Capitulo 10: Nunca hagas llorar a una chica
Ranma pudo dormir tranquilo, después de mucho tiempo, estaba en la cama en su forma de chica y abrazando a su esposa pero algo lo obligo a dejar su tranquilidad.
--Rayos! Ryoga se quedo afuera, con este frío y esta lluvia va a resfriarse- quito el brazo de Akane que lo rodeaba por la cintura y bajo las escaleras en busca de su amigo, salio con una sombrilla para evitar mojarse, aunque ya estaba como chica pero el aire frío y el agua causaría que se resfriara
--¡Ryoga! ¡¿Donde estas P-Chan?!- gritaba mientras veía a los lados para encontrar al cerdito pero sintió algo extraño en su pie y se dio cuenta que lo estaba pisando y que estaba inconciente
Tomo al Hibiki en sus brazos y entro en la casa, lo puso en el futon y lo cubrió con una manta en lo que calentaba agua, recordó lo que sucedió hace unas horas y debía terminar todo esto con el colmilludo o las cosas serian peor
Entro a la habitación y vio al pequeño cerdo negro dormido y lo mojo con agua caliente, causando que se despertara y volviera a ser un hombre
-Ranma...- dijo con dificultad el chico intentando sentarse
--No te levantes- lo ayudo a acostarse y toco su frente --¡Estas ardiendo en fiebre!-
--¡Claro que no idiota, es tu culpa por el agua hirviendo con la que me mojaste!- dijo molesto y saltándose de la chica, puso su mano en la frente intentando recordar porque estaba afuera
--De nada, pude dejarte afuera para que murieras de pulmonia- iba a irse, se levanto y se dirigía a la puerta
-¡RANMA ESPERA!- grito el chico para detenerla
--Ahora que quieres- contesto la pelirroja viéndolo con enojo
-¡Eres un maldito!- intento darle un golpe olvidando que era una chica pero fue esquivando
-¡¿Que rayos te sucede?!- pregunto aun mas molesta
-¡¿Como pudiste dejar a Akane esta mañana?!- nuevamente intento atacarla pero ella lo golpeo
--¡Eso no es asunto tuyo!- recordó lo que vio anoche pero sabia que solo fue por cosas del momento --Ademas Akane y yo arreglamos las cosas, así que ella me espera en mi habitación para... ya sabes- le guiño el ojo con arrogancia y tomo la perilla de la puerta pero el la detuvo
--Pagaras muy caro el haberla hecho llorar- la tenia contra la puerta y viéndola a los ojos con una mirada muy diferente y que nunca había visto en el
--No digas estupideces, hazte a un lado y vístete maldito pervertido- dijo algo sonrrojada y viendo a otro lado, el Hibiki había olvidado que estaba en ese estado luego de dejar de ser el cerdito negro
-¿Porque, te incomoda?- iba a jugar con ella un rato
--¡Claro que no! Por si no lo olvidas yo también soy un hombre- respondió convencida
-¿A si? Pues con estos enormes pechos comenzaba a dudarlo- puso sus manos sobre los pechos sin sostén de la chica y los acariciaba sobre la camisa
--Dejame por favor- pido algo avergonzada
--Esta bien, pero entonces si eres un hombre sabrás que es esto- tomo la mano de la chica y la dirigió a su miembro, obligándole a acariciarlo, ella no quería detenerse pero debía olvidar todo lo sucedido con su amigo
--No sigas- pidió pero no fue escuchada, Ryoga soltó su mano y comenzó a abrir su camisa, dejándola desnuda de la cintura para arriba
-¿Porque debería detenerme, acaso no te gusta Ranma?- beso sus pechos y obtuvo como respuesta un suspiro profundo --Creo que ya cambiaste de opinion- seguia lamiendo sus pechos y acariciando su trasero
--Debemos hablar esto no puede seguir así... mmm- intentaba controlarse pero ese maldito cerdo no se detenía
--Tienes razones, soy un estúpido no debemos hacer las cosas a la fuerza- se detuvo y la llevaba en dirección a el futon para sentarse y platicar
--Sabia que comprenderias- se relajo y lo siguió pero a unos cuantos pasos de llegar se detuvo -¿Qué pasa?- pregunto nerviosa otra vez
--Pasa que las cosas pasarian como deberían ser, con calma pero no te lo mereces- dijo serio y bajos los pantalones de la chica con todo y ropa interior
-¡RYOGA! ¡DEJA DE HACES ESTUPIDECES!- grito e intento darle una cachetada pero fue detenida
--¿Estupideces? Claro que no, fuiste una chica muy mala Ranma y debes pagarlo- la empujo hacia una mesa que había en la habitación en donde ella tenia pegados los pechos, intentó levantarse pero la fuerza de el se lo impidió
--Deja de jugar, Akane esta aqui y puede- oirnos- pidió ella, era muy raro ver que el Hibiki se comportará de esa manera
--Entonces trata de no gritar- y entro en ella, ahogo su grito y se mordió los labios, ponía sus manos sobre aquella mesa y ya no pensaba en como detenerlo, le estaba gustando que actuara así, pero lo que ella no sabia es que el efecto del elixir seguía, al no poder satisfacerse la noche anterior, ese era el motivo de su ferocidad
-Ryogaaaaa no no no te detengas- ya había olvidado todo lo anterior, al diablo con Akane lo que importaba era ese momento
-¿Ya no te importa que te escuchen?- pregunto sin dejar de moverse, la pelirroja esta completamente sudada y con un sonrojo que no se diferenciaba de su cabello
-¿Y a ti no te importa que tu bella Akane nos descubra?- respondió con dificultad
--Entonces debemos hacer algo para callar esa boquita- salio de ella y la giro sentandola en la mesa, en cuanto estuvo en esa posición volvió a entrar en ella, esta vez estaban frente a frente y se besaban
Ranma no podía mas, se aferraba a la espalda del chico, dejando un par de marcas que se quitarían en muy poco tiempo, mientras que el la tomaba de las piernas dejando sus manos marcadas en esa piel tan blanca que tenia ella
-¿Porque haces esto Ryoga?- pregunto a punto de llegar al orgasmo y viéndolo a los ojos para ver su mirada llena de deseo
--Porque me gustas Ranma- los rechinidos de aquella mesa lo decían todo, el aceleró las penetraciones y ambos se movían, los pechos de ella subían y bajaban excitando mas al muchacho
En unos cuantos minutos ambos terminaron y se seguían viendo, ella no se aguantó y lo beso, mientras el colmilludo salia de ella
--Esto es para que aprendas que nunca debes hacer llorar a una chica- se puso una toalla en la cintura y salio de la habitación para tomar un baño, dejando a Saotome sola y totalmente cansada
Ranma se vistió y salio de ahí, preparo un té en la cocina y se dirigió donde su padre solia jugar shogui con su amigo, abrió la puerta que daba al jardín y se sentó a ver la lluvia
-¿Como demonios voy a arreglar esto?- dijo en voz baja pero audible para quien estuviera cerca
Veía la lluvia caer y se sentía mas confundida que nunca, su matrimonio ahora estaba bien pero no quería dejar a Ryoga
--Porque me gustas Ranma- esas palabras llegaron a su mente y un vuelco en su corazón apareció --Es una estupidez, el y yo, solo... solo lo hacemos por placer, es imposible sentir algo- se respondió mentalmente
Se temía que pudiera llegar a sentir algo por el, pero eso era imposible ambos eran hombres, o tal vez no era imposible solo no quería aceptarlo... --¡Ese cerdo idiota comienza a confundir las cosas, le urge una novia verdadera!- hizo cara de molestia y de dirigió a la cocina
Calentó agua y se mojo a si mismo, el ser chica lo volvía mas sentimental algunas veces haciendo que se confundiera y no podía permitirlo el era un hombre tan varonil como su madre lo quería
Encendió la televisión para apartar esas ideas y distraerse un rato, pero ningún programa lograba que dejara de pensar, sintió un abrazo y se volteo a ver quien era
-Akane, ya despertaste- dijo sorprendido
--Si, tenia ambre- confeso ella pues no había comido nada ese día
-¿Que te parece salir a comer?- propuso el para salir de la casa
--Aunque son las 5 de la tarde no creo que ningún lugar este abierto con esta lluvia-
--Tienes razón, iré a preparar algo- se iba a levantar pero ella intervino
--No te molestes, esta vez dejame a mi- sonrió con dulzura y confianza, el dudo pero no quiso hacerla enojar ahora que las cosas estaban tan bien
Akane entro a la cocina y busco una receta de arroz con curri que tenia por ahí, la cual hace un par de días se la había dado su hermana Kasumi, la mayor de las Tendo le dio la receta para que su hermana menor pudiera hacerla y sorprender a su esposo
Paso alrededor de una hora y medio y el chico comenzaba a preocuparse, quería entrar a la cocina pero debía confiar en ella, aunque eso significara morir esa misma tarde
--La cena está lista- dijo la chica saliendo de la cocina con un plato tapado, se sentaron a la mesa --Anda pruebalo- invito ella, con la mano temblorosa el levanto la tapa con los ojos cerrados como si se tratara de una bomba que iba a explotar, al abrir sus ojos su sorpresa fue ver un arroz con curri perfecto
--¿Tu preparaste esto?- pregunto dudoso, se veía bien la comida pero ahora había una pregunta ¿Sabrá tan bien como se ve?
--Si, Kasumi me dio la receta, pruebalo- ordeno ella algo ansiosa por saber la reacción de el, tomo una cuchara y la dirigió a su boca, olía muy bien, lo probo y su cara lo decía todo
--Esta... ¡Esta delicioso Akane!- alago el chico de la trenza
-¿De verdad te gusta?- dudo ella, pues recordó la salsa asquerosa de Ukyo y la mentira de Ranma para no hacerla sentir mal, aunque con ella siempre fue honesto
--Hablo enserio, te quedo fantastico- siguió comiendo hasta terminar con lo que había su plato y pedir que le sirviera una vez mas, su esposa con una gran sonrisa aceptaba su peticion
La verdad era que Akane había dejado de cocinar para Ranma desde que eran unos adolescente y aun después de casados no volvió a intentarlo y el motivo de que esta vez le haya quedado de maravilla es que lo cocino con amor y no por probar ser mejor o una buena esposa
Después de comer, volvieron a la sala y vieron películas lo que quedaba de la tarde, hasta que ambos se quedaron dormidos, la chica Tendo lo abrazo y tenia una sonrisa en el rostro al saber que todo esta bien, mientras que para Saotome su último pensamiento antes de dormir fue un nombre, Ryoga...
Hola!!! Que tal estan? Espero les guste el capitulo y ya saben que estaré muy feliz de leer sus opiniones en los comentarios, gracias por seguir leyendo.
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