Capitulo 49
Los momentos mas felices y memorables suelen ser instantaneos, más no significa que dejen de ser importantes.
Su sonrisa, su risa y su bello rostro me dieron momentos memorables.
Cuidar de Jimin todo este tiempo fue totalmente maravilloso, una experiencia que me gustaría que durara un poco más; sin embargo esa ya no era mi desición.
Jimin tiene que decidir por si mismo.
En un instante dejó de ser un chiquillo asustado a mis ojos, volviendose un adulto en su mejor época.
Por eso, el verlo tan preocupado por mi estado actual, me hizo cuestionarme y dudar...
¿Realmente Jimin quería quedarse?
Me lo dijó hace no mucho pero, ¿era verdad?
Así cómo yo era el cielo de Jimin, él para mi... él era mi noche.
Las noches eran tormentosas para mi mucho antes de su llegada a mi vida, llenas de angustia y miedo.
Al insomnio le gustaba jugar de vez en cuando, torturandome con ideas y pensamientos que no deberia tener, pero desde la llegada de Jimin... todo cambió.
Tuve un motivo para mis desvelos, mis sonrisas y mis llegadas tardes a la compañia.
Una razón para salir más y ser feliz.
Era mi motivo y mi razón, mi todo.
-¿Ya te sientes mejor?- un pañuelo frío fue depositado en mi frente, seguido de una bolita de algodon con algo de alcohol rozando los orificios de mi nariz.
Jimin acariciaba mi mano preocupado, viendose tan hermoso a la luz matutina.
-Estoy mejor, ¿qué sucedió?- pregunté a Taehyung, enderesandome ligeramente de la cama en la que estaba.
-Te desmayaste. Wong y Lee fueron capturados, Namjoon y Jin llevaron a Sunhe con servicios infantiles y el oficial... llamó a los Park.
¿Los Park?
El único con apellido Park que yo conocia era Jimin.
¿Quiénes son los...
-Yoonie hyung...¿van a separarme de usted?- el pequeño se aferró tiernamente a las sabanas, esperando asustado una respuesta positiva; por desgracia, no conocia esa respuesta.
-No lo se pequeño, pero pase lo que pase yo siempre voy a estar aq-
-¡No!¡Yo no quiero ir a otro lado, quiero quedarme aquí!
Se puso de pié, corriendo en dirección a la puerta y azotandola temblorosamente.
-¡Jimin!- grité para detenerlo, pero todo fue en vano.
Miré con súplica a Taehyung, esperando que me dejara levantarme por las buenas y poder ir tras Jimin.
No me dejó, aplastó mi cuerpo contra el colchón y me detuvo de los brazos haciendo que me desesperara.
-¡Su-sueltame! Jimin me necesita.
-Necesitas descansar, te lo digo cómo doctor y cómo amigo. Jungkook y Hoseok irán a buscarlo.
No habia otra opción mas que aceptar, ¿qué mas podía hacer? Esta vez estaba atrapado.
El silencio era desesperante y torturuoso, simplemente no me gustaba.
-¿Crees que Jimin acepte quiénes son sus padres?- pregunté mas calmado, tomandome la pastilla que Taehyung me dió hace un momento y bebiendo de la botella de agua que se encontraba en el buró.
-Tal vez, aunque no al instante. Hace años que él no sabía de la existencia de sus padres, probablemente pensó que salió de la nada o algo así.
-Puede ser, ¿ellos serán buenos? Digo, ¿Crees que me acepten en la vida de Jimin?- pregunté nervioso, jugeteando con mis dedos y mordiendo mi labio.
-Espera, ¿quieres seguir en su vida?-
¿Qué clase de pregunta era esa?
Claro que quería seguir con él, todo este tiempo viví por él y para él.
-¿Qué tiene de malo? Jimin me gusta mucho, demaciado. No hay un solo dia en el que su nombre no pase por mis pensamientos, su ojos sonrientes o sus momentos de felicidad.
-Es solo que... es un chaebol de 1era generación, el gran y famoso heredero de las industrias Park. ¿No vas a sentirte agobiado?
Probablemente Taehyung tenga razón, era un CEO al final del día, pero con Jimin iba a ser diferente.
Él nació en cuna de oro, su nacimiento fue creado con fines comerciales y empresariales, todos esperaban el gran nacimiento de un heredero. En cambio mi situación era al revez, no nací en cuna de oro y los planes del destino eran que fuera profesor de informática o algo por el estilo, tardé años en formar mi propia compañia y levantarla con mis propias manos.
Se podria decir que soy de la clase obrera para los ojos de su familia.
Sin embargo, conocia a Jimin. Al no haberse rodeado de lujos desde el principio, todo él se volvió considerado y humilde con el tiempo. El no juzgaba por cuanto dinero cargabas en tus bolsillos, como la mayoria de esa posición, él te juzgaba por cómo te comportas con el o incluso en cómo convinaste tu ropa.
-Estaré agobiado, pero lo estare a su lado y eso hace que nada más me importe.
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La busqueda de Jimin por la mansión terminó cuando lo encontré escondido bajo mi escritorio, su tierno estornudo delató su paradero.
La parte más difícil no fue encontrarlo, si no mas bien sacarlo de donde estaba. Se negaba rotundamente a salir de ahí, alegando e incluso convenciendose a si mismo que lo separarian de mi lado.
Al final opté por sobornarlo con sus dulces favoritos, por eso terminamos en la sala de la casa comiendo chocolate.
El oficial de policia me habia llamado hace un momento, informandome que los Señores Park querian y exigian ver a su hijo lo más pronto posible.
No iba a negar que estaba asustado, muy asustado.
¿Y si no me querian en la vida de su hijo?
¿Si lo separaban de mi lado para siempre?
No. No pueden, no después de todo lo que hice por él.
No me gustaba mentirle a Jimin, pero esta vez era necesario. Si solamente le decia que iriamos a ver a sus padres probablemente vuelva a ocultarse y volverse loco.
-Jimin, vamos a salir un rato ¿si?
-¿A donde vámos?
-Te compraré un helado- mentí, bueno, no del todo. Si le compraria su helado, pero también visitariamos a sus padres.
La mirada duditativa que me envió me hizo sentir nervioso.
-No tengo ganas de salir hyung, ¿no podemos quedarnos y dormir un poco? Podemos dormir en el sofá.
¿Qué podía decirle?
El responder "no" claramente no estaba entre las opciones, pero esto era importante y tenemos que hacerlo.
-¿Por qué no quieres salir?- cuestioné, alcanzando mi taza de café y dando un largo sobro al líquido amargo.
-Porque se que ya no voy a regresar...
El liquido amargo al parecer estaba caliente, por lo que terminé escupiendolo todo de imprevisto, llamando la atención de Jimin.
El pequeño descubrió mi plan.
Limpié mis labios y parte de la mesa manchada con una servilleta, intentando ignorar el comentario de Jimin por un segundo.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Escuché todo la noche anterior. Mi secuestro, mis padres, lo de ser un heredero, absolutamente todo. ¿Ibas a llevarme con ellos?
Las lágrimas comenzaron a aparecer en su rostro, arruinando por completo el caracteristico brillo que solia tener.
-Te llevaría, pero no dejaré que me separen de ti ¿okay?- limpié cada lágrima que resvaló por sus mejilas con mi pulgar, proporcionando caricias para tranquilizarlo.
Se acomodó hasta quedar sobre mis piernas, sentado cómodamente y abrazando mi cuello con fuerza.
-No quiero... no quiero ir Yoongi.
-Pero ellos quieren verte pequeño. Merecen conocer a su hijo, y tu mereces conocer a tus padres.
Su nariz acarició tranquilamente mi cuello, aspirando el olor de mi colonia impregnada en mi camisa.
-Si tienen muchas ganas de verme, entonces que ellos vengan.
Con el dolor de una escritora, esta historia esta por llegar a su fin.
Porfavor disfruten los siguientes capitulos y esperemos que un especial.
Gracias.
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