Había muchas cosas que Ruby había aprendido sobre Yang al crecer junto a ella. Estas cosas incluían el mal genio de la rubia, su amor por las películas de acción y su infame hábito de hacer juegos de palabras. Estas y muchas otras cosas relacionadas con Yang se habían vuelto muy conocidas para la pelirroja por haberlas experimentado numerosas veces a lo largo de toda su vida.

Una de estas cosas que Ruby había aprendido era la naturaleza protectora de Yang hacia aquellos que le importaban, especialmente hacia el joven portador de la guadaña que amaba. Desde que le presentaron a la luchadora a Ruby, ella se había encargado de proteger a la joven de cualquier daño. Si bien la mayoría de las personas encontrarían esto muy conmovedor, lo cual fue en su mayor parte, a menudo no se dieron cuenta de un detalle al respecto. Yang realmente tenía la intención de proteger a Ruby de cualquier daño. No importa lo que fuera.

Incluso cuando eran pequeños, Ruby había experimentado la protección de la rubia en numerosas ocasiones. Cuando solían estar en Signal, el francotirador había sido el objetivo de algunos matones en la escuela. Sin embargo, eso terminó rápidamente una vez que cierta rubia se enteró de esto y decidió tener una pequeña "discusión" con ellos. Fue solo gracias a Qrow y Taiyang que a Yang se le permitió quedarse en la escuela, no es que le importara demasiado. Todo lo que le importaba a la camorrista era que su preciosa Ruby estaba a salvo y que sus atacantes habían sido castigados.

Esta naturaleza protectora de Yang no se detuvo ni disminuyó una vez que ella y Ruby entraron en Beacon. De hecho, una vez que las dos chicas se convirtieron en pareja, la rubia se había convertido en una barrera de protección aún más efectiva para la pelirroja. No importa cuál fuera la amenaza, ninguno se salvó de la barrera conocida como Yang Xiao Long.

Ahora, esto no era exactamente algo malo, ya que Ruby a menudo había sido realmente salvada por el peleador rubio. Uno de esos casos fue cuando el equipo RWBY había sido rodeado por una manada muy grande de Beowolves y se encontraban en una dura pelea. No solo eso, sino que uno de los Grimm había logrado escabullirse detrás del líder del equipo sin ser notado y trató de abalanzarse sobre el desprevenido pelirrojo. Afortunadamente para Ruby, antes de que la bestia lograra siquiera tocarla, Yang cargó contra el Beowolf con los ojos rojos y procedió a convertir a la criatura en papilla con sus puños.

Ruby había estado muy agradecida de que su novia le salvara la vida, cosa que la rubia disfrutó mucho. Para Yang, no había mayor recompensa que ser el centro de atención del portador de la guadaña, por lo que ambas chicas salieron muy felices de ese encuentro con los Grimm.

Sin embargo, hubo muchos casos en los que la protección de Yang no fue necesaria o se pasó de la raya.

Si bien Ruby no enfrentó demasiado acoso en Beacon, todavía tuvo que lidiar con eso un poco. Hubo muchos estudiantes que vieron a la pelirroja como alguien que no merecía estar en Beacon y que a menudo le expresaba sus pensamientos a la chica. Si bien Ruby estaba comprensiblemente herida por tales comentarios, ella misma sintió que debería trabajar para convertirse en una mejor Cazadora para demostrar que sus acusaciones eran incorrectas, en lugar de arremeter contra ella.

Si bien los compañeros de equipo de la joven líder del equipo estaban más que felices de salir en su defensa, Ruby insistió en que debería ser ella quien se ocupara de esos problemas. Y aunque Weiss y Blake habían accedido a regañadientes a los deseos de su líder, Yang no lo haría. Estaba decidida a hacer que aquellos que se atrevieran a pensar en dañar a Ruby pagaran.

Uno de esos momentos llegó cuando Cardin decidió tomarse un descanso de intimidar a Jaune y decidió apuntar al portador de la guadaña. Ruby caminaba por los pasillos de la escuela, cuando el chico de la armadura vino detrás de ella y la empujó al suelo.

"Mira por dónde caminas, mocoso", dijo Cardin con una sonrisa. "Deberías dejar paso a un auténtico Huntsman".

''¿Un verdadero Cazador? ¿No te pusiste el culo-'' comenzó a decir Ruby en respuesta mientras intentaba levantarse, pero el matón la empujó hacia abajo nuevamente.

"Tuviste suerte de ganarme", dijo Cardin enojado, pensando en su vergonzosa derrota a manos del pelirrojo en su última clase de combate. Decidió poner a Ruby "en su lugar" y de hecho puso su pie sobre su espalda, sujetándola. "Alguien como tú no merece estar aquí".

Lágrimas de frustración comenzaron a caer de los ojos de la joven líder del equipo mientras luchaba bajo el pie de su atacante. Acababa de estar entrenando, por lo que su fuerza prácticamente se había ido, por lo que le era imposible defenderse. Si alguien no iba a salvarla, estaría en un mal momento.

Por suerte, había alguien que la salvaría. Alguien llamado Yang Xiao Long.

"¿¡QUÉ DEMONIOS CREES QUE ESTÁS HACIENDO!?" Yang rugió de rabia y cargó contra Cardin. Antes de que el chico pudiera hacer algo, un poderoso puñetazo lo golpeó en la cara y lo envió volando hacia la pared.

Con el pie del matón fuera de su espalda, Ruby finalmente pudo comenzar a levantarse. Estaba a punto de agradecer a su novia secreta por salvarla, pero se detuvo al ver lo que estaba haciendo la rubia. Parecía que simplemente golpear a Cardin en la cara y enviarlo a La pared no fue suficiente para Yang, ya que había montado al matón golpeado y estaba procediendo a lanzar tantos golpes a la cara de Cardin como le fue posible. Si bien Ruby no era fanático del matón vestido con armadura y no sentía exactamente ninguna simpatía por él, verlo llorar y suplicar misericordia hizo que la pelirroja sintiera un poco de lástima por él. Aunque, podría haber sido principalmente por toda la sangre que había salido de la cara de Cardin que hizo que Ruby se sintiera de esa manera.

''¡Yang, por favor detente! ¡No hay necesidad de seguir golpeándolo! '' Ruby suplicó mientras hacía todo lo posible para detener a la rubia, pero Yang estaba tan abrumada por su ira y odio que siguió golpeando al niño que lloraba. No fue hasta que Glynda se dio cuenta que el castigo despiadado terminó.

Después de que se limpió todo el desorden y se escuchó el lado de la historia de todos, se decidió que tanto Yang como Cardin recibirían un castigo. Cardin enfrentaría una semana de detención por intimidación, mientras que Yang enfrentaría dos semanas de detención por exagerar al defender a Ruby.

Si bien Glynda estaba molesta con sus dos estudiantes por su comportamiento, en realidad no estaba tan molesta con la chica rubia. Incluso si su posición la obligaba a castigar a Yang por lo que hizo, la maestra pensó en secreto que Cardin merecía al menos parte de la paliza que recibió. Tal vez no todo, pero algo de eso.

Yang obviamente no estaba contento con la detención, pero vio que valía la pena darle a Cardin lo que se merecía. Sin embargo, lo que realmente le molestaba era lo molesta que estaba Ruby con ella. Si bien la pelirroja estaba feliz de haber sido salvada de Cardin, no le gustó lo lejos que llegó el peleador al agredir al acosador, lo que expresó al darle a Yang una de las diatribas más enojadas que jamás había recibido. Incluso Glynda quedó impresionada por el regaño de Ruby a su compañero de equipo y tuvo que entrar y tratar de calmarla.

“Se suponía que yo era el héroe, pero soy el villano. ¿Cómo sucedió eso? '' Yang murmuró para sí misma mientras estaba de mal humor en la detención. Para empeorar las cosas, Port estaba pasando por alto la detención, lo que significaba que la rubia se vio obligada a escuchar sus historias durante todo el proceso. "Esto apesta..."

Si bien Ruby estaría molesta con Yang por exagerar al protegerla de los matones, todavía lo reconoció como un buen acto. Pero si bien estar protegida de los Grimm y los matones era genial y todo eso, a veces la rubia protegía a su novia de cosas que no eran exactamente una amenaza. Tal caso fue presenciado por el equipo RWBY mientras estaban en el Bosque Esmeralda en un ejercicio de entrenamiento. Los estudiantes tenían la tarea de eliminar algunos de los Beowolves en el área de la manera más rápida y eficiente posible. Las cuatro chicas regresaban después de acabar con las bestias, cuando algo golpeó a Ruby en la cabeza de repente.

"¡Ay!", Dijo el joven líder del equipo y se frotó el lugar que había sido golpeado. Sus compañeros de equipo se detuvieron y se giraron para mirar a su miembro más joven, preguntándose qué le pasaba. ''¿Qué fue eso?''

"¿Qué fue qué?", ​​Preguntó Blake, curioso por lo que había sucedido.

"Algo me golpeó en la cabeza", respondió Ruby y miró a su alrededor, localizando rápidamente el objeto que la había golpeado. Se agachó para recogerlo y echarle un vistazo más de cerca. '' ¿Una bellota? ¿De dónde viene esto?''

De repente, las cuatro chicas escucharon chirridos desde arriba. Se giraron para mirar de dónde venía el sonido y vieron una ardilla en lo alto de un árbol, mirándolos.

"¿Soy yo o esa cosa se está riendo de nosotros?" preguntó Weiss, ligeramente irritado por el ruido que hacía el roedor.

"Supongo que esta es la idea de una broma entonces", dijo Ruby con un suspiro. ''Vámonos y volvamos a-''

"¡RRRAAAAAHHH!" Yang rugió con el cabello brillante y los ojos enrojecidos mientras golpeaba el árbol en el que estaba la ardilla con tanta fuerza que se cayó. El roedor marrón logró saltar de la rama en la que había estado parado y aterrizar de manera segura, antes de huir para salvar su vida. Sin embargo, Yang no estaba dispuesto a dejar escapar al animal y lo persiguió, con la intención de castigarlo por el delito de dañar a Ruby.

''¡Yang, detente! ¡No vale la pena!'', suplicó la pelirroja mientras corría detrás de su novia, con la esperanza de detener su alboroto. Weiss y Blake también corrieron tras sus compañeros de equipo, sabiendo que lo más probable era que necesitaran su ayuda.

La persecución de la ardilla por parte de Yang continuó durante un tiempo, durante el cual el peleador logró destruir una buena parte del bosque y algunos Grimm desafortunados que se cruzaron con ellos. Las otras tres chicas del equipo RWBY estaban haciendo todo lo posible para mantenerse al día con su compañera de equipo rubia, pero estaba resultando ser una tarea muy difícil. De todos ellos, Yang era el que tenía más resistencia y mejor condición física. Agrega eso con su ira cegadora y tienes una bestia de destrucción imparable.

Finalmente, la persecución terminó con Yang parado al borde de un pequeño claro en el bosque. Las otras tres chicas la alcanzaron mientras jadeaban pesadamente por correr tanto.

"Yang... ¿has... hecho daño a la... ardilla?" Ruby logró preguntar mientras hacía todo lo posible por atrapar su aliento

En lugar de dar una respuesta a la pregunta de la joven, Yang simplemente señaló el claro que tenían delante. Las tres chicas lo miraron y sus ojos se abrieron como platos. El lugar estaba lleno de ardillas.

''Que-!? ¿¡Cuál de estos es el que estaba persiguiendo Yang!?", Preguntó Weiss con voz sorprendida.

''Creo que eso solo lo sabe la ardilla. Y dudo que esté dispuesto a decírnoslo”, dijo Blake antes de volverse hacia su pareja. "Entonces, ¿vas a rendirte?"

''No. Tengo una idea mejor'', respondió Yang mientras preparaba sus guanteletes. ''¡SOLO VOY A MATARLOS A TODOS!''

"¡NO, NO LO ERES!" Ruby gritó y usó el lado romo de su guadaña para noquear rápidamente a su novia, lo que permitió que las tres chicas llevaran a Yang con ellas de regreso a Beacon.

Ya era bastante malo que a Yang le gustara atacar ciegamente a cualquier ser vivo que se atreviera a dañar a Ruby de alguna manera, pero la rubia fue más allá. A veces, incluso los objetos simples se veían como amenazas para el pelirrojo en los ojos de Yang.

"¡Yang, no necesitas atacar el frasco de pepinillos!" Ruby suplicó mientras la niña mayor miraba fijamente dicho frasco con ojos rojos.

''¡Este frasco tiene que pagar, Rubes! ¡Ningún frasco puede mantenerte hambriento si se niega a abrirlo!”, dijo Yang antes de levantar el puño, lista para derribar a su “enemigo”. “¡TOMA ESTO, BASTARDO DE VIDRIO!”.

La joven pelirroja solo pudo suspirar cuando su novia procedió a romper el frasco junto con su contenido. Iba a ser otro desastre para ella limpiar una vez más.