Podía ver claramente como algunos de la clase habían rodeado a Mitsuki y ____ para bombardearlos con preguntas. Sinceramente no me gustaría estar en su situación, ya que, sería bastante fastidioso tener a gente preguntarme cosas todo el tiempo.

—Somos buenos en muchas artes ninjas. —decía Mitsuki con calma. —Como la de viento, la de rayo...

—¡La de agua! —exclamó alegremente ____ al momento en que se colgaba del cuello de Mitsuki. —Nosotros...

—El arte ninja de Rayo es de la Aldea de la nube y el arte ninja de agua es de la aldea de la niebla, no del sonido. —mencionó Boruto mientras se acercaba a ellos. —Ustedes solo están presumiendo.

—Eh. Pero nosotros...

—Tienes razón. —decía Mitsuki interrumpiendo de esa forma las palabras de su compañera, la cual al percatarse de eso ha fruncido el ceño y comenzado a hacer presión sobre el cuello de Mitsuki. —¿Qué haces...?

—No me gusta que me interrumpas.

—Problemática... —murmuré al ver cómo estaba actuando para luego comenzar a acercarme hasta donde se encontraba Inojin. —¿Qué estás dibujando?

—Una obra maestra. —decía con una sonrisa. Sonrisa que sabía perfectamente que estaba tramando algo y no era para nada bueno. —¿Quieres ver?

Sin dejarme responder él me ha mostrado su dibujo, en donde aparecía yo con un vestido de novia y a mi lado se encontraba ____.

—Boruto... —murmuré su nombre con enfado al momento en que me giraba a verlo, pudiendo notar que me ha mirado mientras soltaba una risa nerviosa. —¡¿Por qué le has contado?!

—Se me ha escapado mientras hablábamos. —se excusó al momento en que comenzaba a acercarse. —Vamos. No te enfades por eso, Shikadai.

—Como sea. Ya le has contado y no hay nada que pueda hacer contra ello. —solté un suspiro agotador para luego sentir como se colgaban de mi cuello. —¿Qué?

—¿Por qué estás tan enfadado? —me preguntó de manera inocente ocasionando que comenzara a inquietarme al tenerla tan cerca. —Eh. Has comenzado a inquietarte. ¿Es por mi cercanía?

—Claro que no.

—No eres sincero, esposa.

Al oír nuevamente aquel apodo, el cual le había dicho que no volviera a mencionar; he comenzado a sentir demasiada vergüenza y más al ver como los demás se me habían quedado mirando con sorpresa.

Esta chica en definitiva era un problema.

—Shikadai...te has colocado rojo. —me decía Boruto mientras tapaba su boca en un intento de aguantar la risa. —No me digas que finalmente te ha gustado el apodo.

—Si no puedes contra ellos, úneteles. —decía Inojin de manera divertida ocasionando que presionara mis puños. —Eh. Te has colocado más rojo.

—¿Qué sucede, esposa?

—¡Esposo! ¡Es esposo no esposa! —alcé la voz llamando de esa forma la atención de todos y ocasionando que ella se alejara un poco de mí. —La palabra correcta para referirte a mí es esposo, ¿entiendes?

—Ya veo. —asintió al momento en que colocaba su mano en su mentón. —Todo este tiempo he confundido las palabras. ¡Gracias por corregirme, esposo!

—Así que al final has aceptado el hecho de ser el esposo. —decía de manera burlesca Boruto. —Me impresionas, Shikadai.

—¿Qué? No yo no quería... —al ver que había ocasionado otro malentendido he soltado un suspiro agotador. —Que fastidio...

Algunos de mis compañeros me miraban con sorpresa, mientras que otros me miraban de manera graciosa y aquello me resultaba sumamente incomodo. Aunque afortunadamente todos han dejado de prestarme a atención al momento en que las cosas del lugar comenzaban a moverse por si solas.

—¿Las cosas se mueven? —preguntaba sorprendida ____ al ver como todo a nuestro alrededor comenzaba a moverse. —¡Impresionante! ¡Mira, Mira!

En ese momento ella había traído consigo un peluche para mostrármelo con una gran sonrisa y el verla de esa forma no había podido evitar pensar que se veía tierna, pero desafortunadamente su sonrisa se ha borrado en el momento en que unos insectos hacían su aparición.

Algunos habían comenzado a gritar debido a la aparición de los insectos que habían comenzado a rodearnos; los cuales eran del profesor Aburame. Sin embargo, los gritos cesaron en el momento en que una ráfaga de viento azotó el lugar, ocasionando de esa forma que todo a nuestro alrededor quedara hecho un desastre.

—Bueno... ¿Y ahora qué? —me pregunté al ver todo a nuestro alrededor hecho un desastre, pero la mayor parte de mi atención se la había llevado ____; la cual se encontraba mirando fijamente lo que había sido anteriormente un peluche. —Oye... ¿estás bien?

—Ah. Tengo ganas de matar a alguien... —murmuró ocasionando que la mirara confundido. —¿Quién podría ser mi victima?

—Oye...oye...no provoques más desastres. —le he dicho algo conmocionado al ver su expresión sin vida. —Solo era un peluche. Hay más en otro lugar.

—¿De verdad? —preguntó mientras me miraba fijamente a lo cual he asentido y en aquel momento su rostro había comenzado a iluminarse. —¡¿Dónde hay más de estas cosas denominadas peluches?! ¡Quiero uno!

—¿Acaso nunca habías visto uno?

—No. A mi padre solamente le interesaban las armas como también pelear y a mi madre los experimentos. —me ha dicho mientras se encogía de hombros, pero a los pocos segundos ha tapado su boca. —No debí mencionar eso...

La miré extrañado para luego soltar un suspiro.

—Como sea. Puedes buscar peluches por Konoha...

—¡¿Me llevarías a buscar uno?! —preguntó con emoción a lo cual la he mirado con incomodidad. Yo no quería relacionarme demasiado con ella porque sabía que me traería problemas, pero tampoco podría ser grosero o mala persona porque si mi madre se enteraba me echaría una gran bronca.

En conclusión: estoy atrapado en una situación problemática.

❀❀❀

He soltado un gran bostezo mientras miraba como ella miraba emocionada cada uno de los peluches que se encontraban en la tienda. A pesar de que esta situación me era fastidiosa, he decidido acompañarla para así no tener que enfrentarme a los regaños de mi madre.

—¿Shikadai? —el oír la voz de mi madre detrás de mí me he tensado e inmediatamente la miré con miedo. —¿Qué haces por aquí? ¿No deberías de regresar a casa?

—Bueno...veras...

—¿Qué te parece este peluche, Shikadai? —me preguntó ____ emocionada mientras me mostraba un peluche de Shukaku. —Mmm... ¿Sucede algo?

He notado como la mirada de mi madre se tornaba seria y aquello me ha hecho inquietar.

—¿Ella es la chica nueva? —me preguntó a lo cual la he mirado confundido. ¿Cómo se enteró que tenía compañeros nuevos? —Shikamaru me comentó que habían llegado dos alumnos nuevos a tu salón. Supongo que estás siendo amable con ellos, ¿verdad?

—Sí...

—¿Por qué tan nervioso? —me preguntó seriamente. —No me estarás ocultando algo, ¿verdad?

—No. Para nada. —respondí rápidamente a lo cual ella me ha mirado sin creerme. —Tch. Que fastidio...te juro que no es nada, madre.

—Eh. ¿Ella es tu madre?

Ante la pregunta de ____ me había vuelto a colocar tenso debido a lo que ella podría mencionarle.

—¿Cómo te llamas?

—Hozuki ____. Es un gusto conocerla. —le ha dicho con una sonrisa y al verla actuar normal he soltado un suspiro de alivio. —Dígame... ¿Debería de llamarla suegra o suegro?

—¿Qué?

—¡Ah! ¡Creo que papá nos necesita en este momento, madre! —exclamé en pánico al ver en la situación que me había puesto ____. —¿Sabes? Creo que en este momento tengo demasiadas ganas de ayudarte en casa.

—Shikadai.

—Y creo que también tengo ganas de hacer mis tareas.

—Shikadai.

—Y...

—¡Shikadai! —alzó la voz mi madre ocasionándome un miedo al ver cómo me miraba furiosa. Esto estaba resultando más problemático de lo que pensaba. —Quiero que me expliques en este momento lo que está sucediendo.

—Ni yo mismo lo entiendo...

Sin previo aviso mi madre ha sostenido mi oreja derecha con fuerza para luego comenzar a arrastrarme por el lugar en dirección a nuestro hogar. Estaba seguro de que de esta no salía vivo y todo se lo debía a la problemática chica nueva.