Eren suspiro, en la entrada de la hacienda había un enorme moño negro, todos los empleados vestían de el mismo color.

Sin muchos ánimos de nada subió hasta su habitación dejando a Yul en su cuna.

Eren: Será tan difícil.

No fue consciente de cuando se quedó dormido, despertó cuando Alba lo movió diciendo que alguien lo buscaba.

- Me disculpo por molestar, soy Farlan era amigo y abogado de Levi.

Eren: Un gusto.

Farlan: Vengo junto al notario a leer el testamento de Levi.

Eren: Vamos a la sala.

Los dos se dirigieron a la sala, ahí un hombre mayor le dio sus condolencias al castaño.

Farlan: El señor Pixis leerá la última voluntad de Levi.

Eren: Si.

El hombre estaba por leer cuando Alba entró junto a quien menos quería ver en ese momento.

- Me enteré de lo de Levi.

Eren: En primera para ti el señor Levi, en segunda guarda silencio y siéntate, supongo vienes a ver que puedes sacar de aquí para ti y tu bas, perdón hijo, los presentó, ella es una prostituta que espera un hijo de Levi.

Pixis: Si, bien leeré el testamento.

Pixis: Yo Levi Ackerman, en pleno uso de mis facultades mentales, nombró como mis únicos herederos a Eren Jaeger y a Yul Ackerman Jaeger, quiero que Eren se haga responsable de la hacienda y la herencia de Yul hasta que está cumpla 21 años.

Eren: Esta bien, ¿tengo que firmar algo?

Pixis: Firme aquí.

- ¿Y mi hijo que?

Eren: Tu hijo, en cuanto des a luz vendrás a darmelo, firmaras un acuerdo en el que renuncias al niño por cierta cantidad de dinero, jamás te acercaras ni tendrás contacto con el.

- Bien.

Eren: Dejarás el burdel y vivirás aqui, Farlan redactarias el documento.

Farlan: De inmediato.

Eren: Bien, si me disculpan iré a ver a mi hija.

Entrando a su habitación Eren vio a su pequeña dormir, el parecido con Levi era tanto que fue inevitable no llorar de nuevo.