Tras haber terminado la resonancia con éxito y no haber encontrado nada de que preocuparse, decidimos volver a casa.

Tae me informó que el niño tenia raquitismo, a lo que habia que darle muchos baños de sol, un peso increíblemente bajo y que debia poner hielo en los moretones de su brazo.

Recosté al pequeño y tomé su temperatura de nuevo, todo parecia normal, asi que, le quité la ropa de hospital e iba a ponerle su pijama de nuevo cuando me percaté de algo.

Enserio este niño debe de despertar, hay demaciadas preguntas en mi cabeza y nadie puede responderlas mas que él.

El niño tenia lo que parecia ser un tatuajes en su cuello, muy pequeño. Tenia dibujado un codigo de barras con los números: 311002.

Tras terminar de vestir al niño y tomar una fotografia de lo que habia en su cuello regresé a mi cuarto, teclee los números en el navegador de internet esperando respuestas, pero este solo marcó:

0 coincidencias para:

311002

- Demonios, Voy a tener que llamar a mi hermanito- dije para mi mismo mientras apagaba las luces y me disponia a dormir.

💨💨💨

A la mañana siguiente unos extraños ruidos se hicieron presentes... EL NIÑO!

no lo pensé 2 veces y corrí hasta el cuarto de huespedes, abrí las puertas y mi corazón se detuvo.
El niño no estaba en su cama, entré en pánico, ¿donde está?. No lo vi en ningún lado de la habitación hasta que mi vista se posó en el armario.

Me acerqué lentamente y abrí una puerta, la cual tuve que cerrar rapidamente cuando el niño me aventó un zapato en el rostro.

-OYE! ESO DOLIÓ MUCHO- le dije enfadado, de verdad que habia dolido.

De a poco la puerta del armario se abrió y me dejó ver al niño mas tierno y extraño que mis ojos hayan podido percibir.
Me miraba con ojitos temerosos y muy abiertos, sentí mi corazón latir demaciado rapido y mis mejillas colorearse cuando este me estrechó su mano en señal de sumisión. ¿Qué se pensaba este?

-¿Vas a salir de ahí o te quedaras todo el dia en ese frio armario?- pareció entenderme, pues empezó a arrastrarse por el suelo hasta salir del armario y quedarse acurrucado en el piso.

-¿Cúal es tu nombre?- pregunté, después de todo lo que hice por él merecia aunque sea saber su nombre.

Volvió a mirarme con ojitos asustados y de nuevo agachó la cabeza.

-no...se- dijo en un susurro que a duras penas logré escuchar.

-¿no qué?, ¿no sabes tu nombre?-le pregunte en un tono muy calmado para no asustarlo.
Volvio a mirarme y negó con su cabeza. El niño no sabia su nombre, supuse que tampoco su edad y dejé de hacerle preguntas.

-Ven, acompañame abajo- tendí mi mano esperando a que el la tomara, pero en vez de eso se aferró a mi pierna y se quedó ahí.

-¿no vas a caminar?- volví a preguntar.

Entonces el se levantó y nuestra diferencia de estaturas era notoria. Él era unos centimetros mas bajo que yo.

Me siguió hasta la cocina como un cachorrito asustado, solo miraba al piso con su cabeza gacha y no decia nada.

-Sientate- me voltee para servirme café y al girarme de nuevo ya no lo vi.
-¿Niño?- lo llamé y entonces volvió a levantarse, al parecer el "sientate" que le dije se lo tomo muy enserio, él se sentó... pero en el piso.

-Eres muy tierno, pero deberias usar una silla- le sonreí mientras le mostraba como me sentaba en una de las sillas que estaban en la encimera.

Copió mis acciones y entonces pregunté:

-¿quieres comer?- me miró como si hubiera encontrado oro,¿qué pasaba?

- ¿us...uste-ed me está preguntando s-si tengo ha-hambre?-
no lo podia creer, el niño hablaba. El niño estaba hablandome, me sentía muy feliz.

-Claro,¿quieres comer?- volví a preguntarle.

Él asintió con su cabeza, pero luego hizo algo que simplemente no pude ignorar, mi corazón se partió en dos.
El niño levantó su manga y estiro su brazo moretoneado hacia mi, acaso él creía que...

-Niño, ¿qué haces?- dije mientras tomaba su mano y regresaba su brazo hacia él.

-usted dijo que me daria de comer, hagalo- volvió a extenderme su brazo.

-Así no es como uno debe alimentarse-traté de explicar.
-Debes de introducir los alimentosna tu boca- señalé su boca- Masticar- hice la acción de morder- y tragar- pasé saliva para que entendiera.

Y de nuevo esa mirada.

Él niño iba a decir algo cuando mi teléfono sonó, eso asustó al niño y se escondió bajo la mesa.
Fue gracioso.
Miré mi teléfono y era el mocoso de mi hermano.

-Hyung~¿qué tal?- soltó demaciado animado.

-¿como estas kookie?,yo estoy bien- le hice una seña al pequeño para que regresara a la silla, él asintió y volvió a su lugar.

-Hyung, Tae me llamó. Dijo que tenia algo que preguntarme- eso me confundió, nunca le dije a Tae eso.

-No exactamente, pero si tengo algo que pedirte pequeño diablillo- dije mientras ponia un plato de huevos con tocino frente al niño.

-¿qué necesita hyung?

-Que entres a la deep web y busques un codigo por mi.

Sonaba muy absurdo, pero kookie era un maldito hacker, el genio de la programación. Podia vaciar cuentas bancarias hasta hacer caer el maldito pentagono. Pero eso es confidencial.

Jungkook se quedó serio unos segundos y volvió a hablar.

-¿Qué?, es una broma, ¿verdad hyung?

-No estoy jugando, enserio necesito que hagas esto por mi-

-De acuerdo, ¿qué codigo?- me pregunto mientras lo escuchaba teclear algo en su computador.

No sabia como reaccionaria el niño si escuchaba que decia el codigo de su cuello, tal vez él no sabia pero, mas vale prevenir que lamentar.

-Te lo mandare por mensaje kooki, ¿puedes descargar todo lo que encuentres y traerlo por la tarde?- le pregunte volviendo a sentarme en mi lugar frente al niño.

-claro hyung, ¿cenamos juntos?- solo le di una leve afirmación y colgé la llamada.

Volví a mirar el pequeño, se encontraba olfateando el plato frente a él.

-Vamos a comer- tome los cubiertos mostrandole como se sotenian y empeze a cortar mi comida.
Me miraba mientras hacia lo mismo con su plato y entonces vi como un arcoiris explotó en su cara tras el primer bocado.

Me sentí satisfecho y feliz al verlo así. Todo él irradiaba paz.

Si tan solo supiera su nombre.