
Capítulo 16
Esperé, y esperé, y esperé. Me pasé dos horas y media esperando a que viniese algún cliente con ganas de tatuarse algo, aunque fuera un jodido smurf!* Cansada de tanto esperar, me levanté de mi taburete y me estaba acercando a Mason para preguntarle si me podía tatuar a mi misma cuando un chico o chica con capucha hasta los ojos y ropa medio hipster entró por la puerta de entrada. Di media vuelta tan rapido como pude y me senté de nuevo en el taburete. O bueno, al menos eso intenté... Al darme la vuelta, tiré una caja con gomaespuma que estaba encima de mi mesa y cuando la recogí tenía demasiado impulso así que tan pronto como me senté, me caí de culo al suelo. Gruñendo, me levanté del piso sobándome la zona afectada en un intento de mitigar el dolor cuando veo dos pares de zapatos delante de mi. Seguí subiendo por aquellos cuerpos y me encontré con la cara de Mason roja de aguantar la risa, y la cara sonrojada de César al pillarle mirándome el culo. Bufé y me senté de nuevo en mi taburete para seguirme aburriendo cuando mi jefe gay caraspeó. Levanté la vista de mis uñas pintadas de negro solo para encontrarme de nuevo con los mismos rostros. Fruncí el ceño y me estiré en mi sitio para tratar de ver al que se fuese a hacer el tatuaje. No vi a nadie, por lo que los miré a ambos sin comprender. Mason movió los ojos, señalando así a mi compañero de piso y yo alcé una ceja con incredulidad.
- Eres tú el que se va a hacer el tatuaje?- le pregunté. Él asintió. Yo me hice la ofendida poniéndome una mano en el pecho.- No venías a visitarme? Huy que maloso...
Mason negó con la cabeza mientras una sonrisa se intentaba abrir paso en su rostro.
- Trátalo bien, y no te metas con él.- me advirtió. Yo fruncí el ceño como si no supiese de qué hablaba. Él puso los ojos en blanco y luego levantó ambas manos, en un gesto de exasperación.
- Lo que tu digas, papi.- le dije de broma. Ambos reimos antes de que él volviese para atender la caja.- Okey, que quieres que te tatue? Tienes un dibujo tú o quieres mirar los que tenemos?- le pregunté de forma automática, lo que me trajo dolorosos recuerdos. Sacudí la cabeza y lo miré con la cabeza ligeramente inclinada.
- Esto es como un dejavú.- dijimos los dos a la vez. Él apartó la vista, sonrojado, y yo me limité a reir suavemente.
- Pues, me gustaría ver los modelos que tengais de pájaros saliendo de una jaula o de algún otro sitio.
- Okey, toma, de ese tipo tenemos estos cuatro. Y... ¿Dónde lo quieres?- le pregunté jugando con el nuevo piercing que me había hecho en el labio inferior hacía unos días. Él desvió su mirada de mis ojos a mis labios y acto seguido dejé de juguetear con el aro. Él, volvió a apartar la vista, de nuevo sonrojado.- No te cansas de fingir?- le pregunté con curiosidad. él ignoró mi segunda pregunta y respondió a la primera.
- En el hombro, encima del omóplato derecho.
Levanté los brazos como instantes antes había hecho Mason y exclamé.- de acuerdo, nada de preguntas al rubio teñido.- le dije para fastidiarlo. Me lanzó una mirada asesina que me causó escalofríos por toda la espina dorsal y yo me callé. Por una vez en mi vida, me callé. Me dijo cuál era el diseño que le gustaba y le madé sacarse la sudadera y la camiseta, a lo que él accedió a regañadientes. Sinceramente, no se por que no se quería quitar la ropa porque el cuerpo que tenía... *inserte silbido largo* La de cosas que le haría yo en su espalda... Aparté todos los pensamientos sucios de mi mente y me concentré en hacer bien el tatuaje. En ningún momento del proceso él se quejó lo que agradecí a parte de que me pareció extraño, pero no dije nada. De nuevo.
- Ya.... Está.- exclamé como signo de vistoria cuando le di los últimos retoques al tatuaje. Limpié la sangre por última vez antes de desinfectar y ponerle una gasa encima.- Bueno, ya sabes como va esto, no? Espera un par de días a que asiente la tinta en la piel y luego ya te puedes quitar la gasa. Y nada de agua.
- Yap. Gracias, quedó bien?
- Acaso no confías en mi?- le pregunté con una ceja alzada. Él también alzó una y yo resoplé.- Vale, será mejor que no confíes...- dije en voz baja, más para mi misma que para él.- Si, quedó mejor de lo que pensaba...
Él abrió mucho los ojos y me miró asustado. Yo puse los ojos en blanco y me levanté de mi taburete para estirarme como un gato. Él se bajó la camiseta de nuevo e hizo una mueca cuando intentó pasarla por encima del tatuaje, sin conseguirlo. Bufé y me acerqué a él a grandes zancadas. Le cogí el borde de la prenda y él aguantó la respiración. Me reí bajito y bromeé.
- Tranquilo, gatito, no te voy a comer.
Él soltó el aire y rió con nerviosismo. Le bajé con cuidado la camiseta y aproveché para rozarle suavemente la piel tersa de su ancha espalda. Él se estremeció ante mi tacto. Me aparté de un salto y me puse nerviosa.
- Bu- Bueno, vo-voy a decirle a Mason que te cobre. Ven a la caja.- le dije apresuradamente antes de prácticamente correr hacia mi jefe. Él me miró entre curioso y divertido al verme esconderme en la trastienda. Se rio suavemente y yo suspiré con alivio cuando conseguí deshacerme de mi molesto sonrojo. Salí de nuevo y miré con una ceja arqueada a Mason y Óscar, quienes me observaban tratando de aguantar la risa.
- Que?- les pregunté molesta.
- Nada, nada.- se apresuraron a responder.
- Okeeeey... Cobrarle el precio de un tatuaje mediano en color.- les dije con voz neutra mientras empezaba a recoger mis cosas para marcharme. Mi turno acababa en diez minutos. Mason asintió y cuando mi compañero de piso fue a pagar con todas sus cosas ya puestas, pude descubrir que su rostro bajo la capucha negra estaba sonrojado. Sonreí con dulzura antes de ponerme seria, sacudir la cabeza, y darme un par de bofetadas.
- Despierta, Cami, estás cansada y dormida y estás desvariando.- me reprendí a mi misma con el ceño fruncido. Sacudí de nuevo la cabeza y me puse mi chaqueta de cuero a toda prisa. Guardé todo lo que había usado para hacerle el tatuaje a César y fui hasta la caja, donde se encontraban mis jefes charlando animadamente.
- Me voy, ya son las nueve y media. Por cierto, voy a promocionaros en mi instituto, no viene casi nadie y es demasiado aburrido!!- exclamé levantando los brazos al cielo. Ellos rieron antes de asentir, dándome la razón.
- De acuerdo, gracias Cami.- me dijo Mason con sinceridad.
- Bueno, me voy que esto se esta poniendo demasiado sentimental para mi. Hasta mañana!- dije antes de correr afuera. Me monté en la moto y conduje a toda velocidad hasta mi piso compartido. Tan solo esperaba no encontrarme demasiado con César en lo poco que quedaba de día...
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