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Para Zora le era muy difícil encontrar la manera más adecuada para disculparse con la princesa, había pasado gran parte de la mañana buscando en el mercado negro algo que le pudiese gustar, pero ella, su alfa era una princesa, tenía todo lo que quisiera con solo pedirlo y después de varias horas de no encontrar nada se decidió cocinarle, después de todo así era la manera en que los plebeyos se cortejaban, los alfas construían un nido seguro y los omegas cocinaban su mejor platillo.
-Tendre que pedirle a Charmy que me preste ingredientes- murmuro caminando hacía la base.
Jamás había imaginado que sería cortejado y aunque todos los niños y niñas omegas crecían con la ilusión de ser cortejados y poder corresponder, todo lo que su padre le había contado sobre su madre y la forma en que había rechazado su lazo en cuanto se entero que él nacería lo hacía temer a pasar lo mismo, además la manera en la que Nebra había tratado a Noelle le hacia estar alerta con ella.
Al llegar a la base se encontró con Magna mostrándoles una horquilla que su pretendiente le había enviado, una con el símbolo de la casa Silva y con pequeños rubíes decorándolo.
-Y que dice la nota?- pregunto Vanessa.
-Q-Quiere tener otra cita... Y que Noelle nos acompañe -
-No, lo siento pero yo no iré - Noelle se tenso e instintivamente se acercó a Vanessa.
-Lo entiendo, es complicado y yo tampoco quiero exponerte -
-Magna... No quiero que rechaces a tú alfa solo por mi culpa - Noelle se veía abatida.
-No lo haces, todos aquí hemos estado en algún problema con la nobleza o la realeza y por más que queramos no podemos seguir escondiendonos - Vanessa veía con cariño a sus hermanos.
-Lo dices por que ese tipo ya te convenció - acusa Finral.
-Decidi darle una oportunidad, además él mismo dijo que redactaría un contrato para que la realeza no dañará a nuestros cachorros - la bruja se sonrojo cuando todos la veían con sorpresa.
-Tendre que hablar con trencitas -
En la mansión Vaude, el heredero estaba enfrentado a su padre por haber comprometido a su Omega.
-No entiendo por que te importa tanto, unirnos con la familia Over es lo mejor y es lo único para que sirve Finral - el patriarca de la familia Vaude tenía un ojo morado por el golpe recibido de parte de Natch.
-Finral es mío, me pertenece y no lo dejaré ir - salió de la oficina de su padre dando un portazo dejando al mayor confundido, jamás había visto el brillo macabro que tenían los ojos de su hijo menor.
Aceptaba que había sido un error permitir que su esposa dejara que Langris abusara se Finral, sabía que si Langris se enteraba que el niño que tenía Finral era suyo lo marcaría aún en contra de su voluntad. Finral arruinaría su trato con la familia real impidiéndole a Langris casarse con la señorita Finesse.
-Debi echarlo de casa en cuento de presentó - murmuró con enojo.
Langris se había esforzado en descubrir quién era el padre del hijo de Finral, pero a pesar de todo su esfuerzo no descubrió nada, Finral era como una mariposa social, que a pesar de ser marginado por sus padres y familiares, era muy bueno conversando y había presenciado como varios alfas de le acercaban desde que se presento, Finral había sido cortejado por varios alfas antes de unirse a los Toros Negros y él se había encargado de hacerles entender que el castaño ya tenía un prometido, jamás había dicho que él era quien tomaría a Finral como Omega y por eso un inútil había tomado la virginidad de su omega y lo había dejado preñado.
-Tengo que ganarme su confianza - pensó Langris, en verdad deseaba que el castaño le diera una oportunidad para cortejarlo y darle una vida digna a su Omega.
Se esforzó en recordar la cosas que le gustaban a su hermano, pero eran escasas ya que siempre lo evitaba y cuando estaba con él siempre lo humillaba, sin embargo recordó que le gustaban las rosas ya que las cultivaba junto a su madre antes de ser llevado a la mansión por su padre.
Decidió que regalarle rosas sería una buena manera de hablar con él, también compro varios juguetes para el niño, debía ganarse al pequeño si quería que Finral no le temiese y aceptara que él adoptará al pequeño. Lo había decidido, si el niño lo aceptaba como padre Finral no tendría que tener problemas en aceptar ser su omega y regresar a la mansión Vaude.
Compro un gran ramo de rosas y fue en busca de su amado Omega, debía estar en los jardines comunes del reino común, según uno de sus informantes iba a esos jardines todos los jueves que no tenía misiones y hoy era uno de esos días. Cuando lo encontró estaba jugando con el pequeño Elian Roudcasse, pero también estaba una alfa perteneciente a las Rosas Azules riendo junto a Finral.
-Que hace esa perra - inconscientemente destruyó las rosas con su magia cuando la alfa abrazo al castaño.
Alejados del alfa posesivo Finral jugaba con Sol y Elian, habían decidido que podría salir de la base acompañado para que Langris no lo lastimara y Sol se había ofrecido a ser su acompañante ese día.
-Muchas gracias por acompañarnos, te debo una... Eli estaba un poco molesto ya que no lo he traído en varias semanas -
-No te preocupes, desde que la jefa se hizo amiga de tú capitán somos hermanos, si alguien lástima a un Toro Negro sufrirá las consecuencias de parte de las Rosas Azules - al decir esto lo abrazó.
La capitana Charlotte le había pedido cuidar a Finral esa tarde dadas las circunstancias, los Toros Negros habían estado teniendo más problemas de lo usual y con lo de los cortejos y sabiendo que Finral era acosado por el heredero Vaude, la alfa había ordenado a todas las miembros de la orden cuidar de los Toros Negros y eso harían, se turnaban para vigilarlos desde las sombras y solo Zora se había dado cuenta de esto.
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