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Extra

3 años después...

Este podría catapultarse como: el día más importante en la vida de Jiminnie.

Oficialmente acaba de ser dado de alta con sus consultas psicologicas, y a terminado su educación en casa con éxito.
A sus 23 años puede contar plenamente en que es alguien nuevo, alguien con un corazón puro y una alma libre.
Las pesadillas desaparecieron con el tiempo, los dolores fantasma en su brazo y los temores a los espacios cerrados ya no eran existentes en su ser.

Su mano estaba cubierta de pintura morada, pues hoy era el día en el que marcaría la pared del consultorio con sus huellas, un recordatorio de que ya todo a terminado y no hay nada por lo que preocuparse.
Yoongi está ahí, sus padres y sus amigos también, por lo que apresura todo para poder abrazar a su amado.

Yoongi se a mantenido a su lado en estos cortos años, apoyandolo y "lidiando" con él durante las madrugadas de llanto y angustia.

Algunas noches fueron muy dolorosas para ambos, en especial cuando se encerraba por días y gritaba de dolor abrumante por las punzadas fantasmas en su brazo y los recuerdos horribles de ese lugar.
Las noches frías en el duro suelo de un cuarto clinico, la aguja que lo lastimaba como a un animal y la desdicha de no saber nisiquiera si era un ser humano.
Fue horrible, pero a superado todos esos traumas con amoe y terapia.

Mucha terapia.

Recarga su mano en la pared, en el espacio libre que su psicologo a reservado personalmente para ese momento.
Ahora una marca de su manita en color morado adorna la pared, con su pequeña firma debajo y una carita sonriente.

Los presentes aplauden sus logros y le felicitan por su camino, un camino lleno de obstaculos e inseguridades que a podido afrontar con el apoyo de todo ellos.

Desde Yoongi hasta Jin.

Con Yoongi, quién lo encontró y lo cuidó sin esperar nada a cambio, y ahora es al que puede llamar el amor de su vida  con una sonrisa en su rostro.

Con Taehyung, el doctor que curó y sanó sus daños físicos y quién siempre se preocupó por su salud.

Con Jungkook, quién le enseñó "cosas" para conquistar a Yoongi y que también era su consejero personal. Quién le enseñó a ser independiente y nunca dejarse dominar.

Con Namjoon. "El señor Namjoonie", un hombre al que le debe algunas tardes de paz y cuidados cuando Yoongi estaba ocupado. Tardes de risas y orden en la oficina.

Con Jin, el chico de los pasteles quién le ofreció un empleo y se volvió una segunda madre para él. Alguien que le enseñó el valor de la amistad y cómo mantenerse siempre fuerte ante cualquier advercidad.

Con Hoseok, su guardaespaldas personal que lo protegió de los mas crueles actos e incertidumbres de aquel laboratorio. El captor de sus agresores y quién se encargó de ponerlos tras las rejas.

Todos jugaron un papel crucial en su vida, en su libertad, les debe tanto y no tiene con que pagarles todo lo que han echo por él.
Les ama y les adora como a una familia, porque en eso se convirtieron.

En una familia.

🥀

La pasteleria de Jin a cerrado sus puertas por esa tarde, exclusivamente por él.
Una fiesta íntima para celebrar su libertad y sus tormentos mentales, una tarde de pasteles, dulces y mucha comida deliciosa.

Pero algo no estaba bien...

Yoongi no estaba ahí.

Le buscó en la cocina, incluso en los baños, pero no estaba  por ningún lado.
Quizo salir y cruzar  la calle para buscarlo en la compañía, pero Jin le detuvo el paso y lo distrajo con chocolate y mas pasteles.

Jungkook le entretuvo aún mas cuando le pidió acompañarlo en su juego en la consola portatil, así que no tuvo mas remedio que aceptar.
Sus padres llegaron algunos minutos después.

Si bien la relación con su madre no era la mejor, esta había mejorado conciderablemente a su parecer. Al menos ya no le tenía miedo ni la odiaba, y cuando dejó de insistirle en que tomara un puesto en la compañía sintió que los problemas estaban cesando.
Con su padre era todo lo contrario, tenian días enteros de padre e hijo. Iban a ver partidos de futboll o a simples paseos u tardes llenas de pesca en el lago.
Le gustaba mucho la relación que mantiene con su padre y el cómo también le apoya en lo necesario.

La tarde pasa entre risas y platicas amenas, hasta que Yoongi hace acto de presencia en el lugar y Jimin solo atina por lanzarse a sus brazos dramaticamente mienttas alguna melodia suave resuena en los parlantes.

-¡Yoonie!.- grita emocionado, aprisionandole con sus brazos y piernas en un muy expontaneo abrazo.
Yoongi se aferra a su cintura, dejandole besitos tronados en ambas mejillas y buscando asiento en alguna de las sillas libres con un muy meloso Jimin sobre sus piernas.

-¿Me extrañaste?.- pregunta juegtón, paseando su nariz por el terso cuello de su amado novio y acariciando con dulzura sus abultadas mejillas.
Jimin asiente, disfrutando de las caricias y los besitos en su mandíbula.

-¿Ya comiste hyung?.

-No, muero de hambre.

-Yo te serviré.- contesta, levantandose emocionado y caminando hasta la cocina donde la comida está lista para ser servida.
Toma un plato de las gabetas y comienza a servir las prociones de spaguetti tipo italiano y el pollo en crema que ayudó a Jin a preparar.

Regresa con los demás, dejando el plato sobre la mesa frente a Yoongi y sentandose a su lado para terminar su vaso de jugo.

-¿Cómo está Soobin?.- pregunta Yoongi a los padres del año.

Jin y Namjoon.

Aquella pareja dispareja de tortolos acaban de ser bendecidos con la dicha de ser padres primerizos.
Un lindo pequeño de 6 añitos llegó a sus vidas el día que pasearon cerca de un orfanato. No pudieron simplemente no enamorarse de esos pequeños y brillantes ojos llenos de ilusión que los observaba desde la avertura de una cerca.

Hasta hace poco menos de un mes pudieron llevarlo oficialmente a su casa para que viva con ellos.

-Se está adaptando. Sigue escabullendose por las noches hasta nuestra habitación y se mete entre las sabanas.- Comenta Namjoon con una sonrisa de padre ilusionado, rebuscando también en su teléfono una fotografía del pequeño Soobin durmiendo en el centro de su cama kingsize.-¿No es lindo?

-Muy lindo.- responde Jungkook, buscando otro vaso con champán mientras desajusta su corbata.- Sabes hyung, creo que comenzaré a llevar ropa casual al trabajo, estas corbatas son muy molestas.

-Mi compañía, mis reglas de vestimenta.- regaña Yoongi, señalando con burla a su hermano y pasandole la copa que tanto busca.

Jungkook por fin, después de años de insistencia, aceptó trabajar para su hermano en la compañía de tecnología; aunque no le gustara tanto la idea, pero ahora que vive con Taehyung no puede darse el lujo de programar cada vez que se le da la gana.

Él, como el "hombre de la casa" que dice ser, debe llevar todas las comodidades para que su pareja viva plenamente.
Así que ahora trabaja y tiene el sueldo suficiente como para comprarse 3 casas de contado en el mejor barrio residencial de seúl.

Aunque no es necesario porque él y Tae prefieren los apartamentos elegantes y minimalistas.

El dia avanza con adultos alcolizandose y festejando, bailando y riendo mientras siguen las felicitaciones para Jimin quién justamente acaba de caer dormido en un sillon de los ventanales.

-Es hora de llevar a mi pequeño a casa.- Dice Yoongi, manteniendo aún su postura de todo un hombre de negocios con el cabello despeinado.

Carga a Jimin al estilo princesa, dejando que este se acurruque por inercia en su cuello y pueda inhalar con adoración la colonia varoníl que su amado usa.

Ahora puede dormir en paz.

Ahora puede ser feliz.

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