EPÍLOGO
Astoria, Theo y Blaise ya llevaban días de que habían llegado a la Malfoy Manor a hacerle compañía a Draco y a Skyler. Habían hecho pijamadas desvelandose hasta tarde debido a que se la pasaban jugando o platicando. Apesar de que Tori y Skyler no eran tan aficionadas del quidditch solían acompañar a los chicos en la tarde al jardín y jugaban con ellos.
Había tardes en la que Skyler debía dejar a su novio y a sus amigos, ya que debía asistir a las reuniones de los mortífagos con Lord Voldemort. Además de que también tenía que asistir a clases con Tom, ya que apesar de que Skyler era una líder nata, Tom quería que la pelinegra líderara misiones de manera perfecta, que supiera como manejar las situaciones en caso de que las cosas se complicaran y no resultaran como quería.
Sobre su familia, habían continuado enviando cartas, pero ya ni siquiera se molestaba en abrirlas y leerlas, mucho menos en responderlas. No quería saber sobre ellos, la fastidiaban, ni siquiera eran personas que le importaran, si algo malo les llegará a pasar ni siquiera se molestaría en preocuparse.
La familia Beckett no eran los únicos que le mandaban cartas, pues Albus Dumbledore y Harry Potter también le enviaban cartas. Tampoco se molestaba en responderlas, pero al menos las leía. La carta de Potter en verdad le parecía patética, ¿Cómo es que se enamoro de ella? Ella lo odiaba ¿Acaso era masoquista? Ella ya lo había lastimado muchas veces, y no solo a él, sino a sus seres queridos. No podía creer como Harry Potter siempre buscaba la manera de acercársele.
"Querida Skyler:
Espero que te encuentres bien. Te he mandado esta carta esperando que la respondas. Ya que estoy preocupado de tu bienestar.
Me dejo muy intranquilo escuchar a Voldemort decir que te quería en sus filas y que te usaría como un arma contra el mundo mágico. No te preocupes por eso Skyler, antes muerto que dejar que te hagan algo malo que pueda afectarte.
Quiero que sepas que yo me voy a encargar de que Voldemort ni ningún mortífago te obliguen a unirte a ellos. Voy a hacer lo que tenga que hacer para evitar que te lastimen.
Sé que no te caigo bien, sé que no me correspondes. Pero eso no evita que te ame y que me preocupe por ti.
Cuidate, por favor Skyler. Y espero puedas responder mi carta lo más pronto posible.
Te quiere,
Harry Potter"
— No puede ser que sea tan pátetico —se burló la slytherin al terminar de leer la carta, para después hacerla bolita y tirarla a la basura— Que espere sentado que la respuesta nunca le llegará.
Skyler salió de su habitación y se dirigió al living, donde sabía que se encontraban su amigos con su serpiente. Pasó por detrás de Blaise y le dió un pequeño golpe en la cabeza.
— ¡Oye! —se quejó Blaise indignado llevandose una mano a la zona afectada.
— No seas bebé —se burló Skyler mientras se sentaba en el sillón justo a un lado de su novio, quién tenía a Shadow en su regazo.
— ¿Que hacemos? Estoy aburrida —preguntó Daphne.
Daphne Greengrass era oficialmente parte de su grupo de amigos, pues al convertirse en novia de Blaise, pasaba más tiempo con ellos. Y habían decidido invitarla a pasar las vacaciones en la Malfoy Manor con ellos, cosa que la rubia acepto encantada.
— Y si vamos al callejón diagon a comer unos helados? —sugirió Theo mirando a sus amigos.
— A mi me parece buena idea —respondió Skyler.
— A nosotros igual.
— Bien, vayamos ahora.
Se pusieron de pie y fueron a la chimenea para transportarse por la red flu.
— ¡Callejón Diagon!
Después de que aparecieran en alguna tienda, salieron al callejón diagon y se dirgieron a la heladería. Al llegar ingresaron y notaron que si había una cantidad de gente considerable, decidieron irse a la mesa del fondo, para estar más apartados del resto.
— Iremos a pedir los helados, ¿De que los quieren chicas? —preguntó Draco.
— Yo de limón —respondió Tori.
— De fresa —respondió Daphne tomando asiento a un lado de su hermana.
— Yo lo quiero de mango —respondió finalmente Skyler sentandose frente a sus amigas.
— Okey, enseguída venimos —dijo Theo yendose con sus mejores amigos a pedir los helados.
Después de un tiempo los chicos regresaron con los helados y se los entregaron a cada quien respectivamente.
— El próximo ciclo escolar será tu último año en hogwarts, Daphne —le dijo Skyler a su amiga rubia mientras comía su helado.
— Sí, lo sé, y eso me tiene bastante nerviosa.
— ¿Por qué? —le preguntó Theo.
— Bueno, porque es mi último año estudiando y después obviamente tendré que trabajar y mantenerme a mi misma y eso me pone nerviosa —respondió mirandolo.
— ¿Ya has pensado a que te quieres dedicar? —preguntó Skyler viendo a Shadow arrastrandose sobre la mesa para llegar a Tori.
— Sí, me gustaría ser sanadora —sonrió— realmente la medicina y las pociones me apasionan tanto.
— Sí, puedo verlo en tu expresión cuando hablas de ello —dijo la pelinegra— Estoy segura que serás la mejor.
— Gracias, Sky.
— Creo que no es suficiente verlos todos los días en el colegio, para nuestra desgracia también nos los tenemos que encontrar aquí —se quejó Blaise mientras rodaba los ojos.
— ¿De que hablas?
— Mira hacia la entrada.
Giraron hacia donde el castaño les indicó y vieron a nadie más y nadie menos que al cuarteto de oro. Estaban de pie frente a la puerta observando el lugar, parecían estar buscando una mesa disponible.
— Agh, solo ignorenlos —les dijo Tori.
Decidieron hacerle caso a Tori, y continuaron disfrutando de sus helados y platicando animadamente, claro está que los chistes de Blaise no podían faltar.
Cuando terminaron de pasar el rato ahí decidieron retirarse para ir a recorrer el callejón. No pasó ni un minuto de que salieron de la heladería cuando una voz masculina llamó a Skyler.
— ¡Skyler!
Todos se voltearon a ver quién era el que había llamado a la pelinegra. Harry Potter se encontraba parado frente a ellos.
— ¿Qué quieres, Potter? —preguntó Skyler con aburrimiento.
— ¿Puedo hablar contigo a solas?
— le diras lo que le tengas que decir frente a nosotros —escupió el novio de la chica.
—No vengo a hablar contigo, Malfoy —respondió molesto Harry.
— Esta bien, amor —dijo Skyler a Draco para tranquilizarlo. El rubio le dió una ultima mirada al gryffindor y se fue junto a sus amigos, que los esperaban a una distancia prudente— ¿Qué es lo que me tienes que decir?
— ¿Por qué no respondiste mi carta? —preguntó directamente.
— Estuve ocupada, tenía cosas importantes que hacer, Potter.
— No importa...eh...—Potter la miro atentamente— Sólo quería dejarte saber que estoy totalmente preocupado por tí. Realmente estoy muy preocupado por lo que Voldemort dijo sobre ti.
Los amigos de Harry salieron de la heladería buscando a su amigo y se dieron cuenta que estaba con Skyler, por lo que se quedaron parados en la puerta viendolos.
— Dumbledore, la orden del fénix y yo no permitiremos que nada malo te pase —agregó— Aunque Voldemort se aferre a tenerte en sus filas, no podrá hacerlo, nosotros lo enfrentaremos.
— No tienes nada de que preocuparte, Puedo cuidarme sola —Skyler le sonrió falsamente.
Se dió la vuelta para volver con sus amigos.
— ¡Espera! —exclamó Potter sujetandola de la muñeca.
— ¡No me toques! —bramó Skyler poniendose a la defensiva y retirando su mano con fuerza.
— Harry, ya vamonos —le dijo Ron al ver que las cosas se estaban poniendo tensas pero su amigo lo ignoro.
— ¡Skyler, por favor!
— ¡Dije que podía cuidarme sola, deja de meterte en mi vida de una puta vez! —le gritó enojada.
— Pero yo solo...
— ¡Ya es tiempo de que la dejes en paz! —lo interrumpió Draco molesto.
— ¡No te metas Malfoy! —gruñó Potter.
— Me meto porque es mi novia, y tu eres un estúpido que esta molestandola.
El gryffindo enojado empujó a Draco y desencadenó una pelea entre ellos. El rubio lo empujó con fuerza llevandolo hacia el suelo y comenzó a golpearlo. Blaise y Theo corrieron hacia Draco para intentar separarlo de el chico de gafas, Ron fue hacia Harry y lo levantó del suelo.
— ¡Ya te lo he advertido más de una vez, Potter! —bramó Draco furioso.
— ¡No eres quién para decirme que hacer y mucho menos para amenazarme, Malfoy! —respondió Potter del mismo modo.
— ¡Ya basta! —exclamó Skyler furiosa— ¡Estoy harta de ti Potter! —le gritó. Debido al enojo que Skyler sentía, su aura oscura se había hecho presente, alertando a los amigos de Harry— ¡Deja de meterte en mi vida! ¿¡Cuando vas a entender que tú no eres NADIE para mí!? —lanzó un rayo de masa negra que lo sometió contra el suelo. Skyler estaba furiosa, el gryffindor la irritaba de sobre manera— ¿Qué es lo que tengo que hacer para que me dejes tranquila? ¿Esto? —La pelinegra con su magia le conjuró la maldición cruciatus y Harry Potter se retorcía en el suelo y gritaba de dolor.
Los amigos de Potter alarmados trataban de acercarse a él, pero Skyler no se los permitía. Las personas que se encontraban a los alrededores miraban asustados la escena, pues nunca habían visto a alguien con ese extraño poder.
— Metete en la cabeza, que nunca te quizé, no te quiero ¡y nunca te voy a querer! —escupió— Lo único que me provocas es asco y enojo. Eres un gran estorbo que viene a mí incontables veces —Skyler hizó mas fuerte su magia, cosa que provocó que Potter gritará más fuerte— ¡Todo sería mejor si te asesinará aquí mismo!
— ¡Skyler, basta! ¡Sueltalo ahora mismo! —ordenó una voz masculina que Skyler conocía y que tenía tiempo que no escuchaba.
Skyler sin soltar a Potter se dió la vuelta y vió a quién menos se quería encontrar. Cerca de ellos se encontraba de pie un hombre alto, de tez blanca, cabello negro y ojos grises.
— ¿Qué haces aquí, Andrew? —preguntó Skyler disgustada.
— Primero que nada suelta a ese chico —ordenó acercandose a ella.
— ¿Porqué debería hacerlo? —retó la pelinegra— esta escoria ha estado molestandome desde que me conoció, creo que es tiempo de que pagué por eso —lanzó otro rayo de masa negra hacia el chico haciendo que se retorciera más y se desgarrará la garganta del grito de dolor.
— ¡Basta ya, Skyler! ¡Te ordenó que lo dejes ya mismo! —exclamó el hombre.
— ¿Y quién carajo te crees que eres para decirme que hacer?
— ¡Soy tu padre y debes hacerme caso!
— ¡No te tomes atribuciones que no te corresponden, tú jámas serás mi padre! —bramó molesta y soltó a Potter. Sus amigos inmediatamente lo ayudaron a levantarlo del suelo.
— ¡No me hables así Skyler! —le dijo Andrew molesto— Soy tu padre te guste o no, y ahora mismo vendrás conmigo.
Andrew la tomó del brazo y la jaló hacia el, pero Skyler se safó de su agarre.
— No vuelvas a tocarme y antes muerta que irme contigo— escupió y se fue hacia sus amigos que miraban detenidamente la situación— Vamonos ya.
Skyler tomó a la serpiente de los hombros de Astoria y se la colocó sobre los suyos, tomó de la mano a su novio y junto a sus amigos comenzó a alejarse de ahí.
— ¡Skyler, vuelve aquí en este instante! —exigió Andrew enojado— ¡Skyler!
Skyler lo ignoró y se marcho de aquel lugar.
●●●
Habían llegado a la Malfoy Manor, Skyler subió directamente a su habitación, pues quería estar sola un rato, quería despejarse y que el enojo y el estres se le fuera. Dejó a Shadow sobre la cama y después se acosto ella colocandose el antebrazo derecho sobre sus ojos y suspiró.
¿Por qué tenía que aguantar a personas que no quería en su vida? ¿Tanto era pedir un día en paz? Maldecía a Harry Potter y a su supuesto padre, pues sino fuera por ellos habría tenido una tarde perfecta junto a su novio y sus amigos.
Skyler siguió pensando un poco más sobre los aconteciientos que pasaron en el callejón diagon. Despúes de unos momentos, se acordó de algo importante y se paró con rápidez de su cama para correr hacia su baúl. Levantó la tapa y observó a la bola de cristal que estaba dentro de él, la tomo y la sacó con cuidado, para dirigirse a su cama y sentarse sobre ella y colocar la esfera en el colchón.
Skyler recordó lo que Lucius le había dicho a Potter en el departamento de misterios.
" Las Profecías solo pueden ser tomadas por las personas por las cuales fueron hechas" —Recordó.
— Entonces eso quiere decir que esta profecía habla sobre mí —dijo Skyler. Volvió a tomar la bola de cristal entre sus manos.
De la esfera de cristal conenzó a recitarse la profecía.
"LUZ Y OSCURIDAD están destinados a enfrentarse en una gran guerra. La oscuridad inundará de terror al mundo. La Oscuridad debe estar completa para conocer un poder mayor que ninguna otra bruja o hechicero puede tener. Si la oscuridad llega a completarse no habrá nadie que pueda acabar con ella. La oscuridad es dependiente de los pecados capitales, si un pecado no la rodea el poder nunca se completará.
El único rival que tiene la oscuridad es la luz, la luz también tiene un gran poder que puede evitar la destrucción del mundo. La luz debe ser una persona de corazón y alma pura. La luz es la persona que la oscuridad menos espera. Si la luz no se completa a tiempo antes del tercer golpe de poder, morirá a manos de la oscuridad. Pero si la luz se completa a tiempo, será la oscuridad la que muera a manos de ella"
La profecía se terminó de recitar y Skyler analizó cada una de las palabras que había emitido aquella bola de cristal, hasta que cayó en cuenta de algo.
— O sea ¿Qué puedo morir? —susurró Skyler.
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