18. Tiburón blanco vs Orca asesina
Dumbledore se despertó debido al humo que entraba por sus fosas nasales, miro a su alrededor buscando que era lo que se estaba quemando, no veía nada, se encontraba tirado dentro de un bosque, al parecer en el bosque prohibido.
Se levantó del suelo con cuidado. Estaba confundido, no sabía que hacía ahí, ni como llegó ahí. Comenzó a caminar por el bosque hasta que logró identificar que era lo que emitía humo. Los arboles que iniciaban el bosque se estaban incendiando, lo cual muy pronto haría que el fuego se expandiera hacia todo el bosque. Sacó su varita y con un movimiento apago el fuego.
Al salir del bosque, escuchó una oleada de gritos aterradores, eso lo alarmo, así que se dirigió con rápidez hacia el castillo. Al llegar al puente que guiaba hacia la entrada, observó como la torre de astronomía se incendiaba y como se comenzaba a a desmoronar poco a poco, además de que el fuego se estaba expandiendo por el resto del castillo. Otros gritos aterradores lo hicieron salir de su asombro y busco a las personas que emitían los gritos; De la puerta principal los estudiantes y profesores salían corriendo asustados. Un estruendo provocó mas gritos en las personas, la torre de astronomía había sido derribada.
- ¿Qué esta pasando? - preguntó Dumbledore a una McGonagall aterrorizada que había llegado a su lado -¿Quién es el responsable de esto?
- El mounstro que nosotros mismos creamos -respondió McGonagall llena de terror- y ahora dice que viene por ti -dijo con miedo mirandolo a los ojos.
- ¿Quién, Minerva? -Preguntó confundido y preocupado por lo que estaba sucediendo a su alrededor.
- Terror -respondió- terror viene por ti.
- ¿¡Quién es terror, Minerva!? -preguntó frustrado.
- ¿¡DONDE ESTAS ANCIANO!? - escuchó una voz demasiado conocida para él- ¡PUEDES CORRER Y ESCONDERTE TODO LO QUE QUIERAS! ¡VOY A ENCONTRARTE DE TODOS MODOS!
Por la puerta salía una chica rodeada de un aura potentemente oscura, emitía muy mala energía y provocaba mucho miedo a las personas con solo tener su presencia cerca. La chica miró a su alrededor buscando a su objetivo, hasta que lo encontró, y sonrió de una manera totalmente escalofriante.
- Skyler -susurró dumbledore al verla.
- Te he encontrado, anciano - se rió comenzando a acercarse lentamente.
- ¿Qué hiciste, Skyler? -le preguntó el anciano- ¿Qué es lo que pasa?
- Pasa que haz creado un mounstruo y no te quieres hacer cargo -rió- Al final tus discursitos baratos sobre la luz no han funcionado nada...al final solo me han hecho molestar más y la ira es un factor que hace incrementar mi oscuridad, pero eso ya lo sabías ¿verdad?
- Yo...
- Mejor ahorrate las palabras -lo interrumpió la slytherin- Voy a matarte de todos modos, lo he querido hacer desde que te conocí, y al fin a llegado el momento.
Skyler realizó una gran bola de energía oscura, con solo verla Dumbledore sabía que era magia oscura y mortal.
- No tienes que hacer esto, Skyler -Dijo Dumbledore tratando de mantener la calma, pero en el fondo estaba aterrorizado.
- Pero quiero hacerlo -sonrió la joven- Nos vemos en el infierno.
Skyler lanzó la bola de energía con fuerza, Dumbledore sintió la energía maligna impactarse contra el, cayó al suelo con el cuerpo paralizado, sentía la energía correr por su cuerpo.
- Tu creaste esto, tu me metiste a este mundo, tu hiciste que odiara y potencializara mi oscuridad -siseó la joven de manera acusadora a Dumbledore- debiste dejarme en ese orfanato y no buscarme nunca más, sabías perfectamente que una vez que tuviera contacto con la magia mi oscuridad se activaría, tu eres el culpable de todo esto, y ahora te irás sabiendo que voy a destruir a este mundo. Descanza en paz anciano.
Una esfera de energía oscura se impacto contra la cabeza de el director causando su muerte instantanea.
Dumbledore se despertó con la respiración agitada y sudando, se acomodó en la cama y trato de normalizar su respiración.
- Debo controlarla antes de que todo acabe en un caos -susurró para si mismo, mientras pensaba en la pesadilla que acababa de tener.
●●●
- Estoy harta de los deberes -lloriqueó Skyler mientras dejaba su pluma a un lado de su pergamino.
- Te entiendo -suspiró Tori mientras seguía estudiando, ya que muy pronto se acercarían los T.I.M.O.S.
- Que deprimente es mi vida -se quejó Theo- los momentos libres que tengo los podría aprovechar para perfeccionar mis jugadas en quidditch, pero no, tengo que usarlos para hacer las montañas de deberes que nos encargan, y además de eso, tenemos que estudiar para los malditos T.I.M.O.S.
Durante el último mes, los estudiantes de quinto año practicamente vivían en la biblioteca, tenían miles y miles de deberes, los profesores no habían tenido ni un poco de piedad con las tareas, ir a la biblioteca se había vuelto parte de su rutina.
De los cinco amigos slytherins, al que más le afectaba era a Theo, ya que el planeaba entrenar duro y perfeccionar sus movimientos en el quidditch durante un año, para ser nombrado capitan del equipo.
En otras noticias, Skyler había estado recibiendo cartas diariamente, todas eran de sus padres y brillito, pero ella no las abría, no quería saber nada de ellos y no quería ponerse de mal humor por su culpa, así que los ignoraba.
También, Skyler había dejado de asistir a las clases que Dumbledore le impartía los jueves por la tarde, le parecían absurdas y solamente le hacían perder el tiempo, milagrosamente el anciano no le había dicho nada respecto a eso.
- Salgamos de aquí antes de que me muera de aburrimiento -suspiró Blaise.
Los cinco amigos junto a una serpiente oscura salieron de la biblioteca, y se encaminaron hacia su sala común, pero mucho antes de poder llegar, se dieron cuenta que montones de estudiantes hablaban entre sí y se dirigían con rapídez hacia las afueras del castillo. Los cinco se miraron entre si confundidos y siguieron a los demas estudiantes.
- Muevanse -siseó Skyler para que los estudiantes delante de ellos se movieran, y así ellos tener vista desde la primera fila. Los estudiantes no reprocharon nada, solo se movieron al escuchar la voz de la pelinegra.
Al llegar a la primera fila, pudieron observar que en medio del patio se encontraba la profesora Trelawney con sus baules a sus pies y ella estaba llorando, y frente a ella se encontraba el conocido sapo rosa: Umbridge.
- ¡No! -gritó la profesora Trelawney- ¡No! ¡Esto no puede ser! ¡No puede ser! ¡Me niego a aceptarlo!
- ¿No se imaginaba que iba a pasar esto? -preguntó Umbridge con su voz chillona.- Pese a que usted es incapaz de predecir siquiera el tiempo que hará mañana, debió darse cuenta de que su lamentable actuación durante mis supervisiones y sus nulos progresos, provocarían su despido.
-N-no p-uede!- tartamudeó la profesora Trelawney, a quién le resbalaban litros de lágrimas por las mejillas.- ¡No p-puede despedirme! ¡Llevo d-dieciséis años aquí! ¡Hogwarts es m-mi hogar!
- Era su hogar hasta hace una hora, en el momento en que el ministro de magia firmó su orden de despido -la corrigió Umbridge, a quién se le podía notar el placer en el rostro desde kilometros de distancia-. Así que haga el favor de salir de estos terrenos. Nos está molestando.
La profesora Trelawney solo sollozaba más fuerte y aun parecía estar asimilando la situación.
Skyler soltó una pequeña risa apenas audible, la verdad era que ver el dolor de las personas le provocaba diversión.
La profesora McGonagall se abrió paso entre los estudiantes y camino con rápidez hacia la profesora Trelawney y la rodeo con sus brazos tratando de consolarla.
- Calma, Sybill, calma...tranquilízate...-le dijo con voz suave- No es tan grave como parece...No tendrás que marcharte de Hogwarts.
- ¿Ah no, profesora McGonagall? -le preguntó Umbridge con voz implacable y dió unos pasos hacia delante.- ¿Y se puede saber quién le ha autorizado para hacer esa afirmación?
- Yo -respondió una voz grave.
Las grandes puertas se abrieron de par en par. Los estudiantes que estaban cerca de las puertas se apartaron para darle el paso a Dumbledore. Aun con metros de distancia, Skyler podía notar como el anciano estaba realmente molesto.
El director avanzó hacia ellas con paso firme.
- ¿Usted, profesor Dumbledore? -soltó una risita.- me temo que no ha comprendido bien la situación. Aquí tengo...-sacó un rollo de pergamino de su tunica rosa chillante- una orden de despido firmada por mi y por el ministro de magia. Según el decreto de enseñanza número veintitrés, la Suma Inquisidora de Hogwarts tiene poder para supervisar, poner en periodo de prueba, y despedir a cualquier profesor que en su opinión, es decir, la mía, no este al nivel exigido por el Ministerio de Magia. He decidido que la profesora Trelawney no da la talla y por eso la he despedido.
Dumbledore miró a la profesora Trelawney y le otorgó una pequeña sonrisa tranquilizadora, después de eso volvió a su expresión seria y miro hacia Umbridge.
- Tiene usted razón, desde luego, profesora Umbridge. Como Suma Inquisidora, esta en su perfecto derecho de despedir a mis profesores. Sin embargo, no tiene ninguna autoridad para echarlos del castillo. Me temo que la autoridad para hacer eso todavía sigue siendo el director -dijo serio-, y es mi deseo que la profesora Trelawney siga viviendo en Hogwarts.
Al escuchar las palabras de el director, la profesora Trelawney soltó un gemido de sorpresa.
- ¡No, no! ¡No quiero q-que usted tenga p-problemas! ¡M-me m-marcharé de Hogwarts y buscaré fortuna en otro lugar! -dijo sorbiendose la nariz.
- No - dijo Dumbledore firme- Yo deseo que usted permanezca aquí, Sybill -miró hacia McGonagall- ¿Le importaría acompañar a Sybill arriba, profesora McGonagall?
- En absoluto -respondió- Vamos, Sybill...
La profesora Sprout se dirigió apresuradamente hacia ellas, y tomó del otro brazo a la profesora Trelawney, juntas la guiaron hacia la escalera de mármol pasando por delante de la profesora Umbridge, quién había borrado su sonrisa burlona de la cara. El profesor Flitwick corrió tras ellas con la varita en aire, gritó: - ¡Baúl locomotor! -, y el equipaje de la profesora Trelawney se elevó por los aires y la siguió escaleras arriba.
- Por ahora tiene ese poder -soltó seria Umbridge mirando a Dumbledore. Este solo le dió una mirada y se dió la media vuelta.
- ¡Todos a sus salas comunes! ¡Esto ha acabado, retirense! -gritó a los estudiantes que con solo escucharlo acataron su orden y comenzaron a retirarse.
Dumbledore comenzó a caminar hacia la puerta pero su mirada se desvió hacia donde estaba Skyler, esta solo le otorgó una sonrisa burlona. Dumbledore retiró su mirada y se adentró al castillo.
- ¡Profesor! ¡Profesor! -escuchó como Potter lo llamaba, pero no se detuvo y siguió caminando.- ¡Profesor!
Dumbledore apresuró el paso, no quería tener que lidiar con Potter, suficiente tenía con sus problemas y tenía la mente bombardeada con la pesadilla que había tenido sobre Skyler.
Cuando Potter doblo la esquina, el director ya había desaparecido.
●●●
Skyler se levantó de su cama, le estaba comenzando a doler la cabeza. Ya estaba oscuro, era de noche, ya todo el castillo estaba durmiendo. La joven pelinegra fue el baño a lavarse la cara, quería refrescarse un poco. Pensó que quizá era buena idea salir al jardín, solo que tenía que hacer todo con precaución si es que no quería ser descubierta por algún profesor.
Salió de su habitación, dejando a Shadow dormido sobre su cama. Bajó mas escaleras hacia la sala común y se aseguro que no estuviera nadie, para poder dirigirse hacia la salida de esta. Cerró con sumo cuidado la puerta y camino con sigilo por los pasillos que daban al jardín. Conforme caminaba, Skyler se tomaba la cabeza con las manos, el dolor aumentaba a cada paso que daba. Cuando finalmente llego a los jardines, se sento en una de las bancas y el aire se le restregaba en el rostro, por un momento penso que el dolor había parado, pero a los minutos se había dado cuenta que no era así.
- ¡Ah! -la Slytherin soltó un gemido de dolor. Skyler se levantó de la banca sujetandose la cabeza y en su rostro había una clara expresión de dolor.
- ¿Skyler? - la llamó una voz que ella sabía reconocer perfectamente, el dueño de esa voz era la persona que ella más odiaba en el mundo, Dumbledore.- ¿Skyler? ¿Estás bien?
- Solo a-alejese de mí -soltó como pudo debido al dolor intenso que se incrementaba en su cabeza.
- Solo quiero ayudarte, no puedo hacerlo si no me dices que te pasa -se notaba preocupado, comenzo a dar pasos muy lentos para acercarse a ella.
- ¡Y yo solo quiero que se aleje! -bramó enojada, causando que una energía oscura impactara contra Dumbledore y este saliera volando.- ¡Ah!
Skyler cayó al suelo de rodillas, ya no aguantaba más el dolor, lágrimas caían por su rostro.
- ¡AH! -soltó el último grito de dolor antes de que se adentrara en un trance y levitará por los aires. La energía oscura comenzo a emanar de su cuerpo y se comenzó a esparcir por los alrededores del castillo, creando así una tipo capsula sobre el castillo y los jardines.
Dumbledore la veía desde el suelo impactado, parecía edtar en shock. Pero los ruidos de los estudiantes y profesores acercandose a donde ellos se encontraban, lo hizo volver a la realidad.
- ¡Skyler! ¡Skyler! -tres chicos y una chica gritaban preocupados su nombre y corrían hacia ella. Pero al momento de querer acercarse a ella, paso lo que había pasado aquella vez en la laguna, había una barrera bloqueandoles el paso.
- ¡No de nuevo! -sollozó Tori. Tenía miedo que su mejor amiga terminará lastimada al igual que sus otros amigos.
- ¡Amor, amor! -exclamó Draco desesperado intentando cruzar la barrera una y otra vez, apesar de que sabía que era imposible, el no quería dejar de intentar.- ¡Ya estamos aquí! ¡Todo estará bien!
- Jovenes, será mejor que se alejen, no sabemos lo que le esta pasando y podría ser peligroso -les dijo Dumbledore a los cuatro Slytherin.
- ¡No! ¡Usted alejese ahora mismo! -bramó Blaise hacia el director, Theo lo tomó por el brazo tratando de que su amigo moreno ignorara al anciano y se concentrara en su amiga.
El cuarteto de oro había llegado a la escena, sus ojos no daban credito a lo que veían. Todo a su alrededor estaba lleno de energía oscura, el ambiante se sentía muy pesado, se sentía como una energía maligna rodeandolos. Todo el mundo parecía preocupado y asombrado por la escena, incluso Jane White, aunque esta última no estaba preocupada por el estado de la slytherin, estaba asombrada por la capsula de energía que había logrado crear estando en un trance.
Todo el mundo se quedó en silencio cuando Skyler cayó al suelo con una pierna arrodillada y la otra en el suelo y sus manos apoyadas en el suelo. Toda la energía que se había creado, en segundos comenzó a desintegrarse y regresó al cuerpo de su creadora. Nadie movía un solo musculo ni emitía ni un solo ruido, estaban todos atentos a lo que podía pasar.
Skyler levantó lentamente la cabeza y vió a todo su alrededor, se puso de pie con lentitud y miro a todas las personas que la miraban, se sentía muy molesta, la ira la carcomía, y no sabía porque.
- Skyler...-Dumbledore la llamó con suavidad y trato de acercarse a ella, pero se detuvo cuando vió que la energía oscura que antes se había visto, ahora estaba rodeando a sus estudiantes y profesores, y de un momento todos cayeron de rodillas, parecían estar controlados por esa energía oscura. Solo se encontraban de pie ellos dos, y los amigos de Skyler, que se habían alejado un poco para darle espacio a su amiga, pero aun asi se mantenían al pendiente de ella.
- Skyler...debes soltarlos -le dijo el anciano preocupado.
- No quiero hacerlo -la voz de Skyler sonaba tan relajada, que parecía que nada malo estaba pasando alrededor. Sus ojos se encontraban de un color negro. Fue entonces que el anciano se dió cuenta.
- Skyler, no debes dejar que te consuma...-comenzó a decir-...tu no eres una mala persona, eres una buena persona a la que le han pasado cosas malas...solo no permitas que la oscuridad siga controlandote...recuerda lo que hemos hablado durante tanto tiempo...la luz es el camino correcto...
- Usted nunca quizó ver la realidad -fue lo único que soltó la pelinegra.
De pronto, algunos estudiantes comenzaron a soltar gritos.
- ¿¡Qué es lo que les estas haciendo!? -preguntó alarmado el director- ¡Sueltalos, por favor!
- No puedo hacerlo -dijo Skyler con suavidad.
- Entonces me veré obligado a detenerlo -sentenció Dumbledore, sacó su varita de su tunica y apunto a Skyler con ella.
- Usted más que nadie sabe que soy inderrotable -se rió la slytherin.
- No permitiré que lastimes a gente inocente -dice firme, y le lanzó el primer hechizo, a lo cual Skyler ni siquiera se inmutó.
- ¿En serio? -expresó Skyler con incredulidad- Si quieres derrotarme, no puedes lanzarme un mísero expelliarmus -se burló.
- No quiero hacerte daño, Skyler, sólo quiero que salgas del trance y dejes a los alumnos y a los profesores -le dijo con intranquilidad.
- Pero todo sería más divertido si escuchamos un poco de lamentos -rió y tronó sus dedos, a los segundos, un par de estudiantes comenzarón a gritar de dolor, Skyler les estaba provocando mucho dolor, pero ni siquiera eran capaces de retorcerse porque aquella masa oscura los tenía inmoviles.
Skyler estaba atenta a los estudiantes y se reía de ellos, por lo que no estaba atenta al anciano, así que el hechizo que la impacto la tomo desprevenida y cayó en el suelo a un par de metros. Se levantó furiosa, tenía demasiada ira. Miró a Dumbledore y lo miró con todo el odio del mundo, que el anciano nunca había visto tanta oscuridad en unos ojos. Acto seguido, Skyler creó un remolino de bruma oscura alrededor de el director, la pelinegra hizo un movimiento de muñeca y el fuego apareció dentro del remolino. El anciano estaba apunto de morir prendido fuego y asfixiado por el remolino, con su varita y un hechizo no verbal trato de apagar el fuego, pero cualquier hechizo que lanzaba no lograba apagar el fuego.
- Magia negra -susurró Dumbledore impresionado- Esta magia es muy avanzada, Skyler, además de que es magia oscura, no deberías saber hacerla.
- Hay muchas cosas que no debería saber -respondió la joven, la chica deshizo el remolino con fuego, dejandolo en libertad- Enfrenteme, si quiere que estos sangre sucia queden con vida.
Dumbledore levanto su varita, preparado para atacar, tenía miedo de lo que podría resultar de este enfrentamiento, pero no lo demostro.
De nuevo, fue el anciano el que lanzó el primer hechizo. Skyler sintió en el un poco más de poder, lo cual significaba que su rival ya la atacaría con hechizos con más potencia y efectividad. Conforme pasaba el tiempo, Skyler sentía con más potencia los hechizos de el anciano, no llegaban a afectarle pero uno que otro hechizo si lograba hacerla tambalear. A diferencia de Dumbledore, Skyler si le lanzaba hechizos muy potentes y en su mayoría de magia oscura, y todos lanzados desde su poder. Dumbledore no podía negar que la potencia de la magia del poder de Skyler, era demasiado fuerte y pesado.
Skyler se estaba comenzando a hartar de ese duelo, de las dos manos de la joven, se crearon dos latigos de bruma oscura, de estos salían llamas de fuego, estos latigos en un movimiento se impactaron contra el pecho de dumbledore haciendolo caer del gran dolor que estos provocaron en el.
Dumbledore sentía algo recorrer dentro de su organismo, no sabía lo que era pero le estaba causando dolor. La Slytherin llegó hasta él y lo observó con odió. Skyler se agachó hacia el, y colocó sus manos alrededor de su cabeza, dejó salir su bruma oscura para que penetrara la mente de el anciano, automaticamente vió la pesadilla que el anciano había visto sobre ella, y soltó una carcajada.
- Que linda pesadilla has tenido anciano, espero que se vuelva realidad -se siguió carcajeando durante unos minutos, para después volver a concentrarse en la bruma que penetraba la mente de el director, y vió varios miedos que el barbón tenía, pero el que más resaltaba era el principal miedo que Dumbledore tenía.
- Ahora sé porque no quieres que me consuma la oscuridad -siseó-, sé cual es tu mayor miedo y eso te hace vulnerable -añadió- Al saber esto, más ganas tengo de seguir mi oscuridad. -Skyler sacó la bruma oscura de la mente de el anciano- Según el mundo, tú eres el mago más poderoso que ha existido, pero tienes un gran temor...eso me hace recordar que, el tiburón blanco, el depredador más fuerte según las personas, le teme a la Orca asesina, quién es en realidad el depredador más fuerte y más temido del mundo marino.
-¡Desmaius! -Skyler escuchó una voz tras ella, pero fue muy tarde para reaccionar, cayó al suelo justo al lado de Dumbledore. Al momento de la pelinegra caer, la masa oscura había dedaparecido de los alrededores y los alumnos y profesores habían quedado libres.
Dumbledore se levantó del suelo adolorido, pues todavía sentía algo removerse dentro de él. Observó a la joven slytherin frente a él, y vió que estaba inconsciente, levanto la cabeza y miró a la persona responsable de eso.
Aisha Kingston estaba a unos cuantos metros de ellos, con la varita levantada. Ella había lanzado el embrujo hacia Skyler. Dumbledore no sabía como es que la rubia había logrado salir de aquella masa oscura que la tenía prisionera junto con los demás estudiantes y profesores.
☠ KAZEL☠
Después de 2 meses sin actualizar, por fin he publicado capítulo nuevo!
Durante estos 2 meses, me la pasaba diciendo a cada rato que ya iba a actualizar y solo quedaba🤡 literalmente el emoji de payaso ya me pertenece jajaja.
Creo que nunca había escrito un capítulo tan largo, pero espero que recompense un poco el hecho de que me tarde demasiado en actualizar, que obvio yo se que no recompensa nada, lol.
Espero que les guste el capítulo, muchas gracias por leer y por la paciencia que tienen para esperar actualización, los quiero!❤.
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