Capitulo 34: Necesitamos hablar
Ryoga en compañía de la familia Saotome Tendo se encontraban cenando mientras festejaban el cumpleaños de los gemelos Ryota y Rokuro, pero al Hibiki se ocurrió hacer una pregunta que terminaría con la felicidad del momento, dando paso a un silencio sepulcral, era una pregunta que nadie podía responder y menos el día del cumpleaños de los niños, ellos aun no entendían del todo que Akane murió para que ellos nacieran aunque tampoco fue culpa de ellos sino cosas del destino
-Mami ¿De dónde conoces al señor Ryoga?- pregunto Ryota ingenuo y sin tener conciencia clara de la situación pero fue una buena ayuda para el momento
-Bueno… el...- no podía decir que era amigo de su papá, porque los pequeños aun no sabían nada sobre su papá
-Soy un viejo amigo de tu mamá, llámame Ryoga- respondió siendo honesto pero la pelirroja casi muere de solo pensar que hablaría sobre su pasado masculino (No se porque te llaman mamá pero no diré nada indebido) pensaba mientras le daba una mirada tranquilizadora
-Así es, nos conocimos en la secundaria- argumento la chica de ojos azules con más tranquilidad
-¿Conociste a nuestra mamá Akane?- pregunto Rokuro con la esperanza de conocer anécdotas de la juventud de su madre
-Si… también éramos amigos- contesto mientras volvía a mirar a Ranma, esta vez confundido (¿Por qué te llaman mamá a ti y a Akane?) se preguntaba sin entender nada
-Pequeños ahora no es momento de hacer preguntas, ya habrá tiempo para eso- dijo Soun serio y algo triste de recordar aquel terrible día en que su pequeña murió pero quería evitar ese sentimiento ya que era el cumpleaños de sus nietos
-Kasumi ¿Dónde están tus hijos?- pregunto Nodoka extrañada de no haberlos visto
-Están en casa, tenían mucha tarea pero me dijeron que llegarían a tiempo para el pastel- sonrió con aquella respuesta, sus dos hijos eran muy responsables en sus estudios, tenían 10 y 11 años
-¡La comida quedo deliciosa! Las felicito chicas- dijo Genma con una cara de alegría y sin parar de comer
-Vamos tío Genma que a usted todo le parece delicioso hasta lo que comió como el Señor panda- bromeo Nabiki, haciendo recordar el día en que la mamá de Ranma llego y fingió ser Ranko Tendo con su mascota
-No digas eso Nabiki, nos quedo muy rica la cena eso lo sabe hasta Kuno que prefiere nuestra comida- alego Saotome como siempre para iniciar una discusión con la chica castaña
-Kuno es un idiota, además lo que el come no lo cocino yo así que no me importa si le gusta o no- contraataco con una mirada retadora
-Lo siento Nabiki pero en este caso la chica de cabellos de fuego tiene la razón- respondió seguro y en espera de su muerte ya que su esposa seguro lo golpeaba y lo dejaba durmiendo afuera esa noche
-Lo vez, mi querido Kuno tiene la razón- dijo Ranma con ojos tiernos desconcertando mucho a Ryoga
-Ya chicas por favor- pidió Nodoka que sabía a donde llegaría esa pelea
-Mejor brindemos por el cumpleaños de Ryota y Rokuro- propuso Tofu muy animado
Cuando Ranma se hizo cargo de los pequeños siendo una mujer muchos se sorprendieron a excepción de Kuno, ese pobre estúpido creía que la pelirroja y Akane eran las esposas de Ranma y por obvias razones le correspondía a la chica cuidar a los gemelos, pero nunca se pregunto a donde fue el chico de la trenza, era muy tonto para pensar en eso, además Ranma seguía siendo el mismo y actuaba de manera femenina para jugar un poco o provocar enojo en otras chicas como ahora lo hacia con Nabiki, cosa que nunca les pareció extraña a Rokuro y Ryota pues no conocían el pasado de su mamá adoptiva
La cena termino en paz, la familia estaba feliz pero el colmilludo necesitaba entender lo que sucedía, estaba cada vez mas confundido y temía a las preguntas de los gemelos, no quería arruinar las cosas ni presentarse como su padre si no estaba seguro, llamaron a la puerta y Kasumi fue a abrir, esperaba que fueran sus hijos
-Buenas noches familia- saludo Hiro, el hijo mayor de Kasumi, tenia los mismos ojos de Tofu y el cabello castaño de su madre pero también tenia el sentido del humor de Tofu, venia acompañado de Daiki su hermano menor por solo un año
-Chicos, llegan justo a tiempo para comer pastel- dijo la pelirroja recibiendo con un abrazo y un beso a sus sobrinos
-Es bueno saberlo tía yo quero 2 rebanas- pidió Daiki el pequeño de 10 años con cabello oscuro como el de Tofu y ojos cafés de su la mayor de los Tendo pero con la misma amabilidad que su mamá
-Solo si te has portado bien te las daré- aseguro con una sonrisa
-Yo creo que a ellos les toca de 4 rebanas, son mejor portados que tus bichos, aunque claro con una mamá como tu es normal que sean tan malcriados se parecen mucho a ti- comento la mediana de las Tendo, quien disfrutaba molestarla un poco, era su manera de demostrarle cariño
-Pues a ti no te tocara ninguna- le saco la lengua fingiendo enojo
-Vamos que ya es momento de cantar las mañanitas- invito Soun con una sonrisa
-¡Felicidades chicos!- dijeron Mousse y Shampoo saliendo de la cocina con un enorme pastel que ellos mismos habían hecho para los hijos de Ranma y la pequeña Akira ponía las velas
Comenzaron a cantar las mañanitas mientras que Rokuro y Ryota veían el pastel ansiosos por poder comerlo, Saotome veía con mucha alegría a los niños y se sentía muy agradecida por poder compartir esos momentos con su familia (Akane, me has dado a los mejores hijos del mundo, te agradezco infinitamente) pensaba sin dejar de cantar a sus niños
-Psss Ranma…- llamaba Ryoga al oído de la chica -Ranma…- insistió al notar que ella lo ignoraba lo que no sabia es que lo hacia intencionalmente
-¿Qué quieres Ryoga? Espera un momento- pidió ella en voz baja para que los demás no los escucharan
-Necesitamos hablar…- dijo, moría por aclarar las cosas con la pelirroja, tenía muchas preguntas
-No molestes… no vez que estoy ocupada- respondió esta vez algo molesta
-Es urgente…- insistió acabando con la paciencia de Saotome
-Bien… te veré en el dojo mas tarde, pero deja de molestar- contesto y el le dio una sonrisa
-¡Que cumplan muchos años más!- deseo Nodoka una vez que terminaron de cantar y dándoles muchos besos
--Pidan un deseo- invito Akira la hija de la amazona
-¡Mordida, mordida!- pidió Kuno con una cara de malicia, esos pequeños se habían convertido como en sus hijos y también disfrutaba hacer travesuras con ellos, pero alguien más se le adelanto
-¡Vamos chicos! Una mordida- insistió Soun viendo a su cómplice
Rokuro y Ryota se acercaron al pastel con una sonrisa, los gemelos habían planeado algo muy divertido para ese momento, detrás de ellos estaban el señor Saotome y el señor Tendo, los niños se acercaron y al notar con sus buenos reflejos que sus abuelos iban a empujarlos al pastel se hicieron a un lado, causando que los mayores cayeran al pastel
-¡Jajajajajja eso les pasa por tramposos!- grito Ranma quien lloraba de risa junto con todos los presentes
-Genma… ya habíamos hablado de esto...—regaño la madre de la pelirroja, quien sospechaba que eso pasaría y le hizo prometer que no lo haría pero no cumplió a su promesa
-Parece que los gemelos salieron más inteligentes que tu- se burlaba la esposa de Kuno de su papá
-Niños parecerse mucho a Ranma jajaj- se rio la amazona, imaginando que el chico de la trenza fue así de pequeño
-Tienes unos hijos muy ingeniosos Ranma- halago Tofu mientras también se reía pues él conocía a Akane de pequeña y ellos eran su vivo recuerdo aunque físicamente fueran como Ranma hombre
-¡¿Quién quiere pastel?!- pregunto Kasumi con una enorme sonrisa mientras partía el pastel el rebanadas
La noche siguió muy divertida y después de abrir los regalos, comer pastel y jugar un poco, cada uno se fue a su casa, Ranma se quedaba en la habitación de Akane, Soun en la habitación principal que siempre fue de él, Genma en la que fue de Happosai y los gemelos en la antigua habitación de Ranma y su papá
-Ryota… ¿No te parece familiar ese señor Ryoga?- pregunto Rokuro a su hermano mientras estaban en a soledad de su habitación
-Si… un poco- respondió intentando pensar en donde lo habían visto -¡Ya se en donde!- dijo en voz alta cuando recordó donde lo vio
-Shhh Ryota, nos van a descubrir- lo regaño -¿En dónde?- volvió a preguntar curioso- el pequeño Ryota se pudo de pie, fue hasta un cajón y saco una caja pequeña
-Aquí debe de estar- busco entre las cosas que había ahí y por fin la encontró -Es esta- veía aquella fotografía con una sonrisa
-Déjame ver- le quito la foto a su hermano y la vio, en ella estaba Ryoga con su clásica sonrisa nerviosa y un sonrojo mientras Ranma lo tomaba del brazo con una enorme sonrisa, esa foto había sido tomada el día en que la pelirroja se enamoro de el por la caña de pescar, esa caja existía sin que Saotome lo supiera, había muchas fotos y recuerdos de su adolescencia
-Rokuro ¿No crees que él puede ser nuestro papá?- pregunto curioso y sorprendiendo a su hermano, nunca habían pensado antes en su padre
-No lo sé… mamá se puso nerviosa al verlo…- analizaba las situaciones pasadas y no descartaba la idea -¡Debemos averiguarlo!- propuso feliz por la misión
-Mamá era muy bonita…- dijo Ryota mientras veía otra fotografía, si no fuera por Nabiki y las fotos clandestinas que tomaba no podrían conocer mas cosas sobre la peli azul
-Muy bonita… pero mamá Ranma también lo es- contesto Rokuro con una foto entre sus manos de la pelirroja dormida, una imagen muy sensual de la chica pero los gemelos solo la veían con amor al saber que era su madre, aunque alguna vez Kuno pago muchos Yenes por esa foto
-Si… - dijo con un bostezo
Los hijos de Ranma guardaron las fotos de nuevo a esa caja que era su tesoro y se quedaron dormidos en la misma cama, aunque cada uno tenia la suya, de vez en cuando disfrutaban compartir tiempo juntos
Por otro lado Ranma se escapaba sigilosamente de su habitación para ir al encuentro que había planeado con Ryoga, tardo un par de horas en ir porque primero necesitaba llevar a la cama a los gemelos, debido a eso llego muy tarde y encontró al Hibiki dormido, después de tanto pensar en lo que paso durante esos años, su ultimo pensamiento antes de dormir fue que aquellos niños eran sus hijos, no tenía dudas coincidía su edad con la ultima vez que estuvieron juntos pero necesitaba estar seguro antes de decirle a Rokuro y Ryota que él era su padre
-Es bueno verte P-Chan- dijo acercándose a él viéndolo dormir -No pensé verte después de tanto tiempo y sentir lo mismo que sentí en China- beso su mejilla con mucho amor y decidió salir de ahí, aun no estaba lista para hablar con él y no quería despertarlo
A la mañana siguiente Saotome se había quedado dormida, eran las 9:15 de la mañana y seguía en la cama entre las sabanas y con un hilo de saliva dando a entender que estaba profundamente dormida, pero los rayos del sol en su cara la hicieron despertar de pronto, vio a la ventana y se dio cuenta que el sol ya estaba brillante, busco un reloj y noto la hora
-¡Demonios se me hizo tarde!- grito parándose a toda prisa de la cama y medio vistiéndose, los niños entraban a la escuela a las 9:30 -¡Ryota! ¡Rokuro! Es hora de despertar- gritaba bajando las escaleras y entrando a la habitación pero no estaban ahí
-Buenos días querida ¿Cómo dormiste?- saludo Nodoka con una sonrisa
-Demasiado bien, me quede dormida ¿Dónde están los gemelos?- pregunto buscando por todos lados
-No te preocupes, ya desayunaron y están listos para ir a la escuela, están en el dojo con Ryoga, es un chico muy agradable- contesto feliz e incitando a Saotome con esas palabras, pues estaba aprobando al muchacho
-Gracias iré por ellos o se les hará tarde para ir a la escuela- beso su mejilla y fue al dojo, ignorando el comentario de su mamá
Ryoga acostumbraba a despertar y dormir muy temprano, se sintió decepcionado de saber que Ranma no cumplió su palabra y no fue a verlo pero una pequeña marca en tono rosa estaba en su mejilla, dejando una prueba de que ella si fue y le dio un beso en su mejilla, sonrió por eso y veía el bello amanecer desde la puerta
-Ranma… estas mas hermosa que antes- dijo con un suspiro y tocando su mejilla, imaginando que la pelirroja volvía a darle un beso
Todos dormían aun así que aprovecho su estancia en el dojo y decidió entrenar un poco, comenzó haciendo ejercicios de estiramiento y después unos de resistencia, quería estar ocupado en lo que la familia Saotome Tendo despertaba, luego de unas horas estaba muy cansado y decidió detenerse cuando una mirada llamo su atención
-Buenos días muchacho- saludo Nodoka con una amplia sonrisa, por algún motivo le agradaba el chico
-Buen día señora Saotome- correspondió al saludo y se puso de rodillas haciendo una leve inclinación sorprendiendo a la señora
-Eres un muy buen chico Ryoga- volvió a sonreírle -¿Por qué no subes a darte un baño? En un momento estará listo el desayuno- invito al chico
-Claro, gracias señora, yo le ayudare a hacer el desayuno- se puso de pie
-No te preocupes por eso tu eres el invitado- salió del dojo el dirección a la cocina, (Ese chico es muy amable) pensó y en su interior se lo imagino como padre de los gemelos pero fue solo una idea fugaz
-¿En que puedo ayudarle?- pregunto bañado y llegando a la cocina
-Es muy tarde… Ranma volvió a quedarse dormida ¿Puedes despertar a los gemelos?- pidió
-Claro con mucho gusto- sonrió, el pensaba que eran sus hijos y Nodoka lo mandaba apropósito
-Gracias, están en la habitación que fue de Ranma tu sabes cual es- no lo conocía anteriormente pero si sabia que ellos fueron amigos
Fue hasta la habitación de los niños y los vio dormidos juntos en la misma cama, se enterneció al verlo, camino hasta queda cerca de la cama y los veía detenidamente, le recordaban mucho al chico de la trenza y sus días de colegio, por la pequeña abertura de la puerta la mamá de Ranma veía la escena con interés pero después volvió a la cocina para no interrumpir
-Rokuro… Ryota… se les hace tarde para ir a la escuela- los llamo tímidamente pues no sabia que decirles -Chicos…- insistió esta vez moviéndolos un poco
-Buenos días Ryoga- respondió Ryota tallándose los ojos y despertando a su hermano -Rokuro ya despierta- dijo con un bostezo
-Su abuela Nodoka me mando por ustedes, los espera en la cocina para desayunar- explico y se dirigía a la puerta
-Gracias por despertarnos Ryoga- dijo con una sonrisa Rokuro causando un vuelco en el corazón del colmilludo
Nodoka, Ryoga y los gemelos desayunaron tranquilos, mientras hablaban sobre los pasatiempos de los niños, quienes le dijeron que practicaban Kempo igual que su madre, el chico del pañuelo conto sobre su entrenamiento en China lo que despertó el interés de los gemelos
-Te reto a un combate- dijo Rokuro igual de seguro que Ranma
-Sera en otra ocasión querido, deben despertar a su mamá para ir a la escuela- comento la madre de Ranma
-No se preocupe señora yo los llevare- aseguro el Hibiki, estaba ansioso por saber las habilidades del pequeño y saber si había heredado algo de Saotome
--Esta bien- sonrió la señora dando su permiso --pero no vallan a llegar tarde- advirtió
--No abuela- contestó Ryota dándole un beso y corriendo detrás fe los chicos para ir al dojo
Los chicos entraron al dojo y comenzaron a hacer calentamiento antes de empezar esa pequeña pelea, el Hibiki pensaba en que debía ser cuidadoso para no lastimar al pequeño Rokuro
-¿Estas listo?- pregunto el colmilludo retadoramente recibiendo como respuesta una mirada confiaba del peli negro sin duda era idéntico a su papá
--Cuando quieras- se puso en la misma posición de combate que usaba Ranma al iniciar sus peleas y una sonrisa apareció en el chico del pañuelo
Los golpes de el niño no eran tan fuertes debido a su edad pero si era muy rápido y parecía conocer muchas técnicas lo que era sorprendente
--Eres muy bueno Rokuro- halago Ryoga (Parece que si heredó el talento de Ranma) pensaba luego de entrenar un poco
--Tambien tu, deberías enseñarme algunas cosas- pidió muy feliz luego de ese encuentro
-¡Ryota! ¡Rokuro! Es muy tarde para que estén aquí debemos irnos- ordeno la pelirroja al entrar al dojo
--Si mami, solo jugábamos un poco- respondió Ryota
--Hola Ranma- saludo con un sonrojo el Hibiki al ver a la chica
--Hola...- devolvió el saludo igual de sonrojada recordando como lo vio anoche dormir
--Mami Ryoga prometió llevarnos a la escuela ¿Puede acompañarnos?- pidió Rokuro de manera habil, iniciando el plan por descubrir si era su papá
--No creo que el pueda, debe irse de regreso a China- recordó aquel boleto que vio en su bolsa y así supo que no podía encariñarse nuevamente con el
--Mi viaje se ha pospuesto, si me dejas puedo acompañarlos- se apresuro a decir, ahora menos que nunca volvería a irse de Nerima
--Anda mami si que si o llegaremos tarde- insistió Ryota de acuerdo con el plan
-ahh...- dio un suspiro pesado y vencida por los gemelos -Rapido o los dejaran afuera- respondió sin verlos, esos chiquillos siempre se salían con la suya
Los gemelos se daban miradas cómplices al lograr la primera parte de su plan y esa era acercarlos un poco, así se atreverían a decir si era su papá o no, caminaron por las calles de Nerima Ranma y Ryoga no se decían nada porque no sabían nisiquiera de que hablar, la escuela se les hacia muy lejana porque caminaban y no llegaban a ningún lado
-Ryoga es muy bueno en las artes marciales- dijo Rokuro aun emocionado por su pequeño combate
--Lo se todo lo que sabe se lo enseñe yo- respondió la chica de ojos azules con orgullo
--No digas mentiras Ranma, que yo muchas veces te gane en las peleas- respondió el Hibiki
-Jaja no digas tonterías yo siempre fui mejor aun cuando era una chica- no se dio cuenta de sus palabras y afortunadamente sus hijos tampoco pero cuando lo noto prefiero no decir nada mas
-¿Puedes enseñarnos algunas tecnicas?- pidió Ryota al muchacho
--Si, claro cuando quieras podre enseñarles algunas- se sintió feliz de que alguien quisiera aprender de el y era mas especial porque se trataba de los hijos de Ranma
Las personas que iban por la calle miraban a aquella "familia" y sonreían al verlos aunque también se escuchaban comentarios como "que bonita familia" "parecen muy felices" "es una chica muy hermosa para ese chico" "que bonitos hijos tienen" haciendo de la situación cada vez mas incomoda, pero luego de unos minutos al fin llegaron
--Los veré en la tarde mis amores- se despidió la pelirroja dando un beso a cada uno, después los vio entrar y no pudo dar el clásico grito de -¡Los amo!- pero al ser aun unos niños pequeños se sentían felices de esa muestra de amor
Saotome se dio la vuelta para regresar a la casa Saotome Tendo, sin darle una invitación al muchacho, ahora venia la peor parte que era volver a casa solos
--Espera Ranma- tomo a la pelirroja de brazo para evitar que esta vez se fuera sin explicarle nada
--Sueltame- ordeno mientras soltaba su brazo que no era agarrado con fuerza, solo quería detenerla -¿Que quieres?- pregunto algo molesta, no quería ver como los gemelos le tenían cariño y el se volvía a ir de viaje, no permitiría que ellos lloraran cuando decidiera volver a China
--Necesitamos hablar- la vio fija y seriamente
-¿Y qué se supone que estamos haciendo ahora?- pregunto burlándose de el
--Hablo enserio Ranma, no te deja en paz hasta que me expliques que sucedió estos años- esta vez la tomo de la cintura para evitar que se soltara, estaba seguro de querer conocer todo, había posibilidades de que el estanque encantado no funcionara por su embarazo y esos gemelos fueran sus hijos o quizá se enamoro de otro hombre y también quería saber donde estaba Akane
--Esta bien...- sabia que ese momento llegaría en cualquier momento y ese momento era ahora --Aqui no es lugar para hablar, vamos a otro lado- pidió al notar las miradas curiosas de las personas que pasaban por ahí y algo nerviosa por si agarre
Caminaron hasta una cafetería cercana, tampoco podía hablan en la casa Saotome Tendo así que fue la mejor opción, tomaron asiento en una mesa alejada del resto, el corazón de la pelirroja quería salirse de su pecho, ahí estaba frente a Ryoga a punto de contarle todo lo que sucedió y sentía después de verlo
--Dime ¿Que paso contigo después de la visita al estanque de Kaiketsusaku?- pregunto el comilludo ansioso por escuchar las respuestas a todas sus preguntas
Hola!!! Como estan? Yo muy feliz porque siguen leyendo mi hostoria, se los agradezco mucho así como agradezco sus comentarios que me ayudan a ser mejor, que pasara ahora que Ranma le contará todo a Ryoga?
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