Problemas en la obra - Aether
Tartaglia: Uh... recuérdame cómo acabamos aquí -exclamó, entrecerrando los ojos, deslumbrado por el inclemente sol saliente que se asomaba por encima del bosque de piedra Huaguang-.
Aether no contestó. Al menos no con palabras. Sin embargo, su mirada expresaba algo así como: "Tres naciones. Me han tenido haciendo encargos en ¡tres naciones! ¡Tú tienes la culpa de que estemos aquí!". Aún así, se negó a pronunciar palabra alguna. Por lo general, Paimon solía hablar por él, aunque, desde que Ninguang los mandó a la obra, esa pequeña comida de emergencia se negaba a aparecer.
Curiosamente, no había tan solo obreros de Liyue por ahí: uno de los capataces de la obra era el propio Diluc, quien se negaba a cambiarse de ropa pese a que, alrededor del mediodía, evidentemente se estaba asando debajo de esa enorme cantidad de ropa negra.
Diluc: ¡Se acabó el descanso! -alzó la voz, con la mirada puesta hacia donde estaban el viajero y Tartaglia, el primero de pie, observando fijo al segundo, como intentando sacar rayos láser de sus ojos y hacer explotar al Fatui-.
Tartaglia: ¡Pero si no estamos descansando! - se quejó, justo antes de recibir un fogonazo a centímetros por encima de su cabeza.
Diluc: No querrán que los mande con Bennett, ¿cierto? -amenazó, antes de darse la vuelta por donde vino-.
Para ser justos, al menos esta era una buena obra, pensó Aether: después de lo de Osial (y también, de liberar a un shogunato de la dictadura de su deidad), creía poder tomarse un breve descanso antes de dirigirse a Sumeru, pero, misteriosamente, cuando caminaba junto a Paimon para detenerse en Liyue antes de cruzar la Sima, terminó encontrándose al undécimo heraldo de los Fatui y, tras cruzar palabras y amenazar con arrojarle a Paimon encima, el par terminó peleando hasta darle por accidente a una parte de la nueva cámara de jade.
¿El resultado? Ninguang los mandó a lo que ella llamaba "servicio comunitario", aunque más parecían trabajos forzados en algún gulag de Snezhaya, por lo que Tartaglia había dicho.
El día de su llegada (es decir, ayer), Aether se sorprendió bastante al encontrarse a Diluc como capataz de la obra: no sólo eso, sino que otros habitantes de Monstadt estaban también ahí: su lista de crímenes era de lo mas diversa. Cuando Aether les preguntó de uno en uno qué hicieron para acabar ahí, los monstadti contestaron:
Venti: Ay, bueno, es que resulta que a Bárbara no le gusta que cantes "Caballo homosexual de las montañas" enfrente de la Catedral de Favonius.
Kaeya: Me estaba peleando con un grupo de hilichurls cerca del viñedo de Diluc y congelé por accidente un montón de uvas maduras, así que... bueno, ¿tú por qué estás aquí?
Razor: Ehh... Razor mear a mitad de la calle en ciudad cuando Klee me invitarme. Razor no sabía que mear en público es prohibido. Así que Razor ahora mear sobre la obra.
Bennett: Ya sabes, a veces estás jugando con el Baron Bunny de Amber... y luego te llevas la mitad de los suministros de los caballeros de Favonius por accidente y Jean se enoja contigo... entonces te mandan a Liyue a ayudar a fabricar fuegos artificiales pero incendias la mitad del puerto... ¿por qué creyeron que sería buena idea traerme aquí en primer lugar? Mis papás creyeron que sería buena idea alejarme de Monstadt un rato, pero...
Diluc: ¿Castigo? Bueno, en realidad Ninguang me pidió que viniera para supervisar al resto, así que...
Antes de que Diluc pudiera terminar la oración, un estallido sonó a la vuelta de la ladera y varios andamios cayeron al suelo, a más de cien metros bajo sus pies. Cuando Diluc volvió, tenía a Bennet cogido de la playera y, tras anunciar un pequeño descanso, decidió mandar a Bennet por materiales en lugar de tenerlo ayudando en la obra.
Aether se compadecía un poco del chico, pero ni de chiste pensaba hacerle compañía si eso significaba arriesgarse a que un Lawachurl los desnucara, o peor, que la mitad de la montaña Hulao les cayera encima por accidente.
Mientras cargaba una viga para colocarla en su sitio, Aether no pudo evitar suspirar.
Sin duda pasaría una larga temporada trabajando ahí.
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