Los hermanos Silva habían sido criados por el hermano mayor y eso los hacia ser respetuosos con él, sabían que si necesitaban algo él se encargaría de dárselos sin importar que tan estúpido fuera, siempre fue así, antes de saber sobre sus omegas no les importaba Noelle, para ellos era solo su inútil hermana menor, la asesina de su amada madre.

Nozel estaba en su oficina con la joya que entregaría como dote a su amada Omega en sus manos, había tardado en conseguirla por ser extremadamente rara, era una amatista y un cuarzo unidos desde su creación natural, era algo codiciado entre las brujas ya que esta piedra brindaba protección a todo un clan o manada, viendo que Vanessa era la hermana mayor de los Toros Negros había creído que era el dote perfecto, pero después de lo que había dicho estaba pensando en la razón por la que está lo había rechazado.

Sabía que su actitud con Noelle fue mala, por no decir terrible, pero había sido bueno con Nebra y Solid ellos eran buenos caballeros mágicos y si, eran un poco arrogantes, pero era por ser de la realeza y al tener un mayor estatus tenían prioridad, jamás pensó que su manera de criar a Noelle le traería problemas. Deseaba haber conocido antes la historia del Omega de su madre.

-Fui un idiota -

-No quiero lote alguno, quiero que le pida perdón a Noelle - la firmeza de Vanessa demostró que no daría un paso atrás.

-...-

-Si no puede hacerlo, si no acepta todo el daño que le causó a una niña inocente... No puedo aceptar a un alfa así, lo siento -

-Noelle, debo disculparme con ella -

-¡Noelle no tiene nada que ver en esto! -

-¡Si así tratas a tú hermana menor, como trataras a mis hijos si no son suficiente para ti!-

-Vanessa... Jamás lo haría -

-Pero lo hiciste con ella... Si muero durante el parto, culparías a mi bebé... No puedo, no puedo verlo de otra manera, fueron injustos con ella y lo serán siempre con los demás -

-Tiene miedo, entiendo que tiene miedo, pero jamás le haría eso a ella ni a nuestros hijos - en verdad estaba arrepentido de todo lo que le hizo pasar a su hermanita, en lugar de cuidarla como su madre le pidió solo la lastimó hasta el punto de temer hasta de su propia sombra.

En la habitación de la princesa mayor de la casa Silva estaba está mirando fijamente su espejo.

-Por qué no me súplica atención? Soy hermosa, tengo un buen estatus y puedo cumplir cada capricho que tenga... A menos que esté enamorado de alguien - frunció  el ceño ante este pensamiento.

El solo hecho de recordar la desesperación de Zora cuando salieron del pueblo natal de este la hacía sentir miserable, su Omega tenía miedo de que dañará a esos chicos, él quien jamás mostraba miedo había estado temblando mientras la amenazaba.

-Tengo que hacerle saber que soy de confianza -

Solid Silva era conocido por ser mimado y extremadamente posesivo con sus cosas y no sería diferente con su Omega, si no quería amarlo lo obligaría a enamorarse de él, le mostrará lo bien que podía tratarlo y que pondría a todos a sus pies para cumplir cualquier capricho que tuviera.

Por esa misma razón había ordenado a algunos de sus miembros las leales traer a la familia del alfa que había lastimado a su Omega y ahí estaban, un alfa, una Omega y un cachorro de apenas dos años de edad.

-Por favor, su magestad... Tenga piedad, lo que hayamos hecho para molestarle, perdonarnos - sollozo la Omega abrazando a su alfa e ignorando al cachorro que lloraba.

-Piedad? Acaso este animal tuvo piedad al jugar con el corazón de MI Omega? - la fría mirada del menor de los Silva hizo estremecer a la Omega.

-M-Magna... Ordenó esto? Debí saberlo, es una puta sin dignidad - se burló el alfa escupiendo sangre por los recientes golpes.

-Mi pequeño no sabe nada, pero ese no es el asunto. Ustedes lastimaron a mi Omega y lo pagarán -

-Por favor, tenemos un cachorro -

-Y? Creen que por eso no los mataré? Están equivocados - se acercó lentamente a ambos nobles jugando con una daga.

-Es... Es solo un Omega de clase baja - trato de rechistar la Omega. Al instante recibió una patada del príncipe.

-Y mi Omega, miembro de la familia real y por lo tanto ustedes cometieron traición -

-Piedad, tenga piedad de ella... Esta embarazada - suplicó el alfa mostrando su cuello en signo de sumisión.

-Ja, hablas de la dignidad de mi Omega y tú súplicas por tu vida -

-Eres un maldito hijo de puta -

-No te permito hablar de mi madre -

-Perdone a mi bebé - suplicó la Omega.

Antes de que Solid se negara a perdonar la vida del bastardo por el cual su salvaje Omega había sufrido sonó su comunicador.

-Solid Silva -

-Al fin contestas... Te odio - la voz temblorosa de Magna se escuchó al otro lado.

-Lo dejaste claro - un tic hizo aparición en su ojo.

-Escichame bastardo, te odio, te podio por todo lo que han hecho... Odio que hagas latir mi corazón, hip, odio, hip, que seas atractivo... Te odio - después de los reclamos del Omega se escucharon sollozos.

-Deja eso, maldito virgen de porquería, por eso le dije a Nessa que no te diera licor - regañó alguien del lado del omega apagando el comunicador.

Un sonrojo muy notorio se mostraba en las mejillas del Silva, ignorando a los nobles salió de la mazmorra y se dirigió hacia la casa principal.