Mis ojos se abrieron de golpes, miro el reloj acompañada de mi respiración agitada.

"Cuatro de la mañana, puntual" pensé.

-¿Ya lo sabes?-pregunto aquella voz.

-Si, me lo comunico Olivia antes del accidente-respondí.

-¿Sabes lo que puede llegar a pasar?-Me senté en la cama y lo mire seria.

-Te dije desde un principio que no quiero que gente inocente se involucre en esto, ya estoy harta de correr y correr, quiero descansar en paz, quiero descansar en aquella casa que vimos, la que en la playa aquella vez.... Quiero una vida normal-respondí seria.

-Hija, lo siento, trato de darte lo mejor que puedo....-

-¡Pues lo haces mal!-exclame-¡Estuve toda mi perra vida huyendo de la muerte, desde que tengo uso de memoria; nunca pude ver a mi mamá, vi morir a muchos amigos y seres queridos por mi maldita culpa. Comprendeme que lo único que quiero es que ya no hayan más muertes y poder vivir una maldita vida normal. Sin armas, sin peligro, sin muertes, sin un cambio de identidad, sin mas mentiras!- Mi visión fue haciéndose más borrosa.

-Lo siento, hija-respondió mi padre con la cabeza agacha.

-Papá...-ya era tarde, me había desmayado.

*

-¿Emilie esta cuidando a Olivia?-pregunte.

-Si, hoy seremos solo tu y yo-dijo Lily con una sonrisa.

-Tienes ojeras-le conteste-No quieres faltar hoy y mañana vienes con más energías-sugerí.

-No, estoy bien, estuve en peores situaciones-, volteo a verme y sonrió. No entiendo, ella, sin importar la situación, sonríe; en cambio yo si sonrió en mis situaciones felices es mucho. Solté un suspiro hondo y seguí caminando.

"Que envidia sana" pensé.

El timbre sonó, cada fue a su salón. Cuando llegue al mio note que estaban todos mis compañeros, pero lo que más me molesto fueron sus malditas miradas clavadas en mi. Bufe y me fui a mi asiento.

La clase comenzó. Para mi fue eterna, nunca me canse tanto con geografía. Apenas toco el timbre del receso fui la primera en salir del salón y salí tan apurada que choque con alguien provocando que cayera en el suelo.

-Auchus-susurre.

-Lo siento muchísimo-dijo una voz masculina muy conocida para mi. Mire al joven encontrándome con Franck-Vaya, no pensé que mi hermana mayor era muy alterada-dijo con una sonrisa, lo mire seria, me levante y me largue de ahí al salón de música.

-Maldito desgraciado, hasta en el colegio me tiene que seguir-susurre una y otra vez hasta poder calmarme. Tenia la ventaja de que no había nadie en el salón. Solté un suspiro hondo y me senté en el suelo. Mire a mis alrededores hasta encontrar a un violín, me levante, me acerque a este, lo tome.

El violín, un instrumento de casi muy poco uso en la actualidad, pero para mi, un instrumento que me enredan en finas y delicadas melodías dignas de la música.

Por mi mente se me cruzo una de las canciones de Lindsay Stirling. Posicione el instrumentos sobre mi hombro derecho y empecé a tocar. La música, aquella hermosa y delicada melodía, logro que me deje llevar, puse mis pies en posición y empecé a danzar acompañada de la música.

Aquello me llevo a otro mundo, un mundo en el que nadie me conocía, en donde no tenía una identidad, donde podía ser normal, donde era yo y nadie más. Me hizo recordar mi primer y único show donde mi padre asistió, tenía que danzar y tocar el violín, era mi primer show, y él estaba en primera fila viendo como me dejaba llevar por la música.

Toque los últimos acordes y deje mi cuerpo descansara con una delicada pose.

-Wow-una voz se escucho a mis espalda, me di vuelta para encontrarme con Loick.

-¿Qué haces aquí?-pregunte sorprendida.

-Me cambiaron de colegio, ¿no es obvio?-

-Para mi no-

-No sabia que bailabas ballet y tocaras el violín-comenzó a acercarse a mi.

-Desde que era una niña-bajo la mirada, un escalofrió, aquello no me gusto. Levante la mirada para encontrarme con la clara mirada de este-Loick-susurre poniendo mis manos en su pecho, deteniéndolo.

-Perdón-susurro, la mire con una seja arqueada-Perdón por aquellas peleas absurdas, por mi maldito mal genio, por los insultos, por todo-Lo mire sorprendida pues aquello no lo esperaba.

-Loick....-maldijo el puto día en el que se creo el amor, este ya me estaba besando, debo admitir que besa increíble, conste a que somos hermanos sus besos son de una forma tan salvaje pero aún así manteniendo su elegencia y aquello me encanta.

"Pero qué mierda digo" pensé.

Lo empuje con fuerza.

-No-susurre-Loick, vete-dije dándole la espalda.

-Amelia-

-Por favor, vete- Pude escuchar sus pasos, pero se acercaban a mi.

-Me gustas, Amelia-susurro en mi oído y luego lo beso. Un escalofrió recorrió mi cuerpo, sus pasos me daban a entender que se estaba yendo, pero antes se detuvo-Por casualidad, ¿sabes quien comió mis galletas ayer?-me puse un poco nerviosa.

-Nop-respondí, el sonido de la puerta me dio la señal de que ya estaba en soledad-Maldita sea, ¿En donde mierda me metí?-susurre.

***

Estaba esperando a Tobias a las afueras del colegio con Loick, Fanck y Yonathan a mi lado, un hermoso grupo... noten el sarcasmo.

-¡Parker!-un maldita voz chillona hizo que saliera de mis preciosos pensamientos, clave mi mirada en la chica morocha que se acercaba a mi con su grupito de idiotas-Parker, Parker, Parker....-

-¿Qué quieres, Veronica?-pregunte seria.

-Una explicación nada más-dijo con una sonrisa falsa.

-No creo que tu cerebro sea apto para explicaciones-

-¿Por qué obtienes la atención de ellos?-pregunto haciendo caso omiso a mi comentario.

-Será porque soy su hermana-conteste. Ella me miro y empezó a reír acompañada de las risas retardadas de sus amigas.

-¿Tu?, ¿hermana de ellos?, la rarita con un grupo de guapos, pero que idiotez-

-Ya se me agoto mi paciencia-tire mi mochila al piso y troné mis dedos.

-Miren, se hace la mala... Disculpa, ¿te ofendí?-

-Me gusta esta pared, ¿a ti?-

-Es mucho más linda que tu, la besaría-

-Okay, te ayudo-dije con una sonrisa. La tome de los pelos y le di la cara contra la pared-Eso fue leve-dije al darme cuenta que no sangraba, la tome de vuelta de los pelos y le di la cara contra la pared mucho más fuerte que antes rompiéndole la nariz. La tire al suelo con fuerza.

-¡Ah!-grito del dolor.

-La próxima que trates de molestarme piénsalo dos veces-dije tomando mi mochila.

-Eres una demente-dijo una de sus amigas ayudando a Veronica a levantarse.

-Enferma-dijo otra de sus amigas mientras se retiraban.

-Ajam, no saben como me afecta lo que dicen-dije manteniendome mi tono de seriedad. Una bocina hizo que girara mi cabeza para ver la camioneta de Tobias y a este con una mirada de sorpresa. Me encamine a la camioneta y me adentre. Los demás hicieron lo mismo, luego de un tiempo largo se dignaron hablar.

-¿Qué fue eso?-pregunto Yonathan.

-Nada, solo una lección-

-Que chica ruda-dijo Loick.

-Eso me gusta, hermanita-dijo Franck muy cerca de mi oído y en tono seductor.

-Si me sigues jodiendo le va a pasar lo mismo a tu cara-dije firme-Tobias, llévame al hospital donde esta Olivia-

-¿Y tu clases de baile?-pregunto.

-No te interesa-respondí. Abrí mi mochila y saque mi carpeta, pues me había acordado de una tarea que le tenia que entregar a Olivia, pero de la nada, salio una pequeña hoja, la tome y pude sentir como el corazón paro de latir.

-Estoy más cerca de lo que tu piensas, preciosa. Pronto te podre tener entre mis brazos y hundirnos juntos a nuestros apasionado infierno-leyó Franck-¿¡Tienes un admirador secreto, amigo con derecho, amante... O algo peor, un novio!?-exclamo este molesto. Yo seguía en shock, pues reconocía perfectamente esa caligrafía, era Ignasi.

"Va a matarme" pensé, "Vamos a ponerlo en duda aquello"

-Amelia-la voz de Tobias me hizo volver a la realidad.

-¿Qué?-pregunte.

-¿Cómo qué?. ¿De quien es esa carta?-pregunto Yonathan.

-Pues....-sonreí con malicia discretamente.

"Veamos si estoy capacitada para actuar y si estos idiotas en verdad gustan de mi" pensé. Rápidamente borre mi sonrisa y mire la ventana.

-Hace tiempo que.... He conocido a un gran chico....-dije con dramatización.

"No exageremos, suena más normal" pensé. Solté un suspiro.

-Me ha mandado cartas anónimas y la curiosidad me llamo y quise investigar más de él-soné más natural-Y lo he conocido..... Creo que....-me deleitaba en cada pausa que hacia, ya que el silencio era como una desesperación para ellos, lo sabía-Me gusta...-el auto freno de golpe haciendo que mi cara golpeara con el asiento de adelante-Oye, Tobias, aún amo a mi cara como para que la modifiques a golpes-

-¿Te gusta?-susurro Tobias

-Si, pero viste como es el amor, es muy alocado. Ya veo que me termino enamorando de uno de ustedes....-

"Mierda" pensé.

-Jejeje eso ni yo me lo creo-dije con seriedad.

-¿Por qué dices que no?-pregunto Yonathan

-¿Te suena esta palabra?... Hermanos.... No sé si tus neuronas son capaces de registrar aquella palabra pero las mías si y mientras en mis neuronas este sellada esa palabra aquello solo será una tonta cosa de mi imaginación... Aparte eso sería incesto-

-No, nuestros padres deberían tener un hijo, ahí si sería incesto-dijo Franck. El auto se detuvo enfrente del hospital.

-Me dan más asco que antes-dije, luego salí del auto y me adentre al hospital.

*

-¿Ya vas a asistir al colegio?-pregunte sorprendida.

-Si, al parecer las costillas rotas no es tan grave como se pensaba-dijo Olivia.

-¿Y tu brazo izquierdo?, sos zurda-

-También diestra, tengo que asistir a clases y más de baile, mi elenco me espera-dijo Olivia en tono de exageración.

-Ajam, ¿Y como vas hacer para salir de aquí?-

-Tranquila, el jefe lo puede controlar todo-

-Deja de molestar a mi padre, esta ocupado-

-Las reuniones son aburridas-

-Si, pero es a lo que se dedica-dije con una sonrisa.

-¿Y qué onda con tus hermanos?-

-Piensan que Ignasi me gusta-dije. Ella se hecho a reír.

-Cuéntame otra-dijo entre risas, la cual es muy raro en ella. Tome mi mochila y de esta saque la carta que encontré hoy, se lo pase. Ella lo leyó y se puso seria nuevamente-Con que era cierto-

-Debe estar en el colegio-sugerí.

-No se expondría de tan manera-

-¿Tu dices que debe haber un infiltrado?-

-Lo dudo... Sería muy obvio, aparte-

*

No podía sacarme de la cabeza el simple hecho de que Ignasi esta tan cerca de mi, no puedo confiar en nadie... Bueno si en mis amigas y mi padres pero y ¿Annie, mis hermanos?....

"Annie lo dudo y los demás no tienen la capacidad necesaria para estar con Ignasi" pensé.

-Amelia-levante mi mirada para encontrarme con Scott en moto. Me levante y me acerque a él.

-Me dijeron que me vendrían a buscar pero nunca pensé que serias tu-dije mirando la moto.

-¿Te gusta mi moto?-pregunto.

-Me encanta las motos-dije subiendo a esta, Scott me paso el casco, me lo coloque y lo abrace. El motor arranco y salimos rápidamente de aquel lugar.

Aquel viento, aquel viento fresco me relajaba, me encantaba el simple hecho de que me abrazara. Me aferre más a Scott, me hacia sentir libre, tranquila, me hacia sentir yo.

Rápidamente llegamos a casa, me quite el casco, me baje de la moto y mire a Scott.

-Eso estuvo genial-dije regalandole una sonrisa, me acerque a él y le di un beso en la mejilla. Le di el casco y me adentre a la casa.

Subí a mi habitación y me coloque la inyección.

"Hoy resistí más que de costumbre" pensé.

La cena fue muy silenciosa, pues podía notar cierta tensión, lo cual no me sorprendería del todo.

Mire a mi padre, este estaba mirando a Annie, ella le dio una señal discreta con una sonrisa, él asistió.

-Okay....-mi padre se paro llamando la atención de todos-Su madre y yo estamos muy felices de poder decir esto.... Que adelantaremos el día de la boda-dijo emocionado. Simplemente no lo pude evitar, me atragante con el pedazo de pan en mi boca lo que causo que empezara a toser constantemente llamando así la atención de todos-No es tan malo, hija-tosía y tosía, tome un poco de agua... Creo que un litro, y la tos ceso.

-¿Estas en desacuerdo?-pregunto Annie.

-Claro que no, me fascina la idea de tener una nueva familia, una nueva madre, hermanos... Me encanta, solo que me tomo de sorpresa, nada más-dije formando una sonrisa forzada.

-Perfecto-dijo Annie con una sonrisa-Permite decirte que tu seras mi dama de honor principal, Amelia- Yo la mire sorprendida y a su vez horrorizada pero rápidamente sonreí.

***

Me tire a la cama como si fuera una papa.

-No puedo creer que sea la dama de honor-susurre. Nunca me justo la idea de que mi padre este con una mujer por un solo motivo, exponía mucho a personas inocentes y mayormente morían cuando se enteraban de la verdad.... Y literal... Pero desde que mi padre conoció a Annie todo cambio en él, lo noto, en sus ojos, en sus reacciones, en la forma en la que la mira, ella es la mujer ideal para él y aquello me hace feliz... Pero si Annie no se entera de la realidad en poco tiempo lo que les depara a todos será algo muy terrible.

Este día fue muy largo, pero a pesar de los sucesos que marcaron y descubrieron este día lo que más me llamo la atención y lo que aún perdura en mi mente es la carta de Ignasi, aquella dichosa carta fue lo que logro conocer un nuevo sentimiento... La preocupación.