, Minnie. No te enojes.

El joven de piel canela hizo un puchero. Dicha acción no pasó desapercibida para Park, provocando que suspirara. Era muy débil.

—No estoy enojado, pero cambiemos de tema.

—Claro, te adoro.

Taehyung lo estrechó con fuerza entre sus brazos, aprovechando que lo tenía tan cerca suyo. Jimin sintió como las malas emociones se desvanecían en el aire. Deseando no preocuparse hasta el punto de creerse paranoico. Su dongsaeng era coqueto por naturaleza. Este flirteo con el profesor no contaba con una razón de peso para ser distinto al resto.

—También yo, TaeTae.

El par de amigos se incorporaron de sus asientos tras haber estado parloteando en medio del corto receso que tenían a media mañana antes de dirigirse al otro salón donde recibirían una nueva clase.

Con el pasar de los días, Taehyung fue acercándose más a Jungkook, quien experimentaba mucha culpabilidad por ignorar las palabras de Seokjin. En su defensa, se estaba acostumbrando muy rápido a la presencia del pelinegro.

Porque con cada acción dirigida a su persona era imposible no experimentar maripositas en el estómago. Parecía un adolescente viviendo su primer amor, uno bonito en el que le hacían sentir bien consigo mismo y no uno tóxico como experimentó en carne propia.

La confianza entre ellos escaló a niveles que el mayor no imaginó, pero lo tomó con gusto.

Sin embargo, tenía presente no llenarse de ilusiones. A este punto ya conocía la fama que Kim cargaba en su espalda. No lo juzgaba porque era soltero, atractivo y con derecho de tontear todo lo que quisiera. Lo suyo era un juego guiado por el menor, ninguno buscaba una relación, por lo que lo disfrutaría en silencio hasta que el susodicho decidiera acabarlo.

Jungkook caminaba por la facultad, perdido en sus pensamientos cuando escuchó a lo lejos esa voz tan inconfundible.

Cautivadora, profunda, que parecía estar hecha de terciopelo por lo suave que era. Tan bella como su dueño.

—¡Kookie, Jungkookie!

Taehyung, quien lo estuvo mirando desde uno de los edificios contrarios del complejo universitario que yacía un poco desolado al ser tan temprano, comenzó a llamarlo apenas notó su ingreso al lugar.

El pelinegro bajó a toda velocidad las escaleras, manteniendo una sonrisa cuadrada en sus belfos rojizos. Se acercó a su profesor en cuestión de segundos, tomándose el atrevimiento de sostenerse de su brazo para saludarlo con entusiasmo.

—Buenos días Kookie, estoy muy feliz de verte.

Jungkook analizó con detenimiento la expresión alegre en ese rostro tan etéreo. Cada que lo veía se preguntaba si era posible conocer a alguien tan majestuoso como Kim Taehyung.

Ya no solo su apariencia era de otro mundo, también sus aptitudes como estudiante eran excelentes. Buen alumno era poco para describirlo. A su concepto era un verdadero genio que hace rato debería haberse graduado.

—Buenos días para ti también, Tae.

La primera vez, hace aproximadamente dos semanas, cuando el menor se aventuró a tomarle del brazo, Jeon se descolocó con el gesto, pero no hizo nada para alejarlo. Por lo que esa acción para Taehyung fue equivalente a recibir el visto bueno para que siguiera haciéndolo.

Así que a día de hoy era una costumbre entre los dos.

Kim se sentía tan extasiado con ese buen recibimiento. Su profesor era jodidamente lindo.

Sin embargo, Jimin no pensaba lo mismo. Quiso darle tiempo al tiempo, pero al ser testigo de esos actos, era imposible creer que se tratara de una simple broma.

Luego de un rato, ya se encontraban en el salón de clases, bajo la vista del resto de compañeros del joven de piel canela. Quienes adoraban ver a ese par tan juntitos. Ninguno era un soplón, por lo que Taehyung sabía que podía mostrarse con Jungkook sin tener miedo.

Por esa razón, el pelinegro le daba más cabida a sus coqueteos con el profesor sin importar quien estuviera a su alrededor.

Por ejemplo, se la pasaba suspirando como un tonto enamorado. Claramente los presentes dedujeron que era la forma que su compañero encontró para avergonzar a su maestro que se ponía tan rojo como un tomate maduro. Pero vale aclarar que Taehyung ya no sentía que fueran con él único fin de juguetear, había algo más profundo y para Jimin fue fácil notarlo.

No obstante, él también encontró la mejor manera para molestar a su profesor cada que su amigo le coqueteaba. De paso, desahogaba lo que sentía cuando los veía entrar en su propio mundo.

¿Qué era lo que hacía? Ni bien se le presentaba la oportunidad, interrumpía las clases con preguntas tontas para cortar las interacciones entre Taehyung y Jungkook.

—Profesor Jeon, ¿puede repetir esa última parte? Es que no entendí nada.

El susodicho volteó para ver a su alumno, soltando un suspiro cansino en el proceso. A estas instancias, sí que pensaba con seriedad respecto a la posibilidad de caerle mal a Jimin. No tenía clara la razón, pero confiaba en la leve sospecha que rondaba su cabeza.

—Por supuesto, Jimin.

El mayor señaló el pizarrón, explicando por segunda vez a pedido de Park.

Momentos antes, Jungkook se encontraba hecho un gusto al escuchar como Taehyung le daba cumplidos cuando explicaba el tema del día, pero con las interrupciones del chico de labios rellenos, estaba considerando sacarlo de su clase de una vez por todas.

Aunque eso no sería ético de su parte, pues los alumnos contaban con el derecho de preguntar por el contenido las veces que quisieran.

Una hora más paso hasta que los estudiantes comenzaron a salir uno por uno de la amplia habitación, cuando de pronto, Taehyung se incorporó de forma abrupta, llamando la atención de los que seguían cerca. Incluyendo a Jimin que le dedicaba unos ojos expectantes.

—Chicos, salgan rápido por favor que tengo que conversar a solas con el profe Kookie.

Todos rieron con ganas ante la brutal honestidad de Kim, aprovechando a hacer los típicos grititos emocionados que denotaban la complicidad que sentían por la particular pareja, mientras se retiraban lo más rápido que sus pies les permitían.

Dejando atrás a Jimin, quien no se movió ni un solo centímetro de su lugar como si fuera un poste de luz.

—Tae, apúrate.

Como si no hubiera escuchado nada de lo que su amigo dijo, Park insistió.

—Jiminnie, adelántate si quieres.

—No demores.

El chico miró a su educador con cara de pocos amigos, para luego soltar una áspera despedida. - Hasta mañana, profesor.

Jeon afirmó con un corto movimiento de cabeza como contestación. Jimin podría ser tan exasperante cuando se lo proponía.

Taehyung espero con paciencia a que su amigo desapareciera de su campo visual para dedicar toda su atención al mayor.

—Jungkookie, creo que empezaré a escribirte yo porque explicas tan bien que no hay necesidad de consultarte nada por interno. Y esto no va solo para mí, mis compañeros están fascinado contigo. Eres de los mejores profesores que nos han tocado a lo largo de la carrera.

—Me halagas, pero no creo que sea así para todos. Por ejemplo, Park...

—Ohhh, Jiminnie. No te preocupes tanto por él. Suele ser intenso con la mayoría de maestros, por lo que no si no entiende, te preguntará hasta quedar satisfecho.

Lo tranquilizó, mostrándole una expresión que concordaba con sus palabras.

—Si tú lo dices...

—¡Sí! Lo prometo.

—Genial, entonces cambiando de tema, esperaré tu mensaje.

El joven de piel nívea se animó a corresponder a su flirteo, enseñándole esa sonrisa de conejito que Taehyung estaba aprendiendo a amar.

—¿De verdad? Me alegro que sea así.

El pelinegro rozó sus dedos con las manos del mayor que yacía recargada en el escritorio, mientras lo observaba en silencio. Experimentar su tierno tacto era comparable a una descarga de energía en cada rincón de su cuerpo. No obstante, se preguntaba si solo era él quien tenía esos pensamientos.

"Claro que sí Jungkook. No seas estúpido, tú eres el mayor de los dos. Compórtate como tal y no te emociones con pequeñeces".

—Bueno Tae, cualquier cosa no dudes en escribirme.

El castaño correspondió a la caricia de su estudiante, pero luego de unos segundos el susodicho quitó la mano como si quemara.

Ese acto le entristeció ya que hubiera querido gozar más de ese contacto, pero no podía. No estaba bien. Debía frenar lo que sentía. Al fin y al cabo, que era su maestro y su juego no cruzaría la barrera entre ellos.

—De acuerdo profe, me voy. Hasta mañana.

Y salió sin mirar atrás, dejándolo solo en el lugar. Se pasó la mano por el cabello, quitándose los anteojos para masajear el puente de su nariz.

"¿Qué me estás haciendo Kim Taehyung? A este paso perderé la cabeza por ti, y tengo miedo de eso, pero lo que es peor es la incertidumbre de no saber lo que pasa por tu mente".

El profesor se dejó caer sobre el escritorio, exhausto por la dulce tortura que era ese estudiante en su vida.

En otro lado, el pelinegro alcanzó a su mejor amigo en el patio trasero de su facultad. Dicho lugar era el favorito de los mejores amigos para conversar antes de tomar caminos separados.

—Jiminnie, ¿acaso tienes algo en contra de Kookie?

—No tengo nada en su contra, ¿por qué lo preguntas?

El más bajito quiso sonar desinteresado, jugando con el móvil que tenía entre sus manos.

—Tu actitud se está volviendo molestosa. No solo para él, para todos.

Podría ser ciego sobre la razón por la que su amigo tomaba esa actitud, pero el comportarse así no era habitual.

Jimin era muy calmado. Sin embargo, desde la llegada del castaño parecía una fiera dispuesta a atacar a su presa.

—¿En serio? ¿Se quedó contigo? ¿Qué clase de profesor es?

El chico torció los ojos, frunciendo sus labios rellenos en una mueca de molestia. Lo que le faltaba, lo que más deseaba era conversar con Taehyung, pero él venía y nombraba al dichoso educador.

—No fue así. Pero parece que lo hicieras solo por molestar.

La mano de Taehyung hizo que bajara su smartphone para que lo mirara directamente a los ojos. A Park no le quedó de otra que establecer contacto visual, chasqueando la lengua en el proceso.

—Es tu imaginación. Simplemente explica muy rápido y prefiero preguntar antes que perder la materia.

—Si tú lo dices, Jiminnie. No quiero que te metas en problemas.

El más bajito asintió con simpleza. Taehyung optó por cambiar de tema, no le gustaba que se formara ningún tipo de tensión entre los dos, por lo que compartieron una charla trivial hasta que llegaron a la parada de autobuses donde les tocaba separarse para ir a sus hogares.

—Adiós, Taehyungie.

—Hasta pronto, Minnie.

Los amigos colisionaron en un cálido abrazo de oso, con Kim siendo el primero en romper el contacto para acariciar el cabello de su acompañante.

—Cualquier cosa estamos conversando, cuídate.

—Tú también.

El pelinegro se separó con una diminuta sonrisa enmarcada en su rostro, subiéndose al autobús que había parado.

Cuando el transporte inicio su marcha, Jimin suspiró cansino. Estaba siendo muy notoria su actitud con Jeon, pero no lo suficiente como para que Taehyung descubriera la verdad.

Un punto a su favor que aprovecharía hasta el final.

A veces sentía que se le escapaba de las manos, que lo superaba en todo sentido. Porque sí, esos celos le hacían daño, lo enloquecían como nunca imaginó que sería posible, pero tendría que aprender a disimularlo o eso acabaría mal.

Muy mal.

Continuará...

Gracias por leer, espero estén disfrutando de la historia y por favor, no sean demasiado rudos con ninguno de los personajes, ¿sí? En este fic estoy tratando de mostrar que cualquiera puede cometer errores, pero a la vez esos tropiezos ayudan a mejorar como persona. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro