Luego de aquel día en el Ryoga y Ukyo habían empezado a ser novios, decidieron comenzar una vida juntos en donde Nerima quedaría en el olvido, esta vez no vivirían en las montañas aunque fuera el lugar preferido del chico, vivirían en la ciudad en donde podría ofrecerle una mejor vida con todas las comodidades necesarias

-¿Te gusta el lugar?- le pregunto a la muchacha que observaba con detenimiento el departamento

-Si, es perfecto- respondió mientras lo abrazaba, tenían una sola habitación, una pequeña cocina, un baño y un recibidor muy chiquito, pero era lo suficiente

No tenían muchas cosas, solo un poco de ropa que habían llevado para lo que pensaban era un viaje corto, acomodaron ese poco de ropa y cuando el Hibiki abrió su mochila noto algunas prendas que no eran de el

-Ranma...- dijo en voz baja y con una profunda tristeza de recordarlo, mientras tomaba una de las camisas chinas de color rojo

-¿Todo bien?- pregunto la cocinera por verlo en el suelo con su maleta

-Si... saldré a tirar la basura- intento sonreír y en una bolsa saco la ropa de Ranma, lo dudo un momento pero después dejo aquella bolsa en el cesto de la basura

Pronto llego la noche y ambos estaban nerviosos, pasarías nuevamente la noche juntos en la misma habitación y la misma cama, pero el colmilludo no se atrevió a tocarla, la castaña sabia que era lo correcto por lo que no hizo ningún comentario y se quedo dormida

El chico del pañuelo no podía dejar de pensar en Saotome y la estúpida idea que tuvo de entrar al estanque, daba mil vueltas en la cama pero no podía dormir, temía que si lo hacia aquella bella pelirroja apareciera en sus sueños, haciéndolo desear jamás despertar, fue al baño para lavarse la cara y se vio al espejo

-¿Por qué lo hiciste idiota?- preguntaba en voz audible como si tuviera a la pelirroja enfrente -Fue mi culpa... ella no sabia que no era una mujer... si yo hubiera llegado antes... si yo hubiera llegado antes, nada de esto estaría pasando- le reclamo a su reflejo que estaba en el espejo

Lo que no sabia es que por la pequeña abertura de la puerta Ukyo estaba escuchando, se sintió mal por el pero ella trato de evitar estar a su lado, quizá la solución no era hacerse a un lado sino brindar el consuelo que el necesitaba en esos momento, volvió a la cama sin ser descubierta y unos minutos más tarde volvió el

Los días se convirtieron en semanas y las cosas parecían haber mejorado, eran raras las veces que el Hibiki tenia algún sueño con la pelirroja y cuando eso ocurría solo lo ocultaba y fingida que nada pasaba, la castaña se hacía la tonta auque bien sabia que aun pensaba en el

--Buenos días Ukyo- saludo el muchacho entrando a la cocina listo para desayunar

--Hola Ryoga, el desayuno esta listo- dijo mientras le daba unos platos de comida para que los llevara a la mesa --Tranquilo Ryoga, come mas despecio- comento al ver que en pocos minutos había terminado el desayuno

--Estuvo delicioso pero se me hace tarde, te veré despues- fue lo único que dijo y salió del departamento, el motivo de su prisa es que llegaría tarde a su trabajo

Cuando decidieron vivir en la ciudad se dieron cuenta de lo necesario que seria tener un empleo para ganar dinero y pagar todo lo necesario, Ryoga encontró un trabajo de maestro en un dojo y Ukyo seguía sin encontrar uno ademas de que era muy difícil poder poner su propio restaurante

Había escuchado hablar sobre una compañía culinaria llamada SAREX que le daba dos años de estudio a los trabajadores y mas tarde se hacían cocineros reconocidos, hizo una prueba para entrar pero nunca obtuvo resultados

Los chicos ya tenían muchos meses viviendo juntos, la rutina se repetía siempre, Ryoga se iba en la mañana al trabajo y volvía hasta la tarde, durante ese tiempo ella cocinaba, veía la televisión o incluso salía a hacer las compraras pero comenzaba a aburrirse

Su relación era buena pero no era como la de las parejas normales, dormían juntos pero parecían buenos amigos o incluso hermanos en una cama, ninguno se atrevía a iniciar algo, de besarse por unos minutos no continuaban

Una mañana después de que Ryoga se había ido al trabajo, Ukyo recibió una llamada inesperada que le traería muy buenas noticias

-¿La señorita Ukyo?- preguntaron al otro lado de la línea

--Si ella habla- respondió desconfiada

--Es un gusto poder hablar con usted, el motivo de nuestra llamada es darle la bienvenida a nuestra empresa- dijo la mujer con una voz llena de felicidad

--No entiendo...- estaba confundida

--Hace un par de meses usted presento un examen para pertenecer a la mejor academia de cocina de China y ha sido aceptada muchas felicidades- explico a la castaña que lo había olvidado

-¡¿Habla enserio?!- grito llena de emocion, no podía creer lo que sucedía

--Si, así es, la esperamos el siguiente mes en nuestras instalaciones, le recuerdo algunos de los requisitos fundamentales...- dio un listado de por lo menos 15 cosas especiales pero una de ellas llamó su atención --Por último le recuerdo que esta prohibido tener novio ya que debe dedicarse por completo a nosotros por lo cual vivirá en nuestras instalaciones, cualquier duda comuníquese con nosotros- finalizó la mujer su aviso a lo que la cocinera solo agradeció

-(¿Que hare? No puedo dejar a Ryoga) pensaba muy desesperada, estaba entre el amor de su vida y su mayor sueño, esa pregunta estuvo en su mente todo el día hasta la llegada de se novio

--Hola Ukyo ya volví del trabajo- anuncio el muchacho mientras entraba -¿Todo bien?- pregunto para sacarla de sus ideas

--Bienvenido, si todo bien- dio su mejor sonrisa y comenzó a preparar la cena en lo que el se daba un baño -(No podría decirle que me voy... lo mejor sera quedarme a su lado) fue su ultimo pensamiento sobre en tema

Cenaron tranquilos mientras conversaban sobre lo que les paso en el día y la castaña evito decir sobre la llamada, vieron la televisión un rato y después se quedaron dormidos

Días mas tarde cuando Ryoga volvía del trabajo recogió las cartas que les habían llegado, una de ellas llamo su atención en particular y sobre todo porque estaba dirigida a la chica

--Esta carta es para Ukyo.... compañía SAREX...- le resulto un poco conocida y con mucha curiosidad abrió la cata --Señorita Ukyo, nos es grato informarle que ha sido aceptada en nuestra compañía de artes culinarios y estaremos en espera de que se incorpore con nosotros el mes que sigue...- no termino de leerla, esl habia sido suficiente

El colmilludo sobrio feliz al departamento para darle la noticia a su novia, sabia que se pondría muy feliz

-¡Ukyo! ¡Ukyo!- gritaba entrando al lugar para llamar su atención

-Ryoga, ¿Que te pasa?- pregunto sorprendida, tenia mucho tiempo que no lo veía tan feliz

-¡Tengo buenas noticias!- se acerco a ella y la cargo mientras la abrazaba

-¿Y cuales son?- ella no tenia ni la menor idea de lo que pasaba por lo que el le dio la carta, al leerla se le borro la sonrisa

-¿No estas feliz?- no entendía el motivo de su seriedad, desde que eran jóvenes ella solía decir cuanto le gustaría trabajar para una empresa culinaria reconocida

--Debes tener hambre, iré a la cocina- sonrió e iba a salir del lugar pero fue detenida por el

-¿No te da gusto haber entrado?- volvió a preguntar interesado

--Si... es solo que...- dudo un momento en contarle pero si no lo hacia seguiría insistiendo --Es solo que tengo que elegir si estar contigo o trabajar para ellos- dijo de la manera mas clara que encontró

--Pero no hay necesidad de hacerlo, yo te voy a prohibirte trabajar- no entendía a lo que se refería

--Lo se... pero si quiero trabajar ahí debo cumplir las condiciones y una de ellas es no tener novio- dijo por fin aquello que le daba problemas

-Entonces...- la vio fijamente a los ojos --Entonces ya no seré mas tu novio- sonrió con un poco de tristeza

-¿Que?- no entendía porque tomo esa decisión, no quería dejarlo

--No quiero ser un obstáculo ni que por mi culpa no cumplas tus sueños, te esperare si es necesario...- beso tierna y brevemente sus labios con una mirada llena de comprensión al separarse

--No quiero alejarme de ti...- derramó una lagrima

--No lo haras, estaremos juntos muy pronto...- y la abrazo con mucho cariño

El próximo mes llego muy pronto, la castaña ya había hecho sus maletas y estaba lista para irse, solo faltaba una cosa, despedirse

-¿Aun puedo arrepentirme?- pregunto con una mirada triste, no quería irse

--No, no puedes, debes convertirte en la mejor cocinera aunque ya lo eres- sonrió fingiendo estar bien pero en realidad no lo estaba, se había acostumbrado a estar a su lado, ya casi hacían un año viviendo juntos

-¿Estarás bien?- le pregunto preocupada pues volvería a vivir solo como solía hacerlo

--Si, lo estare- debía sonar convincente para que ella se fuera

La acompaño hasta llegar abajo, en donde un taxi la llevaría a la compañía SAREX, se dieron un ultimo beso y vio como el auto se alejaba, sonrió al saber que la muchacha cumpliría su sueño, pero al darse la vuelta hacia la entrada del departamento, un sentimiento de soledad lo invadió

El Hibiki no soportaba vivir en la ciudad solo, no era el lugar para el, hacia apenas 2 semanas de que Ukyo se había ido y tomo una decision, renuncio a su trabajo, tomo sus cosas y volvió a las montañas, era un lugar tranquilo pero desafortunadamente también lleno de recuerdos

-Querida Ukyo ¿Como estas? Yo me encuentro muy feliz de saber que ya estas cumpliendo tu sueño, decidí volver a las montañas, la ciudad no es un lugar para mi, aquí puedes respirar el aire fresco, y disfrutar de un baño en el lago, espero que te alegres de recibir esta breve carta, atentamente Ryoga Hibiki- dobló la carta y la puso en el sobre, camino al pequeño pueblo que estaba ahí y la envío 

Compro algunas provisiones con el poco dinero que aun tenia, pero era el suficiente para vivir por algún tiempo, cuando termino de hacer las compras vio a Yan Yan, se acordó de la pelirroja después de algún tiempo, evito pensar en eso y corrió de regreso a su tienda

Entreno toda la tarde, debía mantener ocupada su mente y lo consiguió, termino cansado de tanto practicar, comió un poco se dio un baño y se durmió muy temprano

Así pasaron los meses, se había olvidado de Ranma, tenia casi 2 años que no lo había vuelto a ver, volvió a ir al pueblo, fue a recibir alguna carta y ahí estaba la de la casataña, al igual que necesitaba hacer una compras, cuando llego a su tienda preparo una sopa instantánea y comenzó a leer la carta 

--Hola Ryoga, espero te encuentres bien, durante el tiempo que he estado aquí he aprendido muchas cosas y estoy segura que mejore mucho, me encantaría que probaras mi comida... no se como decirte esto... hace mucho tiempo que no nos vemos y... pienso que lo nuestro no va a funcionar, siempre lo supe desde el día que te fuiste con Ranma pero no quería aceptar que no seriamos nada mas, espero que sigamos siendo buenos amigos porque siempre seras alguien muy importante para mi, deseo que encuentres a una linda chica y quizá sea una pelirroja... tu me entiendes ¿No? Te quiero mucho atentamente Ukyo- no entendía porque ahora terminaba con el

--Justo cuando me olvidaba de Ranma tenias que recordarmelo- dijo con voz triste y arrugando un poco la carta --Sabia que no volvería Ukyo, te fuiste como los demás... por lo menos tu tuviste el tiempo de despedirte- vio al cielo y pensó en la castaña, sin duda una muy linda chica que ahora lo animaba a encontrar el amor nuevamente

Hola! Es un capitulo muy corto pero no encontré muchas cosas interesantes que escribir, ahora si busquen las palomitas, el helado y los pañuelos que el Ranma X Ryoga esta a punto de comenzar y hay muchas cosas que tienen que  pasar