He aguantado una pequeña risa al ver a cierto rubio nuevamente colocarse en problemas.

—¿Qué es lo que haces aquí? —me preguntó al finalmente notar mi presencia. —Creí que estabas en tu aldea.

—Oh. Estuve ahí por un tiempo, pero luego me mandaron aquí. —le dijo sin importancia mientras miraba como el Kazekage se encargaba de encerrar a aquel villano. —Ahora ayudo a los de Sunna.

—¿Cuánto tiempo ha pasado exactamente?

—No creo que sea momento de hablar de eso, pero han sido 4 meses. —le he dicho al momento en que veía como Shinki ayudaba a su padre a sostenerse. —¿Qué haremos ahora, Kazekage-sama?

Él me ha dicho que nosotros nos encargaríamos de llevar al Shukaku hasta Konoha y en cuanto ha mencionado dicha aldea he realizado una mueca debido a que allí tenía recuerdos amargos.

—Shinki. Recuerda alejar a tu primo de ella. —le mencionó Yodo con seriedad. —Él no merece el amor de esta chica.

—¡Yodo! —exclamé su nombre algo avergonzada debido al hecho de que ha mencionado mis sentimientos. —No deberías de hablar sobre eso...

—¿Qué? Si no es novedad que te gusta uno de ellos. —mencionó refiriéndose a los de Konoha. —Debiste de escoger a alguien de sunna. Siendo más específicos a...

He tapado la boca de Yodo en el momento adecuado para que así no mencionara el nombre del chico al cual ella ha intentado emparejarme.

Yodo es una chica directa y seria, pero con un corazón grande y ella ha sido una gran compañía desde mi estadía aquí.

—Es momento de irnos. —mencionó Shinki mientras guardaba consigo aquella olla donde se encontraba el Shukaku. —No armes un problema.

Aquellas palabras iban dirigidas hacia mí y me han causado un poco de gracia, ya que, desde que estuve en Sunna le he estado causando problemas a Shinki.

—Como usted diga mi capitán. —dije de manera burlona a lo cual él me miró fríamente. —Mejor me mantengo callada.

Dicho eso hemos comenzado con nuestro trayecto hasta Konoha y mientras nos dirigíamos hacia allá me he comenzado a sentir nerviosa debido al hecho de que podría nuevamente ver al Nara.

❀❀❀

Mi cuerpo se paralizó y mi corazón comenzó a palpitar rápidamente al ver como Shikadai aparecía deteniendo así a la marioneta que intentaba dañarme.

—Shikadai... —murmuré su nombre llamando así su atención y él al notarme se ha sorprendido tanto que ha dejado en libertad a la marioneta. —¡Cuidado!

—Eso estuvo cerca... —mencionó aliviado al ver como su madre alejaba a dicha marioneta. —Gracias, madre.

— ¿Qué te ha sucedido? No eres de los que se distrae. —le preguntó seriamente antes de posar su mirada en mí. —Oh. Ya veo que sucedió.

Ambos hemos apartado la mirada del uno de otro para así luego concentrarnos en vencer a aquella marioneta que intentaba conseguir al Shukaku.

Y luego de un largo enfrentamiento habíamos logrado vencerlo, aunque al final la señora Temari ha resultado herida por proteger a su hijo.

—¿Qué haremos con tu herida, madre?

—¿Esto? No es nada. —le ha dicho mientras sostenía su mano en su herida y al verla me he acercado para así extenderle mi brazo. —¿Qué...?

—Podrá curar sus heridas si muerde mi brazo. —le he dicho con una pequeña sonrisa a lo cual me miró con sorpresa. —Sé que es algo extraño, pero...

—He oído sobre ello. —mencionó con calma al momento en que me daba una pequeña mordida hasta que su herida ha sido curada. —Te lo agradezco.

—No hay de qué. —le he dicho con una sonrisa para luego darme cuenta de que Shikadai me miraba fijamente. —¿Qué sucede, Shikadai?

—Nada... —mencionó al momento en que apartaba su mirada y ante ello he podido notar un pequeño sonrojo en sus mejillas. —Cuando nuestro chakra se estabilice podremos continuar hasta llegar a Konoha.

El ver a Shikadai me ha hecho sentir nuevamente aquellos sentimientos que intentaba hacer desaparecer y a pesar de que quería en estos momentos acercarme me he aguantado, ya que, no volvería a actuar como lo había hecho antes.

Yo no volvería a perseguirlo.

—Cuando regresemos a konoha te entrenaré...

—¡Madre!

La madre de Shikadai había sido atacada por Otsutsuki Urashiki y ante ello me he aterrado, ya que podía sentir un gran chakra siniestro en él.

—Así que solamente están ustedes. —mencionó con una sonrisa siniestra antes de mirarnos fijamente. —Los he visto a través de aquella marioneta. Ustedes tienen varias habilidades interesantes...y me quedaré con todas ellas.

Urashiki había lanzado su arma contra Shikadai robándole así su chakra y al ver eso me hizo hervir la sangre e intenté utilizar aquel poder que se me tenía prohibido utilizarlo en público, pero...ahora no estábamos en público, ¿no?

—Tú...

—Ese es un poder interesante. —mencionó con orgullo al momento en que lanzaba su arma contra mí y había creído que logré esquivarla, pero inesperadamente esta me atravesó por la espalda. —Es un peligro, así que me quedaré con ello.

Al caer al suelo he podido ver que Shikadai todavía estaba medio despierto a pesar de que su chakra había sido robado y en cuanto el Otsutsuki había comenzado a irse, él ha acercado su mano para posarla sobre la mía.

El acto repentino de Shikadai me ha dejado confusa y antes de que pudiera apartarme he sentido como mis parpados iban cada vez más cerrándose.

❀❀❀

Lo primero que había podido ver al abrir mis ojos era a Mitsuki; el cual me miraba con una sonrisa.

—Finalmente has despertado. —me ha dicho con calma. —No creí que volverías de esa forma.

—Créeme que ni yo pensaba volver. —mencioné mientras intentaba levantarme de la cama de hospital en la que me encontraba, pero al hacerlo mis piernas han flaqueado. —¿Qué...?

—Perdiste demasiado chakra y todavía no te recuperas del todo. —dijo seriamente al momento en que me ayudaba a volver a aquella cama. —Volviste a utilizar aquel poder, ¿no?

—En mi defensa no me encontraba con público. —le he dicho a lo cual él golpeó levemente mi cabeza. —Por favor no le digas a mis padres y en especial al tío Sasuke...él definitivamente va a castigarme.

—No les diré.

He soltado un suspiro de alivio al oír su respuesta e iba a mencionarle algo más, pero en aquel momento hemos escuchado la puerta abrirse y al ver a Shikadai he comenzado a colocarme nerviosa.

—¿Podría...? —mencionó mientras miraba a Mitsuki y al ver sus intenciones le he hecho una señal a Mitsuki de que no lo hiciera, pero él simplemente me ignoró para así dejarnos a solas. —¿Cómo te encuentras?

—Bien...supongo.

Un gran silencio hubo entre nosotros, pero por alguna razón no me incomodaba y creí que nos mantendríamos así, pero al ver como comenzaba a acercarse he querido huir; lo cual me resultó extraño.

¿Desde cuándo yo huía? Creo que los genes de mi padre están saliendo a flote.

—Me alegro de que estés bien. —mencionó con una pequeña sonrisa al momento en que intentó sostener mi mano, pero antes de que lo hiciera la he apartado. —Veo que no será tan fácil.

—¿Qué quieres decir?

—¿Acaso olvidaste lo que te dije cuanto te ibas? —me preguntó fingiendo molestarse a lo cual lo he mirado con la cabeza ladeada. —Una vez volvieras haría lo que sea para que vuelvas a mirarme.

Sus palabras me han dejado sorprendida, ya que, no creí que aquella vez hablaba en serio.

—Shikadai...yo...

—No tienes que decir nada. —me ha dicho mientras soltaba un suspiro algo afligido. —Sé que perdí tu confianza, pero haré hasta lo imposible para volver a recuperarla.

Debido al hecho de que me encontraba todavía confusa no había logrado reaccionar a tiempo cuando él me ha dado un pequeño beso en mi frente y en cuanto él ha abandonado mi habitación he sentido como mis mejillas se acaloraban.

Debía de irme de Konoha rápidamente o de lo contrario no podría contra él.