Jamás pensó volver a esta situación.
Como si todo su trabajo de ayudarle se estuviera llendo por la borda.

Tomaba la mano contraria con fuerza, corriendo a la par con los paramédicos que empujaban la camilla.
Podia sentir la presión del ojo público sobre él, además de la mirada asustada de Seokjin en frente.
El pastelero había abandonado su lugar de trabajo en cuanto la ambulancia se estacionó en el edificio de enfrente.

Namjoon estaba de pié frente a la puerta de la compañia, tapando cámaras de reporteros y periodistas que, al parecer, fueron llamados por los mismos empleados y gente que pasaba a los alrededores.

Yoongi estaba por entrar en pánico.

Su Jiminie no estaba respondiendo y la mascarilla de oxígeno en su rostro lo hacian ver como alguien enfermo.

Por primera vez en el día pudo ver el rostro asustado y preocupado de la señora Park, la cual llamaba por teléfono a su esposo para informar sobre la situación.

-Solo puede subir un familiar.- indicó el paramédico ya dentro de la ambulancia.

Yoongi y la Señora Park se miraron fríamente, ambos poniendo un pié al mismo tiempo dentro del auto.

-Yo iré, soy su madre.- indicó la mujer.

-No dejaré que lo acompañé. Usted le hizo esto y estoy seguro que su rostro no será lo primero que Jimin quiera ver cuando despierte.

El paramédico les observó por un segundo, tomando la desición de dejar subir solamente al hombre de traje costoso.
Yoongi agradeció, subiendo con prisa hasta sentarse frente al cuerpo inconciente de Jimin.
La señora Park observaba todo desde la pequeña ventanilla, abandonando el lugar para ir hasta su auto.

El teléfono de Yoongi comenzó a sonar, teniendo una vaga idea de quién podía ser terminó contestando.

-¿Yoongi? ¿Estas bien cariño?.- la voz cálida y suave de su madre apareció tras la línea.

-¿Mamá? ¿C-Cuando volviste?.- preguntó confundido.

Su madre y padrastro habian tomado un crucero a las bahamas financiado por él mismo. Todo con la excusa de que su madre nunca habia tenido unas verdaderas vacaciones.

-Acabo de llegar a tu casa y no hay nadie. ¿Por qué tienes juguetes en la sala?.- la señora Jeon tenía entre sus manos un peluche de pollito que encontró sobre el sillón, sin agregar los extraños juegos de mesa y libros para colorear.

Yoongi habia omitido la presencia de Jimin en casa.
Creyó que tal vez Jungkook ya le habia comentado algo a sus padres.

-¿Por qué hay tanto ruido? ¿Estas en la compañia?

-Mamá, voy camino al hospital. Ven porfavor, te enviaré la dirección por mensaje.

La llamada finalizó en un pip, dejando a una muy confundida y alarmada señora Jeon la cual, rápidamente, le gritó a su esposo que encendiera el auto y partieran rumbo al hospital.

Namjoon llamaba a Taehyung desde su teléfono, informando de la próxima llegada de Yoongi y Jimin al hospital.

Solo quedaba esperar.

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La habitacióm privada del hospital olía a desinfectante y farmacos.
Un aroma que le desagradaba y le traía malos recuerdos.

Por desgracia no pudo evitar que la señora Park visitara a su hijo, pero al menos el señor Park estaba presente para aligerar el ambiente.
El señor Park era alguien mas comprensible, no estaba en sus planes obligar a Jimin seguir sus pasos y hacerse cargo de la compañía, tampoco quería que este fuese infelíz e incapaz de tomar sus propias desiciones.
Al haber estado tantos años encerrado, aislado y sin contacto con el mundo exterior, Jimin se habia convertido en un alma pura. Una persona sin maldad en su ser y con un corazón de niño.

Por eso, el verlo postrado en una cama con todos esos aparatos conectados a su cuerpo, le hacian sentir una persona deprimente.

El padre de Jimin miraba de reojo a Yoongi. Este no se había separado en ningún momento de su lado y agradecía eso, simplemente no tenía motivos ni razones para odiar al joven empresario.

Después hablaría con él.

Porque, desde su primera visita, no habia podido agradecerle todo lo que hizo por su hijo sin esperar nada a cambio.

Un hombre alto y bien parecido apareció tras la puerta, con su bata blanca y unas gafas de armazón grueso, observando detenidamente los papeles que revelaban el estado de salud de Jimin.

-¿Qué es lo que tiene, Taehyung?, ¿Porqué no a despertado?.- Bombardeó de preguntas Yoongi, asustado por el estado de Jimin.
El chico llevaba inconciente ya varios minutos y no estaba seguro de que eso fuese una buena señal.

Taehyung suspiró cansado.
Estaba por terminar un turno de 48 horas solo para obtener dias de descanzo y así llevar a Jungkook a una cita apropiada, pero de pronto su amigo había llamado asustado que debía atender personalmente a Jimin.

Solo confío en tí.

Le habia dicho Yoongi hace un rato.

-Está estable. No presenta ninguna lesión y esta sano en todos los aspectos, aún sigue estando por debajo de su peso pero no es nada que una buena dieta no pueda arreglar.- explicó sereno, observando los resultados del análisis de sangre.- Tuvo una recaída emocional, por eso sigue "durmiendo".

-¿Recaída emocional? ¿Cómo?.-  preguntó el señor Park, confundido ante el diagnostico médico.

-Las recaídas emocionales suelen darse en pacientes con ansiedad o depresión, son ocacionadas por discusiones relacionadas con cosas que les afecte mucho: su pasado, malas desiciones, etc. Tal vez Jimin discutió con alguien y le hizo tocar un tema sensible para él.

La habitación se mantuvo en silencio durante unos segundos.

Yoongi asesinaba con la mirada a la señora Park.
Si no hubiese llegado de la nada, y prácticamente ordenado llevarse a Jimin, nada de esto ubiese pasado.

Taehyung carraspeó incómodo, cortando de su libreta una hoja de papel.

-Le receté algunos vitamínicos, también agregué el número del mejor Piscologo en este hospital.

-¿Psicologo?.- preguntó Yoongi alarmado, tomando con sus manos temblorosas la receta médica.

- Jimin aún tiene muchas cosas que guarda para si mismo, cree que desaparecerán por si solas. Necesitas tratarlo Yoongi.- habló comprensivo, dandole ligeras palmaditas de aliento en su hombro seguido de una reverencia a ambos señores.- Jimin despertará pronto, no se preocupen por eso. Administramos vía intravenosa algo de suero y, cuando despierte, le daremos su primera dosis de vitaminas; solo en caso de ser necesario le daremos calmantes.

Indicó Taehyung, retirandose despacio para poder dar por finalizado su largo turno en el hospital.

-Señores Park.- llamó Yoongi en un susurro bajo, alzando la vista a ambos adultos y sentandose frente a frente en los pequeños sillones.
Habia pasado todo el rato al lado de Jimin, sosteniendo fuertemente su mano como si este fueze a escapar.

-Ahora soy consciente de que son los padres de Jimin, por lo que necesito su autorización para llevarlo con un Psicologo. Aún es menor de edad y yo no soy su tutor legal.- pidió con calma, respirando pesadamente ante la incómodidad del ambiente.

El señor Park sonrió comprensivo, acomodandose de una manera menos formal para transmitir algo de confianza al muchacho.

-Señor Min, agradezco todo lo que hizo y está haciendo por mi hijo.

-Porfavor, sólo llameme Yoongi.

-De acuerdo, Yoongi. Tienes mi autorización y firmaré los papeles que necesites para el tratamiento.

Sintió como un muro entre las familias se habia derribado.
Quizo brincar de la emoción, gritar o simplemente correr por todos lados, pero debía controlarse y parecer maduro.

Cuando estaban por finalizar el "acuerdo" la señora Park se entrometió en el asunto.

-¿Cómo vas a aceptar eso cariño? ¡Ni siquiera se tomó la molestia de buscarnos cuando encontró a Jimin!.- gritó indignada, roja del enojo y la frustración ante la actitud tan lígera y serena de su esposo.

Pero las palabras de Yoongi le callaron al instante.

-No los busqué, porque yo también desconocía de si Jimin tenia padres o no. La información que mi hermano encontró decía que Jimin había, practicamente, nacido en el laboratorio.- se defendió, cruzandose de brazos y piernas para verse mas confiado.

-¡P-pero.-

-¡Ya deja de contradecirlo, mujer! Yoongi recogió, vistió, alimentó y cuidó a nuestro hijo sin esperar nada de nadie. Temiendo por su propia vida y protegiendolo a toda costa. No entiendo por que te sigues quejando.

-¡Por qué lo puso en mi contra!

-Y-yonnie hyung no hizo nada.

La voz rasposa de Jimin les hizo detener toda discusión.
El pequeño habia despertado y se mantuvo en silencio para escuchar todo lo que los adultos estaban diciendo.
Descubrió que su padre era alguien más comprensible, a comparación de su madre que era mas impulsiva.

Yoongi era mas de lo que uno podría pedir, era como un ángel guardian. Era su cielo.

Lo vió avanzar temeroso hasta donde se encontraba recostado, aún manteniendo una sonrisa cálida para evitar  que se sintiera incómodo o asustado.

-¿Cómo te siente Jiminnie?.- le preguntó Yoongi, acomodando con el control la cama automática para que quedara levemente inclinado.
Sonrió gustoso cuando este mismo le acarició el cabello y depositó un beso sobre su mejilla.

-Me siento bien hyung, aunque algo adolorido de mis piernas.

-No te preocupes, pronto saldrás de aquí y te daré un masaje. ¿Está bien?

Asintió en silencio, mirando de reojo a sus padres.
Estos seguian al fondo, de pié a unos cuantos metros atrás de Yoongi.

-Yoongi, necesito hablar con ellos a solas.

-¿Te sientes listo para eso?

Dudó un poco.

¿Estaba listo para afrontar esa nueva verdad?
No lo sabia, pero no podía seguir huyendo de ellos cada que aparecian. Eran sus padres después de todo.

No podía imaginarse cuanto dolor habian pasado por su ausencia.

Ya era hora.

-Lo estoy hyung.