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*+:。.。Capítulo 10。.。:+*

—Ya llegó el día. Estoy tan emocionado. Todo ha salido de maravilla, iniciando desde que la profesora nos felicitó por el proyecto y estoy seguro de que eso ya nos asegura una buena calificación.

El joven de cabellos negros musitó para sí mismo el pelinegro que no paraba de verse en el espejo. Muy orgulloso de su apariencia. No había duda de que debía postear una fotografía en su Twitter.

"Creo que me arreglé mucho".

Los comentarios de sus mejores amigos no tardaron en aparecer frente a sus ojos. Cada uno de ellos halagándolo, pero en el caso de Bogum se notaba su intento de coqueteo. Una sonrisa ladina se instaló en sus labios de corazón.

Sintiéndose plenamente confiado de que esos halagos eran una buena señal para comenzar su día de la mejor manera.

Luego de que Taehyung compartiera su look en su red social favorita, tomó su mochila y salió lo más rápido que pudo de su habitación, sin antes despedirse de sus queridos padres, los cuales le desearan mucha suerte en el evento.

Fue hasta la parada del autobús, subió lo más rápido que sus pies le permitieron y cuando ya estaba ubicado en su lugar, sacó de su mochila un cuaderno con algunos apuntes, disponiéndose a releerlos como últimamente había estado haciendo.

Los minutos pasaron y ya se encontraba en su destino, la prestigiosa universidad de Seúl. Cuando entró a su facultad se emocionó al ver cómo estaba decorado con la temática del evento. A lo lejos divisó como algunos de sus compañeros estaban terminando de arreglar su puesto, ya que el día anterior se ofrecieron a hacerlo para después no estar con las prisas.

—Hola chicos. Les está quedando genial, ¿ya están acabando o desean que les ayude en algo?

—No gracias Tae, ya estamos casi listos—respondió uno de sus compañeros a lo que el pelinegro asintió.

—Estas muy guapo—otra compañera le halagó, aprobando su look—. Ese es nuestro representante.

El chico sonrió con gracia, mostrando su perfecta sonrisa cuadrada. -Gracias por el cumplido. ¿Jimin aún no llega?

—No, aún no... Pero está a buen tiempo.

Taehyung asintió cuando vio el reloj de su muñeca, tal vez Jimin se quedó dormido y por eso no estaba en el lugar. Se encontraba perdido en sus suposiciones hasta que un compañero rompió el silencio.

—Tae, si quieres ayudar con algo, ¿puedes buscar al profesor Jeon? Él nos dijo que le avisáramos cuando estuviéramos listos con todo... Ya sabes, tiene que supervisar la primera exposición que realicemos para evidenciar nuestra calificación con la profesora Moon.

—Mmm, claro que sí, yo voy.

Empezábamos con pie derecho el día. "Dios ten piedad de esta alma en desgracia". Pensó con un toque nerviosismos, soltando una exhalación. Rendido por la situación fue en busca del profesor que le robaba suspiros y que últimamente ocupaba gran parte de sus pensamientos.

Luego de un rato de estar rondando por toda la facultad, preguntarle a un montón de personas, algunos coqueteos y hasta pedidos de números de celular, el pelinegro dio con su objetivo. Cuando lo visualizó, no pudo pasar desapercibido el hecho de que el profesor estaba vestido tan elegantemente para la ocasión.

Llevaba puesto un traje color uva que se ceñía perfectamente a su trabajado cuerpo, el cabello arreglado de tal forma que su frente quedaba descubierta y sus zapatos oscuros eran muy brillante a la luz del día.

Se relamió los labios, sintiendo la garganta seca. Encontrando la oportunidad perfecta para coquetearle. Se acercó sigiloso, aprovechando el mayor estaba concentrado revisando algo en su celular.

—Profe Kookie. Ese traje le queda hermoso, parece una uvita, ya quisiera poder comérmelo porque luce tan apetitoso.

El castaño se sobresaltó, su querido alumno apareció de la nada, diciéndole tales cosas con esa voz profunda que podía ponerle muy pero muy nervioso.

"Autocontrol solo haz presencia", pidió o más bien, suplicó.

—¡T-Taehyung, eres tú! Por Dios, qué cosas dices...

El castaño sintió sus mejillas quemar como si estuviera sufriendo de una intensa fiebre.

—Es la verdad, profe. Usted está muy guapo.

El menor se acercó lo suficiente como para que Jungkook pudiera apreciar con más detalle lo hermoso que se veía, se había arreglado más de lo que hacía normalmente, aunque para sus ojos siempre estaba perfecto. No lo necesitaba porque era tan precioso, tan etéreo, tan Kim Taehyung.

Único e irreal.

—B-Bueno, ¿me buscabas para algo? —preguntó tratando de no dejarse llevar por las sensaciones que lo invadían, alejándose lo más rápido que pudo del susodicho.

—Sí, mi curso ya está listo y como el evento está a punto de iniciar, me pidieron que lo buscara para que supervisará la primera exposición.

—Ohhh claro que sí, vamos entonces.

El pelinegro rio ante la actitud que tomó el mayor. Así le gustaba más. Porque conseguir ponerlo tímido gracias sus encantos, consiguiendo tener el control de la situación, era genial. Por lo que Kim una vez más se dio el lujo de hacerle que lo agarrará del brazo, aprovechando que no había nadie cerca que los pudiera delatar.

Caminaron unos minutos mientras conversaban de cosas triviales. El ambiente entre ambos era muy bueno, tanto que sentían que recuperaban energías y una paz los inundaba.

Al llegar a su destino, el castaño sintió una mirada muy pesada, pero no fue grande la sorpresa al notar que era Park que ante el vitoreo del resto de los compañeros del pelinegro hacían cada vez que los veían juntos, lo mataba lentamente con sus orbes filosos como dagas.

Taehyung se separó con una sonrisa bonita adornando su rostro para proceder a abrazar a su amigo hasta que el profesor se fijó en cómo al susodicho le cambiaba el semblante a uno más relajado y hasta se podría decir feliz.

Algo dentro de sí mismo le advertía que Park Jimin tenía un crush con su amigo por todas las acciones y escenitas que comenzó a hacer desde que Taehyung se vio interesado por él.

Y aunque no eran bastantes porque el tiempo que transcurrió no era mucho, un gran ejemplo que podía dar era cuando el pelinegro quería quedarse un rato a solas con el luego de clases. A lo que Jimin guardaba sus cosas tan lentamente que exasperaba, por lo que a Taehyung no le quedaba más opción que no seguir con su juego. Cediendo ante lo que Park deseaba.

En palabras simples, no le gustaba como Park se comportaba. Y aunque no tuviera ningún derecho para opinar, porque no era nada del menor, igual se molestaba y hasta podría afirmar que lo envidiaba por el tiempo que podía pasar con Taehyung.

Mientras observaba en silencio, otro de sus alumnos se acercó para conversar con él sobre la presentación que harían a continuación. Pasados unos cuantos minutos, se dio inicio al evento y con ello, la presentación de las otras universidades que estaban colaborando.

El decano de la facultad dio un pequeño discurso que fue secundado por la profesora Moon, para luego dar algunas indicaciones sobre cómo se desarrollaría la cuestión.

Y así fue, los presentes empezaron a pasearse por los diversos puestos, escuchando las presentaciones de cada ingenioso proyecto, hasta que llegó el turno del curso de Taehyung. Por lo tanto, a Kim le llegó el momento de lucirse, pues estudió lo suficiente como para impresionar a su querido profesor.

Este lo escuchaba atento, sin duda el menor se había preparado muy bien y se sentía orgulloso de su desempeño y liderazgo con sus compañeros. Todo el proyecto fue muy laborioso, pero trabajando juntos consiguieron el mejor resultado y eso le llenaba de una manera única. Solo debía pasar su informe declarando que habían cumplido con todos los objetivos y por lo tanto alcanzado una calificación perfecta.

Pasado un buen rato, luego de que un grupo haya escuchado la presentación, y que su profesor se hubiera retirado porque lo llamaron de improviso para solucionar algunas cosas, todo el grupo se tomaba un pequeño receso para recargar energías, pues se estaban turnando Taehyung observó a alguien muy importante para él llegar al pequeño puesto.

—¡Wheein! —exclamó con emoción notoria en su voz, cosa que llamó la atención de su otro amigo. La chica se acercó con una sonrisa muy bonita adornando su cara, los chicos optaron por alejarse un poquito para más privacidad.

—¡Tae, Minnie, ya estoy aquí!

La chica estaba con los brazos abiertos, gesto que el par de amigos entendió como que era momento de un merecido abrazo grupal.

—Pensé que no vendrías, te avisé un poco de improviso como a los demás, pero nunca me confirmaste nada.

—Bueno, me abrí un espacio en mi agenda y aquí estoy, TaeTae—dijo divertida por la cara de sorpresa de sus dos buenos amigos—. La verdad es que los demás también hubieran querido estar aquí. Este evento tuvo mucho impacto en la universidad, pero Sunnie era la que más deseaba venir porque Jiminnie también se lo había comentado aparte. Lastimosamente se les complicó a todos por trabajos extras que les dieron en sus carreras. Ya que, estamos a poco de culminar el semestre y los profesores se ponen un poco intensos. Para mi suerte pude liberarme un rato.

—No importa, nos alegra que al menos tú estés aquí—Jimin sonrió y al instante sus ojitos desaparecieron, dándole ese aspecto tan tierno que a la chica enterneció y no pudo evitar agarrar y apretar un poco sus mejillas.

—No hay de qué, pero... Dios, ¿por qué eres tan tierno?

El más bajito hizo un puchero y cuestionó. - ¿Por qué siempre que sonrío tienes que hacerme esto?

—Touché. Tú ganas, Jiminnie, pero en mi defensa es porque no puedo manejar tu ternura.

—Y yo no puedo evitar verme así.

Taehyung solo reía, esto era tan típico entre ellos, prácticamente desde que eran niños y eso lo hacía más especial, pues él tenía tan buena memoria que era capaz de atesorar todo lo valioso de su vida.

—Bueno, creo que ya nos desviamos mucho del tema. Quería ver cómo estaba todo por aquí, sin duda trabajaron muy bien chicos.

La chica observó cómo los compañeros de sus amigos seguían exponiendo el tan elaborado proyecto a los grupos de personas que seguían llegando cada 5 minutos. - Los felicito de todo corazón, mis amores.

—Gracias preciosa, nos esforzamos mucho—mencionó Taehyung—Pero hay un precio a pagar, no tenemos descanso y estoy agotado—. Jimin asintió dándole la razón al pelinegro.

—Me imagino... ¿no se pueden escapar un ratito?

—Ya quisiera...

Taehyung suspiró Jimin habló segundos después—TaeTae, ya has hecho mucho. Si quieres puedes ir a distraerte un rato con Whee.

—Minnie, ¿lo dices en serio? No quisiera dejarte a cargo con todo, tú también estás cansado.

—No lo suficiente, ¿o acaso piensas que el gran Park Jimin no puede encargarse por un rato?

—No es eso, confío mucho en ti, y por muy dulce que seas, enojado puedes poner a raya a cualquiera.

—Así es mi querido TaeTae, así que Whee, llévatelo para que se distraiga un rato. No los quiero ver por un tiempo considerable... ¿me escucharon?

—A sus órdenes, capitán—los chicos afirmaron al unísono y Jimin asintió conforme, mientras todo el grupo se mantuviera calmado él no perdería la cordura.

📚

El par de amigos se encontraba deambulando por todo el lugar, curioseando los proyectos de los demás compañeros de la facultad de Taehyung y Jimin y también los de otras universidades disponibles. Todos se lucieron con sus presentaciones y eso era genial de ver, porque a pesar de ser la primera vez, todo iba de maravilla.

La chica observó una escena que le llamó la atención. Un chico muy atractivo, pero de semblante serio, que estaba rodeado de un montón de chicas y uno que otro chico, sin embargo, dándose el lujo de rechazarlos.

¿Y cómo lo sabía? Pues podía notar como le estaban pidiendo su número, ser estudiante de artes escénicas le ayudó a reconocer muy bien los gestos de las personas en diversas situaciones y para sumarle, estaba el hecho de que sabía leer los labios, bendito don que poseía, a veces le resultaba muy útil.

-Mira eso, parece que podemos jugar un rato.

Después de que su amiga dijera eso, Taehyung captó al instante lo que podría estar pasando. Una sonrisa traviesa se dibujó en su boca—Dios mío, Whee. Eres una genio, hace rato que no lo hacemos.

—Por eso mismo, extraño nuestras apuestas TaeTae... ¿o tienes miedo?

—Obvio no, pero...

La chica le dedicó una mirada retadora.

—¿O es que ya estás tan clavado por el Profe Kookie que sientes que no debes hacerlo?

Le cuestionó con burla, esperando por la reacción del contrario.

—Claro que no. Sí eso es lo quieres, vamos a jugar.

El pelinegro determinó con firmeza. No daría vuelta atrás a su decisión—Pero como fuiste la de la idea, hazte responsable y empieza. Mucha suerte, porque a mí se me hace que este chico no es de nuestra facultad y existe la posibilidad de que ni sea de la universidad.

—Acepto el reto. Así sea del otro lado del mundo, igual lo puedo hacer caer.

La chica musitó desafiante, a lo que el pelinegro le dio una sonrisa ladina. Extrañaba tanto hacer esto. Desde que Jungkook aparición en su vida podría afirmar que no se había dado el gusto de volver a sus andanzas y menos aún con su confidente preferida. Que mejor oportunidad le estaba dando la vida, al fin y al cabo, el chico era guapo y podría entretenerse un rato. Nada serio, solo joda.

—Diablos señorita. Cuando quieras aplícate para el papel de Maléfica

—Gracias TaeTae, me esforzaré—se dio ánimos así misma antes de actuar—. Ahí voy...

Luego de que la chica se fuera hasta donde se encontraba el susodicho, el pelinegro la observaba curioso porque aquel chico parecía alguien difícil de convencer ya que la mayoría de la gente que se le acercó, se retiraba por las mismas, y con varias expresiones adornando sus rostros, entre estas se notaba una clara decepción, un poco de ira e incomprensión.

Kim escuchó comentarios tales como: "¿Qué demonios sucede con él?", "Se cree la gran cosa solo porque es atractivo", "Es un amargado y muy poco amable, "Un total descortés", "No tiene tacto con la gente".

Le sorprendió un poco, pero pudo notar que estaba siendo cortante con su amiga, más no le dio más importancia porque ella había querido aventurase. Se distrajo un rato en su celular, revisando sus notificaciones pendientes hasta que unos minutos más tarde notó que alguien estaba frente suyo.

El pelinegro levantó la mirada y se topó con su amiga que se veía un tanto agotada. - Me mandó a volar muy lejos, suerte cariño.

—¿Tan malo fue? —preguntó con un poco de incredulidad ante la actitud de la chica, pero al ver que asentía, volvió a interrogarla—. ¿Me lo juras?

—Mejor descúbrelo por ti mismo.

Se levantó de su lugar, meditando un poco el asunto mientras iba donde ese chico. Tal vez los demás, incluyendo a su amiga, usaron la técnica de ser directos, motivo por el cual los rechazó con facilidad. Él intentaría otra cosa. Sería amable, sin otra intención de por medio con la intención de entablar una conversación amistosa.

"Suerte o muerte".

Y así fue, se le acercó despacio, presentándose con cordialidad—Hola soy Kim Taehyung. No te había visto por aquí, ¿eres de otra universidad?

El chico asintió. Tal vez si era una persona de pocas palabras—¿Cómo te llamas?

—Soy Kim Minjae de la universidad de Hanyang.

—Ya veo, es una universidad muy prestigiosa, ¿participaste?

—No, solo vine a ver los proyectos.

—Entiendo... ¿fueron de tu agrado?

El chico asintió emocionado, al mismo tiempo en que una pequeña sonrisa ocupaba su bonita y angelical rostro. Bingo.

—Ya veo, yo hice un proyecto de...

Taehyung comenzó a relatarle cada detalle a Minjae sobre su trabajo. Wheein a lo lejos lo veía anonada, ese era el don de su amigo, sin duda. Conversaron de cosas triviales y en un corto lapso de tiempo el atractivo joven se abrió a él, siendo muy sociable con el pelinegro, pues este le daba confianza. Sin contar que fue el primero en hablarle como una persona normal y no una celebridad a la que le querían sacar su número. Minjae estaba consciente de que era guapo, pero a veces le hartaba un poco, porque la mayoría de veces las personas se le acercaban con otras intenciones.

Entre esos temas salió que él tenía que hacer un resumen de los proyectos más destacados, Taehyung se ofreció ayudarle y caminaron por un rato con la chica siguiéndoles de cerca. Luego de que el chico obtuvo la información que necesitaba, hizo una reverencia respetuosa y le dijo. - Gracias por todo Taehyung, me ayudaste mucho. Espero pagarte algún día.

—No es nada Minjae, para eso están los amigos—El chico le mostró su sonrisa cuadrada y al otro se le iluminó el rostro.

—Claro, amigos. Entonces...Este es mi número—anunció, mientras escribía en un papelito lo dicho para luego entregárselo al pelinegro.

—Gracias Minjae.

—No hay de qué Taehyung, cualquier cosa puedes escribirme. Fue un buen rato el que pase contigo—miró su reloj, sobresaltándose al instante e intrigando a su acompañante—. Ya se me hace tarde, una vez más gracias por todo, espero volverte a ver.

—Claro que sí, yo también. Cuídate mucho—Taehyung se despidió con la mano y el chico desapareció de su campo visual, luego se acercó hacia el lugar donde se había ubicado su amiga que estaba un tanto distraída en su celular.

—Gané la apuesta.

—Ya lo sé—dejó su celular en su bolsillo y se concentró totalmente en su amigo—. Dios, eres todo un galán, él te dio su número, ¿verdad?

—Sí, él lo hizo. Fue sencillo.

—Me haces sentir que he perdido el toque.

—No es así preciosa, simplemente no fuiste astuta—dijo confiado a lo que ella afirmó—. Puede que tengas razón, por lo que vi no fuiste directo como usualmente haces.

—No, al ver cómo era preferí ganarme su confianza.

—Ya veo, pero... ¿si le vas a escribir? Está muy guapo.

—Es muy lindo, pero no es mi tipo, quisiera ser solo su amigo.

—Wow, te das el lujo de hacer eso, suertudo—la chica golpeó suavemente su hombro y el respondió—. Gracias, ese mi don Whee. Te recuerdo que a mí nunca se me quita lo de ser competitivo, así que si lo hice fue para complacer a mi querida amiga que le encanta hacer este tipo de apuestas.

—Claro, ahora tu tipo es only Jeon.

—Puede ser—el chico sonrió, manteniendo una mirada traviesa. Su amiga negó un poco divertida con la situación.

—Está bien, como buena perdedora que soy... ¿qué quieres de premio?

En ese instante el estómago del pelinegro gruñó con fuerza.

—Bueno, creo que ya sé. -afirmó entusiasmada—. Vamos a comer algo en la cafetería, ¿sí?

—Acepto la recompensa, Whee.

La chica solo rio a carcajadas, tomando el brazo del chico para ir con dirección a la cafetería, muy dispuestos a llenar sus estómagos con mucha comida deliciosa.

Continuará...

Gracias por haber leído hasta aquí, es la primera vez que hago un maratón y aunque fue todo un reto, lo disfruté mucho. 

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