010.
Cuando el profesor ha mencionado los equipos he salido del salón junto a ellos para así encontrarnos con la persona que estaría a cargo de nosotros desde ahora.
—Así que al final es el Cho-Shika-Ino.
—Es Ino-Shika-Cho. —le aclaró Inojin. —No me quites protagonismo.
—Qué fastidio, es el mismo Equipo 10 que nuestros padres. —mencioné a lo cual Inojin me miró con una sonrisa. — ¿Qué sucede?
—Para mí que estás fastidiado porque no te tocó con tu príncipe. —me dijo, ocasionando de esa forma que soltara un suspiro. —Es una lástima, pero deberás conformarte con nosotros.
—Tenerla en el mismo equipo hubiera sido fastidioso.
—Eh. ¿De verdad crees eso? —me preguntó con una ceja alzada a lo cual me limité a mirar hacia otro lado. Él sí que sabía cómo fastidiarme. —Oh. Nuestra profesora ha llegado.
—Es un gusto conocerlos. —nos ha dicho con una sonrisa nuestra nueva profesora a cargo de nosotros. —Soy Kazamatsuri Moegi y desde este momento estaré a cargo de ustedes.
— ¿Qué tal si conmemoramos este encuentro comiendo carne, profesora Moegi? —le preguntó ChouChou con una sonrisa. —Oí de mi padre que siempre hacían eso.
—Cierto. Yo lo he oído de mi madre.
—Como somos el nuevo equipo 10 no deberíamos perder esas tradiciones, ¿verdad?
La profesora Moegi nos ha mirado con sorpresa, pero inmediatamente accedió a invitarnos a comer carne con la condición de que no abusáramos de su cartera.
❀❀❀
—Maldición, ¿esto tampoco sirve? —me pregunté frustrado mientras veía las piezas de Shogi. —Estoy atascado. No logro pensar bien estando solo.
—Eh. Así que eso es a lo que llaman Shogi.
Pegué un brinco al oír la voz de ___ a mi lado. ¿Por qué siempre se aparecía de ese modo?
— ¿Quieres matarme de un susto, mujer problemática? —pregunté molesto a lo cual ella me miró con una sonrisa antes de sentarse frente a mí. — ¿Qué haces por aquí? Creí que estarías como los demás intentando resolver el asunto de la noche blanca.
—La verdad no me interesa demasiado ese tema. —me ha dicho con calma mientras miraba las piezas del Shogi. — ¿No crees que te hace falta una pieza?
— ¿Qué?
Ante su pregunta he mirado rápidamente el juego para luego comenzar a contar las piezas y efectivamente me faltaba una. ¿Dónde habrá quedado esa pieza?
—Hola. —saludó un chico pelirrojo con tranquilidad al momento en que nos mostraba la pieza faltante del Shogi. —Se te cayó esto.
—Gracias. Me has ahorrado el tener que buscarla.
— ¿Juegas solo? —me preguntó mientras miraba el juego fijamente. — ¿Acaso no tienes amigos?
— ¿Y yo qué? —preguntó molesta ____ mientras lo miraba fijamente a lo cual el chico pelirrojo la miró con una sonrisa. —Como sea. Ya has devuelto la pieza así que puedes irte.
—No seas tan agresiva, problemática. —le dije antes de mirar al chico pelirrojo. — ¿Quieres jugar Shogi? ¿O te parece aburrido?
—Al contrario me parece interesante. —me ha dicho con calma para luego ver a ____. — ¿Puedo sentarme ahí?
—Busca tu propio asiento, pelirrojo.
—Déjale el asiento. —le he dicho a lo cual me miró molesta y aquello me hizo sentir un escalofrío. —Puedes sentarte detrás de mí si quieres.
Ella me miró fijamente con seriedad por unos segundos para luego levantarse y sentarse detrás de mí apoyando su espalda con la mía. He soltado un suspiro al verla actuar de esa forma, en verdad su personalidad cambiaba de un día para otro y era un poco fastidioso, ya que no sabía muy bien cómo lidiar con ello.
—Por un momento te usaré como almohada.
Decidí ignorar sus cambios repentinos de actitud para así comenzar a jugar con aquel chico pelirrojo, el cual miraba sin algún tipo de expresión a mi antigua compañera de clases.
— ¿Todo bien?
—Sí. Todo bien. —me ha dicho con calma al momento en que dirigía su mirada al juego. — ¿Comenzamos?
Asentí ante su pregunta para así dar comienzo al juego de Shogi; con el cual hemos estado jugando hasta que se había hecho de noche.
—Maldición...ya no veo nada. —me quejé mientras intentaba diferenciar las piezas y al ver que era imposible he soltado un suspiro. —Supongo que deberemos dejar el juego hasta aquí.
—Tu amiga se ha quedado dormida.
— ¿Qué? —dije confundido para luego darme cuenta de que ____ se encontraba dormida en aquella banca. No me había percatado de que ella se había alejado de mí. —Qué mujer más problemática.
—Ustedes dos parecen muy cercanos.
Ante aquellas palabras había comenzado a inquietarme por lo que he comenzado a guardar las piezas del Shogi en su tablero para disimular.
—No somos tan cercanos como crees.
— ¿De verdad? Pues yo veo lo contrario. —me ha dicho mientras le veía. —Creo que ustedes dos se complementan muy bien juntos.
— ¿Qué estás diciendo? —pregunté inquieto mientras terminaba de guardar las piezas. —Si estoy con ella es porque no me deja otra opción. Ella siempre está persiguiéndome...
— ¿Y qué harías si desapareciera?
Por un momento he comenzado a sentir miedo al pensar en la posibilidad de que ella desapareciera de un día para otro. Ella últimamente había estado actuando extraño, se alejaba de los demás o simplemente no aparecía en días y por más que intentábamos averiguar que sucedía, ella nos decía que estaba bien o simplemente cambiaba de tema.
— ¿Shikadai? —me llamó soñolienta ____ mientras se tallaba un ojo. — ¿Ya has terminado?
—Creo que debería de irme.
—Espera. —le detuve para luego extenderle el tablero de Shogi con las piezas. —Puedes tener esto.
— ¿De verdad? —preguntó a lo cual he asentido y entonces él ha tomado el tablero con las piezas. —Gracias.
Cuando él se ha ido me quedé pensando en su pregunta de antes, pero en el momento en que sentí como golpeaban mi hombro me quedé confundido.
— ¿Por qué me has golpeado?
—No es justo que le regales algo a un desconocido mientras que a tu futura esposa ni siquiera un cariño le regalas.
—Eres fastidiosa. —mencioné y entonces volvió a darme un golpe en mi hombro. — ¡Ya deja de golpearme, problemática!
—Te gustan los golpes. Inojin me lo ha dicho.
—Tch. No creas en todo lo que te dice. —chasqueé la lengua para luego verla fijamente. Ella estaba actuando como siempre y eso me hizo sentir aliviado. —Oye, problemática. ¿Segura que no te ha sucedido nada en estos días?
—Últimamente todos han estado preguntándome lo mismo.
—Porque actúas de manera extraña. —solté un suspiro. —Solamente están preocupados.
— ¿Tú también estás preocupado por mí?
Su pregunta me tomó desprevenido, pero inmediatamente he reaccionado y asentí a lo cual ella me miró con una sonrisa antes de abrazarme con fuerza.
—No me abraces, problemática.
Ella no me prestó atención por lo que pensé en alejarla, pero al tenerla tan cerca y el recordar cómo me preguntaban el que sucedería si ella desapareciera me he comenzado a angustiar, y sin poder evitarlo la he abrazado con fuerza.
Sin embargo, al recordar el rostro de Hikaru me he alejado inmediatamente para luego mirar hacia otro lado; evitando de esa forma mantener contacto visual con ella.
—Estás pensando en ella, ¿verdad? —me preguntó, ocasionando de esa forma que la mirara y el ver su expresión de tristeza me ha dolido el pecho.
— ¿Cómo...?
—Tuve una leve sospecha desde que me encontré con ella ese día en tu casa. —me ha dicho mientras me mostraba una pequeña sonrisa, pero a pesar de que sonreía yo me he dado cuenta de que era fingida.
—No puedo dañar a Hikaru por eso...
—No puedes corresponder a nada de lo que yo haga. —terminó por mí al momento en que se daba media vuelta. —Lo entiendo perfectamente, Shikadai.
Tuve las intenciones de detenerla cuando había comenzado a irse, pero me contuve con todas mis fuerzas y así finalmente la he dejado ir.
—Esto es fastidioso...
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