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Yuno estaba furioso, sabía que muchos omegas de su orden coqueteaban con él, pero llegar a molestar a su omega? Acaso no sabían que él solo tenia ojos para su bello y alocado omega? Desde que eran niños lo declaró suyo y no iba a dejar que otro alfa lo tuviera, primero tendrían que matarlo para que abandonará a Asta.
-Quédate aquí, ahora vuelvo- dijo Yuno.
-No, será mejor que yo me vaya- hablo Asta, lo que menos quería era meter en problemas a Yuno.
-Eres mío Asta, mi omega, mi destinado y el omega del futuro rey mago- dijo Yuno abrazando al peliceniza.
-Yo seré el rey mago- se quejo Asta haciendo un puchero.
-Eso ya lo veremos- murmuró Yuno con una leve sonrisa.
En el mercado del reino común estaban discutiendo un omega y un alfa llamando la atención de las personas cercanas.
-Como se atreve a mirar al príncipe Solid- murmuró una beta viendo de mala manera a Magna.
-Como se atreve a golpearlo- dijo otra beta con horror.
Magna frunció aún más su ceño al escuchar los murmullos, el estúpido alfa frente a él lo había besado a la fuerza, solo se estaba defendiendo.
-Vuelve a hacer lo que hiciste y te mato- gruño Magna al alfa frente a él antes de darle la espalda e irse, ya compraría lo que necesitaba en el mercado negro, después de todo era mejor para personas como él comprar en el mercado negro.
Solid vio con furia al omega que se alejaba con las manos en los bolsillos, muchos omegas estarían rogando por su atención y el maldito omega lo golpeaba por darle el honor de ser besado por alguien de la realeza.
-Esta bien príncipe Solid?- pregunto un omega tímidamente.
-Lárgate, asqueroso plebeyo- gruño Solid golpeando la mano que el omega le tendía para yudarlo.
El chico se alejo rápidamente con temor.
-Él no temeria a tonterías, ni obedeceria- pensó Solid caminando hacia el carruaje que lo esperaba.
Le enfurecia ser ignorado, desde niño siempre tuvo lo que quería, jamás le negaron nada y ahora aparecía este estúpido omega seduciendolo con su olor a flores silvestres y miel y se negaba a ser suyo.
Al llegar al palacio una sirvienta se le acercó.
-Solid-Sama, Lady Leonisa y sus hermanos lo esperan en el salón- dijo la beta con temor, era conocido que cuando el segundo príncipe se enfadaba o algo salía mal golpeaba a quien tuviera en frente.
Solid la ignoro y se dirigió al salón murmurando maldiciones.
-Solid querido estábamos esperandote- saludo la mujer peliroja abrazando a su sobrino.
-Un gusto volver a verla lady Leonisa- dijo Solid.
-Quien te golpeó?- pregunto Nozel con el ceño fruncido, últimamente Solid llegaba con algún rasguño o moreton, incluso un día llegó con parte de su capa quemada.
-No es nada- dijo Solid, podía ser caprichoso, pero no metería en problemas a su omega No quería que lo odiara más.
-Nos dirás a que has venido, tía?- pregunto Nebra.
-Verán niños, cuando su madre murió me hizo prometer que siempre estaría ahí para escuchar sus penas y se que ahora están pasando por situaciones que no saben como manejar- dijo la mujer con amabilidad, sus sobrinos siempre habían sido difíciles.
-No estoy entendiendo- dijo Solid confundido.
-Se sobre su obsesión con omegas de clase baja- dijo directamente, sabía que si le daba más vueltas estos harían algo estúpido.
-Quien te lo ha dicho?- pregunto Nozel a la defensiva, sabía que el haberse enamorado de plebeyos les traería problemas, pero estaba dispuesto a dejar que sus hermanos fueran felices a costa de su propia felicidad.
-Nozel- susurro Nebra al sentir a su hermano a la defensiva.
-Fuegoleón, no me dijo quienes eran así que no creo que sea complicado- dijo lady Leonisa sonriendo.
-Son plebeyos, seres inferiores- gruño Solid.
-Son personas que seguramente deben ser maravillosas para haber cautivado a los tres- dijo con diversión al ver lo nerviosos que estaban sus sobrinos.
-Como lo dijo Solid, son plebeyos, no será bien visto ante nuestras amistades- dijo Nozel.
-En realidad, si tú, como cabeza de la familia, los acepta ellos serían prácticamente de la realeza, quien los lastimara o les hiciera algo, estaría cometiendo el crimen de atacar a la realeza- dijo lady Leonisa.
-Eso es posible?- pregunto con esperanza Solid.
-Por supuesto, además los Vermilión los apoyaremos- dijo con alegría.
-Entonces no tendremos que mentirles- dijo Nebra con un brillo de ilusión en sus ojos.
Leonisa no los había visto así desde que Acier les había informado de su cuarto embarazo, antes de que su muerte fuera inminente.
-Bien, ahora me dirán quienes son?- pregunto con curiosidad.
-Vanessa Enoteca- susurro Nozel con pena.
-Zora Ideale- fue el turno de Nebra de sonrojarse.
-...- Solid solo veía las flores.
-Solid...- hablo Leonisa.
-... Magna Swing- dijo finalmente Solid.
-Son de los Toros Negros?- pregunto Leonisa.
-Si- respondieron los tres peliplateados.
-Rindanse- dijo inmediatamente Leonisa.
-Pero dijiste...- Nebra no salía de su estupor.
-Los tres son cachorros de Yami, los matara si sabe que los están pretendiendo- dijo Leonisa.
-Él solo es un plebeyo- dijo con molestia Solid.
-Un plebeyo que es capitán de su orden, uno que es temido por su negativa a seguir las órdenes y sobreprotector con sus cachorros- dijo Leonisa con lástima.
-Debería poder hacer algo- dijo Solid, ahora que sabía que podría tener la atención del omega Yanki no quería perder esa oportunidad.
-Es Yami Sukehiro de quien estamos hablando... aunque podrían decirle a Mereoleona que los acompañe para evitar muertes- dijo la pelirroja.
En ese momento una sirvienta llamó a Nozel.
-Nozel-sama la señorita Noelle lo espera en su oficina- dijo la sirvienta antes de retirarse.
-Que hace Noelle aquí?- pregunto Solid.
-Le pedí que viniera- dijo Nozel.
En ese momento entró al salón una Noelle molesta y con su varita en mano.
-Sabia que me odiaban... pero lastimarlos? ¡¡¡NO LO PERMITIRÉ¡¡¡- Noelle tenía en su mano libre unas hojas que lanzó a la cara de Nozel.
-Noelle querida, calmate- dijo la pelirroja, su sobrina más pequeña tenía el mismo caracter de su madre.
-Quien te crees para gritarle al jefe de nuestra casa- gruño Solid liberando sus feromonas.
-Son despreciables, ellos no les han hecho nada... p-por que lo hacen...- Noelle cayó de rodillas llorando, se sentía impotente al saber lo que sus hermanos harían.
-Noelle, es un malentendido- dijo Nozel tratando de acercarse a Noelle.
-Por que? Porque ellos?- pregunto Noelle con lágrimas.
-Nozel... Que significa esto?- pregunto desconcertada Leonisa al leer el contrato que Noelle arrojó a Nozel.
-Fue mi idea... ellos quieren a Noelle... crei que podíamos usar eso para acercarnos a ellos?- dijo Nozel avergonzado.
-¡¡¡TE ODIO, LOS ODIO... NO DEJARE QUE LOS LASTIMEN, SUELTAME¡¡¡- Noelle pataleaba tratando que Nozel la liberara, sus feromonas se liberaron de manera agria mientras lloraba.
Nozel al ver lo alterada que estaba la menor la noqueo.
-Nozel quiero una explicación- ordenó Leonisa molesta.
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