Saltarme las clases no era algo que me agradase, pero Boruto había insistido demasiado en que lo ayudara con su investigación por lo que no me quedó de otra que ayudarlo.

— ¿No crees que te estás excediendo demasiado? —le pregunté al verlo tan seriamente buscando algún rastro de aquella sombra que solamente él podía ver.

—Mis ojos son la esperanza. —me ha dicho seriamente sin dejar de mirar a todo a su alrededor en busca de aquella sombra. —No pienso dejar que el Ghost se me escape.

—Ha estado así todo el día. —me ha dicho Mitsuki de manera calmada. —Quizá encuentre al Ghost pronto.

— ¿Qué es eso del "Ghost"?

—Es el nombre que Boruto le ha colocado a la sombra. —me respondió ____ mientras se acercaba a mí poco a poco. —Es genial, ¿no?

— ¿Acaso no se te ha podido ocurrir un nombre mejor? —le pregunté a mi amigo mientras me alejaba de ____, pero al estar en un espacio pequeño no he podido alejarme demasiado. —Como sea. Solo en esta semana ya llevamos siete casos del Ghost y hasta hace poco solo se limitaban a las cercanías de la Academia, pero últimamente su número y radio han comenzado a aumentar.

— ¿Aumentó el contagio o se trata de otra razón? —se preguntaba ____ al momento en que se aferraba a mi brazo, ocasionando de esa forma que la mirara algo inquieto. — ¿Qué crees tú, Shikadai?

—Lo único que sé es que mi padre junto al de Boruto están investigando esta situación. —mencioné mientras intentaba liberarme de su agarre. — ¿Podrías soltarme?

— ¿Por qué? —me preguntó con la cabeza ladeada a lo cual he soltado un suspiro. — ¿Te incomoda mi cercanía?

—Siendo sinceros, sí.

—Mmm...ya veo. —realizó una mueca al momento en que se alejaba. —No quiero que me odies por lo que me alejaré esta vez.

— ¡Shikadai! —exclamó mi nombre Boruto provocando de esa forma que los tres nos colocáramos en alerta por la posibilidad de que él haya encontrado al responsable. —Se me han secado los ojos.

—Ah. Hombre no me asustes de esa forma. —solté un suspiro agotado al ver que solo se trataba de sus ojos. —Por un momento creí que habías encontrado al responsable.

— ¿Será hombre o será mujer la persona que está detrás de esto? —nos preguntaba ____ con una sonrisa, ocasionando de esa forma que la miráramos confundidos. —Para mí es mujer. ¿Ustedes que creen?

— ¿Qué quieres decir?

—No sé. Yo solo digo. —nos ha dicho sin quitar aquella sonrisa de su rostro, pero en ese momento Mitsuki tocó su hombro mientras la miraba con una sonrisa. — ¿Sucede algo, Mitsuki?

—No. No sucede nada.

Ellos se han mirado fijamente sin dejar de sonreír y aquello simplemente me ocasionaba un pequeño escalofrío; ellos dos son personas muy extrañas.

❀❀❀

—Al final no hemos logrado encontrar nada. —decía el Uzumaki de manera desanimada. —Y yo que quería ser un héroe.

—No te desanimes tan pronto. —le he dicho intentando subir su ánimo. —Tendremos más suerte la próxima vez.

— ¿Mañana también investigaremos? —nos preguntaba Mitsuki mientras llevaba consigo en su espalda a ____, la cual anteriormente había pedido que yo la llevara porque se sentía agotada, pero al negarme ha obligado a Mitsuki a que la cargara.

Esa chica sí que tiene un gran temperamento.

—Investigar es divertido.

—Ustedes dos sí que están felices con todo esto.

—Me divierte pasar tiempo con ustedes. —decía ____ con una pequeña sonrisa sin dejar de mirarme. —Pero en especial contigo, Shikadai.

Agradecí internamente el hecho de que no me llamara por aquel apodo que me fastidiaba.

— ¿Han enviado las excusas? —les pregunté mientras soltaba un bostezo. —Sería un gran problema el que mi madre se enterara de que falté a clases.

—Mi madre puede ser muy aterradora. —decía de manera miedosa Boruto. —Pero supongo que no tenemos de que preocuparnos, ¿verdad?

—No se preocupen. Con Mitsuki hemos escrito una excelente excusa, ¿verdad?

—Sí.

—Entonces, estamos cubiertos. —sonrió ampliamente Boruto antes de detenerse. —Yo me debo de ir por aquí. Nos vemos mañana para seguir investigando.

—Shikadai. ¿Quieres pasar más tiempo con nosotros?

—Lo siento, pero debo de regresar a casa. —le dije mientras soltaba un bostezo a lo cual ella me ha mirado con algo de tristeza. —Quizá a la próxima, pero ahora debo de regresar o mi madre me regañará.

—Saluda a mi suegra de mi parte.

—Tch. No es tu suegra.

—Pero es posible que pronto lo sea, ¿no? —decía sonriente Mitsuki, ocasionando de esa forma que lo mirara entre confundido e inquieto. — ¿Acaso he dicho algo que no debía?

—No te preocupes. Solo has dicho la verdad, Mitsuki.

—Que fastidio. —solté un suspiro antes de comenzar a alejarme de ambos. —Nos vemos mañana.

Me despedí de ambos rápidamente para así dirigirme a mi hogar, donde imaginaba que se encontraba mi madre esperando a mi regreso y si me demoraba demasiado recibiría una gran regañada.

Al llegar a casa me encontré de cara con mi madre, la cual no se encontraba para nada feliz y aquello me aterrorizó. ¿Qué había sucedido ahora? No he llegado tarde, ¿verdad?

— ¿Qué significa esto, Shikadai? —me preguntó al momento en que me mostraba una nota. — ¿Serías tan amable de leer lo que dice?

—"Hállome enfermo, es mi deber faltar a clases" —pronuncié cada palabra con miedo al sentir la mirada penetrante de mi madre sobre mí. —Mamá...yo puedo explicarlo...

—Claro que me lo explicarás. —me ha dicho al momento en que alzaba su mano y me miraba fijamente con seriedad. — ¡¿Qué te he dicho de faltar a clases?!

He quedado en el suelo por la cachetada que me ha dado mi madre, ella sí que tenía un temperamento del terror por lo que siempre evitaba hacerla enfadar. ¿Por qué he confiado en los nuevos?

Ellos definitivamente solo me traen problemas.

—No quiero recibir el mismo daño que Shikadai... —oí la voz de mi padre, la cual sonaba algo asustadizo. —Pero... ¿Qué sucedió para que terminara así?

—Mira la excusa que dio tu hijo.

Mi madre le ha mostrado aquella nota a lo cual mi padre me ha dicho que era una pésima excusa y que para la próxima inventara algo mejor.

—Espera un momento, mujer. —decía en pánico al ver como mi madre alzaba su mano. — ¡Al menos permíteme decir mis últimas palabras!

— ¡Ya las has dicho!

Mi padre cayó a mi lado con un gran dolor en su mejilla e imaginaba que a ambos nos quedaría una marca.

Nota mental: No dejar que inventen excusas por mí.

❀❀❀

— ¿Qué sucedió en tu rostro, Shikadai?

—No lo sé, tú dime. —le he dicho mientras dejaba ver la marca de la abofeteada que me dio mi madre. —Definitivamente no dejaré que vuelvas a inventar una excusa por mí.

—Qué extraño. Yo creí que mi excusa era perfecta.

—Como sea. Debo de ir a entrenar con mi padre. —le he dicho al momento en que me daba media vuelta con las intenciones de irme, pero ella me lo ha impedido sosteniendo mi brazo. — ¿Ahora qué sucede?

— ¿Puedo ver tu entrenamiento?

—Si tú quieres, pero es posible que te aburras. —ella al oír mis palabras ha sonreído para luego abrazarme. —Tch. Mujer problemática no me abraces.

— ¿No te gustan los abrazos?

—Le gustan los golpes. —mencionó Inojin llegando hasta donde nos encontrábamos y al oír sus palabras he fruncido el ceño. — ¿Acaso he dicho algo que no debía?

Iba a decir algo, pero el repentino golpe de ____ ha ocasionado que la mirara confundido.

— ¿Qué crees que haces?

—Él ha dicho que te gustan los golpes. —me ha dicho de manera inocente. — ¿Acaso he oído mal?

—No creas en todo lo que te dicen. En especial si viene de parte de Inojin.

—Vamos. Admite que te ha gustado que te golpeara. —decía de manera divertida el Yamanaka mientras se acercaba a ella con aquella sonrisa que me daba mala espina. —Si lo sigues golpeando llegarás rápidamente a su corazón.

— ¿Sabes? En este momento estoy prefiriendo que me abracen a que me golpeen. —le he dicho a mi amigo mientras soltaba un pequeño suspiro. Y en aquel momento he sentido como ____ me abrazaba. —No era necesario que me abrazaras.

—He tomado tus palabras como una iniciativa.

—Que problemática eres.

—Pero te gusta esa chica problemática. —me ha dicho con burla Inojin ocasionando que lo mirara de mala manera. — ¿Te has enfadado?

He tomado la decisión de no responderle, ya que, él siempre encontraba alguna manera de molestarme y la única manera de hacer que me ignorara era no respondiendo a sus provocaciones.