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Zhuo Cheng miraba como el hombre corregía los exámenes recientemente entregados. Su cara era neutral al revisar cada escrito, hasta parecía que no pestañeaba, es que no hacía ni una expresión y eso a Cheng le desesperaba.

El pelinegro sabía que el 90% del curso había aprobado porque estaban al tanto de la existencia del examen, además con este profesor, en específico,todos estudiaban para pasar su materia porque nadie quería ir a rendir con el temible profesor Liu Hai Kuan. El otro 10% con suerte sacaría un cinco y Cheng  se hallaría dentro de este último porcentaje, pero ¿Porqué? Cheng no era un chico flojo el cual nunca estudiaba, al contrario, estudiaba y con mucho esfuerzo porque tampoco quería llevarse la materia del profesor Liu, pero para su mala suerte, la clase anterior, donde el docente había anunciado que habría un examen, el mismo había echado a Cheng de su clase porque este supuestamente había estado distraído. Por ende Cheng no supo nada del dichoso examen hasta que hoy el profesor los mandó a sentarse de a uno y empezó a repartir tres largas hojas llenas de consignas.

¿Porqué sus compañeros no le habían avisado del examen? El profesor les había dicho a todos sus alumnos, cuando Cheng salió , que , el que lo hacía, reprobaría. — El joven Wang tiene que aprender a respetar mi clase — eso dictaminó y nadie, ni los mejores amigos del pelinegro, se animarían a desobedecer al profesor Liu.

— Perdón Cheng, pero tú puedes recuperar esta materia mejor que yo —pensó Ji Li cuando el pelinegro lo miró furiosamente desde el frente de la clase, sentado solitariamente. Todos todavía seguían sin compañero de banco y el desgraciado del profesor lo había hecho sentarse frente a su escritorio, literalmente a centímetros de él. — Tienes más futuro que yo A-Cheng , así que este examen no lo podía desaprobar — quiso decirle Yubin cuando Cheng  lo examinó desanimado.

El pelinegro  bufó rindiéndose amargamente,era obvio que sus amigos no tenían la culpa,  el profesor lo había planeado todo. Volvió su vista al mayor, que justo había tomado una nueva hoja para corregir y Cheng pudo ver su nombre en la punta izquierda de esta. Se acomodó rápidamente.

Necesitaba un cinco como mínimo, para que su promedio le diese y así poder aprobar este trimestre. Sus notas con el profesor Liu variaban de cinco hasta siete, jamás pudo obtener siquiera un ocho. Esto no pasaba con las demás materias, con las demás tenía más de ocho,nueve hasta incluso diez, por eso creía que Liu lo odiaba. Esto, de alguna manera, lo hacía sentirse triste.

El profesor Liu lo odiaba, mientras que Cheng en secreto, lo amaba.

Verdaderamente se esforzaba mucho para tener buenas notas en su materia, quería que Liu se sintiese orgullo de él

La anterior clase no es que él estaba atención, lo hacía, pero al hacerlo se quedó más del tiempo necesario observándole y esto hizo que su corazón latiera muy, muy, muy rápido y, como no quería que sus mejillas enrojecidas lo delatasen, se había quedado en blanco, mirando un punto en su mesa mientras movía con su mano un lápiz de aquí para allá, tratando de pensar por un segundo en cualquier otra cosa que no fuera él. Pero el profesor, como siempre, lo había malinterpretado todo y lo echó de la clase, humillándolo de la peor manera.

Zhuo Cheng  a veces se preguntaba ¿Cómo  es que podía querer a alguien como él? No lo sabía, simplemente estaba enamorado y quería ser mejor persona por él, pero ¿Cómo serlo si esa misma persona, por la cual querías mejorar, era  la que te hundía cada vez más en una infinita tristeza y miseria?

Hacía como cinco minutos que el profesor Liu  tenía la prueba de Cheng en manos, la leía y leía sin ninguna expresión. Cheng había contestado lo que pudo y creyó que estaba bien, tratando de acordarse lo que el mayor había explicado en clases.

Al llegar a la hoja donde se debía de poner la calificación, el menor tuvo un deje de esperanza, pero toda esta se derrumbó al ver como el profesor Liu HaiKuan levantaba, con paciencia, su vista y lo miraba fijamente. El corazón de Cheng paró en seco, eran pocas las veces que hacían contacto visual. Pero no solo lo miró, sino  que le sonrió, no la sonrisa que Cheng siempre quiso que se la dé, sino una sonrisa arrogante y burlona.

El menor se sintió una basura, básicamente su profesor lo estaba rebajando mientras movía su cabeza en desaprobación. Quiso llorar, pero solo pudo bajar su cabeza derrotado, reclamándose a sí mismo no poder ser mejor, nunca lo seria.

Pasaron otros minutos donde Hai Kuan siguió corriendo demás exámenes para luego levantarse y empezar a entregarlos a cada estudiante. El aula se sumió en un denso silencio, donde cada chico esperaba nerviosamente su nota. A veces se podía escuchar las risitas de puro orgullo de algunos al ver una buena nota en su hoja, otros daban grandes suspiros al ver seis o sietes en sus escritos. Cheng también suspiró, pero la acción que hace un rato su profesor le había dedicado lo tenía inquieto.

Cheng supo que Kuan estaba detrás de su banco cuando o escuchó felicitar a Zhu Zan Jin, alumno estrella y preferido.

—Felicidades joven — dijo Hai Kuan con orgullo al entregarle la hoja con un gran diez.

Cheng no pudo sentirse más mierda, como quisiera que Liu HaiKuan también se sintiera orgulloso de él. Si esto pasaba, ni siquiera lo andaría presumiendo por ahí, como lo hacía el desagradable de Zan Jin, que se creía la gran cosa por sus notas. Cheng guardaría ese agradable sentimiento en su corazón, pero eso nunca pasaría.

Sintió como Kuan daba dos pasos más y entregaba el último examen, el suyo.

Básicamente ni lo entregó, se lo tiró en el banco, ni siquiera se detuvo a su lado como lo había hecho con los demás. Zhuo Cheng  tuvo que sostener velozmente la hoja antes de que esta cayese por lo fuerte que había sido arrojada a su mesa.

Cuando Cheng  la observó, enseguida pudo ver el ''tres '' en rojo, mostrándole que no había aprobado, mostrándole  cuán patético era.

— Puede retirarse — habló el mayor y todos los alumnos empezaron a comentar cuán bien les había ido.

— Yo saque un 8

— Yo un 9

— Yo 7,50

— En este , al parecer, el profesor decidió pasarnos a todos

— Sí, quizá no sea tan malo

Cheng ni siquiera sabía porque seguía escuchándolos o porqué todavía contemplaba su gran tres, ya ni sabía cómo sentirse. Solo pudo sonreír amargamente, tomar su examen y salir a los baños de la institución, importándole una mierda que por impulso hecho al levantarse de su silla se haya caído y todos parasen su alegre debate sobre el examen. Ni siquiera le importó el hecho de que aún el profesor Hai Kuan se encontrase allí, en el aula, juntando sus cosas.

Cheng quería llorar y no permitía que Hai Kuan lo viera así para humillarlo más de lo que ya había soportado.

Ni pudo llegar a los lavabos con los ojos secos, pues estos ya estaban brillosos de lágrimas. Se sentía poca cosa, todo era una mierda. Y, en medio de esa tristeza sintió impotencia. ¿Quién mierda era Liu Hai Kuan para que esté llorando por él?

''Tu amor'' cierto, Cheng estaba enamorado de ese hombre,pero ¿Valía la pena todo esto? Hacía más de años que se había fijado en él y deseaba con todas sus fuerzas que sea su profesor. Este año su deseo se había cumplido, lo tenía como profesor, pero ahora sólo deseaba no verlo más porque le hacía mal. Cheng sabía que quizás para alguien él ya era una persona muy valiosa. Entonces ¿Para qué cambiar por alguien que no lo veía? Alguien que no lo merecía.

Limpiándose con bronca acumulada, secó sus lágrimas, sonrió con burla a su propio reflejo apretando sus puños con fuerza  ''lamentable'' y salió del baño hacia su siguiente clase encontrándose con Ji Li y Yubin en el pasillo.

— ¡A-Cheng! — lo llamó Ji Li

— ¿Dónde estabas? — preguntó Yubin.

— Fuí al baño — dijo seco al hacer un gesto con la mano restándole importancia. Sus amigos notaron su mal humor.

— Oh... — Ji Li no sabía porque su amigo estaba así, por ende, creyendo que a todos les había ido bien en el examen, sacó ese tema — Con Yubin veníamos hablando del examen, al fin Liu nos aprobó a todos. Yo saqué siete y Yubin ocho. Parece que ya no nos quiere ver más este trimestre, así que nos pasó a todos — sonrió ampliamanete, al menor de los tres se lo veía muy feliz y energético.

— Al fin mostró algo de humanidad — rió Yubin con ironía.

— y tu Cheng, ¿Cuánto sacaste? — preguntó Ji Li después de darle la razón a Yubin.

— Tres —respondió sin rodeos al recostarse por la pared y cruzar sus brazos. Su comentario dejó sorprendidos a sus amigos y se creó un ambiente incómodo.

— Uhh — no debí sacar el tema. pensó Ji Li — El profesor Liu te odia, creo que ya es un hecho, pero no te preocupes A-Cheng, te ayudaremos con el recuperatorio.

— Ojalá le den bien duro para que no pueda venir por dos semanas a joderme la maldita existencia — opinó Cheng enojado.

— ¿Qué acaba de decir, joven Wang?

Los chicos voltearon enseguida, encontrándose con el profesor Liu Hai Kuan, y Zhuo Cheng se congeló al ver su intimidante y fría mirada puesta en él.

— Acompáñame — ordenó.

Ji Li y Yubin miraron a Cheng apiadándose de él, Ji Li le deseo suerte y Yubin negó con la cabeza con una mueca.

— Ve y suerte, creo que la necesitarás — susurró el mayor de sus amigos.

Cheng tragó en seco y siguió al mayor.

Creía que sabía dónde lo llevaba, a su despacho, y lo confirmó cuando ya estuvo dentro de él. Pegó un salto al escuchar como Hai Kuan cerraba fuerte la puerta.

—Siéntese — dictaminó el mayor.

Cheng obedeció de inmediato, toda la impotencia y enojo que anteriormente había sentido se fueron. Ahora sentía vergüenza , ¿Qué pensaría ahora Hai Kuan de él? Lo que había dicho no era verdad, fue un incontrolable impulso y ahora seguramente pagaría por él. Cheng sentía su próxima expulsión cerca, o reprobaría todo el año o algo mucho peor.

Liu se posicionó delante de él, el escritorio los separaba sin embargo Cheng sentía que estaban muy cercas, muy solos.

— ¿Podría repetir lo que dijo de mi joven Wang? — le preguntó apoyándose con ambas manos sobre el escritorio. Sus hombros se ensancharon provocando que el traje negro que llevaba apretara sus músculos, marcándolos, incitando a tocarlos. Cheng trago fuerte, estaba muy nervioso. ¿Cómo podría explicarle lo inexplicable?

— Y-yo señor... perdón — fué lo único que pudo formular bajando la cabeza avergonzado y humillado, pero esta vez él se lo había buscado. ''Aunque todo fue culpa del profesor'' su inconsciente habló ''Si Cheng , llegó tu momento de aclarar todo esto'' pensó el castaño y volvió a alzar la cabeza, retándolo con la mirada, ya no dejaría que Liu lo humillase— no. ¿Sabe qué? No me arrepiento de nada. Lo que dije usted escucho muy bien, no me voy a retractar. Más bien el que se tenía que retractar acá es usted.

— Interesante Joven y dígame ¿Por qué me tendría que retractar? — desafió con un peligroso tono disfrazado de tranquilidad.

— por haberme reprobado. Toda la clase aprobó el examen menos yo por su culpa, si usted no hubiese amenazado, básicamente a todo el curso, mis compañeros me habrían avisado del dichoso examen el día que me expulsó del aula y para su información , si estaba prestando atención — ''en sus labios más que nada'' casi que agregó.

— Ajá, prosiga — Hai Kuan no se había inmutado en ningún momento y Cheng estaba muy sacado de sí, así que con gusto siguió con lo que hace meses venía aguantando.

— Yo hubiese estudiado si sabía del examen, así que ese tres que me puso fue todo por su culpa. Usted me odia, admítalo, siempre se las agarra conmigo y le encanta humillarme cada vez que tiene una oportunidad. Yo habré actuado mal hoy al decir esas palabras, pero usted actúa muy infantilmente conmigo solo porque me odia. — terminó Zhuo Cheng de hablar satisfecho, por primera vez, frente al hombre. Ambos no contaron el contacto visual en ningún momento. Liu Hai Kuan otra vez no mostraba ninguna expresión en su rostro, parecía un ser sin vida.

— ¿ Así que usted cree que yo actuo infantilmente porque lo odio? — preguntó levantando una ceja.

— Sí, ¿Qué no me oyó? — contraatacó irónico Cheng.

Y por todo el despacho se pudo oír la fuerte y clara carcajada que soltó Kuan.

— Te voy a decir algo Zhuo Cheng— y el nombrado se congelo al escuchar su nombre directamente. 

De la anterior risa ya no había ni rastro, Cheng percibió algo oscuro en su mirada y por primera vez le tuvo miedo — esos comentarios, como el que acabas de decirles a tus amigos sobre mí los escucho siempre y los  dejo pasar porque no me importan, pero no puedo dejártelo pasar a ti, no porque te odio, al contrario —  habló calmado.

— No entiendo,¿Puede ser más claro por favor? — preguntó desorientado.

— Ponte un rato en mi lugar, me siento ofendido Cheng, ¿Cómo podría ser que tu pienses que yo soy el que recibe, cuando  acá soy yo el que te quiere follar duro contra mi escritorio desde el primer día en que te di clases?

Y a Zhuo Cheng le faltó el aire.

— ¿P-perdón? —apenas se lo escucho, pero HaiKuan se había inclinado más hacia él, así que lo escucho claramente.

— Escúchame bien ZhuoCheng, te puedes ir ahora mismo porque todavía no le he puesto seguro a la puerta y fingir que aquí no ha pasado nada —se inclinó más —pero si te quedas unos segundos más voy a perder todo el autocontrol que aún me queda — presionó con fuerza la madera de su escritorio, la que lo mantenía en pie —Y te voy a follar bien duro y rico, mostrándote quien va a ser el que no pueda asistir por dos semanas a la institución. Elije, porque la erección que provocaste con tan solo tu linda boquita ya me duele.