-¿Estas bromeando, verdad? Porfavor Mark, ya no nos hagas sufrir más. Deja a mi espos-

-Pero señor Park...¡Encontramos a su hijo!

Las gafas del hombre mayor, sentado tras el escritorio, terminaron estrelladas en el suelo.
Su semblante cambió a uno en estado de shock, el color de su rostro se puso pálido y estuvo a punto de caer al suelo de no ser porque logro sostenerse de la silla antes de que eso sucediera.

-¿C-cómo es que..., ¿Donde está?- preguntó demandante, desaflojando su corbata y desabrochando 2 botones de su camisa.
Empezaba a sentirse mareado y algo perdido ante la repentina confesión del oficial.

Quería respuestas, justo ahora.

Años de martirio, busqueda, desvelos y llanto parecieron ser olvidados ante la repentina aparición de su hijo.

Su esposa todavía no estaba enterada, no tenía ni la menor idea de que reacción iba a tener ante la noticia, pero esperaba que la tomara con un poco de calma considerando los problemas de salud que empezó a presentar hace unos años.

Miró al oficial, el cual traía consigo los papeles que Yoongi le habia entregado la noche anterior.

Resbaló la carpeta con sumo cuidado sobre el escritorio hasta llegar a los ojos del señor Park, el cual prácticamente la arrebató de sus manos y la escaneo de encabezado a punta pié.

-¿Qué demonios es esto?- preguntó confundido, viendo los logos y firmas de lo que parecía ser un laboratorio.

-Su hijo, el joven Park, estuvo retenido desde su nacimiento en este recinto de investigación. Hace medio año escapó y quedó en protección de un joven empresario, Park Jimin está con él en este momento.

Las lágrimas que se empezaron a formar en sus ojos fueron inevitables, manchando con estas la carpeta que tenia en sus manos.
Abrazó con fuerza las hojas, viendo la fotografia de un pálido y delgado chico justo en la parte superior de estas.

Su pequeño Jimin estaba con vida.

-¿P-porqué m-mi hijo no está aquí?- preguntó entre hipidos, rebuscando en uno de los cajones algún pañuelo con el cual limpiar el desastre en su rostro.

-Es algo complicado, el muchacho no quiere verlos.

Toda acción que estaba realizando se detuvo abruptamente al escuchar eso, envió una mirada asesina a el oficial frente a él.

Sin embargo, desconocia los motivos del porqué su hijo no tenía ninguna intención de conocerlos, era su padre.
Optó por calmarse y respirar ondo, eran muchas sensaciones y emociones juntas que simplente temía enfermarse o algo por el estilo.

-¿Por qué no?- cuestionó ya mas calmado, retomando su lugar en la silla del escritorio y revisar con mas tranquilidad la carpeta que se le fue otorgada.

El oficial tomó asiento frente a él, poniendose cómodo para la larga explicación que tendría que dar. Solo esperaba que al señor Park no le diera un infarto.

-Jimin desconoce totalmente el origen de unos padres, incluso desconocia su propio nombre.

-¿Qué?

-Señor, porfavor calmese  ante lo que voy a contarle. No queremos que su salud se vea perjudicada- intentó calmar al hombre frente a él, quién ya tenia la manos temblorosas y la cara roja.

-¡habla de una buena vez! ¡¿Que le hicieron a mi hijo?!- grito desesperado. La angustia se lo estaba carcomiendo por dentro y solo...

Solo queria verle.

-¿Recuerda aquel robo que uno de sus empleados cometió?- el hombre asintió- pues resulta ser el dueño de este laboratorio, el señor Wong. También es el culpable de secuestrar a su hijo.

-Ese maldito...¡¿Qué demonios le hizo a mi hijo?!

-Esa es una historia que desconozco, pero conozco quién podrá contarsela.

Rebuscó en los bolsillos internos de su saco la tarjeta empresarial de Yoongi, entregandosela al Señor Park.

-Min Yoongi rescató a su hijo de camino a su casa. Lo encontró muriendo en la orilla de la carretera y lo llevó a su casa, le dió atención médica, ropa e incluso lo llevo con una nutricionista para mejor sus alimentación.-

Una leve sonrisa paternal aparecieron en los labios del señor Park.
¿Cómo le pagaria todo lo que ese hombre hizo por su hijo?

-Quiero verlo, quiero ver a Min Yoongi y a mi hijo.

-El señor Min está abierto a recibir visitas. Él planeaba traer a Jimin a su compañía, pero el joven se negó rotundamente. Lo más seguro es que ustedes vayan a visitarle.

Sin obtener algún otro indicio de respuesta, se apresuró a coger el teléfono de su oficina, llamando a su secretaria para que despejara todas su citas de la tarde.

Hoy era el dia mas importante después del nacimiento de su hijo.

Hoy era el dia en el que lo volveria a ver después de 20 años...

Justo en el cumpleaños de su pequeño.

🌺🌿🌺🌿🌺🌿🌺🌿🌺🌿🌺

Convencer a su esposa para salir por "aire fresco" fue un poco complicado, no le habia dicho que en realidad iban a ver a su hijo.

Las cosas se tornaron un poco difíciles en el camino, las contantes dudas y preguntas de su esposa le ponian demaciado nervioso.

-¿A donde vámos Gunho? ¡Estamos en medio de la nada!- expresó dramaticamente, señalando la pequeña carretera que parecia no tener fin.

El señor Park eataba igual de confundido, pensando que su GPS estaba fallando puesto que ya llevaba mas de media hora conduciendo y todo lo que observaba eran arboles y mas arboles a la redonda.

Algo desesperado, decidió reiniciar y recapitular el camino a casa del señor Min, pero el GPS seguia marcando la misma ruta.
Rendido y confundido, siguió conduciendo en linea recta a la espera de ver algún indicio de vida por algún lado.

Listo para rendirse y retomar el camino de regreso, una enorme casa al final del camino y junto a la voz del GPS le indicaban que habia llegado a su destino.
Cuando el oficial Mark le dijo que aquella residencia estaba algo alejada de la ciudad, no pensaba que en realidad si estaba muy lejos de todo.

Para su sorpresa, los portones de seguridad se encontraban abiertos de par en par, dando a entender que las personas habitantes del hogar esperaban su visita.

-¿Quién vive aquí Gunho? Te juro que si me trajiste a una cena de compañia por a pedirte el divorcio.

El señor Park observó a su esposa, con una enorme sonrisa que la señora Park no sabia como inerpretar.

¿cuales eran los motivos por los que su esposo le sonreía de ese modo?

El hombre salió del auto, rodeandolo hasta llegar a la puerta del coopiloto y abrirla para que su amada esposa pudiese bajar segura.

-Vamos cariño, nos están esperando adentro.

Sin más, se encaminaron hasta la gran puerta de entrada, maravillados por el color y material de esta. Al parecer el señor Min tiene buen gusto.

Antes de siquiera tocar el timbre, una nota estaba pegada sibre este.

Porfavor pasen y sientanse como en casa, estoy en el intento de convencer a "J"

Aquel diminutivo que causó ternura, comprendiendo que no habian escrito el nombre de su hijo a consideración por su esposa.

Abrieron la puerta sin más, retirando sus zapatos en la entrada y caminando hasta la amplia sala, pero no se esperaban tener esa clase fe recivimiento.

5 chicos buscaban entre la mansión por debajo de los muebles y tras las puertas.

-¿Gunho?- preguntó su esposa confundida, pero no pudo prestar atención cuando vió al muchacho de la fotografia pasar corriendo justo frente a ellos.

-¡Jimin, porfavor ponte un suéter!- gritó un hombre de traje y cabello azul.

-¡No quiero!- el chiquillo reboltoso se escondió tras otro hombre de pié en la sala- ¡No quiero verlos, me lo prometiste!

-¡Pero son tus pad...

Yoongi guardó silencio ante la presencia de 2 adultos que no conocia. Una pareja de no mas de 45 años se mantenia de pié con brazos cruzados, exhigiendo una explicación razonable.

-¡¿Qué es todo esto Gunho?! Quiero irme a casa, solo a ti se te ocurre una reunion en el cumpleaños de nuest...

La señora Park mantuvo silencio cuando divisó una cabellera rosa detrás del que pensaba era el dueño de la enorme y bonita casa.

-¿Hoy es el cumpleaños de Jimin? Debimos traer pastel Tae- Jungkoon irrumpió el ambiente silencioso, hablando en voz alta sin pensar en las reacciones de la pobre mujer de pié en la puerta.

Yoongi le dió un codazo en la costilla, logrando que este se removiera incómodo y expresara su molestia con un prolongado "auch".

-¿Qu-qué dijiste?- la mujer preguntó nerviosa, señalando acusatoriamente al joven ojos de bambi.

-Cariño, no regañes al much-

-¡¿Qué esta sucediendo?!- exigió una explicación desesperada.

Era momento de contar la verdad.

-Señor y Señora Park, porfavoe tomen asiento.- pidió Yoongi.

La pareja se sentó en el sofá más cercano, ignorando las miradas de todos esos jovenes presentes en la sala.
¿Quiénes eran todos esos?

-No quiero Yoonie-  Jimin susurró debilmente en su oido, sujetandolo del brazo y caminando detrás de él.

-Tranquilo, voy a estar contigo siempre, ¿si?

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo Jiminie, ahora presentante.

El chico temeroso detras de Yoongi cambio su semblante a uno mas serio y maduro, tomando por sorpresa a ambos adultos ante el repentino cambio de actitud.

Extendió su mano indiferente mente a los adultos desconocidos, seguido de una medua reverencia a la espera de que alguno tomara su mano y le saludara.

-Hola, soy Park Jimin. Su hijo. Antes de cualquier cosa tengo que aclarar que si me separan de Yoonie hyung les arrancaré el brazo a cada uno, de todas formas son desconocidos para mi.

Y una vez mas otro adulto terminó inconciente.

La señora Park.