16. Draco vs Potter
Una semana desde que inició el curso. Hogwarts.
— Dumbledore, la hemos buscado durante toda la semana y no hallamos ni un mínimo rastro de ella —le dijo Snape al anciano que estaba sentado en su escritorio en su despacho.
— Lo sé, Severus. Pero sin importar que, debemos seguir buscandola —respondió— Es una adolescente sola allá afuera, pasa mucho peligro.
— Estoy seguro que ella sabe defenderse perfectamente, ¿O ya se le olvido cuando nos ataco?
— Claro que no lo olvido, y sé que es capaz de defenderse ella sola, pero no puede controlarse y es lo que me preocupa —soltó.
— No se preocupe, Albus. La vamos a encontrar cueste lo que cueste —habló McGonagall— Además, sus padres y todos los de la Orden ya se encuentran buscandola, tenga confianza en ellos.
— Si no la ecuentran, la única opción que quedará, será que ella aparezca por si sola —dijo Snape.
— ¿Y sus amigos no tienen idea alguna de a donde pudo haber ido? —preguntó McGonagall.
— Están en las mismas que nosotros —suspiró el anciano.
●●●
Astoria, Theo, Draco y Blaise caminaban por los pasillos hacia su siguiente clase, que era Historia de la magia. La materia que más les aburría en el mundo. Draco se sento juntó a Blaise y atrás de ellos se sentaron Tori y Theo.
— Hoy veremos la interesante historia de la Rebelión de los duendes de 1612 —Comenzó a hablar el profesor Binns sin siquiera mirar a sus alumnos.
— Agh, no puede ser —se quejó Blaise con aburrimiento.
— La rebelión de los duendes de 1612 fue una de una serie de rebeliones en la que la población de duendes del mundo mágico se rebelaron contra la discriminación y el prejuicio demostrado hacia los suyos por parte de magos y brujas —Relataba el fantasma— Esta rebelión en particular ocurrió en 1612 y tuvo lugar en las cercanías del pueblo mágico Hogsmeade. Aunque se desconocen las bajas exactas, presumiblemente fueron bastante altas en ambos lados, ya que las rebeliones se han descrito como "Sangrientas y viciosas".
El profesor Binns seguía relatando la historia, apesar de que la mayoría de sus alumnos ya se habían quedado dormidos y el resto trataba de no hacerlo, la única que parecía resistir al sueño era Hermione Granger, que prestaba su total atención a la explicación del fantasma.
— Debería ser un delito obligarnos a llevar esta materia —lloriqueó Astoria a su novio que trataba de no quedarse dormido.
Mientras tanto, frente a ellos, se encontraba un rubio muy pensativo y con expresión de preocupación. Tenía mucho tiempo sin saber de su novia, la última vez que había sabido de ella, era el día que se despidieron en el tren antes de partir a sus vacaciones de navidad. Draco salió de sus pensamientos ya que alguien le movía el brazo, giró a ver y era su amigo moreno.
— Por fin se ha acabado la clase, Draco. Vamos —le dijo Blaise mientras se levantaba de su asiento.
— Ahora nos toca...— Theo observó su horario— Herbología, y nos toca con los Hufflepuff. Andando.
Salieron del aula del profesor Binns, y se dirigieron hacia el ibernadero, donde ya los esperaba la profesora Sprout.
— No he podido dejar de pensar en Skyler —les dijo Draco en voz baja a sus amigos para que la profesora no lo regañara— He estado muy preocupado, no hay ni un solo dato que sepa de ella ahora.
— Yo igual estoy preocupada, ella no es así con nosotros. Siempre nos mantiene informados de como esta y lo que hace —dijo Tori preocupada— No sé porque no ha contestado nuestras cartas, le hemos enviado miles, y no nos ha respondido ni una sola, ¿Creen que esté enojada con nosotros?
— ¿Por qué debería? No hemos hecho nada malo...¿O sí? —habló Blaise.
— Dudo mucho que ella este enojada con nosotros, Skyler muy rara vez o más bien, Nunca, se ha enojado con nosotros —dijo Theo pensativo— debe ser otra cosa.
— ¡Señor Nott y compañía! ¿Tienen algo que compartir a la clase? —preguntó molesta la profesora Sprout.
— No, profesora. Lo sentimos —se disculpó Astoria.
— Es que todo es muy raro. Desde que iniciaron las vacaciones, nunca supimos la ubicación exacta de donde estaba Skyler —susurró Draco— Sabíamos que pasaría las vacaciones con los Weasley, pero cuando enviamos las cartas a la madriguera, las lechuzas regresaron hacia nosotros aun con las cartas.
— Y después decidimos enviar una carta a Dumbledore, para preguntarle del bienestar y del paradero de Skyler —continuó Theo tratando de encontrar una lógica razonable— Él nos respondió que no podía informarnos en que lugar se encontraba ella, pero que si queríamos comunicarnos con Skyler, podíamos enviarle las cartas a él y el mismo se las hacía llegar...¡Eso es! —exclamó algo fuerte.
— ¡Señor Nott y compañía, a dirección! —exclamó molesta la profesora.
Los cuatro Slytherins salieron del ibernadero y caminaron por los pasillos en dirección al despacho de Dumbledore.
— ¿Qué es lo que sabes, Theo? —preguntó Draco mientras se detenían en un pasillo.
— ¿Es que no se les hace raro que Dumbledore nos sugiriera mandarle las cartas para Skyler a él, y que nunca nos llegara alguna respuesta de ella? —preguntó Theo observando a sus amigos y a su novia que lo miraban a tentos— Porque ponganse a pensar, si Skyler recibiera alguna carta de cualquiera de nosotros, ella en segundos la respondería. Es obvio que nuestras miles de cartas no obtuvieron respuesta, porque esas cartas jámas llegaron a manos de Skyler, ¡Dumbledore nunca debió enviarselas! —Explicó el Castaño.
— ¡Ahora todo tiene sentido! —exclamó Blaise— Hay que ir a reclamarle a ese maldito anciano.
Los cuatro caminaron con velocidad hacia el despacho del director, hasta llegar frente a la gargola.
— ¡Limón! —Draco dijó la contraseña enojado.
La gargola se movió dejandolos pasar por las escaleras que guiaban al despacho. Blaise tocó la puerta con fuerza.
— ¡Adelante! —se escuchó la voz de Dumbledore adentro.
Los chicos abrieron la puerta y entraron al despacho, observando al director molestos.
— Buenos días, jovenes. ¿Qué los trae por aquí? —preguntó amablemente.
— Ahorrese todos sus formalismos —soltó Draco molesto— Queremos saber que hizo con las cartas que le enviamos para Skyler, porque es obvio que nunca le llegaron.
— ¿Y por qué supone eso, Señor Malfoy? —preguntó Dumbledore.
— No quiera engañarnos de nuevo —Le dijo Astoria con un tono algo grocero— Todo mundo sabe, que si alguno de nosotros cuatro le enviaramos una carta a Skyler, ella de inmediato nos respondería. No sabemos nada de ella desde el día en que salimos de vacaciones. Y justo nos comunicamos con usted para que nos informara su paradero, cosa que usted no quizó decirnos —decía Tori molesta— Y que casualidad que usted nos dijo que le enviaramos las cartas, para hacerselas llegar a Skyler, y nunca nos contesto.
— Señorita Greengrass, me temo que ustedes estan en una equivo...
— ¡Deje de tratar de engañarnos y diganos que le hizo a esas malditas cartas! —bramó Draco enojado.
— Esta bien —dijo el director— Jámas envié esas cartas —abrió un cajón de su escritorio y sacó una pila de cartas.
— ¿Por qué no se las envió a Skyler? —inquirió Blaise.
— Porque sabía que si Skyler recibía sus cartas, ella les diría su paradero y ustedes irían por ella, no podía arriesgarme —respondió.
— ¿¡Y quién le dió el derecho a ocultar esas cartas!? —Exclamó Theo molesto— ¿¡Sabe lo preocupados que hemos estado por ella este tiempo!? ¡Es obvio que usted sabía lo preocupados que estabamos, pero decidió pasarselo por el culo! ¡Pero que tontos fuimos al confiar en usted!
— Señor Nott, tampoco debe faltarme al respeto así...
— Usted tampoco debió de faltarnos el respeto así, al engañarnos —Contraatacó el castaño— ¿Pero eso le importó? ¡por supuesto que no!
— ¿Y dondé carajo está Skyler? —preguntó Blaise de manera brusca— Los Weasley están aquí desde que iniciaron las clases de nuevo, ¿Por qué ella no volvió también?
— Porque los últimos días que Skyler estuvo con los Weasley, los atacó y escapó, y desde entonces no hemos sabido de su paradero —respondió el barbón— pero no se preocupen, que ya hay muchos magos y brujas buscandola, incluyendome.
— Pues más le vale encontrarla, por que todo esto ha sido culpa de usted —escupió Tori.
Los Slytherin salieron de la oficina azotando la puerta.
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Malfoy Manor.
En el salón de reuniones de la Malfoy Manor, se escontraban Lord Voldemort, Lucius Malfoy, Bellatrix Lestrenge y Skyler.
— Hay algo que deseo obtener, más bien, es de suma importancia que llegué a mis manos —les decía Voldemort a sus mortífagos más fieles.
— ¿Y qué es? —preguntó Skyler, que estaba sentada a la derecha de el Señor tenebroso.
— Una profecía —respondió El señor Oscuro— una profecía que se trata sobre Harry Potter y de mí. Hace 15 años pude escuchar un pedazo de lo que decía la profecía, pero necesito escucharla por completo. Será de gran ayuda para que yo tome el poder.
— ¿Donde se encuentra tal profecía? Mi señor —preguntó Bella.
— En el departamento de misterios, en el ministerio.
— ¿Cuando quiere que la consigamos? —preguntó esta vez Lucius.
— Aún no se exactamente. Es algo que debo planear muy bien, ya que se encuentra en el ministerio y hay muchos aurores ahí —respondió— Además, debo aparecer en el momento indicado, ya que el mundo aún ignora mi retorno y quiero que eso me siga beneficiando.
— Bien pensado —sonrió Skyler mientras acariciaba a su serpiente.
— Cuando lo tenga ya todo planeado, reuniré a todos los mortífagos y llevaremos a cabo el plan —dijo Voldemort— Pueden retirarse.
Lucius se levantó de su asiento y le hizo una leve reverencia al Señor tenebroso para después marcharse de aquella sala. Bellatrix también se levantó de su asiento y tomó de la mano a Skyler para que fuera con ella.
— Skyler, necesito hablar contigo —la detuvó antes de que Bella se la llevará.
— Claro —respondió, y miró a Bella— Ahora te alcanzo.
Bellatrix le hizo una reverencia muy exagerada a su señor y se retiro de la sala.
— ¿Qué es lo que necesitas? —preguntó Skyler— ¿Necesitas que asesine a alguien? Porque sin problema puedo hacerlo.
— Necesito que regreses a Hogwarts —soltó.
— ¿Qué? —reacciono despúes de unos segundos— ¿Por qué quieres que haga eso?
— Porque es obvio que Dumbledore y la orden del fénix te han estado buscando sin parar desde que escapaste —respondió Voldemort— y son estupidos, pero no tanto. Es cuestión de tiempo para que te encuentren. No te pueden encontrar aquí o en la mansión Riddle, se arruinarían nuestros planes, y no queremos eso.
— ¿Y cómo planeas que regrese? —preguntó Skyler— Las clases iniciaron hace una semana, el tren no volverara a king's cross hasta que acabe el curso, y en los terrenos de Hogwarts no se puede aparecer —dijo—...Oh, a menos que me aparezca en Hogsmeade, y en un carruaje llegué al castillo.
— Bien, eso harás —Voldemort se levantó del asiento— Mañana volverás a Hogwarts.
— Iré a pasar el resto de mi estancia aquí con Bella —dijo Skyler mientras se dirigía a la salida junto a su serpiente.
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Mientras tanto en Hogwarts.
.
Ya era de noche, los pasillos del castillo estaban abandonados, ya todos se encontraban en sus respectivas habitaciones durmiendo, a excepción de un rubio que se encontraba sentado en uno de los sillones de su sala común observando el fuego que producía la chimenea.
¿Dondé estas Skyler?
pensaba Draco.
Me gustaría que estuvieras ahora mismo aquí conmigo, te necesito, mi amor.
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Hogwarts.
Narra Draco.
Sentí que alguien me movía, pero estaba muy dormido para saber si lo estaba soñando o alguien en verdad me estaba moviendo. Lo confirme cuando me volvieron a mover ahora un poco más fuerte. Abrí mis ojos lentamente esperando a que se acostumbren a la luz, y miré a ver quién me había despertado. Un chico alto, castaño y de tez clara estaba parado frente a mi.
— ¿Cómo entraste a mi habitación, Theo? —le pregunté mientras me tallaba los ojos.
— No estás en tu habitación, Idiota. Estás en la sala común —me respondió burlón, miré a mi alrededor y me di cuenta que era verdad lo que el decía— Al parecer pasaste aquí toda la noche. Hazte a un lado.
Me incorporé en el sillón y le di un espacio.
— Cuentame, ¿Por qué te quedaste aquí?
— No podía dormir, y decidí bajar aquí a tratar de aclarar mis pensamientos —respondí para después soltar un suspiró— Me preocupa demasiado no saber nada de Sky, de donde está o si esta bien, Sé que ella se sabe cuidar perfectamente, pero aún así no puedo evitar preocuparme, es la persona que más amo en el mundo, y me moriría si algo le pasará. Necesito saber algo sobre ella, me estoy volviendo loco.
— Te endiendo, amigo. Nosotros también estamos muy preocupados por ella, aunque se que tú más, porque es tu novia —Me dijo colocando una mano en mi hombro— Ten por seguro que en menos tiempo de lo que esperamos, Skyler estará aquí con nosotros, ya lo verás.
— Pues eso espero —suspiré.
— Ahora tienes que irte a dar un baño y a cambiarte, hueles horrible —Theo me empujó levemente para molestarme.
— Por supuesto que no, idiota. Yo siempre huelo increíble —le devolví el empujón— Iré a ducharme, te veré en el comedor.
Me levanté del sillón y camine hacia las escaleras para dirigirme a mi habitación. Cuando ya estaba en mi pieza, me fui despojando de mi ropa para entrar a la ducha y tomar un baño relajante con agua tibia. Me tome mi tiempo para tratar de que se me quitará el estres y la preocupación que he llevado acumulado hace tiempo. Cerré los grifos y tomé una toalla para cecarme, al final me la coloqué alrededor de mi cintura para salir del baño e ir a cambiarme. Tomé un uniforme limpio y me lo coloqué rápidamente junto a unos zapatos. Ni siquiera me preocupe por peinarme, simplemente me desenrede el cabello. Tomé los libros que iba a necesitar y mi varita y salí de mi habitación. Bajé con rápidez a la sala común y salí de ella, tenía mucha hambre en verdad. Al llegar al Gran comedor, camine hacia la mesa de Slytherin, donde mis amigos ya me estaban esperando.
— Joder, muero de hambre —dije al sentarme.
Serví unos huevos revueltos en mi plato y unos pancakes, con zumo de naranja. Lo cuál no duró nada en mi plato, ya que devoré todo rápidamente.
— Vaya, si que tenías hambre —se rió Blaise.
— ¿Qué clase nos toca primero? —preguntó Tori.
— Pociones, con Gryffindor —respondió Theo con una mueca.
— ¿Tan temprano tenemos que soportar a los Gryffindor? Carajo, ya iniciamos mal —me quejé.
Nos levantamos de la mesa y caminamos a la salida. Había que ir de nuevo a las mazmorras para tomar la clase de Snape.
— ¡Malfoy! ¡Malfoy! —escuché la odiosa voz de Potter y giré a verlo.
— ¿Qué carajo quieres, Potter? —solté malhumorado.
— Quiero saber ¿Donde esta Skyler? Hace una semana que no ha aparecido en el castillo —inquirió.
— Eso no es de tu incumbencia, Potter. Metete en tus asuntos —escupí, y seguí caminando junto a mi amigos hasta adentrarnos en la clase de pociones.
El horario de clases fue muy pesado para mi, tenía dolor de cabeza, me sentía lleno de estres y de preocupación, y a la misma vez estaba enojado. No pude concentrarme en ninguna clase, lo único, o más bien la única persona que abarcaba mi mente, era Skyler.
— ¡Draco! —giré exaltado a ver quién me llamaba— Draco, llevamos un rato hablandote y no nos haces caso.
— Perdón, Tori. Estoy algo distraído por lo de Skyler —le respondí, y observe a mi alrededor. El aula de encantamientos se encontraba ya vacía— ¿Ah, acabo tan rápido?
— Para eso te estamos llamando, para decirte que ya acabaron las clases, hay que ir a comer algo —me dijo Blaise.
— Esta bien, vamos —tomé mi mochila y salimos del aula de encantamientos.
Caminamos hasta el gran comedor y nos dirigimos a la mesa de Slytherin, para poder comer algo. No tenía muchas ganas de comer esta vez, así que solo agarre un par de manzanas verdes y me dediqué a comerlas.
— Draco, tienes que comer algo más —me dijo Theo.
— No tengo mucho apetito esta vez, Theo —le respondí— Estoy bien así.
— ¿Estás seguro? —preguntó de manera insegura.
— Sí, seguro.
Después de un tiempo que mis amigos acabaran de comer, por fin nos levantamos de la mesa. La verdad que me estaba comenzando a sentir más mal de lo que ya me sentía hace rato, solo deseaba ir a mi habitación y dormir un poco.
— ¡Malfoy! —escuché por segunda vez en el día a Potter llamandome, pero lo ignoré y seguí caminando con mis amigos— ¡Malfoy!
Volvió a llamar. Seguí ignorandolo. No tenía ganas de escucharlo hablar, Potter lograba acabar con mi paciencia. Me estaba comenzando a molestar.
— ¡Malfoy te estoy hablando! —llegó hasta a mi y me detuvo con algo de fuerza del brazo.
— No vuelvas a tocarme, Potter —Solté molesto safandome de él bruscamente.
— Quiero saber donde esta Skyler —Eso más que pregunta sono como a que lo exigía saber.
— No eres quién par exigirme, Potter —siseé acercandome a él de manera amenazadora.
— Mejor vamonos, Draco —me dijo Tori sujetandome con delicadeza el brazo.
Le hice caso y me aparte lentamente de Potter, pero el parecía que no estaba dispuesto a dejarme tranquilo, porque volvió a sujetarme del brazo y esta vez con más fuerza.
— Te dije que me dijeras donde estaba —exigió de nuevo.
— Entiende que eso no es de tu incumbencia, cara rajada.
— Sí, si lo es. Skyler me importa demasiado, y tengo derecho a saberlo —soltó.
— No, por supuesto que tu no tienes derecho a saber lo que ella hace o deja de hacer —respondí molesto— Entiende que ella es MI novia Potter, no tuya. Me ama a MI, no a ti. Deja de intentar que ella te ame porque nunca lo vas a lograr, apenas y recuerda tu existencia, y eso solo por el asco que le das.
Potter molesto me soltó del brazo y me empujó con fuerza del pecho, di unos cuanto pasos para atras topandome con Blaise. El maldito cara rajada había colmado mi paciecia por completo, así que me acerqué con rápidez hacia él y le solté un fuerte puñetazo en la cara haciendolo caer al suelo.
— ¡Harry! ¡Malfoy! ¡Paren ya! — chilló la sangre sucia, que apenas había llegado al lugar junto a la comadreja y la rubia traidora.
Potter se levanto del suelo y se avalanzó hacia mi llevandonos al suelo de nuevo, se pusó sobre mi estomago y me tiró dos jodidos puñetazos. Lo sujeté del cuello de la camisa y lo giré con fuerza, ahora estando yo encima de el. Con toda la rabia que tenía le solté golpes a diestra y siniestra, él trataba de esquivarlos y de quitarme de encima pero no podía.
— ¡Estoy cansado de ti, Potter! —bramé— ¡Estoy harto que lo fastidies todo! —no dejaba de tirarle golpes, aunque el como podía también me golpeaba, pero no se comparaba a los golpes que yo le daba— ¡Estoy harto de que siempre estes hostigando a Skyler! ¿¡Qué crees que vas a lograr!? ¿¡Crees que porque tratas de ser amable con ella, te amara!? ¿¡Crees que porque estas enamorado de ella, también lo esta ella de ti!? —solté una carcajada— ¡Tu peor error es estar enamorado de alguien que solo te quiere ver muerto!
— ¡Señor Malfoy! ¡Señor Potter! ¡Ya basta! —ordenó Dumbledore separandonos junto a Snape. Alrededor de nosotros se encontraban demasiados estudiantes.
— ¡Ella no merece a un tipo como tu! —escupió Potter molesto, su nariz escurría sangre, su labio inferior tenía gran cortada— No merece a un estúpido arrogante a su lado, no merece a alguien tan egoísta como tu. Solo te importas tu mismo. ¡Eres una completa basura! Ella no merce esto.
— ¿Y qué me merezco? ¿A aguien tan poca cosa como tú? —escuché una voz femenina inconfundible para mi. Giré con rápidez a la entrada del pasillo. Ahí estaba ella, igual o más hermosa que la ultima vez que la vi. Esos ojos grises que me tienen completamente loco, por fin pude volver a verlos— Ni aunque fueras la última persona en el universo me fijaría en ti, Potter. Tengo todo lo que busco y deseo en ese hombre rubio —me miró y me sonrió.
Me solté con algo de fuerza de los brazos de Dumbledore, quien veía impresionado a Skyler. Camine lentamente hasta ella, levanté mi mano derecha y acaricié su mejilla, quería estar seguro de que era real y que no era producto de mi imaginación.
— No puedo creer que por fin estas aquí...conmigo...— la abrazé con fuerza y ella me devolvió el abrazo— Estás tan perfecta —le dije separandome un poco de ella mirandola a sus preciosos ojos. Con rapidez junte mis labios con los de ella, nos fundimos en un beso cargado de necesidad y sentimientos.
— Eso fue muy cursi para nosotros —se rió viendome— pero te lo paso, porque yo también tenía ganas de hacerlo —dijo volviendome a besar.
☠ Kazel ☠
Luego de casi dos meses, por fin actualizé. Sé que me tarde un monton, pero tuve un gran bloqueo en cuanto a inspiración. Cada que trataba de comenzar este capítulo, tenía que salirme inmediatamente, porque en verdad que no podía si quiera poner una sola palabra para iniciar el capítulo. Lo bueno es que por fin se dió y pude actualizar.
Espero que les guste el capítulo❤
¡Gracias por leer!
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