Pov Marie

Cuando este quedó dormido tomé uno de sus pantalones, no podía salir en vestido, bajé a la cocina y coloqué en el bolso toda la sangre que pude, solo dejé unas bolsa para el.

Espero que cuando despierte yo esté lo suficientemente lejos como para que no me encuentre.

Tampoco se donde estoy o hacia donde en si debo correr, lo único que sé es que debo salir de aquí.

Busqué su teléfono pero era inútil, si llamaba a la policía solo me quitaría tiempo de huir y no recordaba el número de Jenny.

Salí de la casa, lo había obligado a darme la llave que abre la entrada antes de que se durmiera. No había ningún coche o algo. Tampoco sabía conducir.

Si había un camino pero creo que si despierta antes de lo que debería sería el primer lugar al que correría así que preferí adentrarme en el bosque, aún con la vista de la carretera cerca.

Luego de horas de correr y cuando la noche estaba aún más oscura me detuve, tomé un poco de sangre y continué corriendo, tenía sueño pero me había preparado me para esto desde que me dijo sobre el poder, espero lograr escapar.

Cuando estaba a punto de amanecer me acerqué a la carretera y encontré a un señor que se ofreció a ayudarme.

Según me dijo estábamos bastante retirados de Seúl pero él debía viajar allá, así que podría llevarme.

Sabía que no podía ser confiada, pero básicamente mi maleta repleta de sangre y yo somos más peligrosas que el.

Cuando llevábamos dos horas de viaje decidí bajarme, era lógico que este me buscaría con mi estrecho círculo de amigos, no podía ir al hotel porque ahí me creían loca.

Mi apartamento y mis cosas quien sabe donde quedaron y tampoco podía ir con Hoseok o Jenny cual eran los únicos con que me trataba.

También podría ser un peligro para ellos. No he estado entre las personas luego de esto, solo con el señor y agradezco no haber sentido la necesidad de morderlo, supongo que no es como en las películas.

Necesitaba cambiarme de ropa y pensar en donde esconderme.

Seúl no era una opción.

Entré a una tienda y me acerqué a la caja cuando hube encontrado algo por fin de mi talla, consistía en unos jeans y camiseta negra, también un abrigo para ocultar mi cabello, me hacía resaltar.

Le pedí dejarme ir y lo hizo. No quería aprovecharme de ella pero no tenía dinero, debía esconderme y conseguir un empleo, pero para eso debía encontrar un lugar seguro.

No me fiaba de él, me había quitado todo lo mío para que así tuviera que apoyarme en el, había perdido a mi amiga y mi vida.

No tenía mis documentos, donde dormir y lo peor de todo, me alimentaba de sangre humana.

Un alimento más caro de él que anteriormente consumía. Me llena de tristeza el no volver a sentir el sabor de los alimentos que tanto me gustaban, todo por el.

Y a pesar de que no me había dañado, había hecho más que eso, ya comenzaba a desarrollar el síndrome de Estocolmo, no me puedo permitir sentir algo más que repulsión por el.

En las noches cuando deseaba ir a verlo, sentirlo, tocarlo y besarlo. Me obligaba a mi misma a recordarme lo que me había hecho, como me había dañado.

Y aunque me vi a mi misma permitiéndole tocarme ahora se que quizás él provocó que yo lo hiciera.

Encontré un lugar para descansar, la sangre comenzaba a descongelarse y debía tomarla porque se estropearía. También me quedaría sin nada, pero según me dijo estaré fuerte si me alimento bien, entonces quizás podré irme lejos.

Al final de ese día ya me había subido a tres vehículos, me bajaba antes de que estos llegaran a su rumbo, ni siquiera sabía a donde iba.

A acabé en un pequeño puerto cerca de la ciudad pero lo bastante alejado como para que no me encuentre por casualidad si va por mi a Seúl.

Tampoco creo que me siga, básicamente le ahorré un problema. No me seguirá ¿o si?

🫣

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