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capitulo 4 celos

Todos nos ponemos celosos por algo de vez en cuando. Ya sea que estemos celosos de alguien que posee grandes habilidades o que tiene algo que queremos, todos pasamos por eso. Sin embargo, cuando se trata de dos personas que están saliendo, los celos toman una nueva forma. Cuando una persona ve a su amante pasar el tiempo o ser bastante popular entre otras personas, ese sentimiento de celos es mucho más fuerte que nunca, lo que puede llevar a alguien a meterse en problemas.

Los celos eran algo que no era desconocido para Ruby y Yang. Ambas chicas tenían que enfrentar este sentimiento de vez en cuando, debido a que alguien intentaba conquistar a una de ellas. Dado que las dos chicas no podían hacer oficial su estado como pareja, muchos las veían como solteras, lo que llevó a que las personas intentaran cortejar a una de ellas de vez en cuando. Esto condujo a algunos eventos bastante desafortunados para la joven pareja Rose y Xiao Long.

Es hora de echar un vistazo a algunos ejemplos de estos.

Al ver que Yang era una de las chicas más populares de todo Beacon, no fue una sorpresa que hubiera muchos que intentaran ganársela. La rubia era enérgica, hermosa y divertida, lo que la hacía deseable a los ojos de muchos.

Sin embargo, a Ruby obviamente no le gustó esto ni un poco. Yang era alguien que había sido muy importante para ella durante toda su vida y ahora era su novia, por lo que ver a alguien tratando de llevársela no le sentó nada bien. No ayudó que Yang no solo coqueteara, sino que también respondiera a tales avances. Si bien Ruby sabía que su novia nunca hablaba en serio con esto, todavía la dolía bastante.

La pelirroja obviamente se puso celosa al presenciar tales cosas, pero nunca expresó su incomodidad. Ruby sufría de un grave caso de complejo de inferioridad, lo que le impedía quejarse de Yang por el coqueteo que ocurría entre ella y aquellos que intentaban ganársela. La joven líder del equipo probablemente pensó en lo profundo de su mente que no tenía derecho a interponerse entre Yang y posiblemente encontrar un mejor amante. Aunque obviamente este no era el caso de la rubia, la mente de Ruby construiría estos escenarios desgarradores automáticamente sin que nadie dijera nada.

Pero a pesar de que la pelirroja nunca dijo nada, tenía una forma poderosa de mostrar su lado celoso, que era un arma poderosa contra Yang.

La rubia estaba siendo coqueteada una vez más por uno de los chicos de su clase. Ni siquiera sabía su nombre, pero él actuaba como si todos lo conocieran. Honestamente, a Yang le pareció divertido su acto de jactancia y rudeza, por lo que decidió seguirle el juego y devolverle el coqueteo. Al ver que sus movimientos aparentemente estaban funcionando, el chico pareció llenarse de confianza y siguió adelante con su actuación.

“¿Sabes qué, Yang? Creo que deberían deshacerse de todo el asunto de "la primera persona con la que hagas contacto visual será tu pareja", dijo el estudiante con bravuconería. ''Quiero decir, ¡los dos trabajaríamos tan bien juntos que deberíamos haber sido socios! ¡Seríamos el mejor dúo de lucha en todo Beacon!”.

''¿Es eso así? Pero en realidad no hemos peleado juntos antes”, dijo Yang mientras fingía interés en el tipo. "Creo que necesitaríamos conocernos un poco mejor antes de poder decir cosas así".

'' ¡Ja! ¿No puedes sentir una conexión entre nosotros? ¡Estamos destinados a estar juntos!”.

El alborotador casi se echó a reír por las ridículas proclamas que estaba haciendo el tipo. Era por comedias como esta que le gustaba escuchar a la gente coqueteando con ella.

Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, Yang notó a cierta persona por el rabillo del ojo. Ruby la miraba desde lejos con una mirada dolida en sus ojos, y cuando notó que la rubia la miraba, se dio la vuelta y se fue rápidamente.

Ver a la pelirroja mirarla con ojos tan tristes rompió el corazón de Yang. Inmediatamente se olvidó del chico que coqueteaba con ella y fue a perseguir a su novia. Incluso cuando el estudiante trató de evitar que se fuera, el rubio lo envió volando con un solo golpe sin siquiera mirarlo.

Yang corrió hacia donde había visto a Ruby y la vio dirigirse hacia su dormitorio. Rápidamente alcanzó a la niña más joven, la abrazó con fuerza y ​​comenzó a susurrarle palabras de consuelo.

Rubes, lo siento. No estaba tratando de lastimarte, ¿de acuerdo?", le susurró la rubia suavemente a su novia.

"E-Está bien, Yang", respondió la pelirroja mientras trataba de contener las lágrimas. “Si te gusta, deberías ir y ser feliz con él. No debería interponerme en tu camino.

''¡No no no no! ¡Eres el único para mí, Rubes! '', Dijo rápidamente Yang, con la esperanza de poder convencer a su novia. '' Te diré qué, ¿qué tal si te llevo a un lugar agradable, para que podamos olvidarnos de esto? Después de eso, pasaremos el resto del día abrazados, ¿de acuerdo?

Al ver a Ruby asentir, la niña mayor la levantó y la llevó a su dormitorio. Necesitaban prepararse para su cita repentina o, como Yang la llamaría, su cita para "hacer que las cosas vuelvan a estar bien".

Sin embargo, Ruby no fue la única una de las dos chicas que se pondría celosa. Yang también enfrentó situaciones similares con bastante frecuencia. La niña más joven se había vuelto sorprendentemente popular entre algunos de los estudiantes mayores de Beacon, quienes la admiraban por sus habilidades excepcionales. Esto no le sentó muy bien a Yang, quien tenía una forma bastante contundente de demostrarlo.

Ruby se dirigía hacia el dormitorio de su equipo, cuando de repente fue detenida por uno de los estudiantes de tercer año. La estudiante en cuestión era una chica hermosa, que estaba muy "interesada" en el joven líder del equipo.

"Hola, Ruby", saludó la niña con una sonrisa. ''¿Tienes un momento? Me gustaría preguntarte algo.''

''¡Por supuesto! Creo que puedo dedicar un momento'', respondió Ruby. ''¿Necesitas ayuda con algo?''

''No. Pero necesito algo.''

''¿Qué es eso?''

''Tú.''

Mientras la chica intentaba cortejar a Ruby, ninguno de los dos se dio cuenta de que cierta rubia estaba parada cerca, mirándolos. Yang había venido a buscar a Ruby, ya que llegó "tarde" al dormitorio. Al ver lo que estaba pasando actualmente con la joven líder del equipo, la peleadora inmediatamente vio rojo y sus pensamientos eran bastante agresivos.

'¡PELIGRO! ¡PELIGRO! Perímetro violado! ¡Amenaza reconocida! ¡Acércate para interceptar!

"Sabes, realmente me gustaría conocerte mucho mejor", la niña de tercer año continuó con su coqueteo. "Siento que los dos podríamos estar MUY cerca el uno del otro".

"Ummm... no estoy segura de lo que quieres decir con eso..." respondió Ruby nerviosamente, comenzando a asustarse de la chica mayor frente a ella.

Oh, créeme. Te enseñaré todo lo que necesitas saber'', dijo la estudiante de tercer año mientras acariciaba suavemente la mejilla de la pelirroja, haciendo que se pusiera tan roja como su capa.

Mientras tanto, Yang estaba pisando fuerte hacia ellos con pura furia en sus ojos.

'¡EXTERMINAR! ¡EXTERMINAR! ¡EXTERMINAR! ¡EXTERMINAR!'

Justo cuando el de tercer año estaba a punto de decir algo más, el puño de la rubia chocó a un lado de su rostro, enviándola volando hacia una pared. Los ojos de Yang todavía estaban rojos mientras miraba al estudiante mayor ahora inconsciente.

'Objetivo cumplido. Amenaza neutralizada.

"¿Y-Y-Yang?" Ruby llamó con cuidado a la niña mayor, temerosa de que pudiera molestarla más. Sin embargo, Yang no respondió con palabras, sino con acciones. Agarró a la niña más joven y la levantó sobre su hombro antes de llevarla directamente a su dormitorio. Una vez allí, el camorrista caminó hasta la cama de Blake, donde dicho fauno estaba leyendo un libro, arrojó a la chica de cabello negro y luego colocó a Ruby sobre ella. Antes de que la pelirroja pudiera decir algo, Yang estaba encima de ella y pronto la estaba besando con todas sus fuerzas. Después de besar apasionadamente a su novia por un momento, la rubia se apartó y la miró directamente a los ojos.

"Mío", dijo simplemente Yang, antes de besar a Ruby de nuevo.

"¿Realmente tuvo que tirarme de la cama?" Blake se quejó enojado en el suelo.

"Solo alégrate de no ser tú quien la puso de ese humor", dijo Weiss desde su propia cama.

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