*+:。.。Capítulo 12。.。:+*
Jungkook se sentó en el borde de su cama, después de un largo día de trabajo y de variadas emociones. Su corazón apenas se estaba recuperando luego del momento vivido con Taehyung, con el que una vez más estuvo a punto de unir sus labios en un beso.
El primero de todos los que querían darse.
El juego peligroso entre los dos cada vez superaba los límites impuestos.
Sin embargo, eso era lo de menos en este momento al leer los mensajes de sus amigos en su grupo personal.
¿Qué había sucedido y por qué estaban tan preocupados? Conforme siguiera el hilo de la conversación lo entendería.
Hoy a las 7:00 pm
Hobi:
Chicos, me quedé preocupado...
Namjoon hyung:
Tranquilo Hobi.
Cualquier cosa Yoongi te debe avisar, ¿no?
Jin hyung:
Por algo son amigos, Hoseokie.
Ojalá no haya sido nada grave lo que le sucedió a ese chico.
Hobi:
Sí, eso espero.
Aunque sigo asombrado por la actitud de Yoon.
Jin hyung:
Supongo que fue porque él se dio cuenta de todo.
Namjoon hyung:
Si eso debe ser.
Siempre es bueno ayudar a quién lo necesita.
Jin hyung:
Ese es mi amorcito ❤️
Hobi:
Ahh, ya se pusieron cursis 😐
Yo:
Hola chicos...
¿De qué me perdí?
Hobi:
Hola Kook.
Bueno, no sé si lo sabías, pero un amigo (Yoongi) y yo, nos unimos a los paseos en bicicleta que Nam y Jin hyung están dando durante las tardes.
Jin hyung:
Si lo sabía, yo se lo conté por teléfono el otro día.
Yo:
Exacto, pero... ¿eso que tiene que ver con que estés preocupado?
Hobi:
Pues que fuimos testigos de un terrible accidente.
Yo:
¡¿Qué?!
¡¿Cómo así?!
Hobi:
Fue en medio de nuestro paseo. Justamente Yoongi fue el que notó el suceso, por lo que no demoró en socorrer al pobre chico. Fue muy cerca de la universidad, lo que hace obvio que se trate de un estudiante de ahí. Pero si les soy honesto, nunca en mi vida lo había visto. Supongo que es de otra facultad.
Yo:
Que mal.
Esperemos no pase a mayores.
Hobi:
Además, Yoon decidió quedarse con él hasta que algún familiar llegara al hospital, pero no me ha dicho nada y eso es lo que me tiene preocupado. Porque al igual que ustedes espero que no sea de gravedad, pues notamos que le dolía muchísimo.
Yo:
Ya verás que no. Y confió en que pronto tu amigo se comunicará contigo.
Hobi:
No me queda más que esperar.
Pero cuéntanos, ¿cómo estás tú, Kook? ¿Qué tal el trabajo?
Yo:
Ahí voy, Hobi. Gracias por preguntar.
Estamos en semana de exámenes. Por lo que me encuentro muy ocupado revisando muchas pruebas, de la misma forma en la que los alumnos se la pasan estudiando.
Hobi:
Claro jajaja
Creo que mejor me voy a estudiar...
Jin hyung:
No lo ibas a hacer, ¿verdad?
No seas irresponsable Jung Hoseok 😠
Hobi:
Perdón Jin hyung.
Es que debía estudiar para una materia en la que no tengo problemas.
Pero tienes razón, no debería ser irresponsable.
Voy a revisar algunos de mis apuntes.
Mejor prevenir que lamentar.
Jin hyung:
Así me gusta.
Namjoon hyung:
Ay amor, no seas malo 😂
Déjalo.
Jin hyung:
No Nam, se lo digo por su bien.
Hobi:
De verdad parece que llevaran años de casados jajaja
Yo:
Nam hyung se deja dominar por Jin hyung.
😂😂😂
Namjoon hyung:
Eso no es cierto.
Jin hyung:
¿No lo es?
Kim Namjoon, hoy te vas a dormir en el sillón.
Namjoon hyung:
Perdón amor, si es así.
Pero no me expongas frente a ellas por favor.
¿Dónde queda mi reputación de hyung con liderazgo?
Jin hyung:
Bueno, solo porque te amo de aquí y al infinito dejaré el tema por la paz.
Namjoon hyung:
Yo también te amo, bebé.
Al infinito y más allá.
Hobi:
Jungkook, mejor vámonos del chat.
Ya se pusieron íntimos 👀
Yo:
Justo eso te iba a decir.
Jin hyung:
Tontos 😠
Yo:
Perdón Jin hyung, no pudimos resistirnos 😂
Hobi:
Chicos, Yoon ya me escribió. En un rato vengo.
Namjoon hyung:
Bueno Hobi. Ve.
Y desde ese momento, su amigo dejó de responder por varios minutos, dejándolo con la duda de lo que había sucedido al final. Por lo que decidió distraerse viendo algo de televisión, mientras tomaba un envase de leche de plátano acompañado de unas galletas de vainilla que serían su merienda ligera, pues lo menos que deseaba era levantarse a cocinar.
El cansancio le podía mucho más.
📚
Jimin se encontraba recostado sobre la cama que le ofrecieron en el hospital. El doctor lo atendía con diligencia, explicándole su situación. Para su suerte, solo tenía el brazo roto cuando su panorama pudo ser diez mil veces peor.
Las recomendaciones que el profesional de la salud le dio fue el uso prologando de una férula hecha de yeso, absoluto reposo, y tomar las respectivas medicinas para el caso. Según el doctor, su umbral del dolor era muy bajo, por lo que era de esperarse que casi se desmayara en la ambulancia, lo que provocó que el agotamiento fuera demasiado para su pobre cuerpo.
Yoongi lo observaba de reojo con mucha atención. Minutos atrás, el chico bonito le pidió que agarrara su móvil para que llamara a su madre para informarle de su problema, quien entró en colapso cuando escuchó de la boca de Min que su pequeño Minnie sufrió un accidente que lo dejó internado en el hospital.
El médico salió de la habitación, dejando solos a los jóvenes. El joven de ojos gatunos se acercó a Jimin con cierta cautela, entregándole su teléfono—Ya le avisé a tu madre, puedes estar tranquilo. ¿Necesitas algo más?
Jimin lo analizó en silencio, de arriba hacia abajo, a pesar de estar un tanto adormitado. El desconocido parecía tener su misma edad y su misma altura. Era muy guapo, su voz era grave, pero su aura era la de una persona muy seria. A simple vista, podría asegurar que poseía la pinta de ser un bad boy.
—No, gracias. Ya hiciste mucho por mí, tampoco quiero darte más molestias.
El chico le sonrió con ternura, sus ojitos se volvieron dos medias lunas, encantando a Yoongi como la primera vez que lo vio a la lejanía.
—Pero dime, ¿cómo te llamas? Quiero saber el nombre de mi salvador.
El chico más pálido soltó una risa nerviosa, mostrando sus encías de gomita. Jimin también se permitió reír. La voz ajena era unos tonos más bajos, aportándole ese porte más intimidante, pero después de verlo reír de esa manera, era obvio que podía ser igual de dulce. Tal vez no debió de juzgarlo por su apariencia.
—Creo que me estás dando mucho crédito—un sonrojo se posó en sus pómulos blanquecinos—. No hice más que ayudar a una persona que estaba pasando por un mal momento.
"Si claro Yoongi, actuaste como un príncipe salido de un cuento de hadas como para ofrecerle acompañarlo al hospital, solo porque se trataba de una persona al azar. Si hubiera sido otra persona... lo máximo que hubieras hecho seria llamar a una ambulancia para pedir ayuda".
—En la actualidad pocas personas son así. Eres muy buena persona.
—Gracias por decírmelo. Soy Yoongi, Min Yoongi.
El resto de detalles esperaba dárselos en una próxima ocasión. Era su pequeña ilusión.
—Un gusto Yoongi, soy Park Jimin.
El chico estiró su mano y Yoongi la tomó gustoso, apretándola un poco. Eventualmente, conectaron miradas, creando un contacto visual muy profundo hasta regalarse una sonrisa sincera.
—Que tarde de locos viviste. Perdón por todo lo que te hice pasar—el joven de labios abultados hizo un puchero de forma inconsciente—. ¿Estabas de paso o te interrumpí en algo? Creo que tenías compañía cuando sucedió.
—Sí, realizaba ciclismo con unos amigos cuando el accidente se dio.
Jimin bajo la mirada, un tanto avergonzando porque siempre terminaba siendo un estorbo para todos. Hasta para la gente que apenas conocía. Yoongi notó que el rostro del chico se apagaba en cuestión de segundos, causando una opresión en su pecho.
No quería verle de ese modo. No le gustaba nada.
Lo que más deseaba era ver una expresión calmada, acompañada de su preciosa sonrisa.
—En serio no te preocupes. Veámoslo como una oportunidad de la vida para conocernos y ser amigos, ¿te parece?
"Demonios Yoongi, ¿qué mierda estas diciendo? ¿Desde cuando eres tan directo con lo que sientes?"
El chico se quejó para sus adentros, esperando una respuesta por parte de su acompañante.
—Me parece bien... Yoongie.
El susodicho abrió los ojos como platos al escuchar el dulce apodo que el precioso chico le había hecho en ese instante, sin esperarlo. Fue imposible no ponerse tímido por las palabras que salieron de su boca, de la misma manera en la que Jimin se dio cuenta de lo confianzudo que había sido eso.
—Discúlpame, recién nos conocemos y ya me tomé el atrevimiento de llamarte así.
—No, puedes llamarme así. Claro, si es que yo también puedo llamarte Jiminnie para estar en igualdad de condiciones.
—Estoy de acuerdo. Me parece bien.
Yoongi sentía que estaba perdiendo la cordura, ese chico era demasiado irreal para él. Al fin lo tenía de cerca, aunque nunca se imaginó que sería en tal situación. Sin embargo, parecía estar flechado por Jimin. Todo en él era perfecto, tan lindo, su voz, su sonrisa, sus ojos, su boca...
¿Cómo se sentiría probar aquellos labios carnosos?
"Joder Yoongi, hace mucho que no sientes nada por nadie, por eso estas así. Contrólate como una persona normal".
—Anótame tu número, por favor—pidió—Lo menos que puedo hacer es invitarte a algún lugar.
—Ohhh, por supuesto.
Yoongi volvió a tomar en sus manos el teléfono del chico e hizo lo que le pidió con gusto, para luego devolvérselo, rozando sus dedos con el dorso ajeno muy levemente. Decir que no disfrutó del contacto, sería mentir. Aunque no pudo gozarlo más, porque en ese preciso instante, una mujer de cabellos cenizos entró muy agitada en la habitación de paredes blancas, por lo que ambos chicos le observaron con atención.
—¡Mi niño! ¿Estás bien? —preguntó la madre de Jimin con los orbes vidriosos por las lágrimas contenidas, acercándose a la cama en la que su hijo descansaba—. Dime que sí, cariño...
—Hola mamá, estoy bien. Pero mentiría si te digo que no me duele un poco.
La fémina asintió con su cabeza, apenas percatándose de la presencia de alguien más en el sitio. Yoongi se fijó en la mirada de la mayor, por lo que hizo una reverencia cargada de respeto y le saludó con la educación que le caracterizaba—Buenas tardes señora Park, soy Min Yoongi, yo fui la persona que le avisó del accidente.
La mujer devolvió la reverencia, sorprendiendo al chico frente suyo—M-Muchas gracias por ayudar a mi hijo, ¿cómo te lo puedo recompensar?
—Señora, no es necesario que haga una reverencia, no fue nada.
La mujer negó repetidas veces.
—Si lo fue, salvaste a mi hijo y te estaré eternamente agradecida por eso. Muchas gracias.
—Hice lo correcto—respondió, ganándose una sonrisa por parte de la fémina. Después de un corto silenció, volvió a hablar—. Bueno, lo mejor es que me vaya. Estaremos conversando Jiminnie. Adiós, señora Park.
—Sí, hasta pronto, Yoongie.
Su acompañante usó su mano para hacer el típico gesto de despedida mientras salía de la impecable habitación. La mujer le correspondió con amabilidad, mirando a su hijo con una sonrisa burlona en el rostro y una ceja alzada—Con que Yoongie, ¿eh?
Jimin se sonrojó con fuerza y ni siquiera entendía la razón—Es mi nuevo amigo, ¿ok?
—Claro que sí, Minnie... Cambiando de tema, me preocupe mucho por ti. Me alegra que solo fuera un susto. La enfermera ya me explicó un poco de tu situación, pero igual tengo que ir a hablar con el doctor para estar pendiente de que cumplas cada una de sus recomendaciones.
—Como gustes, mamá. Aprecio tu preocupación.
—Me corresponder velar por tu bienestar, Minnie.
La señora Park acarició los cabellos de su hijo con mimo, recordando un detalle muy importante en el proceso.
—Hablando de amigos, le avise a Tae lo que te paso—informó—Debe estar por venir.
El chico palideció cual hoja de papel, ¿Era en serio?
La vida lo odiaba, lo menos que quería hacer era enfrentar al pelinegro de sonrisa cuadrada.
—Ya veo, espero que Tae me sepa disculpar, porque creo que la medicina ya me está haciendo efecto...
Tenía que buscar una manera de librarse de este asunto. Dormir a causa de los medicamentos parecía una maravillosa excusa, pero como si fuera capaz de invocar a personas, su amigo hizo acto de presencia sin siquiera tocar. Cruzando la puerta con una notoria preocupación pintada en su rostro hasta alcanzarle a pasos rápidos.
—Minnie, me angustié mucho cuando me enteré. ¿Cómo estás?
Jimin trató de sonreír cuando el contrario acarició el dorso de su mano.
—Sí, Tae. Te juro que no fue nada. Tranquilo, solo debo usar esto por un rato.
Su amigo se calmó gracias a sus palabras, soltando un suspiro al ver que poseía un yeso. En el pasado sufrió de una caída en bicicleta, por lo que entendía la incomodidad del objeto. No obstante, era mil veces aguantar aquello a perder la vida por un accidente o quedarse con secuelas de las cuales uno no se puede recuperar nunca.
—Perdón por entrar así, señora Park—se disculpó, centrándose en la mujer a su costado—. La preocupación no es una buena aliada para mí.
—No te disculpes, Taehyungie.
La mamá de Jimin también acarició la cabeza del pelinegro. Feliz por ver lo mucho que le gustaba ese gesto al menor. ¿Cuándo sus niños habían crecido tanto? Ahora eran todos unos jovencitos hechos y derechos que le llenaban de orgullo con cualquier cosa que hicieran.
Taehyung suspiró, entrelazando los dedos con los de su chico favorito. Su alma gemela, su mejor amigo hasta el final. La acarició con delicadeza, poniendo nervioso a Jimin, quién quería que la tierra se lo tragara en ese momento.
—Bueno, pero... ¿ya conversó con el doctor?
—Justo eso iba a hacer, pequeño.
Rayos, no quería que lo dejara solo con Taehyung.
Y como si fuera una plegaria escuchada por algún ser divino en el cielo, el doctor apareció en la habitación, decidido a conversar con la señora Park personalmente. Lástima que el pelinegro ya estaba demasiado cerca como para susurrarle a su amigo si necesitaba algo.
El mayor negó despacio, omitiendo el calor en sus mejillas para ser lo más cortante posible. Se rehusaba a seguir hablando—Me estoy sintiendo muy cansado. No quiero hablar, necesito dormir un poco.
Una mentira piadosa, nada más que eso.
—Lo entiendo, Minnie.
El chico de labios regordetes optó por quedarse callado, mientras su amigo desviaba la mirada hacia cualquier otro lugar de la sala, un tanto extrañado por la manera tan ruda con la que le habló. Sin embargo, culparía a la situación en la que Jimin se encontraba.
Nadie estaría de humor luego de esa experiencia tan horrible.
Poco después el doctor salió de la habitación, a lo que la mamá de Jimin se dirigió hacia su hijo con la información que el profesional le dio segundos antes—Me aconsejaron que por hoy te quedes aquí, Minnie. Mañana en la mañana podrás ir a casa conmigo.
—De acuerdo, mamá. Es lamentable tener el umbral del dolor tan bajo como para que me recomienden esto.
—No te culpes, Minnie, es mejor así.
Taehyung opinó con cierto miedo de que su amigo le respondiera otra vez como si estuviera enojado con él. Le parecía demasiado extraño y poco usual.
—Claro. Ahora debo estar en total reposo... ¡Mierda!
Con lo que acababa de recordar, una desgracia más se acumulaba en su lista de problemas.
—Park Jimin, ¿Qué es esa boca? Yo no te crie así.
La madre del chico lo dio una mirada de reproche, no le gustaba que usara malas palabras en momentos serios como ese.
—Perdón, mamá. Pero me olvide de que todavía me queda rendir un examen con Jeon.
—Ohhh, es cierto. Yo también lo había olvidado. Tú no te preocupes, Jiminnie, que yo me encargo. Ahora tu dedícate a curarte, ¿sí?
—No Tae, no te puedo pedir eso. Ya si me toca reprobar su materia, ni modo. Tú sabes que sacaba notas con las justas, confiaré en que el proyecto que hicimos me ayude.
Lo más triste de la situación era que no podía pedir permiso para reprogramar la fecha del examen porque los profesores se encontraban con los tiempos exactos para presentar las respectivas calificaciones.
—No será así. Yo veré como te ayudo con eso, déjaselo al increíble Kim Taehyung.
Jimin cambió su semblante estoico por una sonrisita tonta en su rostro gracias a esas palabras, mientras su madre abrazaba con fuerza al pelinegro y le incitaba a que conversaran por un rato. Luego de unos minutos, el mayor se empezó a quedar dormido, rendido por el agotamiento y por la terquedad de su amigo, el cual a pesar de todo lo mantenía más cautivado que antes.
—Gracias por venir, TaeTae.
—No es nada, gracias por avisarme señora Park, y como le dije a Jiminnie, yo me encargo de todo, puede estar tranquila.
—Está bien, Tae cariño. Si deseas ya puedes irte, porque mi niño ya se quedó dormido.
La mujer observaba el rostro relajado de su amado hijo.
—Tú también deberías ir a estudiar para ese examen, no te confíes.
—Como usted diga, pero por favor me avisa cualquier cosa. Siempre estaré disponible para mi mejor amigo, no importa la hora o el lugar.
El chico juntó sus manos a modo de petición, recibiendo un beso en la mejilla por parte de la fémina que lo adoraba como otro hijo por ser tan incondicional con su querido Jimin.
—No sabes cuánto agradezco que Minnie pueda contar contigo en las buenas y en las malas. Eres un chico excepcional, Taehyungie.
El joven de piel canela le dio un abrazo como despedida, retirándose del lugar para ir directo a su casa antes de preocupar a su familia.
Vaya día había tenido, con muchas emociones, tanto que sentía que podría colapsar en su cama y aunque le haya prometido estudiar a la que consideraba su otra madre, la verdad es que no lo podría hacer. Kim no tenía cabeza para nada, solo les avisaría a sus amigos y después se iría a dormir.
Al día siguiente podría buscar las soluciones para los inconvenientes que debía resolver a como diera lugar.
Continuará...
Gracias por leer, mis amores. No olviden contarme que les pareció el capítulo en los comentarios. Porque como ya pudieron darse cuenta, conforme sigamos avanzando con la historia, se pondrá más interesante y eso incluye a Tae y Koo.
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