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Extra 07.

🌸Extra 07


El omega dormía plácidamente en los brazos del alfa, quien sonreía feliz. Había tenido la mejor noche de su vida; jamás se había sentido tan pleno. Aquel hermoso omega lo sumergía en una nube de placer con tan solo sonreírle.

Con ternura, acariciaba suavemente la marca en su cuello, sintiendo una oleada de gratitud y amor por tener a Taehyung completamente suyo. El omega había robado su corazón en una sola noche.

Cerca del mediodía, Jungkook despertó y decidió preparar el desayuno para ambos. Se vistió con un pantalón deportivo y una remera antes de bajar a la cocina en busca de comida.

Jinsu lo vio bajar con una gran sonrisa. —Casi no pude dormir, por sus gemidos —se quejó.

—Qué pena — respondió con desden Jungkook. —Pero mi hermoso novio y yo lo disfrutamos mucho. —añadió con sarcasmo antes de dirigirse a la cocina.

Jinsu se levantó con cuidado del sofá, tratando de no hacer ruido, y subió las escaleras en puntas de pie. Llegó al frente de la puerta de la habitación de su hermano y la abrió solo un poco, asomando su rostro para ver al omega dormir boca abajo, con su espalda al descubierto.

La suave luz del sol de la mañana se filtraba por la ventana, iluminando delicadamente la piel del omega, que parecía resplandecer bajo sus rayos. Cada curva de su cuerpo estaba bañada en una luz dorada, destacando su belleza y suavidad.

—Candente y hermoso —susurró Jinsu para sí mismo, admirando la escena frente a él. Sacó su móvil con cuidado y tomó varias fotografías, queriendo capturar ese momento de serenidad y belleza.

Una vez satisfecho con sus fotos, guardó el celular y bajó rápidamente las escaleras, acomodándose donde había estado unos minutos antes, con una sonrisa sarcástica en los labios.

Jungkook pasó por su lado ignorandolo, subió con cuidado las escaleras, llevando la bandeja con el desayuno. Cada paso era deliberado, como si temiera perturbar el sueño de su amado Omega. Al entrar en la habitación, sus ojos se iluminaron al verlo dormir plácidamente, como un ángel en reposo. Colocó la bandeja con cuidado en la mesa de luz, observando cada detalle del rostro relajado de Taehyung. Las luces del amanecer acariciaban su piel canela, realzando la calidez de su tono y haciendo brillar su cabello rubio con destellos dorados.

Luego, se sentó con suavidad en el borde de la cama, inclinándose para dejar besos tiernos en las mejillas y la frente del Omega. Cada beso era un gesto de amor y devoción. Taehyung se removió ligeramente, emitiendo un suave suspiro de satisfacción ante los mimos de su amado Alfa.

—Buen día mi amor. —susurró Jungkook, dejando varios besos en la espalda del rubio. Los dedos del Alfa recorrieron suavemente la columna vertebral de Taehyung, sintiendo cada vértebra bajo la yema de sus dedos.

Taehyung se removió y soltó un quejido por lo bajo, suavemente, como si estuviera emergiendo de un sueño profundo. Jungkook notó el ligero gesto y se preocupó al instante.

—¿Estás bien? —preguntó con ternura, su voz llena de preocupación. Los ojos del Alfa reflejaban una mezcla de cariño y ansiedad mientras observaba a su Omega.

—Mmm sí. —respondió Taehyung, girándose con cuidado para enfrentarse a su amado. Su mirada, aún adormilada, brillaba con un brillo único que hizo que el corazón de Jungkook se acelerara. Los rayos de sol acariciaban su rostro, resaltando sus rasgos delicados y su piel suave como la seda.

—Solo me duele un poco las caderas. —admitió Taehyung con una sonrisa, pero sus ojos revelaban la verdad detrás de su aparente tranquilidad. Los músculos de su rostro se relajaron, revelando una expresión de alivio al poder compartir sus preocupaciones con su amado.

—Jimin me va a matar. —bromeó Jungkook, intentando aligerar el ambiente con una broma. Su sonrisa era cálida y reconfortante.

Ambos desayunaron entre conversación y risas, sumergidos en su propio pequeño mundo de amor y complicidad. Jungkook admiraba orgulloso las marcas que había dejado en el cuerpo de su amado. Pasó suavemente su mano por la cintura marcada gracias a su fuerte agarre, sintiendo el calor de su piel bajo la palma de su mano. Cada roce era una caricia, un recordatorio del apasionado encuentro que habían compartido la noche anterior.

Ambos habían terminado de comer, y Jungkook dejó la bandeja a un costado.

—¿Te duele? —preguntó el Alfa, su voz llena de preocupación mientras observaba a Taehyung con atención.

—No Kook. —negó con una sonrisa, sus ojos brillando con amor. La sonrisa del Omega era radiante, iluminando la habitación con su calidez y dulzura. El Omega se sentía más que feliz con aquellas marcas de pasión, sabiendo que eran un testimonio tangible de su profundo amor y pasion.

—Lo siento, mi amor. —dijo Jungkook, arrepentido, con una mezcla de culpabilidad y ternura en su mirada. Sus dedos acariciaron suavemente la piel donde había dejado la marca.

—No te disculpes, Kook. —respondió Taehyung, su voz suave y cálida. Sus mejillas se sonrojaron, y una sonrisa tímida apareció en sus labios. —Me encanta llevar tus marcas de pasión. Me gusta que me tomes con fuerza y me hagas sentir que soy solo tuyo. —confesó, desviando ligeramente la mirada, pero sus ojos brillaban con un toque de travesura.

Jungkook se acercó más, su aliento acariciando los labios del Omega. —Mmm, entonces esta noche voy a dejarte aún más. —susurró cerca de su boca, sus palabras cargadas de promesa y deseo.

—¿Esta noche? —preguntó Taehyung, con una expresión adorable que iluminó su rostro. Sus labios entreabiertos y abultados reflejaban una mezcla de sorpresa y anticipación, sus ojos grandes y llenos de curiosidad.

—Sí, bebé. —respondió Jungkook, sus labios curvándose en una sonrisa traviesa que dejaba entrever la pasión que ardía en su interior. —Pero ahora podemos dormir un poco más. —dijo con un tono divertido, mientras sus manos acariciaban suavemente la espalda del Omega.

El omega se acercó a Jungkook con movimientos suaves y ágiles, deslizándose sobre las sábanas con una gracia felina. Rozó sus labios contra los del Alfa, enviando una corriente de electricidad a través de sus cuerpos entrelazados. —O podemos jugar, Alfa. —susurró con una mirada traviesa, sus ojos brillando con una mezcla de picardía y deseo.

—La segunda opción me gusta más. —respondió Jungkook con una sonrisa pícara, girando rápidamente el cuerpo del omega y quedando sobre él, sus ojos centelleando con anticipación y pasión.

Taehyung sonrió con un brillo travieso en sus ojos. —Profaname, Alfa. —susurró con voz seductora, provocando un estremecimiento en la columna de Jungkook. El Alfa respondió girando al omega, dejando su rostro presionado contra las sábanas suaves, sus labios encontrando el cuello expuesto del Omega con hambre y deseo.

—Quiero escucharte gemir mi nombre, mi amor. —murmuró Jungkook con voz ronca, sus manos acariciando la espalda del omega con devoción y deseo, enviando escalofríos por la columna del Omega. Comenzó a descender por la espalda del Omega con sus labios, dejando una estela de besos y pequeñas mordidas que hicieron que Taehyung gimiera suavemente con cada caricia.

El Alfa llevó su lengua cálida y húmeda a aquel lugar sensible, haciendo que el Omega se dejara llevar por la oleada de sensaciones que inundaban su cuerpo. Sus manos aferraban con fuerza las sábanas mientras el Alfa continuaba su exploración, deslizando con cuidado un dedo en su interior. El Omega jadeó profundamente, su cuerpo respondiendo a cada movimiento con una mezcla de placer y anticipación.

—¡Ahhh! —jadeó el Omega cuando un segundo dedo entró en su cuerpo, su espalda arqueándose aún más ante la intensidad de las sensaciones.

Jungkook se reincorporó, alineando su cuerpo con el del Omega. —Grita para mí, amor —murmuró mientras acariciaba con fuerza la espalda del Omega, deslizando suavemente su miembro en su interior.

El Omega mordió su labio inferior, intentando contener los gemidos que escapaban de su boca, pero pronto se rindió al torrente de placer que lo inundaba. Con cada embestida, sus gemidos se volvían más fuertes, resonando en toda la habitación.

El Alfa lo tomó con fuerza de la cintura, y el vaivén desenfrenado comenzó.

—Di mi nombre, bebé —le exigió entre gemidos mientras daba estocadas rudas.

El Omega apenas logró soltar un jadeo, su cuerpo temblando bajo el dominio del Alfa.

Jungkook se mantuvo firme detrás del Omega, sus embestidas cada vez más intensas y profundas, buscando saciar el deseo que los consumía a ambos. Con cada estocada, el Omega soltaba gemidos ahogados, su cuerpo respondiendo al placer que le proporcionaba el Alfa.

—Dí mi nombre — volvió a exigir entre jadeos, su voz ronca y cargada de lujuria.

El Omega asintió con la cabeza, apenas capaz de articular palabra debido al placer abrumador que lo embargaba. Con un esfuerzo, logró articular las dos sílabas que lo conectaban con su amante.

—¡Ahhh...Jungkook! —gritó Taehyung, su voz llena de desesperación y deseo, su cuerpo temblando con cada estocada.

—Eso es, bebé. —El Alfa aumentó el ritmo, sus embestidas volviéndose más rudas y certeras, buscando llevar a su Omega al límite.

Cada movimiento del Alfa provocaba una reacción en cadena en el cuerpo del Omega, que se estremecía y gemía sin control. Los sonidos de su unión llenaban la habitación, mezclándose con sus jadeos y susurros apasionados.

—Eres mío, solo mío —murmuró Jungkook con voz ronca, apretando la cintura del Omega con posesividad.

El Omega asintió frenéticamente, perdido en la vorágine de sensaciones que lo consumían.

Finalmente, con un último gemido desgarrador, ambos alcanzaron el clímax, sus cuerpos temblando de placer. Jungkook se inclinó sobre el Omega, dejando besos suaves y tiernos en su espalda mientras ambos recuperaban el aliento, sus corazones latiendo al unísono.

Ambos se acostaron con la respiración agitada. —Me fascina escucharte gemir mi nombre —le dijo Jungkook, su voz aún ronca por el esfuerzo, mientras dejaba pequeños besos en los labios de su amado. Sus ojos brillaban con una mezcla de satisfacción y ternura, acariciando con suavidad la mejilla de su omega.

Taehyung sonrió débilmente, su cuerpo relajado y sus ojos cerrándose lentamente mientras disfrutaba de los suaves besos de Jungkook. —Te amo, Kook —susurró, su voz apenas un murmullo mientras se acurrucaba más cerca, buscando el calor y el consuelo en los brazos de su alfa.

—Tambien te amo bebé — soltó entre caricias, mientras su corazón latía con fuerza.

Después de varias sesiones de profanaciones, ambos cayeron en un sueño profundo, exhaustos pero llenos de satisfacción. Las horas pasaron, y para cuando despertaron, el sol se estaba ocultando, bañando la habitación en una cálida luz anaranjada.

Se levantaron y se dirigieron al baño, donde se bañaron juntos. El agua caliente relajaba sus músculos cansados mientras se lavaban mutuamente, sus manos deslizándose con ternura por el cuerpo del otro. Jungkook no podía evitar dejar pequeños besos en el cuello y los hombros de Taehyung, quien respondía con suaves gemidos y caricias.

Después de secarse, volvieron a entregarse en una ronda de sexo rudo cargado de lujuria y amor, sus cuerpos moviéndose en perfecta sincronía mientras la pasión se desbordaba una vez más.

Finalmente, el omega se durmió, agotado pero feliz, mientras Jungkook lo abrazaba, perdido en sus pensamientos. Miró a su amado, observando cada detalle de su rostro tranquilo. Luego tomó su móvil y vio varias llamadas perdidas de Min.

Con sumo cuidado, intentó no despertar a su amado. Se levantó de la cama con movimientos suaves, se colocó una bata y salió de la habitación, cerrando la puerta con delicadeza antes de llamar a Yoongi.

—Al fin me llamas —dijo Min al contestar, su voz llena de preocupación—. He estado Ilamando a Tae, pero tampoco responde y mañana tiene clases.

—Lo siento, Yoon, Tae entró en celo... —comenzó Jungkook, pero Min lo interrumpió, su nerviosismo evidente.

—Ya voy a buscarlo.

Jungkook apretó el teléfono con fuerza, sus nudillos blanqueando con la tensión. —No, Yoon, Tae se queda conmigo. Yo estoy cuidando de él —dijo firme, sus ojos reflejando determinación—. Tae es mi novio, y lo marqué. Yo me haré cargo.

Min suspiró al otro lado de la línea, su tono suavizándose. —¿Lo marcaste, tan pronto? —preguntó, la sorpresa evidente en su voz.

—Sí, quiero que entiendas que realmente amo a Tae, y no voy a dejar que nadie lo aleje de mí —aseguró Jungkook, su mandíbula apretada con convicción.

Min se quedó en silencio por un momento antes de suspirar de nuevo, esta vez con resignación y un matiz de alivio. —De acuerdo, Jungkook, solo... no seas muy bestia en la cama.

Una sonrisa apareció en el rostro de Jungkook al recordar que a su novio le gustaba que fuera un bestia en la cama. —Bien, Yoon. Nos vemos en unos días —dijo, su voz relajada mientras terminaba la llamada.

Jungkook colgó el teléfono y volvió a marcar, esta vez a su amigo y abogado Namjoon. Se apoyó en la pared del pasillo, sus ojos constantemente revisando la puerta de la habitación donde su amado seguía descansando.

—Hola, Nam —saludó por lo bajo, su voz cargada de urgencia controlada.

—Hola, Jungkook. ¿Sucede algo grave, que me llamas a estas horas y en un fin de semana? —preguntó confundido el Alfa al otro lado de la línea, un tono de preocupación mezclado con sorpresa.

—No es nada malo, Nam. Solo quiero que revises los planos y papeles de unas casas. Quiero comprar una cerca de la universidad de Tae, que tenga cuatro habitaciones y un salón para dar clases —explicó Jungkook, su mirada volviendo a la puerta de la habitación.

—Está bien, mándame la información por email —respondió Namjoon, aún sin entender completamente el propósito del azabache.

—¡Ah!, otra cosa. Me gustaría que la casa que elija esté a nombre de Taehyung —añadió Jungkook, una sonrisa traviesa asomando en sus labios.

—Como usted mande —dijo Namjoon en tono de broma, riéndose ligeramente.

—Gracias, Nam. Eres el mejor —respondió Jungkook con gratitud genuina.

—Sí, para eso me pagas —soltó entre risas Namjoon. Luego se despidieron, y Jungkook corto la llamada con una sonrisa satisfecha.

Luego, volvió a la habitación, donde Taehyung aún dormía plácidamente. Con suavidad, se metió en la cama y se acurrucó junto a él, sintiendo una profunda paz mientras lo observaba dormir. Sabía que haría todo lo posible por hacer feliz y amar a su omega como realmente se merecía.

Unas horas después, Taehyung dio un salto, despertando bruscamente. Se sentó en la cama y comenzó a llorar, un llanto ahogado y desesperado que hizo que Jungkook se despertara de inmediato. El Alfa se sentó a su lado y lo abrazó con fuerza.

—¿Qué sucede, bebé? —preguntó asustado, su voz cargada de preocupación.

—Kook... —logró decir Taehyung entre sollozos—. Soñé... —hipaba entre palabras, y sus lágrimas brotaban sin parar, humedeciendo su rostro.

Jungkook sintió un nudo en el estómago al ver el dolor en los ojos de su omega. —Cálmate, mi amor —susurró, acunando el rostro de Taehyung y limpiando las lágrimas que se negaban a cesar con sus pulgares.

—Soñé... que me decías que tú y yo no éramos nada —logró decir Taehyung finalmente, antes de que el llanto desesperado lo envolviera de nuevo.

Jungkook sintió un dolor punzante en el pecho. —No digas eso, mi amor. Tú y yo somos todo —dijo con firmeza, acercando su rostro y dejando un tierno beso en los gruesos y rosados labios de su amado.

Taehyung rodeó a Jungkook con sus brazos y ocultó su rostro en el pecho del Alfa, buscando consuelo y seguridad en su calor. Aquel sueño se había sentido tan real que parecía calarle hasta los huesos, llenando su corazón de miedo e inseguridad.

—Tae, bebé —llamó Jungkook suavemente, su voz un susurro tranquilizador. El Omega levantó su rostro, y sus ojos llenos de lágrimas buscaron consuelo en la mirada de su amado.

—Te amo, y quiero estar el resto de mi vida contigo. Eso solo fue un horrible sueño —intentó consolarlo Jungkook, su tono firme y lleno de amor, mientras acariciaba suavemente el cabello de Taehyung.

—Kook, promete que no vas a dejarme nunca —murmuró Taehyung, su voz temblorosa, sus ojitos llenos de lágrimas reflejando la profunda necesidad de seguridad y amor.

—Lo prometo, mi amor. Jamás voy a dejarte —aseguró Jungkook con convicción. Se acercó despacio y lo besó con ternura, sus labios encontrando los de Taehyung en un gesto de amor y compromiso inquebrantable. El beso fue suave y lleno de promesas, un refugio de amor en medio de la tormenta de miedo que había sacudido al Omega.

Entre caricias y tiernos besos, ambos volvieron a dormirse, sus cuerpos enredados en un abrazo cálido y reconfortante.

Varias horas después, el Alfa abrió despacio sus ojos al sentir los tibios labios del
Omega en los suyos, despertándolo suavemente con un beso lleno de amor y deseo.

—Mmm, qué hermosa forma de despertar —susurró Jungkook contra los labios ajenos, su voz ronca y llena de satisfacción.

Taehyung apoyó su mano en el firme pecho del Alfa, empujándolo suavemente hasta acomodarlo boca arriba. Con una agilidad felina, se movió rápidamente y quedó sentado encima del azabache, sus piernas abiertas en una V que le permitía dominar la posición. Jungkook llevó sus manos a la cintura del rubio, sus dedos acariciando la piel suave mientras una sonrisa pícara se formaba en su rostro y sus ojos brillaban con travesura.

Taehyung comenzó a mover su cintura en círculos, provocando que el Alfa soltara un jadeo profundo. —¡Aaamm! Tae, amor, ¿tienes hambre? —preguntó Jungkook, su voz entrecortada por el placer y teñida de un tono sexy que hacía que el corazón del Omega latiera con fuerza.

El Omega apoyó sus manos en el pecho musculoso del Alfa, sus ojos llenos de deseo mientras hacía un lindo puchero que acentuaba su encanto natural. —Me alimentas, Alfa —pidió con una mezcla de inocencia y provocación que encendía aún más la pasión en Jungkook.

Los ojos de Alfa se volvieron rojos, la intensidad de su deseo reflejada en la profundidad de su mirada. —Sí, mi amor, voy a alimentarte —respondió con un tono decidido y cargado de lujuria.

Con un movimiento rápido y hábil, tomó la cintura del Omega y se giró, dejando la espalda de Taehyung contra la cama. Se acercó a su oído y le susurró, su aliento cálido haciendo que la piel del Omega se erizara. —Vas a comerla todita bebé—murmuró, su voz profunda y llena de autoridad, mientras sus manos recorrían el cuerpo del Omega con una mezcla de ternura y posesividad, preparándolo para una nueva ola de placer.

Jungkook tomó con firmeza las muñecas del Omega con una mano y las levantó, llevándolas por encima de la cabeza de Taehyung. La piel del Omega se estremecía bajo su toque, sus ojos reflejaban una mezcla de sumisión y deseo. El Alfa se inclinó, acercando su cuerpo desnudo al del Omega, su piel rozando la del rubio y creando una sensación electrizante entre ellos. Con su mano libre, Jungkook tomó su propio miembro, acariciándolo suavemente unos segundos, mientras Taehyung lo observaba con una sonrisa sexy y llena de anticipación.

—Abre tu hermosa boquita, mi amor —demandó en un murmullo, su voz baja y cargada de deseo. El Omega obedeció de inmediato, abriendo su boca con devoción. Jungkook deslizó suavemente su miembro entre los labios del Omega, sintiendo la cálida humedad envolviéndolo y provocándole un estremecimiento de placer.

—Quiero que me mires a los ojos mientras follo tu hermosa boca —le dijo, su voz ronca y autoritaria. El Alfa comenzó un vaivén suave, moviendo sus caderas lentamente mientras sus ojos permanecían fijos en los de Taehyung. El Omega lo miraba con sumisión y adoración, cada movimiento de Jungkook era seguido por un jadeo suave y un gemido ahogado del rubio.

—Aaamm, así, bebé —susurró Jungkook entre jadeos, disfrutando de la vista y la sensación de la boca del Omega alrededor de su miembro. Sus caderas se movían en un ritmo constante y dominante, cada embestida era una mezcla perfecta de placer y control. Los movimientos de Taehyung eran suaves y dedicados, sus ojos nunca dejando los del Alfa, chupando con devoción y haciendo que cada embestida fuera una sinfonía de placer compartido.

Jungkook mantenía sus caderas en movimiento, sus embestidas profundas y rítmicas. Sus manos, una en las muñecas del Omega y la otra guiando el ritmo, aseguraban que cada movimiento fuera una expresión de la conexión profunda y apasionada que compartían. La habitación se llenaba de los sonidos de sus respiraciones entrecortadas y susurros de placer.

Cada estocada se volvía más profunda, arrancando lágrimas de los ojos del Omega, mientras Jungkook movía sus caderas con una precisión inquebrantable, llenando de deseo y lujuria al ver a Taehyung bajo su dominio. Los gemidos ahogados de Taehyung resonaban en la habitación, y su cuerpo temblaba ante cada embestida. Jungkook, con los ojos brillando de intensidad, lo miraba fijamente, saboreando cada momento de poder y conexión entre ellos.

—Quiero que te lo tragues todo —ordenó entre jadeos, embistiendo con más fuerza, sintiendo el éxtasis aumentar con cada movimiento.

Jungkook llegó a lo más alto del clímax, descargando en la boca del Omega, quien lo recibió todo, sin dejar caer una sola gota, su lengua moviéndose suavemente para limpiar cada vestigio. El Alfa se inclinó, deslizando su cuerpo hacia el rostro de Taehyung y apresó sus labios gruesos y rojos con una delicadeza que contrastaba con la intensidad de su deseo. Luego, con una caricia que ardía de pasión, pasó su mano por la cintura del Omega, levantándolo suavemente y colocándose de pie junto a él.

—Ahora quiero escucharte gemir para mí —le susurró con una voz cargada de lujuria, mientras lo daba vuelta, apoyando el pecho del rubio contra la fría pared. Sus labios recorrieron la espalda de Taehyung, dejando un rastro de besos y mordidas que arrancaban pequeños jadeos de placer del Omega.

Las manos de Jungkook exploraban con fuerza el cuerpo de Taehyung, sus dedos rozando cada curva, hasta llegar al redondo trasero. Deslizó un dedo con suavidad, disfrutando del estremecimiento que recorrió el cuerpo del Omega, que soltó un gemido ahogado contra la pared.

—Así de húmedo te pongo, mi amor —le susurró al oído, su voz ronca y cargada de deseo, provocando que Taehyung se estremeciera y arquease la espalda en anticipación de lo que vendría.

Tomó su miembro y, muy despacio, lo introdujo en el cuerpo del rubio, quien apoyó su rostro contra la fría pared, jadeando de placer al sentir cada centímetro llenarlo. Jungkook se quedó quieto por unos momentos, disfrutando de la calidez y la presión que lo envolvían.

—Muévete, Alfa —exigió el Omega en un gemido cargado de deseo, su cuerpo temblando.

—Quiero que me lo pidas, mi amor —le susurró Jungkook al oído, dejando suaves besos en su cuello, su aliento cálido contrastando con la frialdad de la pared.

—Profáname, Alfa —dijo Taehyung, y aquellas palabras despertaron la lujuria de Jungkook, encendiendo una chispa de deseo incontenible.

Jungkook tomó con una mano la cintura del Omega y, con la otra, sujetó su miembro. De un solo movimiento, le dio una estocada fuerte y profunda, haciendo que el pecho del rubio golpeara la fría pared. Pero, de nuevo, se quedó quieto, su cuerpo temblando de deseo contenido.

—Más —exigió Taehyung, su voz un susurro desesperado.

—¿Más qué, bebé? —preguntó Jungkook con voz ronca, volviendo a darle una estocada profunda que hizo temblar el cuerpo del Omega.

—Más, Jungkook, más —rogó Taehyung, su voz quebrada por el placer.

El Alfa tomó con firmeza el cuerpo del Omega y el vaivén desenfrenado comenzó. Sus movimientos eran intensos y rápidos, cada estocada más profunda que la anterior. Con sus labios besaba el cuello de Taehyung, mientras su mano se deslizaba para darle placer, sincronizando cada caricia con sus embestidas. La habitación
se llenó de sus gemidos, el eco de su pasión resonando en cada rincón, mientras ambos se perdían en un mar de lujuria y deseo incontrolable.

Jungkook se perdió en el cuerpo de su amado, cada estocada sincronizada con los gemidos de Taehyung, cuyo eco resonaba como música en sus oídos, enloqueciéndolo de lujuria y deseo. Escuchar su nombre en los labios de Taehyung lo llenaba de una pasión desbordante, haciéndolo desear más y más, cada vez con mayor intensidad.

Taehyung, completamente sumido en un mar de placer, gemía y jadeaba, sintiendo cómo cada rincón de su ser era amado y profanado con una devoción. Cada caricia, cada beso, y cada palabra susurrada por el Alfa lo transportaba a una nube de placer infinito, envolviéndolos en un círculo vicioso de pasión desenfrenada.

Varios minutos después, tras una sinfonía de estocadas perfectas y gemidos que llenaban la habitación, ambos llegaron a lo más alto del clímax. Sus cuerpos se estremecieron al unísono, alcanzando el éxtasis máximo, mientras las paredes se convertían en mudas testigos de su amor y pasión inigualables, inmortalizando aquel momento de entrega absoluta.

Después de varias sesiones más de hacer el amor, ambos se acostaron juntos, intercambiando besos y caricias suaves. El calor de sus cuerpos se mezclaba con la ternura de sus gestos, creando una atmósfera de íntima complicidad.

Jungkook quería decirle que había tenido la mejor noche de su vida, pero sabía que esas palabras podrían sonar vacías, un simple eco del pasado. En lugar de eso, decidió expresar algo más profundo y sincero.

—Bebé, llegaste a mi vida sin que te buscara y la cambiaste por completo. Ahora tú eres mi universo, el motivo de mi felicidad constante y el centro de cada latido de mi corazón —le dijo, sus ojos brillando con lágrimas de amor.

—Kook... — susurró, y sus ojos se llenaron de lágrimas, brillando con una mezcla de emoción y esperanza.

—Quiero estar a tu lado cada día, que nadie te aleje de mí, quiero que vivamos juntos y tengamos muchos lindos y tiernos cachorritos iguales a ti —sus palabras temblaban ligeramente por la emoción que inundaba su voz.

—¿Qué quieres decir? — preguntó Taehyung, con las lágrimas de la emoción rodando por sus mejillas, su corazón latía con fuerza, como si estuviera a punto de saltar de su pecho.

Jungkook acunó el rostro del Omega con ternura, sus ojos reflejaban el amor más puro y sincero. —¿Quieres casarte conmigo, mi hermoso bebé tigre?

Taehyung se levantó de la cama y se pellizcó una mano como si quisiera asegurarse de que no estaba soñando. Luego, Jungkook se sentó a su lado, preocupado.

—Amor, ¿qué haces? — preguntó Jungkook, con una mezcla de asombro y ternura.

Taehyung miró a Jungkook con una sonrisa, sus ojos brillaban con una mezcla de incredulidad y felicidad. —Solo quiero asegurarme de que esto no es un sueño, Kook.

—No lo es, amor. — Jungkook tomó la mano del Omega con suavidad y le dio un beso en el lugar donde se había pellizcado.

Con una sonrisa radiante, Taehyung se sentó sobre las piernas de Jungkook, buscando su cercanía mientras procesaba la magnitud de lo que acababa de escuchar. Su cuerpo temblaba ligeramente por la emoción que lo embargaba.

—Sí, quiero, Kook, sí quiero casarme contigo. — la voz de Taehyung estaba cargada de emoción y alegría, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas, formando surcos de felicidad en su rostro.

Jungkook acarició la espalda del Omega con delicadeza, sus gestos eran suaves y reconfortantes, como si quisiera calmar los latidos acelerados del corazón de su amado. Antes de besar a Taehyung, susurró con voz entrecortada por la emoción. —Te amo, mi bebé tigre.


🌸 Hola Dulces obsesionada@s por el Taekook/KookV.

🌸 Quiero dejar varios puntos en claro.

Uno: No tengo ni idea cuántos extras más se me va a extender.

Dos: Tampoco sé cuándo lo voy a terminar. ¿Por qué?. Porque disfruto escribir esta historia y se me extiende la cantidad de palabras.

Tres : ¿Cuando voy actualizar?. Ni idea, simple. Escribo cuando estoy inspirada y tengo tiempo.
Lamentablemente nadie nos paga, escribimos porque nos gusta, nos hace sentir feliz.

Y realmente amo y agradezco su apoyo. Me hace muy feliz saber que se divierten con mi historia.🫰🏼

🌸 Ahora sí, sin más vueltas gracias a todos por leer a mi Profanador🤭. Los amitooo.

🌸 ¡Ah, se me olvidaba!. Espero que hayan disfrutado la profanada🤣 continua en el extra 08🤭.

🌸 Nikki 🌸


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