Capitulo 12 "Más que un final Parte 1"
-¡Pero ¿Qué carajos?!-exclamo Franck. Este me miraba con sus ojos muy abiertos, quería reírme por su reacción puesto que parecía que en cualquier momento sus ojos saldrían de su lugar, pero por la situación me controle.
-Si-baje la cabeza-Es más complicado de lo que parece-
-Pero... ¿Por qué?-pude escuchar la voz de Ilias a la perfección, lo mire, esté se muestra molesto-¿Por qué nosotros?, ¿por qué no nos dijiste nada?, ¿acaso se tratan de ocultar de la justicia?, ¿acaso estuvieron trabajando atrás nuestro?, ¿acaso fingieron todo este tiempo?-preguntó con un tono que expresa su enojo tan bien.
Muevo mi cabeza negando. Iba hablar pero los pude oír. Rápidamente le quite el seguro a mi arma y apunte a la ventana para dejar salir las balas.
-¡Tirensen al suelo, ahora!-grito con fuerza. La verdad, no sé si me obedecieron, pero no podía dejar que él gane.
Mis ojos se abrieron ante la sorpresa en la que me presente yo misma. Me había quedado sin balas y por el momento no me acordaba donde había ocultado mi papá las balas.
-Mierda-exclamo mientras soltaba una mueca.
Los podía escuchar, están tan cerca que son tan tontos para ocultarse.
Me volteo para ver a mis hermanos, los cuales pude comprobar que confiaron en mi y me obedecieron. Iba hablar pero unos disparos se me adelantaron. Me tire al suelo, pues por suerte no me habían dado. Mire a Mark.
-Dime que tienes un arma por aquí-
-Nosotros no tenemos esas cosas-
Solté un suspiro. Necesito un arma, ya sea un trozo de vidrio grande, para poder defenderlos. Mire a mis alrededores con desesperación en busca de una maldita respuesta hasta que la encontré. Respire hondo, y me levante para ir corriendo hacía una esquina de la sala, con mi codo rompí el vidrio del estante y tome el martillo.
-Díganme que esto es de verdad-
-Es de nuestra abuela-dice Yonathan con preocupación-Es muy valioso-
-Le pedirás disculpas si te acribillan-
Fueron rápido ya que rodearon a mis hermanos para cuando yo me había levantado en busca de encontrar fin a la pelea, solo solté un sonrisa. Me acerque a los hombres que estaban rodeando a mis hermanos y no tarde nada en golpear que en la cabeza a uno de ellos. Cuando este cayo al suelo solté una gran sonrisa y empecé la pelea. El que esta a mi izquierda fue el que recibió un golpe por el instrumento en su rostro, lo mismo hice con el que esta a mi derecha, estos cayeron al suelo dejando que la sangre comience a recorrer el suelo. Me acerque corriendo al último hombre y golpee gran parte de su cien con el martillo logrando que saliera sangre tan de imprevisto que me mancho la ropa y un poco la cara. No muy lejos lo escuche, iba a disparar, me moví rápidamente evitando el disparo, mire hacía atrás dejándome ver a unos de los hombres sangrando. Este al mirarme soltó el arma comenzó a temblar. Pues... Digamos que no solo soy la hija de el narcotraficante más buscado mundialmente.
-Por favor, perdóname la vida-hablo el hombre. Me acerque a él con lentitud, lo tome del cuello de su campera y lo arrastre un poco alejándolo de mis hermanos para después darle la espalda a estos.
-Y dime, ¿tu hubieses perdonado la mía?-eleve el martillo dejando que mi sonrisa de volviera más grande, por ende, más bizarra-Tu y yo sabemos que no-baje el martillo con fuerza estampandolo en su cara varias veces.
"Pobre aquel que tenga que reconocer el cuerpo"
Escuche sus pasos a lo lejos, sonreí. Tome el arma del hombre que ya esta muerto, apunte a la ventana y quede quieta en esa posición escuchar atentamente. Algo anda mal, sus pasos se pueden escuchar perfectamente que vienen de ahí pero presiento que atacaran de otro lado.
-Amelia-llamo Wes, y fue cuando lo entendí. Me di vuelta rápidamente a su vez que solté el disparo depositandolo en la pierna de una mujer. Me agache al escuchar los disparos que no eran míos, gateando lentamente me acerque a la mujer que herí con una pequeña sonrisa. Está solo trata de huir. La tomo del tobillo de unas de sus piernas y con fuerza la acerco a mi.
-Maldita enferma-habló la mujer con asco.
-¿Es que acaso tu jefe nunca le dijo con la clase de persona a la que se enfrentaban?-digo mientras elevo el martillo-Que mal jefe-solo deje descansar el martillo en su rostro unas dos... tres... cinco veces.
No tan lejos las pude escuchar, las dos mujeres que entraron por la ventana. Me levante y me acerque a una corriendo, la tome de la cintura tirándola al suelo. Eleve mi martillo, ella coloco sus manos en su rostro cubriéndolo, esto provoco que se las rompiera cuando deje descansar el objeto con fuerza. Está solo se retorcía del dolor, aproveche el momento para sacar su arma y apuntar a mi izquierda, no mire directamente dispare, fue cuando escuche que la bala entro en su carne que sonreí, baje un poco el arma y volví a disparar con éxito.
Era mi oportunidad. La mujer que tenía de bajo mío comencé a golpearla con el martillo sucesivamente sin descanso o piedad, me esta causando problemas ya que pone partes de su cuerpo para que no pueda morir como sus brazos. Me canse. La tome de sus muñecas rotas las baje de su rostro y golpee su cuello rompiéndolo.
-Traigan refuerzos, ahora-habló la otra mujer. Gire mi rostro lentamente hacia la izquierda para verla hablando con un celular mientras con una de sus manos presiona una de sus heridas. Abuse de que esta distraída y gateando me acerque un poco a ella hasta que vi sus pies, eleve mi martillo y golpee sus tobillos, está soltó un grito de dolor y por consiguiente el celular, dejándome muy en claro que la llamada no había terminado.
Sonreí ante una idea. La tome de las piernas y mientras la arrastraba a mi las iba golpeando con el martillo, sus gritos de dolor se me hacía un deleite. Una vez que la tuve lo suficientemente cerca solté un risita.
-No debiste hacer eso-hablé mientras eleve el martillo.
-No, por favor. Tengo a mis hijas, por favor-
-¡Yo tenía a mi madre, tenía a mis amigos!-grite dejando que un nudo en mi estomago me empezase a molestar-¡Y los mataron!-baje el martillo golpeándola tantas veces que perdí la cuenta de estos.
Cuando deje de golpear quede mirando un punto muerto, moví mis manos para ver lo bañada en sangre que están, sumando a eso mi ropa. Una pequeña luz me hizo recordar. Me levante y me acerque al celular, lo tome con delicadeza y lo acerque a mi oído.
-No lo harás de nuevo... No me quitaras lo que amo dos veces-hablé. Tire el celular al suelo y lo pise con fuerza rompiéndolo.
"No lo harás"
-Amelia-su voz, fue su voz lo que me hizo volver a la realidad, la realidad de que ellos estuvieron siempre ahí... Lo vieron todo.... Vieron a mi monstruo. Gire lentamente la cabeza para verlos, y me volví a quebrar por dentro.
"Me tienen miedo"
Sus rostro solo expresan eso.... Miedo.
Escuche unos pasos muy cerca. Saque el seguro del arma y apunte, pero por puro instinto gire mi rostro para ver la victima, acto que me dejo sorprendida al verla.
-Anne-susurró. Está solo me mira con una mirada que solo puede expresa miedo. Al darme cuenta de que aún la apuntaba baje el arma con rapidez. Ella lo único que hijo fue ir con sus hijos con preocupación.
-Amelia-gire mi rostro para verlo a mi papá, que no tardo en abrazarme.
-¿Cuando se lo dijiste?-
-Hoy a la mañana-
-No lo tomo bien, ¿no?-
-¿Tu que crees?-
-¡Los quiero lejos!-exclama Anne obligándome a verla-¡Fuera de mi casa!-
-Anne...-trato de hablarle.
-¡Se van de mi casa, no quiero verlos o los entregare a la justicia!-exclama. Apreté mis manos formando un puño con fuerza, lo hago para no reírme en su cara y decirle "Desde mucho antes de que yo naciera buscan a mi papá y aún no lo han logrado, ¿qué te hace pensar que con un llamado tuyo algo va a cambiar?".
-Anne...-
-¡Fuera!-la mire y luego alce mi arma provocando que me mirara con miedo.
-Lo siento-digo para luego disparar. Pero está se sorprendió al ver que esta ilesa, fue cuando comenzó a girar lentamente su rostro para ver el cadáver de un hombre-¿Donde mierda ocultaste las armas?-hable en voz alta mirándolo irritada. Mi papá solo suelta un suspiro. Se acerco lentamente hacía la pared que esta enfrente de nosotros y lo golpeo dos veces dejando que una parte de la pared se abriera dejando las armas a la vista.
Lo mire con la boca abierta y una seja levantada.
-¡¿En serio?!-
-Cuando te lo dije no me prestabas atención...-tomo dos Ametralladora Steel Storm, las cargo y me las tiro teniendo una atrapada exitosa de mi parte-Como siempre-me acerque a él para tomar un cinturón, donde descansan a su alrededores cartuchos del arma, y colocármelo, luego tomó dos cuchillo Nieto 184 con sus fondas, al tener tiras a sus costados me permitieron rodear una en mi pierna derecha y otra en mi brazo izquierdo, hasta incluso tome el martillo que anteriormente use. En cambio, papá tomo una Carabina Subfusil MP5 gamo CO2. Volteo para verlos, me daba pena, me da pena saber a lo que los condenamos.... A lo que mi padre los condeno y lo que yo los obligó a vivir.
-Anne....-
-Largensen, solo trajeron desgracia-
Cuatro palabras, cuatro simples palabras que lo único que hicieron fue romperme de adentro, lo único capaz de hacer fue mirarla con sorpresa.... Eran sus misma palabras.
"-Lárgate, solo trajiste desgracia-"
Su rostro es idéntico al de ella, expresa miedo y sorpresa pero lo que más destaca entre esos ojos ámbar era su odio... El odio, que apuesto lo que sea, que nació cuando mi padre le dijo la verdad de todo.
-Desgraciadamente es a lo que estoy ligada a traer desde el día de mi nacimiento-
-Hija-susurra mi papá.
-Pero no puedo hacer nada más que ayudarte-todo tipo de paciencia se borrara si vuelve a contestarme de mala manera obligándome a tomarlos a todos a la fuerzas y arrastrarlos a un lugar seguro antes de que los maten, estamos muy expuesto aún y ¡ellos no se dan cuenta!. La mire con seriedad, ya no me importa lo que piensen de mi-No me importa lo que me des como respuesta. Ódiame todo lo que tu quieras que me valdrá mierda-mi noto de voz cambio a uno neutro. Comencé acercarme a ella a paso lento-Insúltame lo que quieras que entrara por un oído y saldrá por el otro. Piensa lo que quieras de mi que sinceramente no me importara-ya cerca de ella la tome de la muñeca y tire de esta para que se acercase un poco a mi y poder verla a los ojos más de cerca-Pero ahora tomaras a tus hijos y me dirigirás al lugar más seguro de esta casa. La única forma de salir de este problema que yo misma te metí va ser con nosotros. Te guste o no, la solución a esto la tienes enfrente tuyo-
Silencio, eso era lo único que se escucha a nuestro alrededor, lo que me desespera ya que se a a perfección que él se acerca y el tiempo es tan valiosa en estos momentos que me irrita el no poder hacer nada aún.
-Anne-habló mi papá dándome cuenta que estaba pensando.
-Esta bien-susurró pero llegue a escucharla, solo solté una pequeña sonrisa que rápidamente borre-Siganmen-
Mire a mi papá, esté asistió. Él con Anne se colocaron adelante de todo para que lo guiara mientras yo espere que todos los demás lo siguieran para ser la última.... Creo que fue un error... Ya que él fue el último también.
No logró comprenderlo, estoy expuesta a una situación realmente complicada que va a definir si esta guerra seguirá a o no y aún así.... Estando él a mi lado.... Despierta esa sensación extraña de cosquilleo dentro mío, ese pequeño escalofrío que recorre mi espina dorsal y por consiguiente erizarme la piel. No logró comprenderlo, como puedo sentir estas cosas, como él me hace sentir esas cosas. Lo mire de reojo. Él fue el único que no hablo desde lo sucedido, callado solo se dedico a ver el espectáculo que le brinde.
-¿El salón de baile?-al escuchar la voz de mi padre pronunciar aquello fruncí el seño, no me había dado cuenta que llegamos al lugar "seguro" de la casa. Mire a mi alrededor para confirmar lo que mi padre decía.
-¿Qué hacemos acá?-preguntó dirigiéndome a Anne, ella solo me señala los dos espejos que se encuentra en el medio del lugar.
-Necesito que rompan ese vidrio-
Mi papá tomo el arma sacandole el seguro para luego apuntar. Pero antes de que lo haga comencé a caminar obstruyendo su camino. Sostuve mejor el martillo y cuando tuve enfrente mío el espejo lo eleve haciendo que impactara hacia este rompiéndolo. Repetí la misma acción con el otro espejo para dejar a la vista una gran puerta de metal.
-Dime que esto es lo que creo que es-hablé.
-Creo que si-comento mi papá.
-Es un refugio en casa de un terremoto o un robo-hablo Anne.
Al escuchar lo último fruncí el seño.
"¿Un robo?... ¿En serio?"
-Solo yo o unos de mis hijos pueden abrir la puerta-dice mientras se acerca a la puerta. No le presta atención a lo que hacía debido a que agudice mi oído permitiéndome oír si están cerca.... Y no me equivoque.
La puerta se abrió tan de repente que logró asustarme, creo que estoy muy concentrada.... o nerviosa. Está se abrió por dentro, por lo que la puerta se iba para atrás mientras las luces del lugar se prendían.
-Entren-ordeno Anne.
-Amelia, ve adentro-me dice mi papá. Volteo a verlo con el seño fruncido-Necesito hacer algo importante-
"Lo comprendo"
Asistí. Voltee y me adentre al lugar. A paso lento, mire todo lo que me rodeaba sin si quiera mover mis ojos, pues ahora estoy condenada a una guerra que inicie sin saber y debo estar preparada a todo por lo que me lleva a comenzar a pulir mis habilidades, aquellas que nadie sabe, ni siquiera mis amigas. Pero todo eso quedo nublado por el olvido cuando los vi a los diez.
-¿Nos mentiste todo este tiempo?-hablo Tobias con un tono que demuestra seriedad. Solo negué-¿Nos utilizaste?-
-¿Para qué?-solté-¿Para ocultarnos?, ¿para hacer nuestro trabajo?, ¿para huir?-hubo un silencio-Lamento decirte que todo lo que posiblemente estés pensando, tanto tu como ustedes, es mentira... Ya que ni siquiera sé el motivo del porque estoy aquí aunque si lo que motivó a mi papá-
-Y lo que me motiva a salvarlos a todos-la voz de mi papá me sorprendió-Por eso los dejos a todos en buenas manos-
No me dio tiempo a voltearme cuando escuche como la puerta se cierra. Solo deje que mis ojos se abrieran ante la sorpresa cuando vi que la culpable de que esté cerrara es Anne.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro